El 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, reunido entre los días 16 al 19 de abril de 2016 en La Habana, ha discutido y analizado el proyecto final del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos, donde se establecen los elementos conceptuales fundamentales que sirven de plataforma para continuar avanzando y concluir la elaboración de dicho Plan.
Este constituirá el documento rector del sistema nacional de planificación, concebido de manera integral y coherente para orientar la conducción del desarrollo y resolver los desequilibrios estructurales de nuestra economía con una visión estratégica y consensuada a mediano y largo plazos.
Es consecuente con los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el 6to. Congreso del Partido y su Actualización. A su vez, constituye la herramienta principal para lograr los objetivos que se enuncian en la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista.
En el documento se establece la Visión de la Nación, entendida como el estado que se desea alcanzar, y la define como Soberana, Independiente, Socialista, Próspera y Sostenible.
También se definen los Ejes Estratégicos como pilares y fuerzas motrices de la estrategia de desarrollo y que apuntan hacia: un gobierno eficaz y socialista e integración social; la transformación productiva e inserción internacional; el desarrollo de la infraestructura; el potencial humano, la ciencia, la tecnología y la innovación; los recursos naturales y el medio ambiente; y el desarrollo humano, la equidad y la justicia.
Con el propósito de impulsar la transformación estructural que requiere la economía nacional se identifican, de forma preliminar, los Sectores Económicos Estratégicos y se establecen los principios metodológicos fundamentales para profundizar y culminar este análisis.
La propuesta de “Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos”, fue sometida a consulta con los delegados al 7mo. Congreso del Partido y otros invitados en todas las provincias, previo a la realización del Evento. La misma fue respaldada por los participantes, reformulándose a partir de las propuestas realizadas por éstos.
El 7mo. Congreso del Partido considerando el proceso previo de consulta realizado, así como los resultados alcanzados en las comisiones y la Plenaria, acuerda:
PRIMERO: Aprobar, en principio, el Proyecto de Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos, con las modificaciones incorporadas.
SEGUNDO: Encargar al Comité Central del Partido Comunista de Cuba el desarrollo de un proceso de consulta del proyecto aprobado, donde participen todos los militantes del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, representantes de las organizaciones de masas y de amplios sectores de la sociedad.
TERCERO: Facultar al Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba para la aprobación definitiva del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos, incluyendo las modificaciones resultantes del proceso de consulta.
CUARTO: Orientar al Gobierno la culminación en el año 2017 de la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.
QUINTO: Encargar al Comité Central del Partido Comunista de Cuba:
a) Desarrollar un proceso de estudio del documento finalmente aprobado, donde participen todos los militantes del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas;
b) orientar a las organizaciones de masas, sociales y otras entidades, la realización de un proceso similar, adecuado a sus características.
Dada en La Habana a los 19 días del mes de abril de 2016, “Año 58 de la Revolución”
Fernando Lavín presenta la resolución vinculada a la discusión de los Lineamientos, ante los delegados e invitados al VII Congreso del Partido, en la sesión de la mañana de este lunes. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate
El 7mo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, reunido entre los días 16 al 19 de abril de 2016 en La Habana, ha discutido y analizado el Informe sobre los Resultados de la Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución aprobados en el 6to. Congreso y la propuesta de su Actualización para el Período 2016-2021, con el propósito de seguir trabajando ininterrumpidamente en la actualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista.
El informe pone de manifiesto la complejidad del trabajo, los principales resultados alcanzados y las deficiencias fundamentales afrontadas.
Precisa que la actualización del Modelo no es una tarea a lograr en el corto plazo, más aún en la difícil situación económica y financiera en que se ejecuta.
También destaca las insuficiencias presentes en la capacitación y preparación de los cuadros y funcionarios para dirigir y cumplir a cabalidad las políticas aprobadas, así como en el desarrollo de la comunicación pública encaminada a explicar las políticas que se aprueben, esclarecer las dudas, contribuir a la participación activa de la población y lograr la retroalimentación necesaria.
Refleja que el 21 % de los Lineamientos aprobados en el 6to. Congreso se han implementado totalmente y el 78% se encuentran en diferentes fases de implementación, lo que ha implicado la aprobación de 130 políticas y la emisión de 344 nuevas normas jurídicas de diferentes rangos, la modificación de 55 y derogación de 684.
Como resultado del proceso de actualización de los Lineamientos para el periodo 2016-2021, el 87,5% de los 313 Lineamientos aprobados en el propio 6to. Congreso se mantienen, modifican o se integran entre sí; lo que unido a la incorporación de 50 nuevos Lineamientos totalizan 274, estructurados en 13 capítulos para el periodo 2016-2021.
Estos indicadores expresan la continuidad del proceso iniciado hace 5 años como resultado de una masiva participación popular, la cual es coherente con la Conceptualización del Modelo y la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030.
El Proyecto de Informe sobre los resultados de la implementación y la propuesta de actualización fue sometido a consulta con los delegados al 7mo Congreso del Partido e invitados en todas las provincias, previo a la realización del Evento. Fue respaldado por los participantes, reformulándose a partir de las propuestas realizadas por éstos.
El 7mo. Congreso del Partido considerando el proceso previo de consulta realizado, así como los resultados alcanzados en la comisión y la Plenaria del mismo, acuerda:
PRIMERO: Aprobar el Informe sobre los Resultados de la Implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y su Actualización, con las modificaciones incorporadas y recomendar su presentación a la aprobación de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
SEGUNDO: Recomendar a la Asamblea Nacional del Poder Popular, al Gobierno y a los organismos correspondientes que elaboren y aprueben, según el caso, las normas jurídicas necesarias para continuar perfeccionando la base legal e institucional que respalde las modificaciones funcionales, estructurales y económicas que se adopten.
TERCERO: Encargar al Partido Comunista de Cuba la responsabilidad de impulsar, controlar, y exigir el cumplimiento de los Lineamientos aprobados para el nuevo período.
