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Récord: Más de 400 mil turistas llegaron a Cuba en enero de 2016

 Cuba, Turismo

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El analista y catedrático cubano José Luis Perelló aprecio hoy el alza de la industria de los viajes en este país, al anotar un 12,7 por ciento de crecimiento turístico en el cierre de enero.

Dijo el profesor de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, que esa cifra se corresponde al arribo de visitantes extranjeros en el primer mes del año, en comparación con idéntico período de 2015.
Ello implica, certificó, buen ritmo de alza para este sector en el archipiélago que ya el año anterior concluyó con más de tres millones de visitantes.
Al cerrar el primer mes, el número de arribos internacionales a Cuba alcanzó 417 mil 764 visitantes, cuando Canadá llegó al primer puesto de emisores (173 mil 727), seguido de Italia (23 mil nueve), Alemania (21 mil 473), Estados Unidos (20 mil 997 *), y Francia (19 mil 140), significó. El despunte en el ritmo de crecimiento del turismo en Cuba a partir del mejoramiento de las relaciones con Estados Unidos, se manifestó con un crecimiento, en 2015, del 17,4 por ciento al recibir tres millones 524 mil 779 visitantes durante el año que recién culminó, siempre según Perelló.
Resultados destacables se reflejan en la recuperación y crecimiento del turismo de cruceros (135 por ciento) y el yatismo (53,9). Los territorios turísticos cubanos con mayores índices de recepción fueron La Habana, Villa Clara, Varadero, Ciego de Ávila y Holguín.
De manera general, el Caribe en el año concluido, mostró un 7,4 por ciento de crecimiento con relación a 2014 al recibir 24 millones de turistas, reporta el Barómetro de la Organización Mundial del Turismo de enero del presente año.
La mayoría de los destinos caribeños mostraron crecimientos en el turismo receptivo, entre los principales se destaca la llegada de cinco millones 141 mil 377 visitantes a República Dominicana para crecer el 8,9 por ciento comparado con año anterior.
(Información de Prensa Latina)
NR En el caso de Estados Unidos no se consideran como turistas a los ciudadanos norteamericanos, pues el bloqueo les impide venir a Cuba en tal condición. Sólo son autorizados a visitar Cuba ciudadanos norteamericanos que clasifiquen en 12 categorías de viaje autorizadas.

Nuevas inversiones y más servicios

La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba aumentará este año las redes de la telefonía fija, móvil y pública. Avanzará la conectividad de las entidades y seguirá la expansión de la tecnología wifi

Como eje y sostén del desarrollo de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) por dos décadas, las inversiones también guiarán este año las principales acciones programadas para el incremento y modernización de las prestaciones de esta esfera en el país, motivada por el cambiante mundo de las actuales tecnologías.

En tal sentido se ha previsto el aumento de la telefonía fija con 17 000 nuevas líneas y otras 500 000 de la red móvil, en tanto los servicios públicos incluirán 500 prestaciones más y avanzarán los proyectos de conectividad de las entidades estatales y organismos, según confirmó a la prensa Tania Velázquez, directora central de comercial y mercadotecnia, de Etecsa. 

Al respecto señaló que es interés de la empresa continuar desplegando las inversiones necesarias para ampliar y fortalecer las redes, con el objetivo de brindar más servicios a la población y en mejores condiciones.

En este aspecto se refirió a la estrategia de expansión de Internet y subrayó que en estos momentos se trabaja en un grupo de proyectos de las redes fija, celular y de datos con el propósito de ampliar estos servicios y, cuando estén creadas las condiciones, iniciar otras modalidades de acceso, las cuales dijo: "nos ocuparán en los próximos períodos".

Confirmó la realización de algunas pruebas pilotos en escenarios tecnológicos previamente escogidos, en los cuales se probarán algunas soluciones para determinar cuáles son las más efectivas en cada lugar.

Puntualizó que desde 2013, tras el anuncio de dichos proyectos, la empresa ha dado los pasos correspondientes para la apertura -como se dijo desde al inicio- de áreas públicas colectivas, considerada la forma más viable, desde los puntos de vista económico y tecnológico, para conectar a mayor cantidad de personas.

