Que Cuba sea asumida como un destino turístico que es «más que sol y playa», constituye la premisa esencial que asume hoy el sector más dinámico de la economía nacional para potenciar el crecimiento de los ya históricos registros de visitantes a la Isla.
En palabras de la directora general de Mercadotecnia del Ministerio de Turismo de Cuba (Mintur), María del Carmen Orellana, el redimensionamiento de la comercialización, promoción y publicidad, mediante el uso de las nuevas tecnologías de la comunicación, ayudará a que el mundo aprecie la seguridad, la paz, el patrimonio, la historia y la cultura, que definen a la Mayor de Las Antillas.
Si bien está previsto rebasar los 3 millones 700 000 visitantes en el 2016 (lo que se traduce en recibir más de 175 000 que el pasado año), de acuerdo con Orellana, podría incluso llegarse a la cifra de 3 millones 800 000 viajeros.
A pesar de que, según destacó Orellana, en el 2015 se pusieron en funcionamiento 14 instalaciones, con 2 655 nuevas habitaciones, que se han estado explotando a lo largo del 2016, continúan las inversiones para ampliar la planta hotelera antillana y renovar la existente.
Para complementar las más de 65 000 habitaciones hoteleras que posee el sistema nacional, se suman más de 17 000 en casas particulares y 18 contratos con Cooperativas No Agropecuarias (CNA) que, en opinión de Orellana, posibilitan la mejoría de las ofertas turísticas.
A la vez que Canadá comanda la lista de los volúmenes de turistas que llegan a Cuba, aparecen los cubanos radicados en el exterior, los estadounidenses y quienes provienen de los tradicionales mercados europeos (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, España) como los de mayores arribos al archipiélago.
Orellana enfatizó en que, amén de que continúa aumentando el número de norteamericanos que visita la Isla, el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba sigue impidiendo que lo hagan como turistas.
En lo referente a los cruceros, Orellana hizo saber que durante el presente invierno el arribo de esas embarcaciones al país deberá duplicar la cifra alcanzada en la temporada 2015-2016. La experta agregó que, al concluir el actual calendario, habrán entrado a Cuba unos 46 000 cruceristas.
Otro asunto significativo en materia turística recae en las operaciones aéreas que, de acuerdo con la especialista, seguirán creciendo e incorporando nuevas aerolíneas.
Por otro lado, la industria del ocio en Cuba fomenta actualmente el desarrollo inmobiliario asociado a campos de golf (de 13 proyectos ya hay dos constituidos) y los productos de náutica y buceo, así como los del turismo cultural, de salud, de naturaleza, y de recorridos y circuitos.
Sobre la presente temporada alta del turismo en Cuba, iniciada el pasado 1ro. de noviembre, Orellana apuntó que cada año ese periodo comienza más temprano porque, «en la medida en que lo adelantamos, recibimos más visitantes».
Añadió María del Pilar Macías, directora general de Calidad y Operaciones del Mintur, que el reto fundamental de esa temporada radica en lograr un turismo más competitivo que, sin desatender los novedosos estándares internacionales, tenga como base la calidad y la innovación.
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