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miércoles, 13 de julio de 2016

Ricardo Cabrisas, nuevo ministro de Economía de Cuba


Nota oficial

El Consejo de Estado, a propuesta de su Presidente, acordó liberar del cargo de Ministro de Economía y Planificación al compañero Marino Murillo Jorge y nombrar en su lugar al Vicepresidente del Consejo de Ministros, Ricardo Cabrisas Ruiz.

Esta decisión obedece a la necesidad de que el compañero Marino Murillo, en su calidad de Vicepresidente del Gobierno y Jefe de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, concentre sus esfuerzos en las tareas vinculadas con la actualización del modelo económico y social cubano, aprobadas por el 6to y 7mo congresos del Partido.

El compañero Ricardo Cabrisas cuenta con vasta experiencia y preparación, demostrada en el ejercicio de responsabilidades en el Gobierno y el cumplimiento de importantes misiones, entre ellas la reciente dirección exitosa del proceso de reordenamiento de la deuda externa cubana.

Al efectuar este movimiento, se reconoce el trabajo desarrollado por el compañero Murillo en el cumplimiento de las funciones inherentes al cargo de ministro del MEP.

Al propio tiempo, el Consejo de Estado, a propuesta de su Presidente, decidió liberar del cargo de Ministro de Educación Superior al compañero Rodolfo A. Alarcón Ortiz y designar en esta responsabilidad al compañero José R. Saborido Loidi, actual Viceministro Primero de ese organismo.

El compañero Saborido es Doctor en Ciencias Técnicas y profesor titular y ha transitado desde la base en cargos vinculados a la docencia como instructor, profesor, decano, vicerrector y rector hasta su designación, hace cuatro años, en su actual responsabilidad.

Igualmente se reconoció la meritoria trayectoria del compañero Alarcón en la esfera de la educación superior por más de 50 años, incluyendo su desempeño como Ministro desde el 2012 y en los cargos de viceministro y viceministro primero por espacio de más de dos décadas.

¿Se desacelera y retrocede el boom turístico cubano? Los millones de CUC perdidos.

Por Humberto Herrera Carlés
hhcarles@gmail.com

Los indicadores seleccionados del turismo internacional al cierre del I trimestre 2016 vs 2015 , publicados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI)[i], confirman resultados positivos y negativos en esta actividad, un crecimiento relevante del número de visitantes (+ 13.5 %); decrece la ocupación en un (-3.8 %), lo que implica un inferior aprovechamiento de las capacidades instaladas, léase habitaciones; un ligero incremento  de los turistas - días o pernoctaciones del (+0.9 %) casi un estancamiento, y todo esto con un ascenso en el nivel de ingresos absoluto del (+11.0 %), lo cual es positivo.

Pero un análisis más puntual y breve reflejará reservas en la gestión  y sacará a la luz algunos desafíos de la industria turística cubana.

Visitantes

Los cinco primeros lugares por volumen en el I trimestre por países u origen del total registrado  los conforman  Canadá (40.9%), Comunidad cubana en el exterior (6.6 %), Alemania (5.7 %), Estados Unidos[i]a (5.6 %) e Italia (5.2 %).

Disminuyen en relación al 2015 Canadá (- 4.4 %), Venezuela (- 24.6 %), Chile (-4.9%) y Rusia (-0.9 %).  Una llamada de atención para Canadá el principal país emisor de turismo a Cuba en más de un decenio, este ( -4.4 %) representan 24 018 visitantes menos y esta tendencia a la baja de este mercado se acentuó en Marzo con (-7.5 %).

Los países que más crecieron en relación al año precedente fueron Estados Unidos (+93.9 %), España (+ 82.3 %), Italia (+71.5 %), Polonia (+51.1 %), Francia (+40.8 %) y Alemania (+40.0%).

Como dato curioso de la comunidad cubana en el exterior que nos visitaron el 76.6 % corresponden a la que radica en Estados Unidos, España (4.9 %), Canadá (3.9 %), México (3.5 %) y Panamá (3.4 %), entre los fundamentales.

Por edades  la estructura de los visitantes es: menores de 15 años (6.1 %), de 15 a 24 (7.7 %), de 25 a 44 (30.3 %), de 45 a 59 (30.2 %) y de 60 y más (25.7 %).

Seguimos siendo un destino de ocio-recreo-vacaciones con el 94.3 % de los visitantes a pesar de los esfuerzos por diversificar la oferta turística, esto es una limitante que tenemos como país.  Por sexo, el femenino es mayoritario con el 50.7 % de los que nos visitan.

El incremento del número de visitantes en el 2016 vs 2015 de 13.5 % comparado con el crecimiento del 2015 vs 2014 de 14.2 %, sugiere no solo un estancamiento y desaceleración del ritmo de crecimiento anual, sino que empezó un retroceso del (-0.7 %) que es lo más preocupante, donde la causa fundamental está en el efecto Canadá, que las autoridades turísticas plantean que se debe a “la devaluación del dólar de ese país y otros factores[ii], (y) se ha iniciado una disminución de la emisión de esos turistas a Cuba”. Pero llama la atención que mientras en la mayor de la Antillas descienden en (- 24 018) el número de canadienses, en la República Dominicana (R.D) se incrementaron en (+ 12 226) en este 2016 vs 2015.

Por otra parte y recientemente el ministro Manuel Marrero el 7 de julio del 2016 acaba de informar que los visitantes en el primer semestre crecieron 2016 vs 2015 un 11.7 %[iii]; si vemos como se comportó el mismo indicador los seis primeros meses 2015 vs 2014 el crecimiento fue de 15.8 %[iv], lo que confirma y se consolida la tendencia a la desaceleración en el ritmo de crecimiento, observada en el primer trimestre del 2016.

 Pernoctaciones y Ocupación

Los pernoctaciones en el primer trimestre del 2016, a pesar de que los visitantes crecieron un 13.5 %, esta solo creció un 0.9 %; esto se explica por el descenso de la estancia media, si en el 2015 fue 6.59 días en el 2016 fue de 5.86 días, lo que a su vez  disminuye el por ciento de ocupación y con ello miles de habitaciones quedaron vacías, es decir el 34.6 % del total, a pesar de que son resultados de la temporada alta del turismo cubano.

Diez años atrás la estancia media de los visitantes era casi de 10 días, en los años 2013 y 2014 fueron 6.88 días y 6.77 días respectivamente. Es decir Cuba con el pasar de los años se ha convertido un destino cada vez mas de corta estancia donde la insuficiencia de red extra hotelera y otras modalidades como el arrendamiento de habitaciones por cuentapropistas debe estar pasando factura cada vez más y esto es otra reserva importante que tiene el turismo.