Aseguró que sobre esa base la empresa ha trabajado para abrir, en junio de 2013, las primeras salas de navegación en Internet; luego en marzo de 2014, incorporó los servicios de consulta de correos electrónicos en los teléfonos celulares y en junio de 2015, inició la conexión desde los sitios wifi.

Según las estadísticas mostradas, ya suman 339 las salas de navegación en el país, con 1 174 posiciones y se incrementaron hasta 65 los espacios públicos con tecnología wifi, que facilita el acceso inalámbrico.

La Directora central de comercial y mercadotecnia refirió cómo la empresa ha seguido la estrategia de trabajo prevista para ampliar las posibilidades de navegación y aseguró que se continuarán las labores "en otras modalidades que la población está esperando; estamos fortaleciendo la infraestructura y realizando inversiones, pero todo tiene que ver con las posibilidades económicas y financieras".

Sobre este tema Mayra Arevich Marín, directora ejecutiva de Etecsa, aclaró que el acceso a Internet en Cuba requiere de importantes recursos económicos en divisas para adquirir las plataformas requeridas para el desarrollo, por lo que se irá llegando a los diferentes lugares en dependencia de las condiciones que tenga el país y la empresa. Sobre el particular precisó: "nosotros vamos a llegar hasta los hogares y lo hemos dicho así desde que en 2013 hablamos de la ampliación del servicio de Internet, siempre con la premisa del uso para más cubanos".

Cifras relevantes

La sustitución de la antigua tecnología analógica (paso a paso) por la digital ocupó la prioridad de Etecsa desde su creación, por eso ahora exhibe con orgullo el 99,75 % de digitalización alcanzado al cierre de 2015, cuando llegó a los 3 348 000 líneas móviles y al 1 295 000 de la telefonía fija. 

A partir de esta infraestructura se logró una densidad telefónica de 41,32 líneas por cada 100 habitantes, un salto significativo en este indicador, referente de gran importancia para evaluar el desarrollo de una nación en su camino hacia la modernidad y el desarrollo.

Acerca del incremento de la comercialización y la activación de las líneas celulares en los últimos años, Tania Velázquez recordó que a partir de 2003, tras la fusión de tres entidades Cubacel y C-Com con Etecsa, la empresa demoró cuatro años para alcanzar el primer millón de líneas móviles, dada la amplitud del proceso inversionista. Sin embargo, desde 2010 el ritmo de crecimiento se aceleró significativamente y precisó que "la aspiración es continuar mejorándolo en los próximos años".

Entre los logros de 2015 mencionó la rebaja de tarifa de las cuentas Nauta y la extensión del tiempo de vida de las que permiten acceso permanente a Internet. Asimismo, destacó la gran acogida que tuvo la apertura de la red inalámbrica con tecnología wifi, iniciada en julio de 2015, con 35 espacios públicos en el país, lo cual creó muchas expectativas en la población.

Según la Directora, la alta demanda motivó la realización de un nuevo análisis acerca de las posibilidades reales de la empresa para continuar ampliando esta modalidad. Sobre el tema anunció que en 2016 se le dará continuidad a su desarrollo pues "consideramos que va a incrementarse significativamente porque tiene una facilidad de despliegue bastante favorable y gran aceptación en la población", indicó.

De esta modalidad destacó el éxito de la oferta internacional, la cual al cierre del año reportó 55 000 recargas internacionales operadas con dos distribuidores de dichos servicios. Igualmente, sobre los servicios Nauta para la conexión a Internet, explicó que todas las áreas de navegación del país, unas 710, están ubicadas en espacios públicos de Etecsa y de Joven Club, así como en los hoteles y aeropuertos.

Los datos presentados por Etecsa confirmaron la existencia de 1,4 millones de cuentas permanentes y 6,2 millones de tarjetas temporales, concebidas estas últimas como una nueva facilidad para los visitantes extranjeros necesitados de servicios de navegación.

