8 febrero 2016
En esta parte del territorio nacional no ha llovido mucho.
A pesar de las recientes lluvias de la actual temporada invernal el 27 por ciento de toda el área geográfica de Cuba presentó déficits en los acumulados de las lluvias, durante el período de febrero 2015 a enero 2016.
Un tres por ciento recibió la calificación de severos a extremos, el siete por ciento moderados y el 17 por ciento débiles, mientras los más significativos se reportaron en la región oriental del país.
La más reciente edición del Boletín del Clima, del Instituto de Meteorología, indicó que las provincias de mayor impacto fueron Las Tunas, Santiago de Cuba y Guantánamo.
No obstante, se apreciaron en el resto del territorio nacional, pero con menor severidad y extensión, otras áreas con escasez de precipitaciones, añadió la fuente.
Los municipios más dañados fueron Colombia, Jobabo y Amancio Rodríguez (Las Tunas), Baracoa (Guantánamo), Buey Arriba y Guisa (Granma), así como Segundo Frente y Tercer Frente (Santiago de Cuba).
Sin embargo, aclaró el Boletín del Clima que el comportamiento de los aguaceros al cierre de enero, dio lugar a la disminución de las áreas perjudicadas con sequía meteorológica.
Se exceptúan de ese caso los lugares que durante los últimos 12 meses aún se mantienen con insuficiencias moderadas y severas, y ubicadas en mayor cuantía en la región oriental del país.
Febrero es el cuarto mes del período poco lluvioso en Cuba y cuando llega un número de frentes fríos similar a enero, lo que influye en el frecuente establecimiento de condiciones invernales.
Las precipitaciones también dependen fundamentalmente de los sistemas frontales que perjudican al país y alcanzan totales similares a los de enero de forma general.
No obstante, para el actual febrero se debe tener en cuenta el evento El Niño – Oscilación del Sur (ENOS), el cual continúa su evolución como un fenómeno fuerte en el Pacífico Ecuatorial.
Su influencia sobre Cuba se acentúa aún más desde este mes cuando el clima suele hacerse muy lluvioso.
Febrero es uno de los dos meses más invernales del año en la nación, asociado a las masas de aire frío que acompañan a los frentes y a las características geográficas de cada territorio.
(Con información de Prensa Latina)
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