La tasa de ocupación después que el año pasado ascendió a 68.0 %, este año volvió a descender a 65.4 %, con 64 000 cuartos aproximadamente, ya que la ONEI no las publica en el reporte mencionado, significa que 22 144 habitaciones diarias “durmieron vacías”, el equivalente a 74 hoteles de 300 habitaciones permanezcan si un visitante durante tres meses. ¿Cuánto dinero hay  “enterrado” en 74 hoteles de 300 habitaciones cada uno? ¿O nos estará pasando también factura las habitaciones “fuera de orden”[v] por “ahorrar” en mantenimiento hotelero?, de hecho para el próximo invierno se han recuperado habitaciones en los hoteles Habana Libre, Riviera, Acuario y sus villas, y la reapertura de El Viejo y el Mar con vistas a contar con unos 14 000 cuartos en la capital del país.

Si además consideramos que el costo de inversión promedio por habitación es de 150 000 usd para las nuevas de 4, 5 estrellas, aunque esto  varía de acuerdo al objeto del turismo, categorías y lugares, así tomaremos la conservadora cifra de 100 000 usd por habitación, por lo que podemos decir que diariamente en Cuba  hay ¡ 2 214 millones de dólares  en inversión terminada que no producen 1 usd !. En realidad en un banco ganando bajos intereses estuvieran mejor invertidos.

Mirando hacia la competencia cercana, en este primer trimestre del 2016 México obtuvo un 59.42 % de ocupación, pero la República Dominicana un 86.70 %, lo cual indica que son posibilidades reales el alcanzar mayores niveles en este indicador, se trata del aprovechamiento de la capacidad instalada.

Ingresos

El crecimiento del 11.0 % fue proporcionalmente menor al de los visitantes (+13.5 %), en ello incidió el comercio minorista (+ 6.9 %), gastronomía (+5.8 %), transporte (+9.3 %) y en otros un decrecimiento (-9.9 %). Como se observara la red extra hotelera en lo fundamental carece de crecimientos proporcionales al número de visitantes, a pesar de que ya prestan servicios "1 700 restaurantes-paladares y unas 16 000 casas de alquiler que se suman a la actividad turística del país diversificando las ofertas"[vi] ¿será la causa de la baja estancia? ¿será la prestación de servicio de excelencia?.

Acorde al peso específico que representan del total de los ingresos, por orden de importancia,  la gastronomía alcanza el 37.4 % ¿en un país que importa el 80 % de los alimentos?, alojamiento el 36.2 % (importante seguir incrementando esta partida que es la más rentable), transporte el 15.0 %, comercio minorista el 7.2 %, otros ingresos el 2.9 % y recreación solo el 1.3 %. Es decir comer y dormir abarcan el 73.6 % del total de ingresos, comprobándose lo enunciado anteriormente.

El único efecto positivo de la baja estancia, es que al menos los ingresos por pernoctaciones ascendieron a 94.65 pesos en el 2016 por 86.07 pesos del 2015. Sin embargo, este buen resultado aparente, si lo comparamos con el 2013 y 2014 en que se obtuvieron 96.68 y 99.64 pesos por turista- día, solo dice que nos estamos recuperando apenas sin lograr los ingresos de años anteriores recientes.

Si se calculan los ingresos por visitantes, observamos la tendencia decreciente que viene comportándose en cada año y desde hace más de 15 años, donde una política expansiva del turismo es lo que ha predominado, y no una combinación de crecimiento con más ingreso por turista que es a lo que debemos aspirar. El abaratamiento (vía extensiva) del producto Cuba para obtener como resultado más visitantes como se observa en el gráfico # 1,  es un espejismo muy perjudicial, estamos enviando el mensaje que más turistas llegan al país pero, sin embargo  obtenemos menos ingresos relativos cada vez más.


Gráfico  # 1 Elaborado por HHC. Fuente ONEI.

Así en el 2013 fueron 664.96 pesos[vii], 2014 de 674.07 pesos, 2015 de 567.19 pesos y en este 2016 de 554.45 pesos de ingresos por visitantes. De nada vale traer más visitantes sino se tienen más ingresos por cada uno de ellos, requisito para obtener mayores Utilidades que es el objetivo final del turismo.

Por ejemplo si se hubieran alcanzado los 674.07 pesos de ingresos por visitantes del 2014 en este 2016, con los visitantes recibidos, se pudieran haber obtenido 121 millones adicionales, en un solo trimestre. Nótese además que en 2014 no existió el crecimiento de estadunidenses del 2015 y 2016.

Con estos resultados que reflejan poco aprovechamiento intensivo de la actividad turística, es difícil de entender y requeriría de más explicación las palabras del ministro de turismo Manuel Marrero de que: “se está creciendo más económicamente que de forma comercial" y “las utilidades crecieron en enero un 33 %”[viii].

Digo más hay que conocer las tasas de ganancias económicas y financieras que se están obteniendo del sistema turístico, porque si solo la cadena Meliá obtuvo en el 2015  435 millones de dólares[ix], ¿cuánto le quedará a Cuba de Utilidad después de que a sus ingresos se les deduzcan costos y gastos?.

Cuba vs Republica Dominicana[x]

Compararnos con nuestra mayor competencia que alcanza mejores resultados, es una buena práctica que debiéramos aplicar en todos los sectores de la economía y en particular el turismo. ¿Cómo lo hacen otros países para obtener mejores resultados?, ¿podemos hacerlo igual o mejor?, ¿cuáles son nuestras limitantes? ¿Qué debemos implementar?, son algunas de las preguntas que debemos hacernos en vez de buscarnos justificantes.

La siguiente tabla de indicadores turísticos al cierre del primer trimestre 2016, demuestra lo que se expuso anteriormente. ¿Cuáles son las causas de que la R.D, país del Caribe con solo un 10.6 % más de visitantes y un 9.1 % más de habitaciones que Cuba, obtenga un 150.6 % más de ingresos?. Es decir 1 076.3 millones de dólares adicionales a lo obtenido por nuestro país en el mismo periodo.



A simple vista las pernoctaciones crecen en R.D un 57.5 % en relación a Cuba fundamentalmente porque la estancia media es de 8.35 días por 5.86 días  Cuba, esto a su vez, incrementa la ocupación a ¡87.0 %! , y la oferta turística dominicana propicia que por cada visitante se obtenga una derrama económica de 1 255.70 usd en relación a Cuba con solo 554.45 usd, es decir ¡701.26 usd de diferencia entre uno y otro país por visitante !!!.