Otra labor significativa de Etecsa durante el año recién finalizado fue el incremento de la conectividad de las entidades, lo cual constituyó uno de los proyectos de mayor impacto y despliegue en 2015, por su implicación en el desarrollo de sectores de la economía, en opinión de la Directora central de comercial y mercadotecnia.

Acerca de dicha labor, explicó que sus objetivos estuvieron enfocados en el trabajo con 141 entidades nacionales para ampliar sus servicios, mejorar sus redes, así como para apoyar en el reordenamiento de las redes internas y ubicar la infraestructura en la prioridad de cada sector, en función de la informatización de la sociedad cubana.

Sobre la estupidez económica

Estremece pensar en la respuesta a otra recesión si cualquier republicano llegase al Despacho Oval

Janet Yellen, presidenta de la FED. CARLOS BARRIA REUTERS

Como saben, la campaña de Bill Clinton de 1992 se centró en el eslogan “la economía, estúpido”. Pero la política macroeconómica —qué hacer frente a las recesiones— ha estado ausente de la mayor parte del debate electoral de este año. Sin embargo, no se ha logrado que los riesgos económicos desaparezcan del mundo, ni mucho menos. Y debería asustarnos lo poco que muchos de los candidatos a la presidencia han aprendido de los últimos ocho años.

Si están al tanto de las noticias económicas, sabrán que hay una gran agitación en los mercados mundiales. No tiene nada que ver con la de 2008, al menos por ahora, pero es preocupante.

De nuevo nos encontramos con una cantidad considerable de deuda problemática, aunque esta vez no se trata de hipotecas, sino de préstamos concedidos a empresas energéticas, muy castigadas por la caída del precio del petróleo. Entretanto, a economías antes emergentes y modernas, como la de Brasil, de repente les va muy mal, y China anda a tropezones. Y aunque la economía estadounidense marcha mejor que casi cualquier otra, está claro que no somos inmunes al contagio.

Nadie sabe a ciencia cierta lo grave que será, pero los mercados financieros lanzan señales de advertencia. Los mercados de renta fija, en especial, se comportan como si los inversores esperasen muchos años de debilidad económica extrema. Los tipos a largo plazo de EE UU están casi más bajos que nunca, aunque eso no es nada comparado con lo que sucede al otro lado del océano, donde muchos tipos de interés han empezado a ser negativos.

Y estos tipos de interés extremadamente bajos, que en su mayoría son un reflejo de las presiones del mercado, no de las políticas, les generan problemas a los bancos, cuyos beneficios dependen de la capacidad de prestar dinero por mucho más de lo que pagan por los depósitos. Los bancos europeos son los que más problemas tienen, pero las cotizaciones de las entidades de EE UU también han bajado mucho.

Más supervisión política a la Fed supondría más poder para los chiflados que la atacan constantemente

En otras palabras, da la impresión de que seguimos viviendo en esa era económica en la que entramos en 2008; una era de debilidad persistente en la que la deflación y la depresión, no la inflación y el déficit, son los retos fundamentales. ¿Y cómo creemos que lo harían los distintos aspirantes a presidente si se enfrentasen a esos desafíos? Bueno, por el lado republicano, la respuesta es, básicamente, que Dios nos ampare. Las opiniones económicas de ese lado del espectro político oscilan entre lo bastante alocado y lo absolutamente descabellado.

A la cabeza del batallón de lo absolutamente descabellado se encuentra, como habrán imaginado, Donald Trump, que ha acusado a la Reserva Federal de estar a favor de los demócratas. Hace unos meses, aseguraba que Janet Yeller, presidenta de la Reserva, no había subido los tipos “porque Obama le dijo que no lo hiciera”. Da igual que la inflación siga por debajo del objetivo de la Reserva o que, en vista de los acontecimientos actuales, hasta la pequeña subida de los tipos que la Reserva llevó a cabo en diciembre parezca ahora un error, como muchos de nosotros advertimos.

Pero la verdad es que la postura de Trump no está tan alejada de la opinión republicana mayoritaria. Después de todo, Paul Ryan, el presidente de la Cámara, no solo criticó a Ben Bernanke, el predecesor de Yellen, por unas políticas que supuestamente nos exponían a la inflación (algo que nunca se materializó), sino que también ha jugueteado con las teorías conspirativas, al acusar a Bernanke de “echarle un cable a la política fiscal”.