CUARTO: Encargar al Comité Central del Partido analizar dos veces al año la marcha de la implementación de los Lineamientos aprobados para el nuevo período, el desempeño de la economía y el cumplimiento de los planes. Recomendar a la Asamblea Nacional del Poder Popular ejercer un control similar.
QUINTO: Facultar al Pleno del Comité Central del Partido para que apruebe los ajustes en la Actualización de los Lineamientos para el período 2016-2021, en correspondencia con los contenidos que resulten aprobados sobre la Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030: Propuesta de Visión de la Nación, Ejes y Sectores Estratégicos, como resultado de la consulta a que ambos documentos serán sometidos.
SEXTO: Encargar al Comité Central del Partido Comunista de Cuba de:
a) Desarrollar un proceso de estudio del documento aprobado, donde participen todos los militantes del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas;
b) orientar a las organizaciones de masas, sociales y otras entidades la realización de un proceso similar, adecuado a sus características;
c) continuar elevando la cultura económica de sus cuadros y militantes;
Dada en La Habana a los 19 días del mes de abril de 2016
A principios de enero escribí que las condiciones económicas este año iban a ser tan débiles como las del 2015, que fue el peor año desde la crisis financiera mundial del 2008. Y, tal como ya ha ocurrido en varias ocasiones durante la última década, después de transcurridos unos pocos meses del año, los pronósticos más optimistas realizados por otros están siendo corregidos a la baja.
El problema subyacente – que ha plagado la economía mundial desde la crisis, pero que se ha empeorado ligeramente – es la falta de demanda agregada global. Ahora, en respuesta a ello, el Banco Central Europeo (BCE) ha intensificado su estímulo y se ha unido al Banco de Japón y a un par de otros bancos centrales en sus esfuerzos por mostrar que el “límite inferior cero” – es decir, la incapacidad de las tasas de interés de convertirse en negativas – es un límite que sólo está presente en la imaginación de los economistas convencionales.
Y, no obstante, en ninguna de las economías que intentan ejecutar este experimento poco ortodoxo de tasas de interés negativas se ha retornado al crecimiento y al pleno empleo. En algunos casos, el resultado ha sido ciertamente inesperado: algunas tasas activas han aumentado.
Debería ya haberse hecho evidente que la mayoría de los modelos pre-crisis de los bancos centrales – tanto los modelos formales como los modelos mentales que guían el pensamiento de los formuladores de políticas – estaban muy equivocados. Ninguno predijo la crisis; y, en muy pocas de estas economías se ha restaurado el empleo a un nivel que se asemeje en algo al pleno empleo. Es famoso el hecho de que el BCE elevó las tasas de interés en dos ocasiones en el año 2011, precisamente en el momento en el que la crisis del euro empeoraba y el desempleo aumentaba a niveles de dos dígitos, lo que hizo que la deflación se acerque aún más.
Los formuladores de políticas continuaron utilizando estos antiguos modelos desacreditados, quizá en formas ligeramente modificadas. En estos modelos, la tasa de interés es el instrumento fundamental que utilizan las políticas, y se incrementará y se reducirá la tasa de interés para garantizar un buen rendimiento económico. Si una tasa de interés positiva no es suficiente, entonces una tasa de interés negativa seguramente va a funcionar.
Sin embargo, no funcionó. En muchas economías – incluyendo en las de Europa y Estados Unidos – las tasas de interés reales (ajustadas a la inflación) han sido negativas, a veces incluso en un -2%. Y, a pesar de ello, a medida que las tasas de interés reales caían, la inversión empresarial se estancaba. Según la OCDE, el porcentaje del PIB invertido en una categoría compuesta mayoritariamente por plantas y equipos se redujo, tanto en Europa como en EEUU, en los últimos años. (En EEUU, cayó del 8,4% el año 2000 al 6,8% en el 2014; en la UE, se redujo del 7,5% al 5,7% durante el mismo período). Otros datos proporcionan un panorama similar.
Claramente, es absurda la idea que señala que las grandes corporaciones calculan con precisión la tasa de interés a la que están dispuestas a realizar inversiones – y que estas corporaciones estarían dispuestas a realizar un gran número de proyectos, solamente si las tasas de interés se redujeran en otros 25 puntos básicos. De forma más realista, las grandes corporaciones están sentadas sobre cientos de miles de millones de dólares – de hecho, sobre millones de millones si los montos se agregan a lo largo de todas las economías avanzadas – porque ya tienen demasiada capacidad instalada. ¿Por qué se debería construir más como respuesta a que la tasa de interés disminuyó un poco? No obstante, las pequeñas y medianas empresas (PYME) que sí están dispuestas a pedir prestado no podían acceder al crédito antes de que el BCE vaya por el camino de las tasas de interés negativas, y tampoco pueden acceder al crédito en la actualidad.
En pocas palabras, la mayoría de las empresas – especialmente las PYME – no puede pedir prestado a la misma tasa de interés que pagan los bonos del tesoro. Ellos no piden prestado en los mercados de capitales. Se prestan de los bancos. Y hay una gran brecha (un “spread”) entre las tasas de interés que fijan los bancos y la tasa de los bonos del Tesoro. Por otra parte, los bancos racionan. Pueden negarse a prestar a algunas empresas. En otros casos, exigen garantías (a menudo, garantías inmobiliarias).
Puede que cause asombro entre quienes no son economistas, pero la realidad es que los bancos no desempeñan ningún papel en el modelo económico estándar que los formuladores de políticas monetarias han utilizado durante las últimas dos décadas. Por supuesto, si no hubiera bancos, no habría, tampoco, bancos centrales; pero la disonancia cognitiva rara vez ha sacudido la confianza que tienen en sus modelos los banqueros de los bancos centrales.
