Entrevista con Marta Elena Feitó Cabrera, viceministra primera de Trabajo y Seguridad Social
Granma
9 de Agosto del 2017 11:19:14 CDT
Cuba apuesta por la actualización de su modelo económico, sin apresuramientos que pudieran dar al traste con la mejor de las decisiones, y con la sistematicidad y evaluación constante que requieren la puesta en práctica de cada una de las medidas diseñadas con ese propósito.
«No vamos a retroceder ni a detenernos, ni tampoco permitir estigmas y prejuicios hacia el sector no estatal, pero es imprescindible respetar las leyes, consolidar lo avanzado, generalizar los aspectos positivos, que no son pocos, y enfrentar resueltamente las ilegalidades y otras desviaciones que se apartan de la política establecida», aseguró el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, en su discurso de clausura del IX Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Yovana Vega Mato, segunda jefa del área de Perfeccionamiento a Entidades de la Comisión Permanente para la Implementación y Desarrollo, accedió a conversar con Granma y así ofrecer más detalles a nuestros lectores sobre la actualización de la política para el funcionamiento de esta forma de gestión no estatal, anunciada en la más reciente reunión del Consejo de Ministros.
Puntualizó la funcionaria que en su mayoría las cooperativas no agropecuarias muestran resultados positivos al reafirmarse como una fuente de empleo; así como lograr diversificación y calidad aceptable de los servicios; entre otros elementos.
De la misma manera –dijo– se han identificado limitaciones e insuficiencias en su desarrollo como actos de indisciplinas; apropiación indebida de recursos y de ingresos; personas que fungen como socios de varias cooperativas a la vez; deficiencias en los registros contables; utilización de créditos bancarios con fines diferentes para los cuales se otorgaron; y algunos hechos de corrupción.
«Ha sido posible comprobar que una de las principales desviaciones radica en que algunas cooperativas actuaban como empresas privadas, donde el presidente ejercía como si fuera el dueño, con un mínimo de socios, y fundamentalmente realizaban su gestión contratando los servicios de trabajadores por cuenta propia como asalariados, para luego repartir las utilidades solo entre los socios. Además, se han puesto de manifiesto diferencias significativas e injustificadas en los ingresos que reciben los socios. Nada más alejado de lo que el cooperativismo realmente significa», valoró Vega Mato.
En las actividades de la gastronomía y de la construcción se concentran el grueso de las deficiencias. Las gastronómicas, por ejemplo, no logran aún la transformación necesaria para lo cual fueron constituidas, ni en imagen, ni en calidad, ni en los precios; estos últimos, como tendencia, se han incrementado, impactando negativamente en la población en este sentido.
En las de la construcción, por otra parte, se ha manifestado una mayor incidencia de la contratación de fuerza de trabajo, que aunque crea valores, no recibe beneficios por la distribución de las utilidades.
Pero las dificultades se extienden más allá del trabajo interno de las propias cooperativas, evidenciándose falta de rigor y exigencia en el seguimiento, control y fiscalización por parte de los organismos involucrados.
«En la actualidad, las prioridades están encaminadas a eliminar las deficiencias surgidas en el experimento, concentrar los esfuerzos en consolidar el desempeño de las poco más de 400 cooperativas autorizadas, así como hacer más efectivo su control y fiscalización, como premisa indispensable del ulterior desarrollo de esta forma de gestión», aseguró la entrevistada.
«No basta solo con transformar la gestión, también hay que transformar la mente de las personas. Ser socio de una cooperativa va más allá de la voluntad de crearla, por tanto es fundamental dominar los principios del cooperativismo y apropiarse de ellos para que los proyectos tengan un desarrollo adecuado», valoró.
Teniendo en cuenta lo expuesto con anterioridad, se ha decidido, antes de continuar avanzando en la creación de nuevas cooperativas –lo cual incluye los proyectos actualmente en trámite–, acometer un trabajo para perfeccionar su funcionamiento que favorezca una mejor gestión. «Ello tampoco es algo nuevo, sino que forma parte de la labor continua de evaluación que sobre este experimento se realiza desde su puesta en marcha», acotó.
Constituidas como una alternativa más para liberar al Estado de la administración de actividades económicas, productivas y de servicios que no se consideren principales, las cooperativas no agropecuarias han tenido de manera general un impacto positivo en la sociedad.
En medio de aciertos y desaciertos, el propósito actual radica en consolidar lo alcanzado, al tiempo que se ratifica la validez de esta forma de gestión cooperativa apegada a los principios éticos del socialismo, y en total correspondencia con los presupuestos expresados en la actualización del modelo económico y social cubano, donde se reconoce esta figura como un complemento para el desarrollo de nuestra economía.
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