Y hasta los republicanos que a primera vista parecen sensatos pierden la cordura en lo tocante a política macroeconómica. El proyecto emblemático de John Kasich es una enmienda sobre el equilibrio presupuestario que sumiría la economía en una recesión, pero Kasich es también un partidario de la restricción monetaria, que, curiosamente, sostiene que la política de tipos bajos de la Reserva es la culpable del estancamiento salarial.

En el bando demócrata, ambos aspirantes hablan con sensatez sobre las políticas macroeconómicas, y Sanders afirma acertadamente que la última subida de los tipos de interés fue una mala decisión. Pero Sanders también ha atacado a la Reserva Federal de un modo en que no lo ha hecho Clinton (y esta diferencia explica, a pequeña escala, tanto el atractivo de Sanders como las razones por las que su postura resulta tan preocupante).

Verán, Sanders sostiene que el sector financiero tiene demasiada influencia sobre la Reserva, lo que sin duda es cierto. Pero su solución consiste en que haya más supervisión por parte del Congreso; y fue uno de los pocos senadores no republicanos que votó a favor de un proyecto de ley, propuesto por Rand Paul, que exigía que se “auditasen” las decisiones de la Reserva sobre política monetaria. (Por si se lo están preguntando, la Reserva ya se somete con regularidad a auditorías, en el sentido normal de la palabra).

Ahora bien, la idea de hacer que la Reserva Federal rinda cuentas suena bien. Pero Wall Street no es la única fuente de presión nociva sobre la Fed y, dada la actual situación política de EE UU, una ley así serviría, en el fondo, para dar más poder a los chiflados (los amantes del patrón oro y agoreros de la inflación que controlan el Partido Republicano moderno y que llevan cinco o seis años tratando de intimidar a los responsables políticos para que se rindan y desistan de sus intentos de evitar el desastre económico). Teniendo en cuenta los riesgos económicos a los que nos enfrentamos, fue buena cosa que el apoyo de Sanders no bastase para sacar adelante ese proyecto de ley.

Pero aun sin la ley defendida por Paul, uno se estremece al pensar en cómo respondería la política estadounidense a otra recesión si cualquiera de los candidatos republicanos que aún sobreviven consiguiese llegar al Despacho Oval.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía 2008

Traducción de News Clips.

Desmontando los mitos sobre la inflación y la creación de dinero.

AUTOR: Eduardo Garzón Espinosa
CATEGORÍA: Ideología, Moneda


Comienzo hoy un hilo de artículos en los que iré abordando poco a poco la relación entre la creación de dinero y la inflación, con el objetivo de rebatir muchos falsos mantras ampliamente extendidos y ofrecer explicaciones alternativas más serias que las que imperan en el imaginario colectivo.

1. Introducción

Da igual qué formación o edad tenga mi interlocutor; siempre que le pregunto su opinión por las consecuencias de crear dinero la respuesta es la misma: “eso provoca inflación”. Algunos lo explican con otras palabras: “el dinero pierde valor”, “aumentan los precios”. Los más atrevidos llegan incluso a mencionar la hiperinflación. Muchos lo dicen con pleno convencimiento: “está claro que es así”. Otros lo dicen con la boca pequeña: “se crea inflación, ¿no?”, como si tuviesen esa idea en la cabeza pero no supiesen explicar por qué están diciendo lo que están diciendo, como si fuese un axioma incuestionable, una verdad con la que han nacido y que no necesita ninguna demostración ni explicación.

