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sábado, 28 de octubre de 2017

Cuba exporta

Entrevista a Vivian Herrera Cid, directora general de Comercio Exterior del Mincex

Publicado: Sábado 28 octubre 2017 | 10:20:25 PM

Autor:


René Tamayo León
digital@juventudrebelde.cu



Incrementar las exportaciones es vital Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 28/10/2017 | 10:06 pm

«El país ha venido trabajando en diferentes procesos inversionistas —algunos relacionados con capital extranjero— para crear nuevas capacidades de producción, incluidas las que tributan a la exportación. Se han ido comprando diferentes equipamientos y tecnologías para superar la obsolescencia tecnológica de alguna de las industrias cubanas, incluidas las destinadas a la exportación».

Fue esta la primera respuesta de Vivian Herrera Cid, directora general de Comercio Exterior del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), al inquirirla sobre qué se hace hoy para que los sectores exportadores cubanos incrementen su presencia en el mercado internacional.

Constituyó una enjundiosa conversación que no podemos reproducir completamente por el espacio, pero donde subraya las amplias posibilidades exportadoras de las empresas cubanas y una vocación exportadora que aún no se explaya como debiera.

—¿De los sectores cubanos que exportan productos tradicionales, cuáles podrían recuperarse más rápidamente?

—La agricultura es uno. Constituye un sector priorizado, por la estrategia de lograr la sostenibilidad alimentaria, y tiene un proceso adelantado en las producciones para la exportación.

«Estamos trabajando, por ejemplo, en la exportación de frutas y vegetales, con la creación de polos exportadores y la combinación entre estos, a los que además se les están dando facultades para exportar. Un caso es la empresa Ceballos, de Ciego de Ávila, a la que tributan grandes entidades agropecuarias como La Cuba y los pequeños productores de la región.

«Este complejo ha experimentado un proceso inversionista y se le han incorporado nuevas y modernas líneas de producción. Recientemente se le otorgó capacidad exportadora. Se trata de un proceso de flexibilización donde estamos preparando a estos polos, desde la base —es decir, la producción—, para que puedan entrar en el mercado internacional».

—¿Además de frutas y vegetales, qué otros rubros del área agroalimentaria tienen capacidad exportadora a corto plazo?

—No le hablaré del tabaco, que es una exportación consolidada. Decimos que nuestro tabaco es el mejor del mundo, y lo es, pero, además de su calidad intrínseca y fama ancestral, viene sellado por otros atributos, entre ellos, la buena promoción, una denominación de origen protegida, marcas reconocidas. Eso hace que nos ubiquemos en un lugar muy importante en esa cadena de valor.

«Están, por ejemplo, los rones que produce Azcuba, de primera calidad y con una importante vigilancia marcaria y registro de nuevas marcas. Siempre hablamos de Havana Club, que es un referente de empresa mixta. Pero no son solo esos rones, hay más oportunidades. Están los de Cubaron, que ostentan denominación de origen. Se acometen inversiones importantes en esta industria, lo que va a posibilitar tener mayores volúmenes».

—La industria de medicamentos...

—Tiene un despegue importante y seguirá así con las nuevas inversiones, como en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM), donde se hará una industria grande para la producción de medicamentos genéricos y similares, y biotecnológicos.

«También está la Antillana de Acero, que propiciará crecer en la producción de barras (cabillas) tanto para las obras en el país como para exportar. Son inversiones que a medida que avancen no solo crearán mayores capacidades, sino que dispondrán de tecnologías más modernas».

—¿Además de los mencionados, cuáles otros?

—Cualquier producto puede exportarse, siempre que lo direccionemos en ese sentido, que se envase correctamente, que se le haga un buen marketing, que se busque un mercado. Tiene que estar también la pericia de los exportadores, con los estudios de mercados, la utilización de los acuerdos preferenciales firmados con algunos países, sobre todo de América Latina; las investigaciones sobre el consumo del producto allende los mares, y cómo insertarnos en la cadena de valor, que es mundial.

—¿Están capacitados nuestros productores y empresarios para un incremento sostenido y sostenible de las exportaciones?

—La capacitación es vital en este sector. Más aún hoy, cuando hay un proceso de flexibilización, cuando se le está otorgando a entidades capacidad para exportar. No obstante, en la capacitación no hay tarea cumplida ni concluida, la capacitación es una tarea constante. Al Mincex le corresponde la rectoría en esta esfera. Tenemos múltiples esquemas de capacitación, como la Escuela Ramal de Comercio Exterior, donde anualmente se imparten gratis cursos sobre comercio exterior, inversión extranjera y cooperación, los que están a disposición de las empresas que realizan esta labor.

«Procuba también organiza cursos, al igual que la Cámara de Comercio, a través de sus diferentes secciones. Todos trabajamos en coordinación. Están, además, los cursos de idioma. Es fundamental conocer al menos un idioma de uso internacional.

«Insistimos en la preparación de los cuadros y los especialistas; en las exigencias que deben cumplir estas empresas; en si sus especialistas están certificados en comercio exterior, si tienen todos los requisitos y estudios correspondientes para realizar esta actividad, incluido el idioma». 

—¿Hay vocación exportadora entre quienes están a cargo de realizar las exportaciones?

—En comercio exterior no todo es en blanco y negro. Hay que incrementar la vocación exportadora, pero no solo depende de la necesidad que sienta el exportador en capacitarse, sino de la capacidad que tenga la empresa exportadora para tener a su lado, como aliado, al productor, sea de bienes o de servicios.

