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jueves, 25 de febrero de 2016

Esperado despegue acuícola cubano en 2015


Registró un récord de producción con 27 228 toneladas de peces, unas 1 200 más que el plan previsto y el mayor volumen desde el debut de esta actividad en el país hace ya más de medio siglo

Para el director nacional de Acuicultura, Nelson Pérez, el año recién finalizado se tradujo en el esperado despegue de esta cada vez más imprescindible fuente de alimento destinada a la población, en momentos donde mundialmente se obtiene una producción cercana a 60 millones de toneladas de pescado.

"En Cuba -aseguró el directivo-, el futuro del sector dependerá fundamentalmente de unir esfuerzos entre investigadores, especialistas, productores y proveedores, para desarrollar esta actividad que constituye una contribución importante a la seguridad alimentaria".

Al comentar estos resultados, reconoció que aún no satisfacen la totalidad de las necesidades del país, "pues se precisa una mayor organización, un aseguramiento de las artes de pesca y un mejor comportamiento en el suministro de pienso, así como más motivación entre trabajadores y colectivos de dirección".

Cabe recordar que la acuicultura en general tiene una gran dependencia de la importación de piensos y otros productos, y su desarrollo requiere grandes inversiones, por lo que está presente en la cartera de negocios para la participación de capital foráneo.

De acuerdo con datos suministrados por el Ministerio de la Industria Alimentaria, organismo rector de esta esfera en la Isla, sobresalió la especie de carpas plateadas, con más de 20 000 toneladas capturadas, seguida del Clarias gariepinus (pez gato africano) con unas 6 000 toneladas y la de tilapias con 1 150 toneladas. Sancti Spíritus con 5 500 toneladas, seguida de Camagüey (4 700) y Villa Clara (2 500), fueron las provincias líderes entre las 10 cumplidoras de sus respectivos planes, de un total de 13. A lo anterior se suma el récord en la camaronicultura, donde de 4 600 toneladas previstas se obtuvieron 4 678.

En la actualidad, la mayor parte de la producción acuícola se emplea como materia prima para la elaboración de croquetas, embutidos, picadillo y demás alimentos destinados a la red de establecimientos para su venta a la población, y resulta aún más meritorio que se alcanzaron a pesar de la intensa sequía que asoló durante casi 2015 -originada por el fenómeno climático El Niño- con sus secuelas negativas en algunas estaciones de alevines.

Potencial logístico

En la actualidad, Cuba cuenta con 1 400 embalses que suman unas 130 000 hectáreas de espejos de agua, sembrados fundamentalmente mediante la técnica de cultivo extensivo y semintensivo. No obstante, la acuicultura cubana prioriza los cultivos intensivos y el mejoramiento genético de las especies, a fin de elevar los volúmenes en los diferentes acuíferos.

Además, esta actividad también contempla el mejoramiento de las instalaciones y de los métodos de cultivo extensivo y semintensivo con técnicas perfeccionadas en los países asiáticos, en aras de incrementar la producción de las especies más adaptadas en la Isla (tenca, amura blanca, carpas chinas, tilapia y clarias) en armonía con los últimos seis meses del año, que suelen ser los de mayores rendimientos.

De acuerdo con Nelson Pérez, "los proyectos de investigación y desarrollo para el próximo quinquenio están acordes con las principales líneas de trabajo de la actividad productiva, las cuales buscan la generalización del empleo del alimento húmedo, o sea, ensilado, la administración del recurso pesquero, la bioseguridad y la sanidad acuícola".

Como parte de consolidar el potencial logístico acuícola, en El Dique, devenido centro de capacitación de investigación y producción perteneciente a la Empresa de Desarrollo de Tecnología Acuícola del país, se desarrolló el pasado mes de enero una prueba demostrativa con la cosecha de más de 3,4 toneladas de Clarias gariepinus, acción relacionada con el proyecto diseñado por el Instituto de Educación del Agua de Holanda y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco-IHE), cuyo principal empeño es el ahorro de importaciones de alimentos. 