Si Cuba en vez de 554.45 usd por visitante, hubiera alcanzado, ya no el nivel de R.D, sino 900 usd, se ingresarían 446 millones adicionales a lo obtenido, y todo esto con las mismas instalaciones hoteleras actuales, sin una habitación más.

Por otra parte en Cuba habría que analizar por zonas geográficas y gobiernos territoriales todos estos mismos indicadores y otros más,  para  implementar políticas correctoras que nos permitan alcanzar un 80.0 % de ocupación y mayores niveles de ingresos por visitantes y sobre todo la excelencia en el servicio.

Observemos  la siguiente  tabla los visitantes por los principales mercados en uno y otro país.



La R.D concentra el 79.5 % de sus visitantes en solo cuatro países, mientras Cuba concentra el 58.8 % en sus principales (4) emisores. Ambas situaciones tienen ventajas y desventajas, pero indudablemente el Norte y el Caribe es el mercado natural de ambos países.

Para Cuba el reto es crecer en el mercado de  Estados Unidos y seguir consolidando Canadá y detener el descenso actual, ya que para la R.D existieron crecimientos en ambos mercados en el primer trimestre que son los determinantes.

El bloqueo económico- financiero de EE.UU a Cuba impide que sus ciudadanos hagan turismo a nuestro país, y solo pueden visitarnos mediante 12 modalidades no turísticas, lo que para lograr mayor crecimiento debe solucionarse esto. Una reciente iniciativa en el Congreso en esa dirección, fue presentada y retirada posteriormente por presiones de representantes cubano- americanos (anticubanos en esencia), lo que habrá que esperar que se solucione  y seguir ampliando otros mercados como el alemán (los turistas que gastan más dinero en el mundo), el mexicano con las recientes alianzas, y seguir fomentando el chino que es hoy el mayor del mundo.

Sin embargo, la llegada de cadenas hoteleras estadunidense como la Marriot a Cuba, supone la obtención de gran experiencia, ya que los EE.UU es el país que más ingresos por visitantes obtienen en el mundo.

Esto apenas es el I trimestre del 2016, veremos los datos del ya concluido I Semestre y confiemos que para fines de año se empiecen a superar estas deficiencias, es decir mayores ingresos para el país.

Notas

[i] http://www.one.cu/trimestralturismo.htm La ONEI no informa nada de los ingresos y otros datos del cuentapropismo en el sector turístico y este puede estar incidiendo en alguna medida en el descenso de los ingresos/visitantes, pero nótese que el descenso empezó en 1995 y hasta el presente, período que habia menos cuentapropistas, lo que no es determinante en el deterioro del indicador mencionado.

[i]a http://www.one.cu/trimestralturismo.htm . Por primera vez se da la información de los visitantes de la comunidad cubana en el exterior y de los Estados Unidos de parte de la ONEI.






[vii] Los pesos en las empresas estatales 1 cup = 1 cuc.





¿El fin del capitalismo?

Luis González Reyes, Rebelión

¿Qué es el capitalismo?El capitalismo es un sistema económico que persigue la reproducción del capital. Esta reproducción se realiza mediante la inversión de dinero (D) en mercancías, maquinaria, materias primas, energía y fuerza de trabajo que generan bienes y servicios (M), con el objeto de conseguir con su venta más dinero (D'). Por lo tanto es obvio que, para que exista reproducción del capital, tiene que haber materia, energía y trabajadoras/es por una lado [1] y consumidoras/es por el otro.

Otra posible circulación sería D-D', en la que el dinero se invertiría en operaciones financieras para conseguir un beneficio mayor. En realidad, la circulación D-D' se apoya sobre la D-M-D'. La economía financiera lo que hace es detraer parte de la plusvalía de la economía productiva y multiplicarla aparentemente (crea más dinero, pero no más capital).

La cantidad que D' excede a D es la plusvalía. La primera forma de obtenerla es consiguiendo que los/as empleados/as trabajen produciendo más ingresos que los gastos. El capitalismo consigue esto por cuatro vías: alargar la jornada laboral, reducir los salarios, aumentar la cantidad de personas que trabajan e incrementar la productividad. Como las tres primeras tienen límites claros (los cuerpos humanos), el elemento central a largo plazo es el aumento de la productividad.

El incremento de la productividad se consigue con una mejor organización de los/as trabajadores/as (lo que podemos hacer en colectivo es mucho más que lo que conseguimos de forma individual y, por lo tanto, genera más plusvalor). También cuenta la intensidad/eficiencia del proceso de trabajo. Finalmente, es fundamental el uso de máquinas, que requieren consumos crecientes de materia y energía. Nuevamente, los cuerpos humanos ponen límites a las dos primeras formas de incremento de la productividad, por lo que históricamente ha sido imprescindible un incremento del uso de máquinas.

Hay otras formas de conseguir plusvalía que no es el trabajo asalariado. Se puede robar el trabajo ajeno mediante lo que se ha denominado “acumulación por desposesión”. En este caso, el capitalismo no crearía el valor de forma interna, sino que se lo arrancaría a quienes lo han creado fuera del sistema. Por ejemplo, el patentado de conocimientos colectivos y la apertura a los mercados capitalistas de economías que funcionaban bajo otras lógicas serían formas de acumulación por desposesión. Esto implica una extensión del capitalismo a más territorios y ámbitos de la vida.

El trabajo humano produce valor porque modifica la materia usando energía y conocimiento. Esto también lo hace la naturaleza produciendo por tanto valor. Así, la plusvalía también se consigue mediante la apropiación del trabajo de la naturaleza. Por ejemplo, el trabajo de fotosíntesis es enajenado por el propietario de la plantación de caña, o el de concentración de minerales es usurpado a través de la minería.

Para que todo esto sea posible es necesario que los seres humanos puedan trabajar en la reproducción del capital. Es decir, que las sociedades sean capaces de sostener la vida. Esto supone una ingente cantidad de trabajos de cuidados (higiene, alimentación, sostén emocional, crianza) que en muchos casos no generan plusvalía, pero sin los cuales es imposible que esta se produzca. El grueso de estas labores las realizan las mujeres en nuestro sistema patriarcal. Además, este sostenimiento de la vida requiere de unos ecosistemas que puedan realizar sus funciones (depuración del agua, sostenimiento del equilibrio climático, fertilización del suelo). Estos trabajos, además, son imposibles de retribuir por el capital [2].