El hecho es que la estructura de la eurozona y las políticas del BCE han garantizado que los bancos en los países de bajo rendimiento, y en especial en los países en crisis, sean instituciones muy débiles. Los depósitos se marcharon, y las políticas de austeridad exigidas por Alemania prolongan el déficit de la demanda agregada y mantienen altos niveles de desempleo. En estas circunstancias, realizar préstamos es arriesgado, y los bancos no tienen ni el apetito ni la capacidad para prestar, en particular a las PYME (que son las empresas que típicamente generan el mayor número de puestos de trabajo).
Una disminución en la tasa de interés real – en la tasa de los bonos del gobierno – a un nivel de -3%, o incluso a -4%, hará poca o ninguna diferencia. Las tasas de interés negativas causan daños a los balances de resultados de los bancos, ya que el “efecto riqueza” que reciben los bancos abruma el pequeño aumento en incentivos para prestar. A menos que los formuladores de políticas sean cuidadosos, las tasas activas podrían incrementarse y la disponibilidad de crédito reducirse.
Hay tres problemas adicionales. En primer lugar, las tasas de interés bajas alientan a que las empresas inviertan en tecnologías más intensivas en capital, lo que causa que la demanda de mano de obra disminuya en el largo plazo, incluso mientras disminuye el desempleo a corto plazo. En segundo lugar, las personas mayores que dependen de ingresos que provienen de pagos de intereses sufren aún más; estas personas reducen su consumo en mayor medida en comparación con aquellas que se benefician por las disminuciones en las tasas de interés y aumentan su propio consumo – estas últimas son personas ricas, propietarias de patrimonio. Esta situación es la que socava la demanda agregada en la actualidad. En tercer lugar, la búsqueda, quizá irracional pero ampliamente documentada, de rendimientos implica que muchos inversores desplazarán sus carteras hacia activos de mayor riesgo, exponiendo a la economía a una mayor inestabilidad financiera.
Los bancos centrales deberían estar concentrando su atención en el flujo de crédito, lo que implica restaurar y mantener la capacidad y la disposición que tienen los bancos locales para prestar a las PYME. En cambio, en el mundo entero, los bancos centrales han concentrado su atención en los bancos que son sistémicamente importantes; es decir, en las instituciones financieras cuya excesiva asunción de riesgos y cuyas prácticas abusivas causaron la crisis del año 2008. Sin embargo, un gran número de pequeños bancos, en forma agregada, son sistémicamente importantes – sobre todo si uno se encuentra preocupado por la restauración de la inversión, el empleo y el crecimiento.
La gran lección de todo esto es capturada en el conocido adagio, “si entra basura, sale basura”. Si los bancos centrales siguen utilizando los modelos equivocados, van a continuar haciendo las cosas equivocadas.
Por supuesto, incluso en las mejores circunstancias, la capacidad que tiene la política monetaria para restaurar una economía en declive a niveles de pleno empleo puede ser limitada. Sin embargo, confiar en el modelo equivocado evita que los bancos centrales contribuyan en la medida que pueden hacerlo – e incluso estos bancos pueden causar que una mala situación empeore.
- See more at: http://mamvas.blogspot.mx/2016/04/que-hay-de-malo-con-las-tasas-de.html?utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed:+blogspot/KwAmj+(Jaque+al+Neoliberalismo)#sthash.PNsqhGui.dpuf
Por Pedro Meluzá López
Positivo desarrollo de proyecto minero para la exportación
LA OBTENCIÓN de concentrados de plomo y zinc con destino a la exportación, es el principal objetivo del proyecto minero Castellanos, al norte de Pinar del Río, una de las mayores inversiones en la esfera que se acometen actualmente en el país, a un costo superior a los 220 millones de dólares.
Ubicada a pocos kilómetros del poblado de Santa Lucía, en el municipio pinareño de Minas de Matahambre, cuenta con reservas probadas de mineral para 11 años, aunque en opinión del gerente general de la empresa mixta, Justo Hernández, los estudios que se realizan en áreas aledañas extenderán la vida útil de esta industria más allá de ese tiempo. Se calcula que el proyecto comience a ponerse en marcha a mediados del próximo año.
Paralelamente, una empresa canadiense acomete el dragado del cercano puerto de Santa Lucía, inactivo desde hace alrededor de dos décadas, para devolverle una profundidad de 4,5 metros, casi la misma que tuvo cuando por allí se embarcaba cobre y oro. Después de estos trabajos comenzará la reparación general del puerto, con nuevas rampas de atraque y almacenes de contenedores.
Construyen tres plantas productoras de bioproductos
AUMENTAR LA producción de bioproductos en Cuba es objetivo prioritario del Ministerio de la Agricultura, informaron funcionarios y expertos de dicho organismo, según reportaron Prensa Latina y al semanario Opciones.
Como parte del proyecto está la construcción de tres plantas, cada una con capacidad para aportar anualmente unas mil toneladas en estado sólido y 600 mil litros.
Los especialistas cubanos subrayaron que dado los efectos dañinos sobre los terrenos y la salud humana del uso excesivo de plaguicidas y fertilizantes químicos, el mundo tiene la obligación de ir sustituyendo esos productos por medios biológicos compatibles con el ambiente, y la mayor de la Antillas es un ejemplo de esto último.
En avanzado estado de ejecución se encuentra la primera de estas unidades, aledaña a los Laboratorios Labiofam, en Boyeros, La Habana, dijo el ministro de la Agricultura, Gustavo Rodríguez, quien anunció ya se iniciaron las labores para la edificación de dos fábricas similares en las zonas central y oriental. Producirán bioplaguicidas, biofertilizantes y bioestimulantes y globalmente satisfarán las necesidades nacionales y habrá un excedente para exportar. Esas instalaciones son similares a varias construidas por Cuba en Tanzania y Ecuador, señaló el titular en un acto efectuado en el Instituto Nacional de Sanidad Vegetal.
La actual, la mejor campaña de cruceros turísticos a Santiago de Cuba
LA ACTUAL temporada de cruceros turísticos en Santiago de Cuba resulta la mejor en la última década, con 21 de los 24 atraques previstas para el mes.
