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lunes, 14 de marzo de 2016

AVANCE/2015: El desafío de la normalización CUBA-EEUU

La Redacción IPS Cuba adelanta un acápite del resumen anual sobre política en la nación caribeña.

El deshielo entre Washington y La Habana  fue el principal acontecimiento político del año en el archipiélago caribeño y atrajo una mayor atención internacional sobre Cuba.
El deshielo entre Washington y La Habana fue el principal acontecimiento político del año en el archipiélago caribeño y atrajo una mayor atención internacional sobre Cuba.
Foto: Jorge Luis Baños_IPS
La Habana, 14 mar.- Decir que el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba puso “de moda” al país caribeño, se convirtió pronto en un lugar común mil veces repetido durante 2015. 
Pero la verdad de esta afirmación se comprueba en los más de tres millones y medio de turistas con que la industria del ocio cerró el año, las numerosas visitas oficiales y no oficiales provenientes de Estados Unidos y el gran  interés mediático concentrado en el proceso de normalización de vínculos entre dos naciones separadas por un conflicto que sobrepasó el medio siglo. Tampoco es posible poner en duda que el deshielo entre Washington y La Habana  se mantuvo como el principal acontecimiento político del año en la isla, por encima de las muchas interrogantes e incertidumbres  de su gente.
Al cumplirse el primer aniversario del anuncio del restablecimiento de lazos diplomáticos, el 17 de diciembre, los presidentes Raúl Castro y Barack Obama hicieron su balance sobre el proceso de normalización que, según Cuba, no estará completo sin el cese del bloqueo y la devolución del territorio ocupado por la basa naval estadounidense en la oriental provincia de Guantánamo. En todo caso, analistas coinciden en que la novedad del camino iniciado con la restauración de los nexos es que el gobierno cubano aceptó comenzar sin exigir su previa eliminación.  Solo el Congreso puede derogar el embargo y analistas consideran muy difícil que eso pueda suceder antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, en noviembre de 2016. Obama optó por hacer uso de sus prerrogativas presidenciales para suavizar el impacto de las prohibiciones y Castro, según analistas, habría apostado por esperar su desangre, quizás a su estilo; lento, pero sin pausa.  En otra medida importante y muy reclamada por el gobierno cubano, Estados Unidos retiró a Cuba el 29 de mayo de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.  Falta ver qué cartas guarda el presidente Obama para sacar en su anunciado viaje a la nación caribeña.
Nueva condena del bloqueo
El 27 de octubre, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas aprobó, por 191 votos a favor, la Resolución que insta a Estados Unidos a poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba desde hace más de medio siglo.
Diálogo directo
Cuando Castro y Obama se encuentren en La Habana, estrecharán sus manos por cuarta vez tras el sorpresivo saludo en Sudáfrica, en diciembre de 2013, donde coincidieron en las exequias del líder antiapartheid Nelson Mandela. La primera entrevista de ambos gobernantes tuvo lugar el 11 de abril de 2015, durante un receso de la VII Cumbre de las Américas. En esa ocasión,  profundizaron el deshielo de 56 años de agrio diferendo con un apretón de manos en la inauguración, puntos en común en sus respectivos discursos, intercambio de elogios y una reunión bilateral, donde confirmaron su decisión de avanzar hacia la normalización de vínculos diplomáticos, sin abjurar de sus diferencias.
El segundo contacto directo tuvo lugar el 29 de septiembre, en Nueva York, escenario de la Cumbre sobre la Agenda para el Desarrollo Post-2015 y al segmento de alto nivel del 70 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Este último fue el primer encuentro en Estados Unidos de los presidentes de ambos países tras el triunfo de la Revolución cubana, en enero de 1959. Antes de esa plática, sostuvieron undiálogo telefónico sobre el proceso de normalización de relaciones y la visita a Cuba del Papa Francisco. En la ocasión, reconocieron la contribución del Sumo Pontífice para el inicio de una nueva etapa en las relaciones entre los dos países.
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En su alocución por el primer año del anuncio de restaurar las relaciones, Obama alertó que la normalización de los lazos bilaterales será un largo viaje y continúan las diferencias con el gobierno cubano, “pero –agregó–  planteamos esos temas directamente y siempre defenderemos los derechos humanos y los valores universales que apoyamos en todo el mundo”. El gobernante también destacó que en los 12 meses transcurridos tras anunciar la decisión de reanudar lazos diplomáticos, ambos países han avanzado en sus intereses comunes y trabajan juntos en temas complejos que, durante mucho tiempo, los dividieron.