De este modo, se pueden resaltar cinco condicionantes para el funcionamiento del capitalismo: i) materia y energía por un lado y consumidores/as por otro; ii) aumento de la productividad, lo que requiere un incremento del uso de máquinas, que a su vez necesita un mayor consumo de materia y energía; iii) extensión continuada del capitalismo; iv) explotar el trabajo realizado por la biosfera; y v) tener garantizada la reproducción de la vida. 

¿Se está deteniendo la reproducción del capital?Como se aprecia en la figura, se está produciendo un descenso en la tasa de ganancias mundial, lo que señala dificultades crecientes para sostener la reproducción del capital. 


Evolución de la tasa de beneficios mundial (pdf Michael Roberts)

Hasta los años 80, la ralentización de los incrementos de productividad había sido la causa principal del descenso en la tasa de beneficios. Esto se produjo por un periodo de exitosas luchas sociales en todo el mundo y, coyunturalmente, por el alza del precio del petróleo. Después, durante la fase neoliberal, el capitalismo logra sostener la tasa de beneficio aumentando la explotación en el trabajo asalariado (reducción de sueldos, aumento de la jornada, impuestos regresivos, desmantelamiento de servicios públicos, incorporación de más personas al mundo asalariado) y de la naturaleza (lo que incluye su mayor mercantilización). También fue determinante la fagocitación de más territorios en el sistema-mundo (entre los que destacaron Rusia y China), la inclusión de más facetas de la vida en la lógica del mercado capitalista, y la extensión de los ámbitos de actuación a nuevos espacios [3] y más funciones ecosistémicas.

Además, el sostenimiento de los beneficios requirió de una expansión gigantesca del crédito (de la deuda) para conseguir que el consumo siguiese aumentando. Esto permitió también crear la ilusión de que todo iba cada vez menor gracias al encadenamiento de burbujas especulativas. Pero, en realidad, esta especulación financiera no creó capital.

A pesar de todo, la productividad continuó descendiendo. En parte, porque la actividad empresarial se desvió a la compra de activos financieros y el pago de dividendos, en lugar de en maquinaria, pues esto era cada vez menos rentable. Pero también porque, desde 2005, se ha alcanzado el pico del petróleo convencional y esto ha conllevado un dificultad creciente de conseguir materia y energía abundante y barata. 

¿Es posible una reactivación de la creación de valor?La crisis del 2007/2008, que abre la Gran Recesión y que tiene como trasfondo central la creciente incapacidad de reproducir el capital, se ha encarado con cuatro estrategias fundamentales que están chocando con límites insoslayables.

El intento neoliberal de extender el capitalismo a más ámbitos de la vida y a más territorios está llegando a su máximo, pues no quedan espacios suficientemente significativos que meter dentro de la lógica del capital. El “capitalismo de los pobres” [4] o tratados como el TPP, el TTIP, el CETA o el TISA se pueden leer como un desesperado intento de introducir dentro de la rueda de reproducción del capital los últimos reductos que quedan fuera. Aún si llegasen a tener éxito, no significarían un alivio real, pues el volumen del problema excede con mucho a las posibilidades de negocio que estas vías podrían abrir [5]. Además, para que exista un mercado globalizado hace falta petróleo abundante, barato y ligero, tres características que, está dejando de tener el crudo [6]. Un mercado global es central para permitir una mayor reproducción del capital, pues permite tener una economía de escala, y aumentar la especialización, la explotación laboral, el consumo y la capacidad de financiación.

Una medida característica de la Gran Recesión está siendo la creación ingente de dinero (deuda) mediante políticas como la quantitative easing. Lo que se persigue es sostener los niveles de consumo de las clases altas y de los grandes capitales. Pero esta medida está llegando a su límite. Primero porque, después de la creación de una cantidad nunca vista de dinero (deuda), no solo no se ha conseguido la reactivación, sino que las medidas están terminándose, pues no está nada claro que tenga sentido bajar los tipos de interés por debajo de 0%, que es básicamente donde están. Segundo, porque la deuda ha adquirido un volumen tan grande que es imposible que puedan generarse nichos de negocio suficientes para restituir una parte significativa [7]. De manera profunda, esto no es posible porque estamos en un “mundo saturado”, donde la biosfera ha sido ya ampliamente colonizada. Por lo tanto, lo que hay por delante es el sonoro estallido de nuevas burbujas.

Una tercera estrategia está siendo el aumento de los grados de explotación de las personas mediante una rebaja mayor en las condiciones laborales. Esto está produciendo la laminación de la clase consumista. Es decir, se aumentaría la productividad a costa de reducir el consumo, lo que impide recuperar la tasa de beneficios.

El cuarto grupo de medidas consiste en recrudecer la explotación de la naturaleza. Sin embargo, esto es cada vez más complicado pues, por ejemplo, los petróleos que quedan son los que están en el ártico, embebidos en rocas duras, en aguas ultraprofundas y/o de peor calidad. El capitalismo ya se ha apropiado de gran parte del trabajo realizado por la naturaleza.

Finalmente, una vía que no está explorando el capitalismo global más que parcialmente en China e India es la creación de un nuevo “Estado del Bienestar” que sostenga a otra clase consumista. Y no lo está haciendo porque esto es imposible. La construcción del “Estado del Bienestar” se produjo en un contexto de fuertes luchas sociales y, sobre todo, de un incremento fuerte de la productividad gracias a la explotación masiva de petróleo (pero no solo). Así, pudo haber altas tasas de benéfico y que parte de él recayera en las clases medias de los Estados centrales. Esto ahora es imposible.

Por si todo esto fuera poco, los mecanismos de reproducción de la vida están seriamente comprometidos. Estamos viviendo una crisis de los cuidados como consecuencia de la incorporación masiva de las mujeres al mundo asalariado en sociedades patriarcales (entre otros factores). También se está produciendo una pérdida de funciones ecosistémicas básicas. 


¿Cuáles son los posibles escenarios futuros?Por lo tanto, si el capitalismo se caracteriza por la reproducción del capital y esta puede detenerse en un futuro cercano, los sistemas socioeconómicos que tengamos por delante podrían ser otros. En ellos, no habrá casi creación de riqueza y la base de la acumulación será el despojo. En todo caso, también serían factibles (aunque difíciles) nuevos capitalismos regionales.