Llevo un tiempo preguntando a amigos y conocidos por las consecuencias de crear dinero, tanteando así la opinión generalizada al respecto. No falla; da igual que la persona en cuestión sea joven o anciana, que sea economista o no tenga estudios avanzados, que sea de ciencias o de letras, que viva en una gran ciudad o en un pueblo rural; la idea que tienen es la misma: crear dinero es malo. Es impresionante lo extendida que está esta idea, y también la falta de crítica que tiene. Porque poner en cuestión este axioma, por poco que sea, supone inmediatamente ser tachado de ignorante o de loco. Pero lo triste es que esta represalia no es normalmente el resultado de un procedimiento científico, mediante el cual se abandona una idea por ser incapaz de explicar la realidad, sino que suele ser más bien un procedimiento pasional: no se produce ninguna contrastación teórica ni empírica, simplemente se trata de una reacción visceral que tiende a desacreditar a quien pone en cuestión que la creación de dinero sea algo malo per se. Es prácticamente una cuestión de fanatismo en vez de una cuestión de ciencia, aunque esté ligada a la misma.

A mí este asunto me recuerda siempre a otra falsa creencia ampliamente extendida que se repite con convencimiento pleno. Cuando pregunto a la gente: ¿qué pesa más, un kilo de paja o un kilo de hierro? La gente siempre me responde tajantemente (y normalmente con aires de superioridad, como si yo hubiese preguntado una chorrada): “¡Pesan lo mismo, hombre! Porque un kilo es un kilo, independientemente del material que sea”. Pero lo cierto es que en la pregunta no hay suficiente información como para dar una respuesta correcta. El kilogramo es una medida de masa, y en la pregunta se habla de peso, que es otra magnitud. El peso de cualquier cosa depende de su masa, de la gravedad que sufran en el lugar en el que se encuentren, y del fluido en el que estén inmersos. Si no hay fluido y están en la misma zona (por ejemplo, en la Luna), entonces un kilo de paja sí pesará lo mismo que un kilo de hierro. Pero si los materiales están, por ejemplo, en la Tierra, no pesarán igual, porque el fluido (atmósfera) afecta de forma diferente al peso de cada uno en función de su densidad (empuje de Arquímedes), haciendo que el kilo de hierro pese un poco más (un 1%) que el kilo de paja porque el aire empuja más hacia arriba a la paja que al hierro. Si alguien no lo ve, que se pregunte qué pesa más (en el planeta Tierra): si un kilo de hierro o un kilo de helio.

Sin embargo, hasta que no damos la explicación completa nos encontraremos a mucha gente defendiendo a capa y espada que un kilo de paja pesa lo mismo que un kilo de hierro. Pero esto es porque nos lo enseñaron así en los primeros años de educación básica, y desde entonces interiorizamos esa enseñanza como una verdad incuestionable, de forma que nos llevamos las manos a la cabeza cuando alguien pone en cuestión esa verdad. Lo que decía: fanatismo disfrazado de ciencia. Lo mismo que ocurre hoy día con la inflación.

Desgraciadamente yo también contribuí a esta forma de fanatismo en cierta manera, antes de comenzar mis estudios en economía y, sobre todo, mientras los realizaba en la Universidad de Málaga.

Todavía recuerdo nítidamente cómo, siendo yo muy jovencito, pregunté a mi padre –profesor de geografía e historia en un instituto público– por qué las pesetas de su época tenían más valor que las de mi época. No entendía por qué él siendo joven podía comprar con 1000 pesetas muchas más cosas que yo con 1000 pesetas. Su respuesta no fue muy completa, ya que al fin y al cabo él no tenía muchas nociones de economía y porque yo no necesitaba una respuesta compleja, pero vino a decirme dos cosas importantes. La primera fue que eso era normal en una economía, que el dinero siempre pierde valor con el paso del tiempo. La segunda fue que la pérdida del valor dependía sobre todo de la ley de la demanda y la oferta: “se valora más lo que es más escaso, por eso los diamantes valen mucho, porque hay muy pocos, y por eso la arena no se valora, porque hay mucha. Ahora hay más pesetas que cuando yo tenía tu edad, y por eso valen menos que antes”. Aunque no lo dijo explícitamente, la famosa idea estaba latente: si creas más dinero, éste acabará perdiendo valor. El ejemplo de los diamantes y la arena era muy intuitivo, era difícil no acabar convencido.

