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domingo, 26 de junio de 2016

Ganadería: cambio de señas en los potreros


La ganadería cubana experimentará un despegue paulatino a partir de ser dotada con equipos modernos, resultado de varios créditos otorgados al país. Sin embargo, el éxodo considerable de técnicos, ingenieros, veterinarios y obreros calificados constituye un gran obstáculo para su desarrollo.

Marianela Martín González 

Aunque los resultados de la ganadería en los últimos años han sido cuestionados por la alta mortalidad en la masa vacuna, principalmente por desnutrición, no es descabellado ni exceso de optimismo, pensar que esta rama de la agricultura dejará de tocar fondo si se invierte en ella y se optimizan los recursos que se le asignarán.

Más de 25 años de penurias, asociadas al bloqueo económico y financiero a la Isla, el período especial y a un pésimo manejo del rebaño, podrán ser dilemas del pasado si se establecen las sinergias que la ganadería demanda. La certeza de que puede ser así surge de la entrevista concedida a JR por Aldaín García Rodríguez, director de Ganadería del Ministerio de la Agricultura.


Aldaín García Rodríguez, director de Ganadería del Ministerio de la Agricultura. Foto: Roberto Morejón

Este hombre, con más de medio siglo de experiencia en la actividad, afirmó que a los ganaderos se les avizora un futuro mejor que lo que hasta ahora han estado viviendo, debido a que de los créditos otorgados al país, se han destinado algunos de mucho valor para esta rama.

Según el directivo, la ganadería cuenta con el crédito al exportador Sace, de origen italiano, el cual asciende a 80 millones de euros (aproximadamente 90 millones de dólares)

También se apoya la actividad con financiamiento proveniente del programa brasileño Más alimento y el crédito que otorga el Fondo Internacional de Desarrollo Agropecuario (FIDA), ascendente a 12 millones de euros, el cual se espera que ascienda a 27 millones. Belarús también contribuye con sus préstamos, y la República Popular China y SKN de Suecia ofrecen capital para la compra de equipos de ordeño mecanizado.

No obstante, existen premuras que según el funcionario deben resolverse en el menor tiempo posible, porque de lo contrario se dilapidarán los recursos. «Se ha perdido mucha técnica y se trabaja con mucha rutina, y el desarrollo no admite eso», advirtió.

Aldaín sostuvo que a partir de la entrada y puesta en marcha del equipamiento por el crédito Sace, se beneficiarán las 33 empresas o polos productivos de mayores volúmenes de producción de carne y leche.

«Con esa cantidad de recursos podremos poner la ganadería casi a la altura de la década de los 80 en esas 33 empresas, de las cuales diez se dedican al desarrollo de la genética.

«Van a beneficiarse con ese capital un total de 678 bases productivas, de las cuales 272 son Unidades Empresariales de Base (UEB), 138 Unidades Básicas de Producción Cooperativas (UBPC), 65 Cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) y 203 Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS).

«Para que los equipos, que ahora estamos contratando y llegarán al país a finales de este año y a principios de 2017, surtan el efecto multiplicador que necesitamos y coadyuven al despegue y recuperación de la ganadería, nos hace falta personal. Ha habido un éxodo considerable en estos años de técnicos, ingenieros, veterinarios y obreros. Eso nos obliga a tener que preparar, buscar y actualizar a quienes trabajarán con las nuevas tecnología que introduciremos.

«Ahora nos ocupa todo lo concerniente a organizar el flujo productivo en esas empresas, porque no solo se trata de que lleguen recursos tan importantes como tractores, silo cosechadoras, trailers, brigadas de buldócer y de arreglos de caminos. La disciplina tecnológica es tan importante como los recursos.

«Con el crédito SKN nos beneficiamos con cinco millones de dólares anuales para la compra de equipos de ordeño mecanizado. Eso, lógicamente, nos lleva de nuevo a tener que apropiarnos de una tecnología que en los últimos 25 años se ha perdido.

«Nuestras unidades van a ser dotadas de equipos nuevos, con tanques refrigerados. Hay que recuperar rápidamente las instalaciones que han sufrido deterioro, para poder poner esos equipos. Debemos techar las naves y recuperar las fincas. Hacer un trabajo como requiere asumir esa tecnología. Pero no se trata solo de instalar los equipos, hay que preparar al vaquero que trabajará con estos, hay que preparar a todo el personal para que asuma esas tecnologías que nunca ha visto.