En este escenario poscatpitalista, las estrategias de sostenimiento social de tipo “goteo” no son posibles. Estas abogan por un crecimiento y concentración de la riqueza y que, por efecto goteo, esto acabe redundando en toda la sociedad. Tampoco lo son las que buscan aumentar el tamaño de la tarta y remodelar algo el reparto de los trozos para conseguir una mejora social.

Solo hay dos opciones factibles en un contexto de fuerte reducción de la tarta. Una es que unas pocas personas consigan la fuerza suficiente para arrebatar a grandes masas los bienes de supervivencia básicos. Sería una opción que requiere un genocidio. La segunda es conseguir una redistribución real y profunda de la riqueza desposeyendo de ella a las clases altas.
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Notas:
[1] No existe nada parecido a la economía desmaterializada. Todos los datos empíricos muestran como el crecimiento económico requiere un incremento del consumo material y energético.
[2] El trabajo humano no pagado de sostenimiento de la vida puede rondar el 70-80% del PIB mundial. El de la biosfera podría ascender al 70-250% del PIB mundial.
[3] Como la estratosfera, las aguas ultraprofundas, los genes o la nanotecnología.
[4] En este paquete entrarían, por ejemplo, los microcréditos.
[5] Entre otras cosas, porque muchas (como los servicios públicos) ya están en gran parte dentro de la lógica del mercado capitalista.
[6] El transporte depende en un 95% del petróleo y es una fuente prácticamente imposible de sustituir en este sector.
[7] Desde 2007, la acumulación de deuda en el mundo ha crecido al 5,3% (mucho más que el PIB). Para recuperar una tasa de crecimiento del 3%, en 2010, 1,6 billones de dólares debían encontrar nichos de mercado. En cambio, en 1950 esta cifra era de 150.000 millones y en 1973 de 420.000 millones.

¿Cómo afectan los problemas de Venezuela a Cuba?



La prensa occidental pinta un futuro negro para Cuba. Las dificultades que afronta Venezuela, su pulmón energético, “ha marcado la entrada de la isla en una nueva fase de anemia”, escribe el diario El País de España.

Para argumentar estas afirmaciones, los medios aluden a la reciente intervención del presidente cubano, Raúl Castro, quien informó sobre la “contracción en los suministros de combustibles pactados con Venezuela, a pesar de la firme voluntad de Nicolás Maduro y su Gobierno por cumplirlos”. Según el mandatario, es una de las razones por las cuales “se registró un crecimiento del 1% en el primer semestre del año, la mitad de lo previsto”.
De acuerdo al economista Carmelo Mesa-Lago, “si se contrajera considerablemente o desapareciese la ayuda venezolana, se desataría la mayor crisis económico-social desde la caída del campo socialista”.
En tanto, Salim Lamrani, experto francés en estudios iberoamericanos, llama a “no exagerar la gravedad de la situación”. 
© SPUTNIK/
El especialista admite que la caída de la economía venezolana, provocada sobre todo por el desplome en los precios del petróleo, “afecta” a Cuba, pero subraya que la isla logró “diversificar sus socios económicos y comerciales”, entre los cuales mencionó a China, Canadá, España y Rusia. Por esta razón, es poco probable que Cuba se encuentre ante una situación como la vivida tras el colapso de la Unión Soviética, algo que significó “la peor crisis” de la historia de la isla.
Por su parte, el profesor y economista venezolano César Prieto Oberto no duda que Caracas “va a mantener hasta donde le sea posible” estrechas relaciones con La Habana.
También destacó los avances de Cuba en la “diversificación de su economía” y señaló que la isla “está desarrollando muchísimo la energía solar, la energía eólica, y, además tiene algunos pozos petroleros en producción”.
Si hay algo que pueda debilitar los vínculos entre ambas naciones, es EEUU, que ya está tratando de hundir a Venezuela, indicó.

La exportación en Cuba no es un camino de rosas



La exportación es la vía fundamental para obtener financiamientos que permitan alcanzar el progreso. Por eso el país tiene que crecer, de manera significativa, en la diversificación y el ritmo de sus exportaciones. En la imagen, el Puerto de Mariel. Foto: Desmond Boylan/ AP 

Por Igor Guilarte Fong y Heriberto Rosabal, con la colaboración de Viviana Díaz Frías, Iviliet Ventura, Randy Cabrera Díaz y Duong Bui Thuy (estudiantes de Periodismo)

Cierta vez, un profesor y ex empresario nos contó su experiencia como exportador de café a Alemania, adonde el producto era enviado en avión desde La Habana. Al principio las cosas fueron bien, sobre todo de la nave aérea en adelante, pero luego empezaron a aparecer problemas, entre estos, fallas del transporte para llevar los envíos al aeropuerto. Y… el negocio se fue a bolina.

La anécdota es cierta y puede tomarse como evidencia –una más– de que exportar cuánto y cómo se debe es demanda todavía insatisfecha en Cuba, amén de constante apremio de una economía –la nuestra– en la que nunca sobran divisas con que comprar alimentos, medicinas, combustibles y materias primas, incluyendo las requeridas por las propias producciones exportables, entre otras necesidades.

Exportar es, a no dudarlo, tarea compleja que exige condiciones materiales y conocer bien qué hacer para colocar debidamente equis producto o servicio en un mercado extranjero. Su importancia puede colegirse del espacio que ocupa en los Lineamientos de la Política Económica y Social, en los cuales se llama a recuperar la exportación de rubros tradicionales, e incrementar y diversificar la de bienes y servicios, para lo cual se definen, a la vez, distintas acciones generales y sectoriales.

Pero más puede entenderse el valor de esta labor ante realidades inmediatas, como el llamado en diciembre último, en la sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular, a concentrar recursos en actividades que generen ingresos por exportaciones, para afrontar –con esa y otras medidas– limitaciones financieras asociadas a la disminución de precios internacionales de fondos exportables tradicionales, como el níquel, por ejemplo.

Ante coyunturas así, que no es primera ni será última vez que surjan, cabe preguntar cuán aptos están quienes tienen que enfrentarlas, no solo ahora, sino también en el futuro, y de qué y de quiénes depende mejorar la gestión exportadora.

Criterios desde “la concreta”


Los barcos que cargan níquel en Cuba luego no pueden tocar puertos de Estados Unidos durante meses, y eso crea dificultades logísticas que encarecen la exportación, explica el especialista Julio García. Foto: Claudia Rodríguez/ Bohemia

En un sondeo sobre el tema durante la pasada Feria Internacional de La Habana, BOHEMIA anotó opiniones como la de Julio García Miranda, especialista comercial de Mixa, agencia exportadora de la industria del níquel.