A su vez, Castro destacó entre los resultados del deshielo, hasta ese momento, la firma de los acuerdos sobre protección del medio ambiente y el restablecimiento del servicio de correo postal directo, la cooperación ya existente en temas de interés como el enfrentamiento al narcotráfico, la emigración ilegal, el tráfico de emigrantes y el fraude migratorio. Resaltó, además, el inicio de diálogos sobre asuntos de interés bilateral y multilateral, como el cambio climático, las compensaciones mutuas, la trata de personas y los derechos humanos, tema este último que concentra “profundas diferencias” entre ambas naciones.
Normas para suavizar el embargo
Las primeras medidas de Obama fueron adoptadas el 15 de enero, mucho antes de oficializarse la reanudación de vínculos diplomáticos y la reapertura de embajadas (el 20 de julio abrió la cubana  y el 14 de agosto, la estadounidense). Según las nuevas normas del departamento del Tesoro y Comercio, que entraron en vigor el 16 de enero, las compañías estadounidenses pueden exportar teléfonos celulares, televisores, memorias, grabadoras, computadoras y software a Cuba, en tanto los estadounidenses autorizados a viajar a la isla caribeña por razones familiares, asuntos oficiales, periodismo, investigación, educación, actividades religiosas u otros motivos pueden hacerlo con un permiso general, sin necesidad de una licencia especial. Especialmente bien recibida fue la ampliación del límite anual de las remesas de a familiares en Cuba de 2.000 a 8.000 dólares.
El 18 de septiembre, la administración estadounidense anunció un segundo paquete de regulaciones para ampliar el comercio, los viajes y la participación de compañías estadounidenses en la isla sorteando las restricciones del embargo. Las normativas están recogidas en un documento de 27 páginas, elaboradas por la Oficina de Industria y Seguridad (BIS), del Departamento de Comercio de Estados Unidos. Según el Consejo Económico Cuba-EE.UU., se trata de los “cambios más profundos en materia de comercio e inversiones entre EE.UU. y Cuba en décadas”. En esta ocasión se eliminó el límite en el monto de las remesas, decisión de impacto directo sobre buena parte de la población cubana que recibe ayuda familiar desde el país norteño.
Las negociaciones
Las pláticas para restablecer las relaciones diplomáticas comenzaron el 21 y 22 de enero de 2015, con el tema migratorio y la preparación de la hoja de ruta del histórico deshielo.  El primer día estuvo dedicado a revisar el complimiento de los tratados migratorios de 1994 y 1995 y las acciones en la lucha contra la emigración ilegal y el tráfico de personas realizadas por sendos países.  El segundo día, delegaciones de las dos naciones iniciaron el desbroce de obstáculos para la reapertura de embajadas y la normalización de relaciones.
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Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental.
Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado de Estados Unidos para Asuntos del Hemisferio Occidental, y Josefina Vidal, directora de Estados Unidos del Ministerio cubano de Relaciones Exteriores, encabezaron los diferentes encuentros realizados con ese fin, de manera alterna en La Habana y Washington.
Esta etapa finaliza con la oficialización del restablecimiento de los nexos diplomáticos y la reapertura de las respectivas embajadas. Pero el diálogo sobre temas para normalizar las relaciones continuó a través de la comisión binacional anunciada en conferencia de prensa conjunta, al término de la reapertura de la sede diplomática de Estados Unidos en La Habana, entre el Secretario Estado de ese país, del secretario de Estado John Kerry y el canciller cubano Bruno Rodriguez.  Esa comisión mixta tuvo su primer encuentro el 11 de septiembre, en La Habana, para definir temas inmediatos a discutir en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales. La delegación cubana en esta fase de conversaciones siguió encabezada por Josefina Vidal, directora general para Estados de la cancillería, pero al frente de la parte estadounidense estuvo el subsecretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Edward Alex Lee.