«De acuerdo con nuestra formación y experiencia en el área de las exportaciones, le reitero que puede exportarse cualquier mercancía o servicio, pero si no tiene al lado al que la produce —la inteligencia profesional de las dos partes—, no se complementa el producto, usted no tiene éxito.

«El mercado internacional es muy competitivo, entonces, se necesita también estar muy bien informado. Fomentar vocación exportadora es responsabilidad nuestra, pero también de la empresa. Cualquier actividad que se haga, si no se hace con amor y con entrega, nunca tendrá la calidad extra que se necesita y que solo la puede aportar el ser humano»

—El tema marcario es fundamental en comercio exterior...

—Insistimos mucho en eso, en la protección marcaria. La marca debe estar debidamente protegida, porque ese es un valor intangible que se le da a la mercancía en un escenario donde se está interactuando con el mundo. Y también insistimos en la generación de marcas por parte de los productores. Un ejemplo es el carbón de marabú, que ya tiene marca registrada, donde se han creado muchas capacidades en empresas ciento por ciento cubanas y donde también hay proyectos de inversión extranjera. Hay que trabajar en incorporarle valor agregado.

—La exportación de servicios es fundamental en la balanza comercial. ¿Qué se hace para perfeccionar este sector?

—Para que un país desarrolle la exportación de servicios, el primer requisito que debe tener es disponer de personas formadas, y las tenemos. Eso, no obstante, cuesta muchísimo. Los cubanos no nos damos cuenta, pero es algo sumamente costoso.

«El 24 de mayo de 2011 se aprobó a nivel de país la estrategia integral para la exportación de servicios, con cuatro ejes (la promoción, la capacitación, la organización y la calidad) y sectores priorizados. La estrategia diseñada se ha seguido, ha ido avanzando en el tiempo y ha ido actualizándose.

«No hay orden jerárquico en los ejes, pero quiero detenerme en la promoción. Lo que no se promociona no puede venderse. Al respecto se han estado haciendo cosas y hacen falta muchas más, entre ellas la implementación de la Marca País. Cuba ya la tiene. Estamos trabajando en un grupo multidisciplinario la norma jurídica, la estrategia o programa de promoción, que regirá el proceso, para que la misma se valore, se prestigie.

«Cuando asistimos a la primera encuesta de Marca país en el Foro Marca país de América Latina, constatamos cómo describen a Cuba, y lo primero por lo que nos distinguen es por nuestros excelentes médicos, por la salud pública cubana.

«Está también, por supuesto, el turismo, la locomotora de la economía cubana. El turista que viene a Cuba necesita todo. Y “todo” eso tiene que generarse aquí o importarse. Y lo mejor para nosotros es generarlo aquí.

«Otro sector priorizado en la exportación de servicios profesionales es la educación, y no solo hablamos de la enseñanza primaria, media o superior, sino también de los estudios de medicina o del idioma español, por señalar dos».

—¿Existen otras esferas en la exportación de servicios en los que Cuba puede incursionar con éxito?

—Las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), especialmente la informática. En el sector hay un potencial enorme aún no explotado, y tiene magníficas posibilidades de crecimiento. El deporte es otro. Las potencialidades que tenemos para exportar servicios en esta área son importantes y muy reconocidas a nivel internacional.

—La medicina es el área más exitosa de las exportaciones de servicios cubanos fuera y dentro de frontera. ¿Qué más hacer?

—Este servicio incluye varias clasificaciones. Una de ellas es el modo transfronterizo; o sea, la exportación a distancia a través de las infocomunicaciones. Está, por ejemplo, la telemedicina. Y eso es para empezar. Otro modo es atraer hacia Cuba a clientes que vengan o bien a buscar directamente una atención médica o a hacer estancia de turismo de salud. Esta modalidad tiene múltiples modalidades que se fomentan y para ello se desarrollan alianzas estratégicas entre diferentes sectores de la economía. Se han dispuesto puntos en diferentes polos de turismo, donde hay servicios médicos especializados, como la estomatología. En la Sierra del Rosario, en la parte que corresponde a la provincia de Artemisa, donde hay muchos alojamientos gestionados a través del trabajo por cuenta propia, se establecen alianzas para que los turistas puedan asistir a determinados servicios.

—La 35ta. Feria Internacional de La Habana... ¿Está preparado el empresariado nacional para trabajar con éxito en estos eventos? ¿Qué se hace en una Feria de La Habana?

—Una feria es un lugar donde confluye un grupo importante de empresarios que van a intercambiar intereses. Es una exposición donde se presentan productos ya vistos o nuevos. Es un sitio donde la gente se conoce.

«Las ferias no son solo el espacio para “repartir y recoger tarjetas de presentación”. Es recibir toda esa información y después procesarla. Ahí usted puede nutrirse para después ampliar su cartera de clientes si es un exportador, o su cartera de proveedores si es un importador.

«Una Feria de La Habana es para el empresariado de Cuba la oportunidad, de manera concentrada, de mostrar nuestras potencialidades y de lanzar los mensajes que queremos en el área del comercio exterior y la inversión extranjera, como ocurrirá en el Foro de Negocios que se celebrará y en la presentación de la Cartera de Oportunidades para la Inversión Extranjera. Aquí lanzaremos este año la actualización del Directorio Comercial de la República de Cuba.

«La Feria Internacional de La Habana es una bolsa de negocios notoria en América Latina. No venir a ella es perder una gran oportunidad, una de las mejores en la región».


Vivian Herrera insiste en las potencialidades de las empresas cubanas para estar en el mercado internacional. Foto: Abel Rojas Barallobre

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