A su juicio, la existencia de grandes reservas del mineral y los proyectos de inversiones para continuar explotándolas constituyen una fortaleza, mientras el mayor problema es el bloqueo de Estados Unidos, pues los barcos que cargan níquel en Cuba después no pueden tocar puertos de aquel país durante meses y eso crea dificultades logísticas que encarecen la exportación.

Aunque el níquel cubano es un producto establecido y reconocido en el mercado –añade–, hay que aumentar su producción, así como la de derivados con mayor concentración del mineral, para poder exportar e ingresar más. A ese fin contribuiría la realización de inversiones con participación extranjera, propuestas en la actual Cartera de Oportunidades.


Jorge Luis Martínez señaló las barreras tecnológicas que ponen los países más desarrollados a la entrada en sus territorios de productos como los que produce y exporta Labiofam. Foto: Claudia Rodríguez/ Bohemia

Para Jorge Luis Martínez López y Alfredo Vera Estrada, especialista de negocios y funcionario de la dirección de exportaciones, respectivamente, de la empresa Labiofam, que comercializa fármacos para uso veterinario y humano, la autonomía negociadora que con el tiempo ha logrado su entidad es una ventaja. Y otra, mayor, la calificación de sus recursos humanos.

Hacen comercio en más de 90 países y además de productos venden servicios asociados a estos, como los programas de control de epidemias, que incluyen sus tecnologías y la labor de sus especialistas.

En cuanto a dificultades, Jorge Luis refiere las barreras tecnológicas que para este tipo de productos imponen los países altamente desarrollados, algunas de las cuales ellos, los de Labiofam, salvan con la calidad de sus propuestas. En muchas ocasiones, agrega, esas trabas están asociadas al bloqueo.

Vera señala la limitada capacidad de producción nacional, que pudiera resolverse con inversión extranjera y lleva hoy a la entidad cubana a valerse de plantas y trabajadores de otros países. Si no fuera así, toda la ganancia quedaría aquí, en Cuba, apunta. Además, opina que los inversionistas extranjeros también se ven frenados por el bloqueo, cuyas regulaciones temen por las afectaciones a sus intereses si hacen negocios con la Isla.
Detrás del “Hecho en Cuba”

Cítricos Caribe S.A., comercializadora del grupo empresarial agrícola, exporta frutas frescas y procesadas (en jugos, pulpas, purés, y aceites esenciales para uso en cosmética y perfumería), miel de abeja y carbón vegetal, este último muy demandado actualmente en Europa.

Yanisbel Aguilera Moya, especialista de comunicación y marketing en la entidad, explica que una meta de esta es incorporar a las exportaciones otros productos agrícolas del propio grupo empresarial y al mismo tiempo ampliar mercados –más allá del europeo, que es su principal– a clientes en América.

“Nuestros principales problemas tienen que ver con la transportación y el almacenamiento, no solo propios, sino de otras empresas, como las navieras, y con productos que a veces nos pide algún cliente y no los tenemos porque no es temporada”, explica.

A eso añade que deben definir mejor su estrategia de comercialización, para lo cual son fortalezas los más de 20 años de trabajo en el comercio exterior, el espacio ganado por sus ofertas en Europa y el personal calificado y con amplia experiencia.

“El bloqueo”, responde Carmen Herrera Prieto, vicepresidenta de Gesime, refiriéndose al primer problema que afronta en la gestión exportadora esa organización superior de dirección empresarial de la industria sideromecánica y el reciclaje. “Porque por ese motivo tenemos que buscar en mercados lejanos la materia prima para garantizar nuestras producciones, y eso hace que estas demoren en terminarse y resulten más caras, afectando así su competitividad”, argumenta.

Para contrarrestar esos efectos, expone la directiva, asimilan nuevas tecnologías a partir de inversiones estatales y se enfocan, además, hacia la inversión extranjera, a la par que capacitan al personal para asimilar esos cambios.

Sus exportaciones se relacionan con la industria azucarera, las fundiciones y el reciclaje, y tienen entre sus fortalezas los proyectos integrales, consistentes en plantas industriales completas, mini industrias, con servicios de montaje y asesoría para la puesta en marcha y explotación.
Diversificando mercados

“Excepto los de la goma, todos los demás productos exportables de esta industria están en nuestra cartera”, explica Joel Gabriel González More, especialista de exportaciones de Quimimpex, empresa exportadora de la industria química, quien explica que operan en el mercado caribeño –donde tienen clientes en Surinam y México–, porque objetivamente no pueden competir con los estándares de calidad de los países del primer mundo.

Su principal dificultad es el precio de venta, porque muchos de los compuestos químicos que ofertan llevan un porcentaje de componentes importados y eso los encarece. Y otro problema es que, al no disponer de navieras, también se les encarece el flete.

Buscan incrementar la venta externa de fertilizantes, de los cuales poseen amplia capacidad productiva. Trabajan por ese objetivo a sabiendas de que la mayoría de los países del área son productores agrícolas, “pero es difícil penetrar un mercado desde detrás de una computadora”, aduce Joel, aludiendo así a la necesidad de ver de cerca el posible destino de sus productos, y acota, de paso, que estudios de ese tipo solicitados a entidades especializadas en el exterior suelen ser caros.

A veces está el mercado –amplía–, pero falta el transporte, como sucedió con Islas Caimán, donde un cliente quería dióxido de carbono, pero no pudo servírsele “pues de aquí para allá no va nadie y el que va, te pone un flete que al final no hace competitivo el producto”.

Observa, igualmente, que hace falta vincular más al productor del fondo exportable con el resultado de la venta de este, pues “hoy una fábrica produce, tú exportas y cuando llega el ingreso no se utiliza para mejorar la tecnología de esa fábrica, lo cual influye negativamente en la motivación de los trabajadores y en la calidad”.

En sentido positivo expresa que, no obstante, como se sabe, la importancia de la exportación, aun cuando hay dificultades, generalmente “la gente se alinea y responde”.

Producción de miel de abejas

A diferencia de Quimimpex, los Laboratorios Dalmer parecen no tener grandes dificultades para llegar con ofertas como la del Policosanol (el famoso PPG), entre otras, a mercados tan distintos y distantes como China, Venezuela, Angola y Australia, y para expandirse a otros más próximos como México, Canadá y Honduras.