Derechos Humanos, centro de conflictos
El tema de los derechos humanos y sus opuestos enfoques en La Habana y Washington ha sido motivo de fuertes enfrentamientos bilaterales en organismos internacionales encargados del tema. No obstante, figuró entre los primeros asuntos a tratar bilateralmente y en paralelo a las negociaciones para oficializar la restauración de los nexos diplomáticos.  Delegaciones de los dos países se reunieron con ese objetivo el 31 de marzo de 2015, en Washington. Según fuentes cubanas, en la cita se ratificó que existen diferencias entre ambos países en el abordaje del tema de los derechos humanos, tanto desde el punto de vista nacional o cómo se protegen y promueven los derechos humanos en los respectivos países, como su tratamiento en los foros multilaterales que abordan estos temas. La delegación oficial de Cuba estuvo encabezada por Pedro Luis Pedroso Cuesta, subdirector general de Asuntos Multilaterales y Derecho In­ternacional de la cancillería, y la estadounidense por el secretario de Estado adjunto para Democracia, Derechos Hu­manos y Trabajo del Departamento de Estado, Tom Malinowski.
Las delegaciones definieron  los temas a tratar en los meses subsiguientes:
  • Establecimiento de mecanismos de cooperación en nuevas áreas de beneficio mutuo, como son la protección del medio ambiente y la prevención de desastres naturales, la salud, la aviación civil, y la aplicación y cumplimiento de la ley, incluyendo el enfrentamiento al tráfico de drogas y de personas y a los delitos transnacionales.
  • Desarrollo del diálogo sobre asuntos de interés bilateral, incluyendo aquellos en los que los dos países tienen diferentes concepciones, como la trata de personas y los derechos humanos, así como otros de carácter multilateral, como el cambio climático y el enfrentamiento a epidemias, pandemias y otras amenazas a la salud mundial.
  • Búsqueda de solución a problemas pendientes en las relaciones bilaterales, como las compensaciones por propiedades estadounidenses nacionalizadas en Cuba y por los daños humanos y económicos causados al pueblo cubano por las políticas aplicadas por distintos gobiernos de los Estados Unidos a lo largo de más de 50 años.
  • Protección de marcas y patentes.
La segunda reunión de la comisión bilateral se realizó en Washington, el 11 de noviembre. En La Habana, Gustavo Machín, subdirector general para EE.UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, dijo  en declaraciones a un grupo reducido de periodistas que las partes convinieron en:
  • El Departamento de Estado informó en una escueta nota oficial que en la reunión las dos delegaciones tuvieron una oportunidad de “repasar el progreso en las prioridades comunes incluyendo asuntos regulatorios, telecomunicaciones, reclamos por compensaciones, protección ambiental, tráfico de personas y derechos humanos”, entre otros.Posible firma en corto plazo de acuerdos sobre el restablecimiento de los vuelos regulares y el correo postal entre ambos países, protección al medio ambiente y combate al narcotráfico.
  • Acuerdo de continuar el diálogo “sobre derechos humanos” iniciado en Washington en marzo.
  • Evaluación de los intercambios sostenidos en materia de “seguridad marítimo-portuaria, aplicación y cumplimiento de la ley, y el cambio climático”.
  • Programación de diálogos sobre tema migratorio y trata de personas.
  • Posibilidad de expandir la colaboración a otras áreas, como es el tema de la salud, el enfrentamiento de epidemias y de enfermedades infecciosas.
La tercera reunión de la comisión bilateral quedó prevista para inicios de 2016.

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