«Cuando dispongamos de esos recursos, estaremos yendo hacia una etapa en que se aumentarán los niveles productivos de carne y leche, así como mejorará el bienestar de los ganaderos. Debemos para entonces, volcar las universidades y los tecnológicos hacia los campos nuestros, para que puedan ir preparando a sus estudiantes y asimilando las nuevas tecnologías».

—¿Están a tiempo para poder preparar el personal?

—Se trata de una emergencia. Será una preparación muy rápida, porque tenemos que recuperar anualmente un promedio de 300 vaquerías típicas, las cuales se completarían e incorporarían con nuevos niveles de producción.

«Habrá también que sembrar anualmente más de 100 000 hectáreas de alimentos para esos animales. Ya este año se van a sembrar 80 000, y no ha entrado todavía el equipamiento.

«Cuando entren los recursos vamos a tener una capacidad superior de buldoceo y de preparación de tierras, pero lógicamente no hemos estado esperando los equipos cruzados de brazos. Con los de otras empresas y con los que tenemos, hemos preparado las 80 000 hectáreas que se han de plantar.

«También por decisión del Gobierno, a partir de los planteamientos hechos por los productores, se flexibilizaron créditos a los ganaderos. Les han sido otorgados para el buldoceo, chapea manual, reparación y construcción de instalaciones agropecuarias, construcción de cercas y aplicación de herbicidas.

«Algunos de ellos se pagarán al cabo de 20 años, otros a 15 o diez años, y se otorgan tanto para la recuperación de instalaciones, la ceba de ganado vacuno, la chapea, y en igualdad de condiciones para todas las formas productivas existentes».

—Además de la falta de personal calificado, profesionales y obreros, ¿qué otra debilidad se ha diagnosticado con vista a los retos que supone la inyección de capital en la ganadería?

—Hay un factor climático presente; y aunque pensemos que no, es influyente y determinante en estos momentos para el Trópico, y especialmente para Cuba. Llueve cuando no debiera llover.

«Este año los meses de octubre a enero fueron lluviosos. Muy favorables para la ganadería, y los resultados lo demuestran. Pero tenemos que prepararnos para varias cosas. Primeramente, hay que ir mejorando la política genética de la masa ganadera, tanto en el sector estatal como en el cooperativo. Ese paso no será posible sin la aplicación de la inseminación artificial, por tratarse del método más rápido para lograr ese objetivo.

«Para eso se organizan de manera integral las unidades empresariales de base, de veterinaria, inseminación y reproducción. A partir de este año tenemos que enfrentar una nueva campaña con más técnicos. Contamos con los recursos para lograr la inseminación. Se han hecho inversiones en termos que garantizan ese proceso, con la calidad exigida del semen. Eso contribuirá a incrementar en el menor tiempo posible este método en todos los sectores de la ganadería.

«Otro asunto importante es la capacitación a los productores, fundamentalmente en el sector cooperativo y campesino, que también requiere de esa mejoría genética para incrementar los niveles de producción.

«Es también necesario chapear más potreros de forma manual. Hay que ahorrar agua. Se están comprando mil bombas de paneles solares para mejorar el suministro del vital líquido a los animales, sobre todo en lugares donde no hay energía eléctrica. Hoy es tan peligroso para la ganadería la falta de agua como de comida.

«Contamos con tres brigadas de moto-traíllas —en Villa Clara Camagüey y Granma—, para la limpieza de los tranques. Se han limpiado más de 400 embalses, micropresas y tranques. La sequía nos obliga a hacer un ahorro eficiente del agua, tanto la de beber los animales como la del riego.

«Cuando llega la sequía hay que estar preparados para ella, saber cuánto alimento se va a necesitar,. Dentro de los equipos que estamos adquiriendo hay algunos para el almacenaje y la conservación de alimentos en forma de ensilaje. Con eso podremos aprovechar todo lo que nos pueda sobrar en la época de primavera, y de ese modo poder paliar la difícil situación de la alimentación durante el período seco.

«También, en la medida en que la industria azucarera ha ido incrementando sus inversiones en las plantas de bagacillo-miel de urea, estamos disponiendo anualmente de más de 70 000 toneladas de esos productos y también de cachaza. Además, se han activado 42 centros de acopio y de limpieza de caña, donde llevamos animales a consumir los residuos que se generan en estos recintos. Allí consumen subproductos de esta industria y pasan la sequía sin problemas de alimentación».

—Hay ganaderos separados a veces por una cerca, y a unos se les mueren los animales mientras los otros son muy prósperos. Eso significa que la subjetividad influye en el manejo del ganado. ¿Qué medidas se han adoptado para frenar la mortalidad debido a irresponsabilidades?