Un 70 por ciento del total de pasajeros de estas naves adquirió excursiones para recorrer lugares emblemáticos de la oriental ciudad, dio a conocer a la Agencia Cubana de Noticias la especialista comercial de la Delegación Provincial del Turismo, Paula Vázquez.
Por otra parte, la naviera de lujo francesa Ponant anunció que en el 2017 estará ofreciendo cruceros a Cuba desde Miami, tras recibir el permiso correspondiente de las autoridades estadounidenses.
Ponant será la segunda compañia de cruceros autorizada para viajar a la Isla. La firma Fathom, pertenecienta a Carnival Corp. ya había recibido los permisos en pasado 21 de marzo y tiene previsto su primer viaje de crucero a Cuba para el 1ro de mayo de 2017, informó el diario norteamericano Los Angeles Times.
Mientras, Cienfuegos se consolidó por tercer año consecutivo entre los principales destinos cubanos de cruceros turísticos, con 54 atraques, uno por semana. La temporada cerró con el Celestryal Cristal, con más de 600 viajeros. Entre los mercados emisores sobresalen Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá y Estados Unidos, dijeron fuentes turísticas de la ciudad a la ACN.
La demanda supera la capacidad productiva nacional de cerveza
LAS NECESIDADES de la población, el turismo y el comercio en Cuba superan en la actualidad las capacidades productivas del país, razón por la cual se vio forzado a suscribir acuerdos para la adquisición en el exterior de más de 33 millones de cajas.
La información, publicada en la Agencia Cubana de Noticias y en Cubadebate, la proporcionó la funcionaria de Bucanero S.A. Mayle González, quien agregó que este año el plan de producción ronda los 19 millones. y ya se calcula la construcción de una nueva planta cervecera.
Movimiento Cooperativo de Frutales logra elevada producción
NO OBSTANTE las afectaciones por la sequía y la demora en recibirse los sistemas de riego previstos en los planes de desarrollo nacional 2015, el Movimiento de Cooperativas de Frutales produjo 98 750 toneladas de frutas, equivalente al cumplimiento de 113% del plan y cerca del 17 por ciento del volumen total obtenido en el país.
Al analizar estos resultados, Opciones destacó varios aspectos subjetivos que afectan el buen desempeño de la actividad, como que en ocasiones a los municipios no llegan los acuerdos adoptados a nivel de organismo, la falta de programas de capacitación y el escaso conocimiento en las cooperativas para una buena aplicación de los bioproductos.
Suchel impulsa producciones para el turismo
PARA SATISFACER el creciente arribo de turistas a Cuba, la Empresa mixta Suchel Camacho produjo en el primer trimestre del año 1,6 millones de minidosis de perfumes, cosméticos y artículos de aseo destinados a las instalaciones del turismo en toda la Isla, cifra 21 por ciento superior a la alcanzada en igual período del 2015.
La especialista comercial de la entidad, Mabel Vásquez, dio a conocer a la prensa que esta actividad figura entre las principales de su firma y las cadenas hoteleras valoran positivamente la calidad de lo producido.
Reparan malecón de Baracoa
LA PRINCIPAL arteria de Baracoa, su tradicional malecón, es objeto de apreciable reparación y reanimación con motivo del próximo aniversario 505, el 15 de agosto, de la fundación de la primera villa de Cuba.
Suman alrededor de un centenar las obras que se acometen en la vistosa avenida, entre ellas reconstrucción de viviendas, creación de tres parques y de varios centros comerciales, mejoramiento de las redes de acueducto y alcantarillado y mayor iluminación, según dijo el vicepresidente de la Asamblea Municipal del Poder Popular, Eduardo Zorrilla.
Fuentes: Opciones, PL, Venceremos, 5 de Septiembre, Granma, ACN, Cubadebate, Guerrillero y Los Angeles Times.
La sociedad cubana demanda cambios profundos para que en ella prosperen la justicia distributiva en lo económico, la equidad social y la calidad de vida a partir del ejercicio de oportunidades de desarrollo para todos, con garantía al ejercicio ciudadano de sus derechos respecto a la soberanía nacional y la participación protagónica y decisoria de la población organizada, territorialmente, en movimientos sociales y grupos de pensamiento, entre otras cuestiones importantes.
Paradojas e interrogantes
Nuestra sociedad se mueve hacia metas trazadas en los lineamientos para la actualización del modelo económico y social. Si en ellos se abrieron nuevos cauces económicos, la cuota de incertidumbres, imprecisiones y confusión de objetivos finales, bajo una visión clara de a qué tipo de sociedad se aspiraría, marcan su trazado y su actual derrotero práctico.
Unido a ello, los cambios necesarios en el contexto de relaciones entre Cuba y Estados Unidos, que se vienen realizando en lo que parece será un largo proceso de normalización, contribuyen a acentuar las expectativas hacia bifurcaciones y trayectorias aún indefinibles en sus alcances.
Ante esta situación, el modelo económico, político y social de nuestro país, más insertado en las relaciones mundiales predominantes, sufrirá inevitables transformaciones; algunas de las más importantes dependerán de los cursos de acción de los sectores sociopolíticos de nuestra sociedad.
Ellas pasarían por las alternativas de parecerse cada vez más a un mundo globalizado, de sistemas más o menos unipolares, de orden democrático formal y relaciones capitalistas clásicas, o se encaminarán a la reconstrucción novedosa de una sociedad democrática y popular de nuevo tipo, de emancipación ciudadana, que determine el curso de sus procesos de gobierno hacia una justicia distributiva, con valores de equidad y fraternidad real en todos los ámbitos económicos y sociales. ¿Será esta utopía posible?
En estos breves apuntes quisiera abordar una serie de situaciones, posiblemente paradójicas, e interrogantes inexplicables sobre las que se debería volver en trabajos de análisis histórico-lógicos rigurosos, con mayor profundidad, para aclarar los rumbos posibles.
