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miércoles, 12 de julio de 2017

Sugerencias sobre empleo, empresas, salario, libreta de abastecimiento, pensiones y asistencia social.

Pedro Monreal, El Estado como Tal

Joaquín Benavides Rodríguez, autor invitado de este blog, Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986), aporta sus criterios sobre empleo, salarios y pensiones. Lo hace en dos notas; la primera dirigida a Humberto Pérez, la segunda, dirigida al autor del blog.

6 de julio de 2017

Humberto:

Para poderte responder, ya que de alguna forma me involucraste en el debate, he tenido que leerme con cuidado tanto los dos artículos de Monreal, como tu argumentación analítica sobre los mismos.

En primer lugar, tengo que ratificar lo que le manifesté a Monreal, después de leer con rapidez, como generalmente tengo que hacer, “que estaba de acuerdo completamente con sus artículos”. Quizás me sobró decir “completamente”, pues con lo que realmente estoy de acuerdo es con sus enfoques y análisis teóricos.

Con el planteamiento teórico que él hace en sus dos artículos estoy de acuerdo y entiendo que tú también. El problema está con los cálculos, que en mi opinión partimos de la situación actual de la economía, que está totalmente distorsionada.
  • No creo que sea objetivo fijar a priori un nivel de salario medio a obtener.
  • Es necesario extraerle al sector estatal no menos de 1 millón de trabajadores.
  • Crear legalmente las PYMES y que vayan absorbiendo esos trabajadores.
  • Fijar un salario mínimo legal para los trabajadores de todos los sectores, que según mis cálculos debe situarse entre los 750-800 pesos mensuales para meses de 25 días. Unos 30 pesos diarios de salario mínimo.
  • Reducir en un 30% por lo menos el índice que se le adiciona a las mercancías de importación que se venden en las TRD.
  • Convertir en cooperativas al menos el 80% de las actuales empresas estatales agropecuarias.
  • Suprimir la libreta de abastecimientos a todos los pequeños agricultores, cooperativistas del sector agrícola y usufructuarios de tierras; a los miembros de cooperativas no agropecuarias; a todos los trabajadores por cuenta propia, incluyendo a los del sector de la cultura; a todos los trabajadores que laboran en empresas mixtas o en representaciones de empresas extranjeras.
  • Aprobar una escala salarial para las empresas del Estado (pequeñas, medianas y grandes) en que el salario superior sea 10 veces el salario mínimo. Por sobre eso se pagarían los pagos adicionales por los resultados del trabajo y de la gestión, después de cumplir con los compromisos con el fisco.
  • Convertir en empresas públicas todas las empresas del Estado y sanearles su contabilidad.

11 de julio de 2017

Estimado Monreal:

Interesantísimo e importante el debate entre tú y Humberto sobre el tema del salario y el respaldo material, que en el fondo tiene que ver con el tema de la productividad

He estado tentado en involucrarme en el debate, pero realmente no me alcanza el tiempo, pero sin embargo no puedo sustraerme a expresar algunas observaciones.

No pienso que sea posible reducir en un 50% el número de trabajadores estatales en 5 años. Hay que tener en cuenta el peso que tienen en el empleo la educación y la salud. Aunque en ambas actividades hay reservas de eficiencia en cuanto a la utilización de la fuerza de trabajo, en mi opinión no es significativa. Creo que aspirar a extraer organizadamente 1 millón de trabajadores entre 3 a 5 años y que sean empleados por el sector privado y cooperativo no agropecuario, sería un buen resultado. El sector privado tendría también posibilidades de invertir en ese periodo lo suficiente para poder emplearlos.

Aspirar a un 9% anual de crecimiento de la productividad en 5 años me parece que sería muy difícil de alcanzar. Aspirar a un 5% anual me parece que sería un objetivo más factible de lograr.

Cuando nosotros trabajamos en la Reforma Salarial del año 1981, se partió de un salario mínimo de 80 pesos. La jubilación mínima estaba en 60 pesos (posiblemente Humberto tenga información de aquella época) y el salario máximo que se le puso a los Ministros fue de 450 pesos. Se puede casi demostrar que en aquella época un peso era aproximadamente un dólar en cuanto a capacidad de compra, aunque por supuesto, no circulaba el dólar. Si ahora un dólar es aproximadamente 24 pesos, calcular un salario mínimo de 2000 pesos no me parece exagerado. Lo que es posible que no se pueda establecer de una vez, pero creo que habría que partir de ese número en los cálculos.

He leído a varios economistas y coincido con ellos en su preocupación en cuanto a la posibilidad de incrementar mucho las pensiones. Yo trabaje bastante el tema en mi etapa en el Ministerio del Trabajo y recuerdo las preocupaciones de los especialistas sobre el asunto. En las condiciones del País en relación al envejecimiento de la población y a la disminución de la natalidad en que no habrá reposición natural de la fuerza de trabajo, dentro de algunos años, el peso financiero de la seguridad social dentro del presupuesto puede ser inmenso y de muy difícil solución, como ha ocurrido en algunos países europeos que se han visto obligados a tomar medidas impopulares. En nuestro caso con una edad de jubilación de 65 años y una esperanza de vida que crece por años, con una población laboral que tiende a disminuir, y con una baja productividad, incrementar mucho las pensiones puede ser insostenible a largo plazo. Pienso que la fórmula de resolver el tema real de la situación de muchos núcleos de bajo ingresos, que dependen fundamentalmente de personas ancianas que reciben bajas pensiones, habrá que buscarla por la vía de la Asistencia Social. Las Pensiones obligan a su pago durante toda la vida del pensionado e incluso en algunos casos se transmite a los descendientes. La Asistencia Social se concede por un periodo de tiempo, generalmente de un año y se renueva si las condiciones se mantienen. Si las condiciones varían se suprime. Para mí el tema de la Seguridad Social será uno de los más complicados de resolver y significará una fuerte carga financiera que le dejamos a las futuras generaciones, que solo se podrá enfrentar con altos crecimientos de la productividad del trabajo durante varios años.

Un abrazo,

Benavides

NOTA SOBRE EL AUTOR:

Joaquín Benavides Rodríguez. Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986) y Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991).

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