—Existen dos problemas relacionados con eso. Uno es el ingreso de productores, con la entrega de tierras por los dos decretos que se establecieron — el 259 y el 300—, que no conocen la ganadería. Creen que con producir y tener vacas ya se consideran ganaderos.

«Eso trae como consecuencia que no se preparan correctamente para poder explotar seriamente una finca. Hemos tomado decisiones, como la de entregar la tierra, pero hasta que no estén las condiciones creadas, como chapear la finca, tener la comida sembrada, un pozo para el agua, y por lo menos un techo donde ordeñar, no estamos autorizando la venta de ganado. Esa determinación se debe cumplir y para eso contamos con los compañeros de la Dirección Estatal de Veterinaria y de la Dirección de Genética y Registro Pecuario.

«Los especialistas y directivos de estas dos instituciones también tienen la indicación de multar y cerrar las instalaciones que no cuenten con las condiciones requeridas para la crianza de animales.

«Hay quienes creen que ser un ganadero es tener un terreno y echarle cuatro vacas y ordeñarlas cada vez que quieran. Para que haya una preparación adecuada, y esas situaciones no ocurran, hemos preparado un manual donde se explica la tecnología de la ganadería, el cual se ha distribuido en las UBPC, CPA y CCS».

—¿Cómo se comporta la mortalidad, un indicador muy cuestionado en otros años?

—La mortalidad es un factor ligado directamente a la falta de alimentos. Esa es la causa principal, aunque pueda haber otras razones que influyen.

«Es importante acabar de entender que no se trata solo del volumen de alimento que se le suministre al ganado, sino de la calidad de este. Los vacunos, como todo ser vivo, necesitan un balance de proteína, energía y minerales. A veces creemos que por darles un volumen de cualquier cosa a los animales, con eso resolvemos el problema.


Los vacunos, como todo ser vivo, necesitan un balance de proteína, energía y minerales. Foto: Roberto Morejón

«Desde hace dos años se trabaja para equilibrar la dieta del ganado. El dilema no se resuelve solo con piensos. Podremos dar solución al problema si hacemos un uso eficiente de los pastos y forrajes con un adecuado acuartonamiento para la rotación de los animales, y usamos los subproductos que tenemos, así como las plantas proteicas.

«Contamos con 52 fábricas de pienso en las empresas ganaderas para producir piensos criollos, a partir de los subproductos del arroz y las industrias alimentaria y azucarera, pero todavía los ganaderos no las explotan eficientemente.

«Creen que producir pienso es tan solo moler soya y maíz. Para mejorar la alimentación también hay que sembrar plantas proteicas. Este año se están sembrando cerca de 7 000 hectáreas de morera, moringa y titonia con ese objetivo, pero aún eso es insuficiente. Habrá que seguir incrementando cada año las áreas con esos cultivos.

«Debe también hacerse un uso más eficiente de la urea, la que escaseó en años anteriores, pero ya hay niveles disponibles para paliar el problema de la proteína en la alimentación del ganado.

«Los niveles de mortalidad están muy por encima de lo que pretende la ganadería. Hay descuido y falta de atención a los animales. Tenemos un servicio débil de los técnicos y los médicos veterinarios en muchos municipios y empresas nuestras.

«Hasta el mes de abril la mortalidad disminuyó entre 10 000 y 11 000 animales en relación con el primer cuatrimestre del año pasado. Eso no es un logro para sentirse satisfecho, y la razón es que 2015 fue extremadamente crítico en este indicador. Murieron más de 200 000 reses en todo el país. Cerca del cuatro por ciento de la masa total. Ese indicador no debe sobrepasar el 1,5 por ciento para considerarse aceptable.

«La mortalidad de terneros estuvo por encima del diez y 11 por ciento en algunos lugares, cuando no debía superar el cinco o el siete por ciento. Hay un factor que compite mucho, fundamentalmente en el sector privado. Es el ordeñar las vacas a fondo y no dejarle al ternero el poquito de leche que necesita para alimentarse. Por esa causa mueren la mayoría en etapa lactante. Cuando eso ocurre los campesinos le llaman “tirar el ternero al cubo”. Un ternero requiere, por lo menos, cuatro litros de leche al día.

«Hay prácticas incorrectas que aplican muchos productores. Por ejemplo, permitir que el ternero ande detrás de la madre el día entero. Eso trae como consecuencia, si no toma leche, que pierda energía y muera.

«La falta de atención al ternero es más recurrente en el sector cooperativo, incluidas las UBPC. En el sector estatal se comporta un poquito mejor, pero también es ineficiente. Ese es uno de los peores flagelos que tiene la ganadería en Cuba.