La ampliación de las formas económicas actuales de “cuentapropismo” —en realidad con multitud de variantes que van desde el trabajo simple y artesanal (personal, familiar o asociado), hasta pequeñas y medianas empresas con empleo variable de trabajo asalariado—, ¿no deberían diferenciarse y las que tienen fuerza de trabajo asalariada, basarse en nuevas formas de equidad entre capital y trabajo, que conservaran una ética distributiva favorable a ambos?
Aun reconociendo la importancia y necesidad de las micro, pequeñas y medianas empresas (mpymes) – privadas o colectivas—, ¿no estarán generando formas más amplias de propiedad privada, en parte ya existentes, en las cuales, por su forma de generación y operación, entrarían muchas cooperativas creadas desde empresas estatales previas?
Esta situación, ¿no estaría creando unos posicionamientos (objetivos-subjetivos) favorecedores de relaciones sociales capitalistas, basadas en el individualismo e interés por la ganancia a ultranza, sin consideraciones necesarias de las cualidades del trabajo como formador de valor y plusvalor que incrementa el capital?
Marx, en El Capital, analizaba el proceso mediante el cual la pequeña producción mercantil o artesanal pasaba a convertirse en forma de apropiación “propiamente” capitalista. ¿No es esta forma de apropiación —basada en la naturalización del poder del capital-dinero sobre el trabajo creador de riquezas y plusvalor— una de las causas de la desigualdad social generada y potencial en gran parte de las sociedades contemporáneas?
En un sentido un poco inverso, la referencia —a secas— de “anticapitalismo”, ¿no debería aclararse para no favorecer el imaginario de contraposición a formas de producción-servicios mercantiles, que son legítimas en tanto generan posibilidades de propiedad y usufructo privado favorecedores de condiciones de vida personales o familiares, o creando opciones al desarrollo de producciones asociadas autónomas? ¿Pero no habría que promover esto en condiciones de mayor equidad —de cogestión o autogestión colectivas—, al nivel de la producción simple o artesanal, o en formas de propiedad mixta estatal-privada (o “solo” privadas) mayores?
Más allá del monto de ingreso salarial posible, ¿no debería tener el trabajador, entonces, la misma posibilidad de compartir ganancias —según su esfuerzo—, una vez que ello se acompañara de la amortización del capital inicial, según cuotas justas, por el inversor? ¿No haría esto posible que la participación de los trabajadores en la gestión se compartiera como cogestión con el capital?
¿No cambiaría eso la forma, también más recientemente naturalizada a nivel internacional, del llamado capital humano (CH), que lo despoja de su carácter esencial de tipo especial de relaciones sociales en la que —según los hallazgos valiosos de Marx— se genera plusvalor del trabajo hacia el capital? O sea, que con el nuevo concepto de CH ¿se estaría manifestando de forma eufemística y “neutral” un tipo de relación de explotación del trabajo a favor de la ganancia?
La metamorfosis del dinero como productor de ganancia, en sí mismo (a través del préstamo o usura, inversión, etc., naturalizada históricamente desde tiempos remotos), ¿lo hace aparecer como legítimo multiplicador de ganancias?
Más allá del análisis de la acumulación originaria del capital, otras fuentes posteriores de su incremento, más o menos legitimadas o no (hereditarias, etc.), ¿podrían hacer necesario el empleo de esos fondos de incrementos sustantivos, pero no para reproducir las mismas relaciones sociales sino para distribuir sus productos del trabajo de manera consensuada y socialmente más justa?
¿No generaría la aplicación de esa justicia distributiva un sentimiento de identidad, responsabilidad, compromiso y pertenencia real al emprendimiento (pequeña, mediana o gran empresa), en vez de una situación de subordinación y alienación de las condiciones de trabajo, de producción y del producto final a las exigencias del capital y, con ello, una mejor condición humana?
Finalmente ¿devendría esa situación más humanizadora y fraterna, evitaría la proliferación de desigualdades sociales extremas y una nueva concepción del principio liberal de propiedad, ahora más compartida y beneficiosa para todos?
Paradójicamente, aunque las medidas propiciadoras del cuentapropismo (y en parte del nuevo y viejo cooperativismo del país) apuntan a resolver la ineficiencia del Estado, la carencia de diversidad de productos y servicios, la mejoría de ingresos personales, la centralización de la economía, etc., son cuestiones que ocurren sin que las pequeñas y medianas empresas, en general, estén impregnadas de una visión de ejercicio de responsabilidad social de beneficio a las comunidades —salvo el aspecto impositivo que deben cumplir y que el Estado opera para los gastos nacionales (ya se trate de una buena o mala distribución).
Entonces, ¿estarían imbuidas de una connotación solidaria, co-gestionaria y distributiva y seguirían la pauta naturalizada de las relaciones capital-trabajo, entre dueño-patrón (ya sea “bueno o malo”) y sus empleados (que con mejores o peores condiciones de trabajo y salario contribuyen al enriquecimiento del primero, generando el plusvalor que aumenta su capital inicial)?
¿No se estará promoviendo una relación social —y unas subjetividades asociadas— a favor del individualismo y en desmedro del “otro” trabajador y ciudadanía en general, que tienda a generar más capitalismo en su acepción clásica, en vez de una sociedad de mayor justicia y equidad?
¿De ello escaparían las nuevas inversiones mixtas o privadas de gran capital, las que a veces, en sus países, son obligadas por ley a ejercer formas de responsabilidad social y de gestión corporativa horizontal, que no han pasado por la mente de los diseñadores de políticas económicas del patio?
Por cierto, esas inversiones extranjeras imprescindibles en grandes cantidades en el momento actual ¿no estarían requiriendo una mayor capacidad de negociar y consensuar esa responsabilidad social, las condiciones salariales y de trabajo equitativas y justas, teniendo en cuenta que, además de las debilidades y situación socioeconómica crítica actual, el país cuenta con algunas fortalezas para la atracción de esas inversiones en condiciones de justicia social?