Asegura Patricia Benítez Vázquez, especialista comercial del grupo de importaciones de esa entidad, que tienen buenas ventas en el exterior, igual que en el mercado interno, pese a que, según considera, les falta optimizar la promoción y seguir mejorando, incrementando producciones –aunque esto depende en parte de importaciones y nuevas inversiones–; y aumentando también las ventas, lo cual tiene que ver con los registros.

Estos últimos hay que hacerlos en cumplimiento de las regulaciones de cada país sobre exportaciones e importaciones en el ámbito de una industria tan competitiva como la farmacéutica. Suelen requerir mucha documentación y tiempo de trámites.

Objetivo: incrementar exportaciones


Los servicios le aportan a Cuba 70 por ciento de los ingresos que obtiene el país con sus ventas externas, explica Vivian Herrera, directora general de comercio exterior del Mincex. Foto: Claudia Rodríguez/ Bohemia

Esa es la tarea primordial del área a cargo del tema en el Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex)

“El resultado de la balanza comercial cubana es muestra de la economía abierta que tenemos”, nos comentó en su despacho la directora general de comercio exterior, del Mincex, Vivian Herrera Cid.

“Nunca hemos exportado más de lo que importamos, exceptuando esfuerzos en los últimos años por disminuir y sustituir importaciones con producciones nacionales, sobre todo de la industria”, precisa.

“Nuestro objetivo –añade– ha sido incrementar las exportaciones, que son fuentes de ingresos para obtener recursos que el país necesita”.

Hasta los años 90 del siglo anterior, señala, exportábamos principalmente mercancías tradicionales: azúcar, tabaco, ron, mariscos, que aún se mantienen. Pero desde entonces la estructura cambió y devinimos mayormente exportadores de servicios –de salud, turismo y otros profesionales, en lo fundamental–, los cuales aportan cerca del 70 por ciento de los ingresos.

En la exportación de mercancías, por otra parte, los medicamentos han alcanzado gran dinámica, hasta ocupar hoy entre el tercero y el cuarto lugar por su aporte en valores. Su venta se combina con la de servicios médicos, en proyectos que aportan importantes ingresos al país.

“En cuanto a problemas, la mayor amenaza es el bloqueo, pese al proceso de normalización de relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Nos afecta financieramente, pues no podemos realizar transacciones en dólares. Ejemplo: un proyecto de exportación de servicios de lucha contra vectores, de la empresa Labiofam, a un país de África, fue cancelado cuando ya se iba a firmar porque los bancos que gestionarían los pagos fueron comprados por sucursales estadounidenses.

“Las debilidades internas, por otra parte, creo que están en la preparación de quienes hacen comercio exterior, pese a programas de capacitación fuertes. Con el reordenamiento de la actividad, hoy priman los exportadores productores y falta una capacitación más efectiva, en lo práctico. A veces no vienen a los cursos quienes deben venir y estamos siendo exigentes al respecto con los organismos”.

Considera que otro problema que afecta la exportación es la obsolescencia tecnológica, agravada durante el período especial. Resolverlo requiere inversiones, limitadas a su vez por restricciones financieras y necesidades de gastos –de alimentación y otras–, no obstante sigue defendiéndose el principio de que se dé a los productores de fondos exportables parte del ingreso por la venta de estos, para mejorar sus industrias.

-¿Cómo aprecia la dificultad con los envases y embalajes?

-Una industria muy deprimida. Hoy todos los bulbos para medicamentos y vacunas que exportamos, se importan; las cajas, las latas para la producción de cerveza… No pueden hacerse aquí, entre otras causas por la tecnología obsoleta y la falta de financiamiento, de inversión, aunque se trabaja en muchos proyectos.

-Estudios de mercados para exportar. ¿Cree que pueden hacerse desde aquí?

-Creo que son muy necesarios. La exportación es difícil y en el mundo actual el comercio se ha dinamizado mucho. Insistimos en que se aplique la inteligencia comercial, o sea, búsqueda, análisis y procesamiento de información, para lo cual hoy hay más herramientas que antes, cuando el estudio muchas veces lo hacía un analista en una biblioteca.

“Muchas empresas no tienen estructuras para eso, tras el proceso de simplificación, pero hay que crearlas de algún modo y presupuestar la contratación de consultorías que hacen esos estudios, igual que la compra de publicaciones útiles para este fin; recurrir, también, a la colaboración de universidades y centros de investigación.

“Esos estudios, la inteligencia comercial, son muy necesarios para poder diversificar los mercados, como plantean los Lineamientos”.

En relación con el aseguramiento de la calidad de los fondos exportables, la directiva aboga por que los exportadores se atengan al cumplimiento de lo pactado en contratos, rechazando lo que no esté bien, y en cuanto a comunicación e imagen, tan importantes en el comercio, cree que deben distanciarse de voluntarismos y utilizar adecuadamente los recursos materiales y humanos disponibles, para un mercadeo eficaz.
De Cuba para el mundo

El fomento de nuevos proyectos integrales en sectores estratégicos es una de las vías para diversificar la oferta exportable y ampliar mercados

BOHEMIA conversó con representantes de empresas cubanas que en la pasada Feria Internacional de La Habana presentaron proyectos integrales estratégicos orientados a potenciar las exportaciones cubanas. A continuación, resumidas, sus respuestas:

Irina Gancela, especialista de gestión comercial de Tecnosime: Proponemos un proyecto integral de desarrollo agroindustrial sostenible, con el objetivo de ofrecer al cliente servicios más completos. Lo conforman grupos de la industria química, la ligera, la electrónica, Cimex, Cometal, y pueden incluirse otras empresas.

Consiste en un paquete dentro del que se ofertan diagnóstico e ingeniería, montaje y puesta en marcha de centros agrícolas, entre estos plantas de acopio y beneficio, plantas procesadoras de frutas y vegetales; así como suministros de casas de cultivos, de posturas, sistemas de riego y fertirriego, uniformes y calzado para los obreros.

Maida Mauri, directora de Política Comercial, Negocios y Colaboración Internacional de BioCubaFarma: De cara a la exportación proponemos, junto con la corporación Servicios Médicos de Cuba, servicios médicos y paramédicos acompañados de todo lo que puede proveer nuestra industria biofarmacéutica.

Destacan en las propuestas programas para la prevención de enfermedades con vacunas profilácticas, detección de malformaciones y enfermedades de la sangre, y paquetes tecnológicos para la atención a discapacidades en niños y jóvenes.

La premisa de BioCubaFarma es incorporar cada vez más productos novedosos en su cartera de exportación, algunos únicos en el mundo y de probado impacto en el combate a las mismas patologías a las que prestan atención los países de alto desarrollo.