También recuerdo la primera vez que me hablaron del suceso que seguramente más ha contribuido a extender el axioma de marras por todas las cabezas de economistas y no economistas: la hiperinflación alemana de los años 30. En la asignatura de historia de educación secundaria el profesor nos relató el horror que les supuso a los alemanes de la época tener que enfrentarse a un incremento desorbitado y acelerado de los precios, y cómo, por ejemplo, para comprar una barra de pan tenían que utilizar ingentes cantidades de billetes. Aquel episodio conmovía a cualquiera, y era de agradecer que nos lo explicasen en clase de historia. Otro asunto muy diferente es que los profesores se animasen a identificar las causas (mejor dicho, a repetir lo que habían leído/oído) de ese brutal incremento de los precios: “el Estado alemán creó mucho dinero para poder pagar sus deudas y eso es lo que provocó la hiperinflación”. Una aseveración muy intuitiva y que casa con el mantra convencional pero que es falsa tal y como veremos más adelante.

Más tarde, en mis años de formación de economista descubrí que la idea de que la creación de dinero generaba inflación era un tópico transversal a casi todas las asignaturas. Se trataba de una verdad incuestionable tan evidente que no necesitaba ningún tipo de explicación, porque las cosas de sentido común no tienen que demostrarse. De hecho, en cinco años de carrera sólo escuché una explicación del fenómeno. El resto de innumerables veces que se repetía el tópico no vinieron acompañadas de ninguna aclaración ni justificación. Eso sí, la única explicación que me dieron me convenció.

Ocurrió en tercero de carrera en la asignatura de Política Económica. El profesor utilizó el famoso ejemplo del helicóptero del economista liberal Milton Friedman. Éste venía a decir lo siguiente. Llega a una localidad un helicóptero que comienza a tirar billetes sin parar y todos los habitantes los recogen de forma que ven incrementar notablemente su capacidad adquisitiva. Cuando estas personas van a gastarse el dinero comprando productos, puesto que las tiendas se ven desbordadas por tanta demanda y tanto dinero, los vendedores deciden aumentar los precios de sus productos para aprovecharse de la situación. “Si la gente tiene más dinero que antes podrán permitirse pagar más por cada cosa”, piensan. Esto extendido a toda la localidad tiene como resultado un incremento de la inflación (un aumento generalizado del nivel de precios). A este proceso algunos economistas lo denominan “riada monetaria”, y yo utilizaré también ese término. Como se puede ver, este ejemplo no es sólo intuitivo y fácil de entender sino que además ofrece una explicación mucho más realista y detallada del fenómeno que el ejemplo de los diamantes y la arena que se basa únicamente en una aplicación burda de la ley de la oferta y la demanda. ¡Por fin lo vi claro! Por fin creí entender los pasos que se producen entre crear dinero y que aumenten los precios. Esa explicación sí me parecía sensata y acertada. Y lo era porque ponía el foco en lo verdaderamente importante: en los agentes que establecen los precios. Pero esto es algo que abordaré más adelante.

Así que absorbí el ejemplo y comencé a utilizarlo yo también para explicar por qué la creación de dinero incrementaba los precios. Fui una víctima más de la pobreza analítica que impera en la teoría económica convencional. Una pieza más de un engranaje que ha difundido por doquier el falso mantra que nos concierne aquí.

Y así siguió siendo hasta que llegué al máster de Economía Internacional y Desarrollo de la Universidad Complutense de Madrid, donde el denso clima de espíritu crítico, el descubrimiento de nuevas visiones de la economía, y el contacto con formidables pensadores heterodoxos muy despiertos, comencé a poner en cuestión muchas de mis antiguas creencias. Con respecto a la creación de dinero y a la inflación me fueron surgiendo muchas dudas. Por ejemplo, no entendía por qué si los bancos privados crean dinero cuando dan un préstamo nadie dice ni escribe que eso crea inflación. Me resultaba demasiado sospechoso que la literatura convencional demonizara la creación de dinero cuando la realiza el Estado pero no dijese ni “mu” cuando la llevan a cabo los bancos privados. También me resultaba desconcertante que las élites gobernantes europeas se mostrasen tan temerosas de la inflación cuando en países como Japón llevaban más de 20 años intentando generar inflación sin éxito. Asimismo me parecía bastante casualidad que en un mundo dominado por la élite financiera acreedora y rentista hubiese tanto empeño en evitar precisamente algo que perjudica a los acreedores rentistas y beneficia a los deudores: un notable nivel de inflación. Igualmente me llamaba demasiado la atención que la mejor época económica de la historia en cuestión de empleo y crecimiento económico fuese precisamente aquella en la que los Estados creaban dinero sin demasiadas cortapisas, mientras que los peores años estaban caracterizados por políticas de austeridad neoliberales que limitaban sin sentido la creación de dinero.