¿Resulta alentadora la fórmula de cooperativas urbanas: generalmente impuestas desde la disolución de una empresa estatal que, lejos del cultivo de una cultura de los principios solidarios, autónomos y democráticos del cooperativismo, se asemejan en muchos casos a la gestión de las antiguas empresas estatales centralizadas, en conjunción incongruente con el interés por un mayor aumento de precios para obtención de más ingreso y una posición de autoridad-sumisión, característica de los procesos de alienación capitalista y burocrático-estatal?.
¿La empresa estatal o las instituciones públicas no están ajenas al proceso participativo autogestionario o cogestionario, de justicia distributiva y autonomía relativas, de donde parecen ser las gerencias —con la representación formal de los trillados “factores” (sindicato y partido)— las destinadas a ejercer la toma de decisiones fundamentales a su nivel? ¿Nada que ver con el real control obrero y social de la producción?
¿El énfasis en responsabilidad social cooperativa y comunitaria no estaría dado por un ejercicio de compromiso fraternal que debería ser propio de una economía social orientada a la solidaridad, en un proyecto socialista de nuevo tipo? Inclusive, ¿esto no debería ser un principio para todos los actores económicos, ya se trate de cooperativas, emprendedores privados en las diferentes categorías, la empresa estatal o la mixta, en un contexto renovador de la sociedad socialista?
¿Este principio de responsabilidad social solidaria no debería comprometer a los actores socioeconómicos (de todas las formas de propiedad y gestión), a una distribución de las ganancias entre sus trabajadores, a su participación en la toma de decisiones internas y al apoyo a las acciones de transformación comunitaria y ecológica?
¿Cómo los posicionamientos y expectativas de las personas, la expresión de las subjetividades y prácticas sociales, los valores del imaginario colectivo de la localidad están impactando el proceso de cambios o son impactados por él, y hacia dónde visualizan expectativas de su mayor efectividad económica, social y ética? ¿Cuáles procesos de agenciamiento y participación protagónica interconectada se deberían promover en los actores locales, institucionales, económicos, organizacionales, poblacionales, para lograr esos objetivos?
La realidad es que estamos ante la emergencia de una sociedad multiactoral en lo económico —cuestión puesta de manifiesto por diversos especialistas. Es una nueva realidad inevitable, pero que puede tener sus trayectorias hacia una u otra dirección, en dependencia de las políticas concertadas socialmente que las favorezcan.
¿Ello no obliga a registrar y actualizar los conceptos que, desde las posiciones de la economía política marxista original y posterior —junto a la reevaluación de aspectos de otras corrientes de pensamiento—, abordan los procesos de propiedad privada y apropiación capitalista, capital humano y otros, por ejemplo?
De igual manera, la apuesta al libre emprendimiento, ¿no debería tener en cuenta las diversidades de esos conglomerados cuando se trata de una relación capital-trabajo y de una ética distributiva equitativa, no solo observar y promover los aspectos técnico-organizativos de su eficiencia y eficacia, que pudieran traducirse en más capitalismo tradicional y alienante, sino el carácter de sus interacciones y protagonismo participativo y solidario en las decisiones colectivas?
El contexto mundial
Todo lo planteado parecería producto de una imaginación ilusoria y no realista de los procesos económicos que ocurren hoy a nivel internacional: los precios de los productos de exportación e importación, la super-monopolización de la producción y comercialización por grandes transnacionales, la especulación financiera de las bolsas de valores, las presiones e intereses de los lobbys político-económicos de los países poderosos sobre las economías del mundo…entre otros muchos factores.
No obstante, algunos procesos alentadores, como parte de las necesidades y toma de conciencia de sectores de la población, han hecho emerger múltiples acciones de carácter solidario y cooperativo, de diferente carácter, incluso en muchos países capitalistas desarrollados. La batalla ha comenzado más o menos silenciosamente, en otros países, apoyados por movimientos sociales, pero podría ser un camino a seguir.
Incluso, desde hace décadas, la necesidad de incremento de la productividad de las empresas capitalistas generó procesos organizativos contra-jerárquicos: círculos de calidad, grupos semiautónomos de trabajo flexible, etc. Las estructuras corporativas se volvieron, en muchos casos, más horizontales y participativas, con cadenas de valor más extensas, de múltiples actores, sobre todo pequeños y medianos emprendedores, más estimuladoras de oportunidades, socialmente hablando.
No obstante, en los países desarrollados (o hasta en los arribantes Rusia y China, por ejemplo) pesa la polarización de clases con la apropiación, por las supergerencias corporativas de grandes ganancias. La lucha de las mayorías de clases trabajadoras y medias en contra del uno por ciento de la sociedad privilegiada se mantiene constante en los países capitalistas, aunque sin dirección definida.
En este contexto de naturalización de relaciones capitalistas predominantes en el mundo, con la vista puesta en las tasas de interés y ganancia, todo proceso de desarrollo equilibrado, justo y equitativo se hace más difícil…pero no imposible.
Nueva sociedad en conectividad y desarrollo social y humano
Se parte de una posición filosófica esencial, que remite a las elaboraciones emancipatorias de una relectura de Marx, Gramsci, Freire y otros pensadores de las corrientes socio-críticas y complejas, encaminándose a una visión de sociedad en la que los procesos instituyentes de orientaciones de solidaridad social tienen un peso fundamental.
De ahí que un concepto de “Sociedad de economía social para el desarrollo solidario emancipatorio” (Sedsde) se enmarque en las tramas complejas de relaciones que abarcan todas las esferas y campos de acción: económicos, políticos, sociales, jurídicos, psicológicos, culturales, ambientales, etc. Ello responde a una concepción política y del desarrollo multidimensional, sobre la base de la articulación de enfoques macro-meso-micro-social, de manera hologramática, que estaría dando cuenta de las dificultades actuales y potencialidades de los procesos emergentes en la economía y la sociedad en general, pero también de sus reenfoques y direccionamientos con una visión clara de futuro ético emancipatorio.