Doctora Yiliam Jiménez Espósito, presidenta de la Comercializadora de Servicios Médicos Cubanos S.A.: Hoy nuestros servicios son muy competitivos a nivel mundial, con un papel destacado de los recursos humanos por su alta experticia y entrenamiento para el abordaje integral de los problemas de salud.

Hemos confeccionado siete programas importantes que permiten la inclusión de Cuba en el tratamiento de tres padecimientos globales: la diabetes, el cáncer y los problemas cardiovasculares. Añadidos a estos ofertamos programas para la atención a la discapacidad auditiva, la detección temprana de trastornos del neurodesarrollo infantil, las pesquisas prenatal y neonatal ampliadas, y para la vigilancia epidemiológica.

Liset Álvarez, directora de exportaciones de la empresa comercial BK Import Export, adscrita al Grupo Empresarial de la Industria Sideromecánica: A partir de la política de exportación del Mindus y de sus grupos empresariales, se ha trabajado en la conformación del proyecto líder denominado Repotenciación Hospitalaria, paquete integral para el reacondicionamiento de instituciones de salud.

Este prevé recuperar, modernizar, adicionar o sustituir todo tipo de sistemas auxiliares, equipos y mobiliarios –clínicos y no clínicos– para lograr una asistencia estable y adecuada. También incluye el suministro de insumos y la capacitación del personal en la explotación de la tecnología instalada.

Asimismo, se ofrecen el diseño de proyectos a la medida de la dependencia de salud o de un cliente en particular, y el suministro de unidades móviles asistenciales para la atención primaria, consistente en un tráiler acondicionado con mobiliarios habitacional y clínico.

Lietsa Peña, directora de la Dirección de Exportaciones de Bienes y Servicios del Mincex: Estos proyectos de agroindustria y servicios médicos responden a dos sectores líderes vitales para la economía nacional. Como tal, se han desarrollado primero en Cuba y ahora pretenden salir al exterior.

Estamos convencidos de que, hacia el futuro, son de los que van a sacar adelante las exportaciones cubanas. A nivel de país existen estrategias similares para promover y fomentar este tipo de propuestas, que otros países demandan y nosotros podemos ofrecerles.

Manejarse con profesionalidad


José Luis Rodríguez. Foto: EFE.

El camino por el que debe transitar Cuba para posicionar sus recursos exportables en el mercado mundial no ha estado, ni está, cubierto de rosas. Así lo entiende el doctor en Ciencias Económicas José Luis Rodríguez García, quien plantea que si bien las exportaciones cubanas han dado saltos positivos en la última década, aún falta tiempo y trabajo para hacerlas más dinámicas.

“Tenemos un déficit en la exportación de bienes y las importaciones prácticamente duplican el valor de lo exportado; desbalance que se compensa, de cierto modo, con las exportaciones de servicios”, explica.

“Debemos tener presente que el país está saliendo todavía de un período especial, que supuestamente terminó, pero todavía están ahí sus consecuencias. Y entre estas queda resolver, a corto plazo, el desbalance financiero externo y el aumento de la productividad. En ese sentido es importante comprender que hay que trabajar para pagar la deuda externa, porque si no pagas no estimulas la inversión extranjera, y sin esta no elevas la producción y no habrá, por tanto, exportaciones”.

Otra de las dificultades señaladas por el académico es la inserción de la Isla en una estructura económica internacional que hoy afronta una coyuntura complicada. “No estamos en época de grandes expansiones, la crisis no se ha rebasado en el mundo desarrollado, Europa y Japón crecen a niveles muy bajos, en tanto que América Latina y Rusia decrecieron, en 2015. En ese contexto tienes que manejarte con mucha profesionalidad para encauzar las exportaciones exitosamente.

“Al respecto, lo más importante es tener sentido práctico, de manera que pueda decirse: esto es lo que podemos hacer ahora y alcanzar tal objetivo, pero no proponerse metas irrealizables. A veces he escuchado: tal cosa se puede exportar, pero no se dice a dónde, a qué precio, cómo funciona ese mercado para poder conquistarlo”, reflexiona el profesor, asesor en el Centro de Investigaciones de la Economía Mundial.

Según refiere, la preponderancia entre los bienes exportables del patio la tienen el níquel, los productos de la biotecnología, los derivados del petróleo, el azúcar y el tabaco. “Productos tradicionales básicos, como níquel y azúcar, no tienen una situación favorable en los precios a mediano plazo; por tanto Cuba tiene que competir en un mercado muy volátil e inundado de una oferta que tiende a expandirse y no a contraerse”.

Los destinos se concentran mayoritariamente en Venezuela, Canadá, España, China y Brasil. Aunque, añade, consultorías internacionales prevén que una presumible eliminación del bloqueo y la consiguiente apertura del espacio norteamericano tendrían impacto directo en las exportaciones de la Isla, “pues esas mismas que tenemos hoy crecerían y se reorientarían hacia ese mercado. No obstante, hasta ahora son especulaciones, pues no hay señales de que se vaya a desmontar completamente el bloqueo a corto plazo”, acota.

Sobre las posibilidades de otorgar más libertades comerciales al sistema empresarial, observa: “Descentralizar las facultades del comercio exterior se dice fácil, pero no es tan sencillo. Por ejemplo, si hoy ubicas a una empresa sin la preparación debida en el mercado mundial –salvo en el sector de la biotecnología que tiene capacidad competitiva y experiencia– inmediatamente puede sufrir un chasco; porque una cosa es lo que se piensa y desea, y otra la realidad.

“Está el ejemplo de los chinos. Ellos no avanzaron a tratar de dominar el mercado rápidamente, sino que se protegieron durante 20 años y fueron poco a poco. Cuba, quizá no en las mismas dimensiones, pero tendría que pasar un proceso similar de capacitación, entrenamiento y práctica, para ir descentralizando su comercio exterior”, analiza.

Como fortalezas y oportunidades identifica “la demanda de bienes que el país puede satisfacer competitivamente, es decir, con una relación costo-calidad adecuada. Tiene la fuerza de trabajo calificada para ello y un programa de desarrollo que debe ir solucionando en un plazo determinado los problemas que afectan hoy las exportaciones”.

La importancia de estas últimas en la economía nacional es primordial, resume José Luis Rodríguez, “porque es la vía fundamental para obtener financiamientos que permitan alcanzar el progreso. Por eso el país tiene que crecer, de manera significativa, en la diversificación y el ritmo de sus exportaciones”.

(Tomado de la Revista Bohemia)