En fin, todas esas dudas y sospechas fueron creciendo en el tiempo, y junto con todo lo que veía a mi alrededor y todo lo que aprendía de autores como Keynes, Minsky, Sampedro, Mosler o Tymoigne, fui conformando poco a poco mi propia teoría de la inflación y su relación con la creación de dinero. Una teoría que me permite impugnar con determinación muchas creencias ampliamente extendidas en la academia y fuera de ella, así como entender mejor cómo funciona el dinero y cuándo aparece o deja de aparecer la inflación. Paradójicamente ahora me dedico a refutar y a combatir las mismas aseveraciones que yo mismo contribuí a extender cuando fui víctima del mantra convencional. Y no es nada fácil, porque como venía diciendo antes la mayoría de personas (no sólo las economistas) tienen grabado a fuego en su mente que la creación de dinero genera siempre inflación. Y como les parece algo tan evidente y tan de sentido común (aunque sólo unos pocos sabrían explicar por qué supuestamente es así), miran con sorpresa y menosprecio a quien osa poner en tela de juicio ese axioma. Algo muy parecido a lo que le ocurre a cualquier persona que cuestiona que un kilo de hierro pese más que un kilo de paja, o a lo que le ocurrió a Nicolás Copérnico cuando osó decir que era La Tierra la que giraba alrededor del Sol y no al revés como todo el mundo pensaba porque era lo evidente a los ojos.

Por todo ello, y con el objetivo de rebatir ese falso mantra y ofrecer explicaciones alternativas más serias sobre la inflación y el dinero comienzo un hilo de artículos en los que iré abordando poco a poco el tema de una forma lo suficientemente sencilla para que cualquier persona –familiarizada o no con la ciencia económica– pueda entender mi punto de vista. Desprenderse de falsas aunque afianzadas creencias es más sencillo de lo que parece, siempre que haya predisposición a ello. Os animo a todos y todas a que lo probéis.

Nauta: entre la soberanía ¿tecnológica? y la supervivencia ¿económica?

Los continuos problemas presentados por la red Nauta y el mal servicio que la caracteriza se mantienen en el centro de los debates cotidianos sobre Internet en Cuba.