No es posible interpretar los eventos de las prácticas cotidianas sin considerar el movimiento de los mega-procesos políticos-económicos-sociales que ocurren en el país y el contexto internacional; de igual manera que no puede tenerse una idea clara de sus interrelaciones y direccionamientos sin considerar aquellas subjetividades y prácticas cotidianas emergentes y sus perspectivas en los ámbitos de la desigualdad social, empeoramiento de la calidad de vida, limitaciones en los proyectos de vida personales y colectivos, expectativas migratorias (ilusionismo del “sueño americano, unido al deterioro de las condiciones de vida nacional), etc.
Es particularmente importante en todo este proceso actual de cambios en el país la consideración de la dimensión política, que transversaliza todos los campos de acción social e implica la elaboración de conceptos básicos y prácticas, renovadores de las esencias del sistema socialista –relación sociedad-mercado, sociedad civil-gobierno, formas de propiedad y gestión en la esfera socioeconómica, participación ciudadana en las decisiones clave, equidad y justicia social, entre otras.
Las nuevas elaboraciones deberían promover un “socialismo de progreso y sustentable”[1], a partir de la construcción de una ciudadanía participativa, anti-hegemónica, protagónica, responsable y decisoria, que avance hacia unas relaciones sociales y de trabajo contrapuestas a:
—la lógica del capital (como relación de explotación de trabajo asalariado, que aliena al trabajador de los medios de trabajo y de vida, en aras de la ganancia de unos privilegiados),
—la lógica imperial (que se funda en la dominación de las naciones pobres o subdesarrolladas por las naciones más ricas y sus corporaciones transnacionales) y
—la lógica de la burocracia (que se basa en el dominio de élites autorreferentes que ejerzan su dominio autocrático en todos los niveles de la sociedad).
En esta propuesta analizamos algunas de las manifestaciones actuales de los cambios socioeconómicos, sus posibles avances, incoherencias o limitaciones respecto a una visión política general de avance del socialismo, en la que podría ser útil una discusión acerca de principios de varios posicionamientos teóricos divergentes en sus posibilidades de articulación constructiva para el nuevo orden social, oponiendo a las lógicas anteriores, en consecuencia, una lógica emancipatoria.
En otro plano, una sociedad de economía social de tendencia solidaria predominante (que no estatal necesariamente, salvo empresas estratégicas operadas con control obrero y popular), aún en sus diversas formas de propiedad privada con participación colectiva decisoria y justicia distributiva, necesitaría convertirse en una sociedad de gestión popular democrática.
La sociedad es un organismo complejo –lo que ya casi es una verdad de Perogrullo, pero a veces no tenida en cuenta suficientemente—, donde los cambios en el sistema económico repercuten o hacen emerger cambios en todos los órdenes de la sociedad; lo recíproco también ocurre. De manera que todos los factores de la organización social tienen que tomarse en cuenta para diseños novedosos y coherentes.
No solo la prosperidad económica genera felicidad, si bien es importante y básica; todos los modos de acción popular, todos los subsistemas sociales están interconectados en sus interinfluencias. Lo macrosocial opera en el nivel micro social, de la misma forma ocurre lo inverso. Muchos procesos no pueden ser diseñados desde arriba, deben tener espacios de auto organización creativa desde las bases de la sociedad. Lo contrario es paralizante para todo el orden social, si bien se requieren normas generales y de derecho consensuadas para un funcionamiento adecuado.
Una Sedsde basada en los componentes multiactorales económicos señalados anteriormente, debería lograr un balance entre la gestión reguladora del Estado y las formas auto organizativas de construcción de los presupuestos locales, territoriales y nacionales, bajo la forma participativa y decisoria de la población y sus movimientos o grupos sociales.
Por tanto, esta Sedsde ¿no tendría que disponer de los mecanismos jurídicos, de garantías y derechos ciudadanos suficientes para aportar e impugnar las propuestas políticas y económico-sociales que se generen en todos los niveles de la sociedad, inclusive al nivel del estamento superior del funcionariado?
De hecho, ¿no sería esta Sesdse una nueva formación económico-social realmente socialista – en términos marxistas – , que resurge de los escombros del socialismo real y de las nuevas formas capitalistas horizontales, de los regímenes políticos más avanzados en formas democráticas ciudadanas y populares (ya sean provenientes de los pueblos indígenas del continente suramericano o de los pueblos nórdicos de Europa, en imbricaciones sintetizadoras —bricolajes— posibles)?
¿No se requeriría remontar las trabas, en una sociedad tal, que impidan que se ejerza la libre expresión argumentada, la deliberación de posiciones éticamente constructivas y la conciliación y concertación de intereses de los distintos grupos sociales y de pensamiento político en el camino hacia esas nuevas formas de relaciones emancipatorias?
¿No sería una sociedad tal la mejor forma de expresar los valores ancestrales del “buen vivir”: el vivir sano, en el disfrute de la conjunción de unos con otros y con la naturaleza, en la novedad del mundo y sus misterios por descubrir, sin ascetismos extremos, pero con una justa austeridad y sin posiciones individualistas, egoístas, consumistas; de amor en vez de odio hacia nuestros semejantes?
Tales relaciones verdaderamente humanas ¿no requieren entonces de la articulación de los diseños económicos, organizativos, sociopolíticos, ideológicos a manera de entretejido inseparable, en la complejidad de los tiempos actuales?
La pregunta final podría ser: ¿y cómo se hace real esa utopía, ya que somos tan diversos, opuestos en ocasiones, con ideologías y religiones a veces beligerantes y ancladas en diferentes tradiciones planetarias?
Claro que la respuesta simple podría parecer, cuanto menos, risible si no cargada de ignorancia y estupidez. Pero, ¿valdría la pena intentarlo (como se diría en las enseñanzas hindúes) con la meditación y la acción….colectivas?
Estas serían algunas de las preguntas de fondo que, articulando las tramas sociales en que se insertan los actores de la comunidad, estarían intentando deconstruir y reconfigurar, en el mejor sentido positivo de avance hacia esa Sesdse, en consonancia con los objetivos propuestos.