«La Dirección Estatal de Veterinaria está tomando medidas disciplinarias con quienes no cuidan los animales, que incluyen multas.

«Para mejorar la salud en el ganado se está incrementando la atención epizoótica, eso tiene que ver con los programas de lucha contra las distintas enfermedades a los que son proclives, como la brucelosis, la tuberculosis y otras. Sin embargo, hay que profundizar mucho más en esas estrategias.

«Hay un sistema de trabajo que incluye controles a las empresas y bases productivas. También contempla despachos bimestrales con quienes dirigen la ganadería en las distintas provincias, para dar seguimiento a los programas de lucha contra las enfermedades, sobre todo para ver qué se está haciendo a fin de disminuir los focos de brucelosis y tuberculosis en el ganado bovino. Es un reto continuar investigando a la masa ganadera, a fin de mejorar su estado de salud».

—¿Qué logros de la ganadería pueden mostrarse en los últimos años?

—Aunque hay discretos resultados que no son para vanagloriarse, es bueno que se conozca el buen trabajo que se está haciendo en los centros de acopio de leche refrigerada en todo el país. Eso ha traído un resultado que va cada día en ascenso. La calidad de la leche ha ido mejorando. El 53 por ciento de la entregada a la industria es fría. Solo un 23 por ciento es mezclada, y la que se entrega caliente es insignificante.

«El precio de la leche a los productores ha mejorado gradualmente. Se les está pagando como promedio a 4,50 pesos el litro. La reorganización del acopio de la leche que se realizó, a partir de los centros de acopio refrigerados, ha coadyuvado a mejorar paulatinamente la calidad y los niveles productivos.

«No obstante, todavía de los 321 millones de litros de leche que debían contratarse para el año en curso, faltan nueve millones. La provincia de Camagüey es la de mayor deuda al dejar de contratar cuatro millones. Sin embargo, se reportan 18 millones de litros de sobrecumplimiento del plan de entrega a la industria.

«A pesar de ese sobrecumplimiento, se han realizado discusiones profundas, pues ese indicador manifiesta un trabajo a veces poco serio en algunos lugares. Eso muestra que podía haberse contratado toda la leche demandada por el encargo estatal.

«Nos vamos a enfrentar a un período de primavera con mejores condiciones que en años anteriores. Debemos ser más disciplinados y organizar la zafra de la leche. En eso estamos trabajando de conjunto con la Industria Alimentaria. El pico productivo debe producirse en los meses de agosto y septiembre.

«Estamos trabajando mano a mano con la Industria Alimentaria, tanto para la comercialización de la leche como de la carne. Todo advierte que este año será mejor que otros.

«En lo que va de 2016, los ganaderos han tributado 4 000 toneladas de carne por encima de lo planificado. También el peso promedio de los animales que se sacrifican para el consumo ha ido mejorando. Eso significa que se han sacrificado menos cabezas y se ha entregado más carne».

—Cuba cada año espera un mayor número de turistas. ¿La estrategia ganadera tiene en cuenta esta posibilidad?

—Nos estamos preparando para ese momento. Se está discutiendo un programa, el cual parte de análisis de los incrementos de turistas. Eso se hace con la participación de especialistas de la rama turística y de la nuestra. Queremos que las proyecciones se hagan con objetividad.

«Tenemos 17 plantas que procesan carne para el turismo y venden directamente a los hoteles, además de la que entregamos a la Industria Alimentaria. Incluso estamos seleccionando un grupo de hembras para inseminarlas con razas especializadas en carne, en pos de mejorar la calidad de esta.

«Asimismo, estamos reparando las plantas nuestras y dotándolas de medios de transporte y mejores equipos para el sacrificio y para poder obtener cortes especiales.

«De acuerdo con las condiciones que tenemos, estamos entregando los volúmenes de carne que nos solicita el turismo; y cada día ese producto se está entregando con mayor calidad, pues nos hemos ido preparando poco a poco. Los pesos promedio de entrega al sacrificio y el precio de la carne han sido incentivos para los productores.

«Lo que no podemos permitirnos es que venga un avión cargado de turistas por arriba y un barco cargado de comida por debajo».

—¿Ha habido algún beneficio en la ganadería propiciado por la inversión extranjera?

—Hay intenciones de inversión extranjera. Algunas empresas nuestras terminaron sus programas de desarrollo para ese fin, así como sus estudios de factibilidad. Estas empresas aparecen en la cartera. Existe, además, interés de algunas firmas para hacer negocios y se trabaja en parte de ellos. Pero concretado no hay ninguno todavía.

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