Para 2016 Etecsa pretende instalar tres parques con wifi en cada municipio e incluso a cafeterías, bares y restaurantes que lo soliciten.
Para 2016 Etecsa pretende instalar tres parques con wifi en cada municipio e incluso a cafeterías, bares y restaurantes que lo soliciten.
Foto: Archivo IPS
El monopolio estatal de las comunicaciones en Cuba, Etecsa, informó que el país cerró 2015 con más de cuatro millones de líneas en servicio. Pero esta cifra se opaca con los comentarios negativos que provocan las afectaciones en el correo Nauta, las meteóricas tarifas para las llamadas, las zonas wifi en espacios públicos y la prueba piloto llevada a cabo en consejos populares de La Habana Vieja para brindar el servicio de Internet en los hogares.
Sobre los altos precios de las tarifas, Etecsa mantiene que se encuentran en correspondencia con los niveles de tráfico y las capacidades reales con que cuenta la empresa para brindar un servicio de calidad. “No hacemos nada con bajar de manera arbitraria los precios —que sabemos que son caros—, si no tenemos una infraestructura para dar soporte y respuesta al incremento de la demanda que inmediatamente va a producirse”, dijo a la prensa Tania Velázquez, directora central de Comercial y Mercadotecnia.
Pequeños incentivos como la oferta de comercialización de la recarga de cinco CUC (equivalente al dólar), acompañada de un bono de 10 minutos y 20 SMS nacionales, no calman el mal estado de opinión general de los usuarios.
En los últimos tres meses, las interrupciones del servicio Nauta han sido evidentes y extendidas.
En respuesta, la empresa ha implementado acciones para fortalecer las plataformas relacionadas con el servicio, en todas las capas de la red, ya sea celular, fija o de datos.
Y aunque algunos usuarios han experimentado una estabilidad de funcionamiento, existen zonas y horarios en los cuales se imposibilita el acceso al correo a través de la red móvil, por razones desconocidas. Los horarios picos parecen ser de 11:00 a.m. a 1:00 p.m., de 7:00 p.m. a 9:00 p.m., y en el entorno de las 11 de la noche se registra un alto tráfico que genera congestión en el acceso, según clientes del servicio consultados por la Redacción de IPS Cuba.
La empresa alega que se ha excedido la capacidad real instalada: los servidores sostienen procesos asociados a la activación del correo electrónico y a la identificación de los usuarios cada vez que acceden a la cuenta para determinar el saldo disponible y otros procedimientos que el cliente puede realizar. Todo ello, junto al crecimiento de operaciones como la apertura de las zonas wifi en áreas públicas y la rebaja de las tarifas, hace colapsar el servicio.
Las estadísticas aseguran que, al cierre de 2015, más de 150.000 cubanos accedían como promedio diario a Internet y para 2016 la empresa pretende instalar tres parques con wifi en cada municipio e incluso a cafeterías, bares y restaurantes que lo soliciten. Cabría también preguntarse cuál será la calidad del servicio contratado para este nuevo año.
Y aunque las cifras no son nada despreciables, evidencia real del aumento de la demanda de este servicio, Etecsa sencillamente no puede escudarse en ellas para justificar sus problemas y frecuentes interrupciones.
¿Hacia dónde van los fondos recaudados por concepto de ventas en Cuba y, sobre todo, por concepto de recargas desde el exterior? ¿Invertirán en infraestructura o solo acondicionarán parques con bancos y sombras?, se preguntan activistas y observadores de la isla caribeña.
Cubanos y cubanas no han esperado para verter sus opiniones, respecto al servicio de Etecsa, en el sitio web Cubadebate:
JG dijo que “era de esperar. La red estaba colapsada hace días y aun así Etecsa se da el lujo de rechazar la propuesta de Google de instalar un cable de fibra óptica hasta La Habana”.
En la misma cuerda, Arturo comentó que la empresa estatal debería ser “menos prepotente y “casa sola” y unirse con compañías más serias y de más recursos para brindarles un servicio mejor y más económico al pueblo”.
En cambio, Ledyslán expresó: “Lamentablemente han existido dificultades técnicas que afectaron el servicio Nauta y es lógica la insatisfacción de muchos clientes, pero caramba…. no es justa la manera agresiva con que se cuestiona su prestigio muy bien ganado a lo largo de más de 20 años. Hay que ver qué eran las comunicaciones en 1994, limitadas al télex, el teléfono y la radio, y hoy abarcan además una amplia gama de prestaciones gracias a las inversiones de Etecsa que partieron casi de cero”.
“Ha llevado la telefonía a todas las comunidades de más de 300 habitantes y casi todas las de más de 200 con una infraestructura de datos que a pesar de las dificultades se continúa fortaleciendo”, continuó el cibernauta.
Y cubanito100% subrayó que “es una falta de respeto las continuas averías. Siguen los problemas, la insatisfacción del cliente, la demora en los servicios, las colas en sus oficinas, además de crear un nuevo problema social en la sociedad cubana con la wifi, los parques públicos parecen concentrados de personas sin hogares, por el suelo, acostados, sentados. Esto ha hecho posible la aparición de los revendedores, estafadores y asaltantes”.
Así las cosas con Nauta en Cuba.
Etecsa se debate entre brindar un servicio caro y medianamente estable para algunos y un servicio más barato e inestable para más personas, todo ello con una infraestructura endeble. ¿Abrirá sus puertas a una mayor inversión extranjera?