Para el futuro, esa provincia cubana enfrentará el desafío de posibles inversiones foráneas asociadas al golf.
ECONOMÍA Redacción IPS Cuba 27 Junio, 2017
La Bahía es uno de los mayores atractivos para el desarrollo de la náutica y el crucerismo en Cienfuegos. Foto: Archivo IPS-Cuba
La Habana, 27 jun .- Desarrollar la industria del ocio y hacerlo amigable con la protección del medio ambiente es el paradigma en el año 2017, dedicado por la Organización de Naciones Unidas al turismo sostenible, que va haciéndose realidad en Cienfuegos, territorio del centro sur de Cuba.
De acuerdo con declaraciones del delegado del turismo en la provincia, José Enrique González Garrido, diferentes experiencias se han puesto en práctica siguiendo las observaciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma).
Una de las más sobresalientes es la instalación de plantas de tratamiento de residuales en las principales fuentes de vertimiento, entre ellos el hotel Jagua, para descontaminar la bahía de Jagua – con un área de 88 kilómetros cuadrados- y uno de los mayores atractivos para el desarrollo de la náutica y el crucerismo.
“Ni esa instalación insignia del turismo en Cienfuegos, ni la Casa Verde ni el Perla del Mar ni el Pasacaballos –otros alojamientos para el turismo internacional en la ciudad capital-, botan al mar aguas contaminadas”, sostuvo González.
La lavandería Unicornio del territorio, que asume el lavado de la lencería de las tres provincias centrales, fue una de las primeras que se instaló para evitar el vertimiento. Esa práctica se siguió también en el Club Cienfuegos y Rancho Luna.
“Con la instalación este año de una planta en el hotel Punta Las Cuevas, el último pendiente por una de estas plantas para reducir la contaminación a la rada, el turismo pondrá punto final al problema que representaba el vertimiento de desechos al medio”, enfatizó.
De acuerdo con González Garrido, el sector ha trabajado también en la sustitución de las calderas de diésel para calentar el agua en los hoteles por baterías de paneles solares en los hoteles Pasacaballos y Rancho Luna para el aprovechamiento de las fuentes renovables de energía (FRE), lo que contribuye a reducir el uso de combustible fósil”, enfatizó.
“No es casualidad, este año fue declarado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como el Año del Turismo Sostenible y de conjunto con la delegación provincial del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente elaboramos un plan de acciones dirigidas a mejorar el entorno y la calidad de vida”, destacó el directivo al semanario comercial Opciones.
Conveniencia
La ciudad, la única fundada por los franceses en Cuba, en 1819, se precia de ello con su trazado, sus inmuebles y su estado, que llevó a la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, a convertirla en 2005 en la más joven de las villas cubanas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Entonces, defender el medio es un compromiso.
Ese desafío toma nuevas fuerzas con los crecimientos esperados para ese polo turístico, que en la actualidad con 11 hoteles y con total de 861 habitaciones, y de acuerdo con un programa de desarrollo hasta 2030, podría crecer y contar en el futuro con más de 15.000 habitaciones.
La Cartera de Oportunidades para la Inversión Extranjera, incluye la construcción de nuevas instalaciones para ampliar la capacidad hotelera, unido al desarrollo de campos de golf que incluyen también infraestructura inmobiliaria.
De hacerse realidad los proyectos, la provincia tendría que perfilar y defender sus intereses medioambientales por encima de los económicos, toda vez que algunos de los terrenos abiertos a negociaciones –y ya con interesados identificados-, se encuentran justamente en las proximidades de la bahía y la costa.
Otras amenazas
En 2015, según reportes de la prensa local, el Servicio de Evaluación de la Calidad de las Aguas de la Bahía, del Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos, evaluó una calidad aceptable de las aguas, con parámetros similares a los que se reportaban desde 2013.
Entonces, las autoridades de la provincia indicaron a los organismos que, dentro de sus planes de la economía y del presupuesto de cada uno, incorporasen las acciones propias dirigidas a disminuir los riesgos y focos de contaminación a la bahía, a lo que se atribuye el avance.
No obstante, se mantenían indisciplinas sociales como vertimientos de productos y fregado de automóviles en la costa.
Entre los problemas que ha sufrido recientemente la bahía de Jagua se encuentra la expansión de una especie invasora, el mejillón verde Perna viridis (Linnaeus, 1758), reportado en Cuba por primera vez en 2005, justo en esa rada, al parecer por medio de las aguas de lastre de las embarcaciones.
Para evitar una proliferación imparable, se aplicó un programa piloto de alerta temprana y evaluación rápida para la prevención y control de la expansión.
A finales de 2016, el Centro de Estudios Ambientales incorporó una nueva línea de investigación, el estudio de contaminantes emergentes, que constató la presencia de microplásticos en los sedimentos, el agua y organismos marinos en la bahía de Cienfuegos. Esos análisis permitirán determinar durante un año la presencia o ausencia de estos elementos mediante microscopía óptica y cuantificar su densidad.
Los microplásticos provienen de dos fuentes fundamentales: la primaria son partículas utilizadas como aditivos en cosméticos, cremas dentales y textiles, y del agua proveniente del lavado de la ropa sintética, residuales que las plantas de tratamiento no están equipadas para filtrar.
La secundaria es la fragmentación de macroplásticos (botellas de agua, nylon, envases) en pequeñas partículas, luego de su prolongada descomposición a consecuencia de la acción mecánica del mar y la degradación fotoquímica mediante la acción de los rayos ultravioleta.
(2017)
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