Afirmaciones
El auspicio por los actores sociales de la localidad y un Gobierno local participativo, de espacios de reunión de emprendedores y otros actores locales público-privados-colectivos, podría iniciar una modalidad de afrontamiento conjunto que puede resultar provechosa.
De manera que podría ser posible revertir los procesos de centralización y ordenamiento burocrático en el plano territorial, si se ofrecen nuevas posibilidades a las instituciones de gobierno y actores locales en el manejo de sus recursos y opciones de desarrollo, con mayor espacio para la auto organización social interconectada a la gestión de gobierno. Si bien, en parte, esta es una de las direcciones expresadas, parcialmente, en los Lineamientos, la práctica muestra el escaso nivel de su realización e integralidad actual.
En esas nuevas condiciones estarían dadas las oportunidades para la autogestión y desarrollo integral comunitario, desde la participación activa e interesada, individual y socialmente, de sus pobladores. Podría ser que las formas autogestionarias económicas, en estrecha vinculación con los grupos gestores comunitarios, asociaciones productivas y sociales, consejos populares y gobiernos locales más autónomos, fueran las fórmulas que propiciaran, entonces, tanto la mejora de las condiciones sociales de vida de la población como su sentido de pertenencia y de participación comunitaria.
El concepto de autogestión social, que constituye una dirección importante en esta concepción, se orienta a su despliegue en los procesos instituyentes de las prácticas cotidianas y la subjetividad social vinculadas a la conducción de los procesos institucionales, económicos y sociales por los propios actores significativos, en coordinación con las instituciones meso y macro-sociales.
En esta línea, el logro de la autotransformación social supone trabajar activamente en la formación de competencias proactivas que promuevan sujetos sociales que, por su posicionamiento en los sectores potenciales de desarrollo de las instituciones, tienen la posibilidad de empoderarse para el redimensionamiento de su acción social y ejercer la función de la crítica y acción social profunda en relación con los programas, plataformas y visiones de los diferentes sectores y actores sociales.
En consecuencia, este enfoque transformador promueve un tipo de interacción social basada en el respeto mutuo, el razonamiento, la cooperación, la aportación constructiva y la coherencia ética, en los que se despliega en su totalidad la persona y la colectividad como conglomerados del ser humano social, lo que tributa a valores esenciales de autonomía, solidaridad y compromiso social auténtico.
Se trata, entonces, y articulada con los conceptos anteriores, de la necesidad de un cambio profundo en lo socioeconómico y político social, de la re-creación de modos institucionales y sociales que propicien la creación de una nueva cultura reflexiva—creativa y emancipatoria que fomente la identidad a partir de la diversidad, que tienda hacia una sociedad para el libre desarrollo de personas que se sientan identificadas con sus raíces y valores nacionales y culturales. Lo que supondría otra calidad de “participación” responsable, reflexiva, creativa y solidaria en toda la extensión del proceso de elaboración, toma de decisiones y su control social a todos los niveles.
La formación de esa conciencia-praxis crítica, instituyente de nuevos tipos de relaciones sociales, conformaría el imaginario social y las instituciones nuevas que propicien una construcción emancipatoria individual y social.
La expresión de la conciencia crítica en el sentido emancipatorio que referimos implica formas de participación social plenas, posibilidad de asociatividad amplia para ejercerlas, responsabilidad social por la totalidad y por el entorno inmediato; ello sugiere la generación de capacidad de la comunidad e instituciones sociales como conjunto de actores interesados en todas las acciones llevadas a cabo por los distintos sectores económicos y sociales.
Vista de esta manera, la construcción de nuevas subjetividades-praxis sociales puede tomar sus contenidos de los contextos institucionales diferentes en los cuales emergen para fomentar su crítica y creatividad sistemáticas, con lo que se requiere la elaboración de normas de compromiso, consenso—concertación y responsabilidad social solidarias muy especiales.
La gestión popular requiere de un real poder popular ciudadano, ni totalmente autónomo ni subordinado, sino en la conjunción de Estado-sociedad civil (en su espectro más constructivo de una nueva sociedad, no repetitivo de modelos anteriores, aunque desde la diversidad, la heterogeneidad, la diferencia, el diálogo, la deliberación y la concertación de posiciones).
Se recalca popular y ciudadano porque lo popular no tiene que ser difuso, si bien es diverso, sino concretarse en los derechos civiles, sociales y de última generación que hagan posible el mandato popular y la subordinación del Estado a los estamentos organizados de la sociedad civil, aunque en conjunción permanente.
Ello implica la transparencia e información sistemática de la gestión, la consulta de cuestiones importantes para la localidad, territorio, país. La rendición de cuentas con deliberación a todos los niveles, la remoción posible, el cambio de políticas, el empleo sistemático de mecanismos de denuncia de irregularidades (por medios individuales y colectivos), de mecanismos de referendos, etc.
Se trata, entonces, de una sociedad que cumpla los requisitos de justicia distributiva en lo económico, promueva la equidad social y la calidad de vida a partir del ejercicio de oportunidades de desarrollo para todos (lo que incluye la efectividad, renovación y apertura a la creatividad de muchas instituciones sociales), que garantice el ejercicio ciudadano de sus derechos respecto a la soberanía nacional, la participación protagónica y decisoria de la población organizada, territorialmente y en movimientos sociales y grupos de pensamiento, entre otras cuestiones importantes.
Esta será una sociedad socialista equilibrada, que promueva la autonomía de las personas y los colectivos, que se sienta interesada en el desarrollo social y comprometida con él; que no tolere los privilegios indebidos ni los abusos de poder reales o potenciales y, junto a ello, dirigida al logro de la mayor felicidad posible de todos sus ciudadanos en un entorno emancipatorio. (2016)
[1] Lanzada como consigna oficial de las festividades trabajadoras del 1ro. de Mayo.