"Esta cooperación de la Unesco y el instituto holandés comprende dos sectores clave: la alimentación y la adaptación al cambio climático", resaltó la gestora de proyectos de Agricultura Sostenible y Seguridad Alimentaria de la Delegación de la Unión Europea (UE) en Cuba, Virginie Coustet. Asimismo, el profesor Damir Brdjanovic, jefe de Inversiones e Ingeniería de Tecnología del Agua holandés, destacó los resultados positivos obtenidos a escala demostrativa mediante esta cooperación.

Entre ellos descuella que, gracias al financiamiento de un millón de euros, de los cuales 25 % fue aportado por ese Instituto y el resto a cargo de la UE, por primera vez en 2015 el país logró producir clarias con pienso nacional. Actualmente, la cooperación en diferentes sectores prioritarios de la UE con Cuba asciende a 50 millones de euros, y comprende seguridad alimentaria, agricultura sostenible y cambio climático.

En este contexto, el Director nacional de Acuicultura significó la importancia del programa, el cual podrá en un futuro replicarse al resto de las empresas del país, mientras que Héctor García, especialista de la Unesco-IHE, sostuvo que el proyecto "también está dirigido al ahorro de recursos, producciones más limpias y el adiestramiento de personal".

De igual modo, a finales de 2015 se concretó otra gestión encaminada a fortalecer la actividad pesquera, mediante la firma de un Programa de Cooperación en Pesca y Acuicultura, signado por la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) de México y el Ministerio de la Industria Alimentaria de Cuba, el cual acentúa la cooperación científica y técnica.

El documento establece el intercambio de experiencias e información sobre el ámbito pesquero y acuícola -en especial la investigación biológica-pesquera del mero rojo-, así como el fomento y desarrollo de la acuicultura en aguas continentales. Al efecto, la Comisión Nacional de Acuicultura y Pesca (Conapesca) de la nación azteca, compartirá con su par cubano las experiencias acerca de los resultados de la aplicación de políticas públicas en el rubro de pesca y acuicultura, y en sistemas híper intensivos en producción acuícola.

Entre tanto, el organismo cubano, aportará sus experiencias sobre el manejo reproductivo y mantenimiento de la variabilidad genética de tilapia roja, la producción extensiva de carpa, el manejo pesquero y acuícola de embalses, y el manejo y evaluación del pepino de mar, especie muy demandada (y mejor pagada) en mercados asiáticos.

Impactos del cambio climático

De acuerdo con el informe de la FAO de 2009, el aumento de las temperaturas también afectará a los procesos fisiológicos de los peces, dando lugar a consecuencias tanto positivas como negativas sobre los sistemas acuícolas. Asimismo los impactos ambientales del cambio climático sobre esta esfera incluyen un aumento en la eficiencia de la conversión de alimentos y las tasas de crecimiento en las aguas cálidas, incrementándose la estación de crecimiento. 

Sobre el particular, un panel de expertos de la FAO concluyó que se pueden esperar los siguientes impactos en los ambientes acuáticos, y por ende afectar de esta forma a la acuicultura: "El cambio climático está modificando la distribución de las especies marinas y de agua dulce. En un mundo con mayor temperatura, es probable que la productiva de los ecosistemas se reduzca en la mayoría de los océanos tropicales y subtropicales, mares y lagos, y se incremente en las latitudes altas. El aumento de las temperaturas afectará los procesos fisiológicos de los peces dando como resultados efectos positivos y negativos en los sistemas acuícolas.

"El cambio climático ya viene afectando la estacionalidad de los procesos biológicos, alterando radicalmente las cadenas tróficas de agua dulce y marinas, con consecuencias impredecibles en la producción de pescado, lo cual tiende a recrudecerse en intensidad, frecuencia y estacionalidad de los modelos climáticos debido a fenómenos como El Niño y eventos extremos, como por ejemplo inundaciones, sequías y tormentas".

Ante tal disyuntiva, el director nacional de Acuicultura, Nelson Pérez, considera imprescindible fortalecer los sectores de la producción de alimentos, trabajando en la cadena de la acuicultura urbana intensiva y en una serie de industrias procesadoras de alimentos de forma integral e innovadora.

"Prestar mayor atención al avance de la acuicultura constituye un lineamiento del desarrollo económico y social del país, y en él los técnicos y científicos están convocados a dirigir sus investigaciones hacia un desarrollo tecnológico que haga sostenible la explotación acuícola, mejore los rendimientos y preserve la calidad del producto", concluyó el directivo.

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