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jueves, 21 de abril de 2016

La Empresa Pesquera Industrial La Coloma es la de mayores ingresos en la exportación

Las siete plantas que procesan langosta en Cuba cumplen con requisitos de calidad e inocuidad que las habilitan para comercializar sus productos en el mercado externo

Por Raquel Sierra

En la embarcación Ferro 306, el patrón Rogelio Millar navega lejos, al sur de Cuba. Finalizados los meses de veda –de febrero a julio-, y tras cinco o seis horas de travesía, él y su tripulación,se dedican a extraer una de las más cotizadas riquezas del mar. Con la carca a bordo, el langostero toma rumbo al centro de acopio, pues solo volverán al puerto diez días después.

El bonitero 02, también de la flota de la Empresa Pesquera Industrial La Coloma (EPICOL), de Pinar del Rio, bajo la voz de mando de Cresencio Linares, se dirige hacia las aguas profundas del Golfo de México, donde sobresale por capturar unas 100 toneladas al año. Desde Arroyo de Mantua, en la costa norte, el patrón del Ferro 05, Braudilio, le sabe todos los trucos a las especies de escamas y por eso sus redes se llenan de pargo, biajaibas, sardinas o cuberas.

Así, cada una de las 113 naves de esa entidad pesquera, una de las once de la División Pesquera del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (GEIA) nutre la industria procesadora, para luego dirigir sus surtidos a la exportación, el turismo, las tiendas, e incluso, dietas médicas para personas a quienes el consumo de pescado les mejora la salud.

Sobresaliente

Con cerca de 1 800 trabajadores, EPICOL es una de las más importantes entidades pesqueras de Cuba. Su misión es capturar, procesar y comercializar langosta y otras especies de la plataforma, tanto para la exportación como el consumo nacional, con la calidad requerida, y cumpliendo las exigencias contractuales, según legislaciones y regulaciones vigentes,y en consonancia con los requisitos del sistema de gestión de la inocuidad y calidad, sostiene Javier Suarez Rodríguez, director de la empresa.

“La empresa concentra más del 40 % del total de la langosta del país, el principal renglón exportable del GEIA. De los 70 millones que exporta el grupo, 55 millones corresponden a ese producto del mar y La Coloma juega en ello un papel preponderante”, explica Armando Posada Lóriga, al frente de la división.

EPICOL aporta además el 13 por ciento de las capturas nacionales de peces de escamas, donde se destaca no solo por la cantidad sino en la calidad, y es la principal productora de túnidos, con 82 % del total. “De las 900 toneladas que se pescan en Cuba, La Coloma supera las 700 toneladas”, afirma Posada.

Para alcanzar ese desempeño, cuenta con 63 barcos langosteros, 16 para túnidos, 32 destinados a la pesca de especies de escamas, dos ostioneros, y siete enviadas, que desde los centros de acopio ubicados en el mar trasladan a tierra parte de los frutos delas capturas.

Langosteros de excelencia

Su fuerte es la langosta, que debe llegar viva a puerto, de modo que pueda procesarse para obtener productos con el mayor valor agregado, en dependencia de las solicitudes de los clientes. Los principales mercados son Europa (España, Francia e Italia) y Asia (Vietnam, China, Japón y Corea).

El proceso se realiza en una planta que ha sido inspeccionada con calificaciones favorables por autoridades sanitarias de la Unión Europea en 1997, 2006 y 2014. Esto es resultado de la aplicación de “la política de calidad de la empresa de suministrar a los clientes productos que cumplan con sus expectativas, del cumplimiento de las normas cubanas, y de garantizar la utilización y explotación racional de recursos nacionales, manteniendo seguridad y protección del medio ambiente”, destacó el director.

Entre los surtidos de esaindustria se encuentran la langosta entera precocinada, la entera cruda congelada,y las mitades precocinadas, con destino a Japón, congelada con nitrógeno, método que solo existe en dos de las siete procesadoras de ese marisco, La Coloma y Caibarién.

De acuerdo con Midalys Naranjo Blanco, directora de producción, tecnología y calidad, a partir de las tres de la mañana,escalonadamente,reciben la materia prima que se incorpora a los diferentes procesos, la langosta a ser comercializada entera se preselecciona en cinco grupos de talla y se adormece, antes de sacrificarla, de lo contrario presentaría defectos de calidad. “Aquí se trata de obtener la mayor rentabilidad posible por cada tonelada de producto, lo que depende también de las solicitudes específicas de los clientes”, explica Suarez Rodríguez.

Además de las exportaciones, Cuba suministra más de 600 toneladas al turismo, que experimenta crecimientos sostenidos con el consiguiente aumento de la demanda de los productos provenientes del mar. En Cuba, en correspondencia con las medidas regulatorias vigentes establecidas por el Ministerio de la Industria alimentaria, rector de la actividad, no se prevé sobrepasar de forma notable las 4 700 toneladas anuales, como una vía para preservarla especie y mantener equilibrio y la sostenibilidad de las producciones.

Según explicó Posada, esta es la única actividad pesquera que queda fuera de la inversión extranjera, pues en el país se conoce la tecnologíay existe la capacidad financiera para continuar explotándola. 

No solo langosta

Otras plantas del complejo industrial se encargan del resto de los procesos productivos con la mirada puesta en darle mayor valor agregado a las materias primas procedentes del mar.

Los cobos y pepinos de mar, especies menos conocidas, son extraídos con fines exportables.Según Posada, estos se pescan solamente en la costa norte y, en el caso del pepino, tiene una alta demanda en Asia, con precios que en ocasiones igualan o superan a la langosta. Ese alimento se comercializa seco y es hidratado nuevamente en el destino para la elaboración de diversos platos, entre ellos, sopas.

Entre las producciones destinadas al turismo se encuentran filetes de túnidos, pescados eviscerados y escamados y minutas, elaboradas estas últimas con ejemplares pequeños, todos de gran aceptación entre quienes escogen a Cuba como su destino de vacaciones.

No menos importantes son los conformados, dirigidos al mercado interno: croquetas, picadillos, embutidos y hamburguesas, elaborados a base de pescado, tienen gran demanda en las pescaderías y han experimentado un incremento notable los últimos años.

Según Suárez Rodríguez, a la exportación destinan el 46 % de las producciones, el 15,6 % al mercado interno en divisas (turismo y tiendas), mientras el 38 % se dirige tanto a la gastronomía estatal, las dietas y las pescaderías.

La División Pesquera del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria agrupa a 31 empresas que se dedican a la actividad pesquera. Es la única que cierra ciclo: cultiva, cosecha, captura, procesa y comercializa, tanto para la exportación como el consumo interno.

Cuenta con 11 especializadas en captura en la plataforma, 11 a la acuicultura, dos comercializadoras, una al cultivo del camarón, transportista, exportadora, aseguradora y de servicios.


De sus ocho unidades empresariales de base, tres de las pesqueras 
están en la costa norte, y se especializan en:

El Morrillo, en Bahía Honda: escama y ostiones, 

Puerto Esperanza, en Viñales: bonito, escama y pepino de mar

Arroyo de Mantua: langosta, bonito, escama y pepino

Pesqueras en la costa sur

Cortes, en Sandino: langosta, escama y cobo

Boca de Galafre, San Juan y Martínez: langosta, escama y ostión

La Coloma: langosta, escama y bonito. Captura el 55 por ciento del total.

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