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miércoles, 18 de octubre de 2017

El pozo de petróleo y las mil y una cajas de tomates…

Por Zulariam Pérez Martí - 5 de Septiembre

Autoridades policiales muestran los tanques de petróleo encontrados en el lugar de los hechos./ Foto: De las autoras

Tanto Juan como Pedro sabían que esa mina era finita. Ni habían encontrado petróleo en su patio trasero ni tenían una finca de tomates en las afueras de la ciudad. Pero le siguieron dando patadas al balón hasta que un día reventó:

“En el poblado de Guaos, en una cochiquera colindante al Cupet de Pepito Tey, le ocupamos a dos ciudadanos 500 litros de combustible, siete tanques de 55 galones vacíos (de dos llenos y cinco vacíos), y siete porrones más, también colmados. No es el único caso…”, asegura a este medio de prensa el teniente Yosley Carroza García, jefe de Trabajo Comunitario en el municipio de Cumanayagua.

“A los autos de alquiler ‘tur’ le quitan los asientos y los aditamentos, y hacen el espacio para cargar 30 cajas de tomates por cada viaje, y en los más grandes hasta 40. Dan dos recorridos a La Habana en la noche o en la madrugada. Ya habíamos procesado casos similares tiempo atrás, pero en jeep”, explica el teniente Jorge Luis Parra Domínguez, jefe de subestación de la PNR Montaña-Turquino.Cajas de tomates listas para el “paseo” hacia la capital./Foto: De las autoras

Ambos relatos no están relacionados, se dieron de manera aislada, pero tuvieron un mismo escenario: el municipio montañoso de Cienfuegos. Historias pescadas en los archivos policiales que muestran la “inventiva”, la “supervivencia”, “la lucha” de algunos en tiempos modernos.

ORO NEGRO Y SIN TICKET…

En la provincia se vende a diario menos de medio litro de petróleo por vehículo en los Servi-Cupet, así lo afirma el reportaje Botero, ¿quién tiene…?, publicado en septiembre del 2016. Sin embargo, la mayoría de los transportistas en el sector privado utilizan carros con motores petroleros. ¿De dónde sacan el combustible para trabajar?

“Las circunstancias apuntan a que algunos directivos y choferes estatales utilizan sus estrategias para burlar los mecanismos de control, como el llamado Reporte de Combustible Habilitado y Kilómetros Recorridos. Al parecer resulta habitual informar un rendimiento por litro inferior al real para recibir mayor asignación.

“En la cadena de corrupción administrativa, los boteros constituyen ‘simples’ beneficiarios: compran el combustible robado al Estado, que a todas luces no puede o no ‘sabe’ controlarlo”, conclusiones del material periodístico que investigara el tema en este mismo semanario.

Y mucha razón parece tener el texto tal y como cuenta la historia de Guaos, anclada a las faldas de la Fábrica de Cemento, la más grande del país, mixta además, y de donde se alimentaba el “pozo” de la cochiquera.

“Exhortamos a los directivos de esa entidad que velen y controlen mejor a quienes tienen acceso al combustible, sobre todo, a los choferes que son los que venden el petróleo”, agrega Carroza García.

Otra fuente de alimentación para la venta ilícita de petróleo brotó de los “manantiales” de la zona de Dolores. “Allí, inescrupulosamente se dedicaban al hurto de petróleo para su enriquecimiento personal en las canteras de Guaos; luego lo venden a dueños de máquinas particulares o camioneros del municipio. En el registro ocupamos 500 litros del combustible y 70 porrones vacíos”, asegura también Carroza García.

Tanto los detenidos en la cochiquera cercana al Cupet de Pepito Tey como los de Dolores, están siendo investigados por el delito de actividad económica ilícita. Gracias al actuar de la Policía Nacional Revolucionaria, el río que alimentaba el “pozo”, o los “pozos” de petróleo fue cortado, pero queda en la conciencia de cada cual su modo de actuar ante la vida.

¡LOS TOMATES!… NO SON PARA MI COMER

Las hortalizas y vegetales no logran aterrizar sin disturbios económicos en el plato de la familia, al pasar de mano en mano se le cuadriplica el precio establecido por ley y, si su calidad es de primera, pudiera esperarse un jonrón con bases llenas en términos de cuantías.

El aumento de gestiones privadas en el sector gastronómico pone en jaque, además, a quienes pretenden comprarlo para alimentar a su familia. Una caja de tomates, por ejemplo, es valorada en La Habana por titulares de negocios en unos mil 300 pesos moneda nacional. Tal realidad hace que no pocas neuronas se pongan a “funcionar”.

“Aproximadamente a las 5 de la mañana ya están cargando en El Mamey el segundo viaje con las cajas de tomate. Hace algunos días se nos fue uno, porque a la chapa le ponen fango y nosotros no podemos pasarlos por los registros ni saber quiénes son los que rentan estos ‘tur’. Pero ahora sí pudimos atrapar a este ciudadano que al igual que los otros, enmascaró la chapa.

“Estas personas han acabado con la planificación del Ministerio de la Agricultura, y debemos tener en cuenta que esa misma entidad le otorga cada año a los campesinos insumos y materiales para sus cosechas. Sin embargo, ellos le entregan a Frutas Selectas cinco cajas de tomates y por las noches, enmascaradamente, le venden sus cosechas a quienes la transportan a otra provincia por precios más elevados”, enfatiza el teniente Jorge Luis Parra.

Hasta el momento, varios jóvenes campesinos están involucrados en tales “negocios”, además de otros ciudadanos, sobre los cuales caerá el peso de la ley. En el caso del “tur” detenido por la Policía, venían 36 cajas de tomates del polo productivo de El Mamey, todos de primera calidad.

“Hay que ser un poco más recíprocos con el Estado y el Gobierno. Ya dijimos en una reunión con miembros de las diferentes organizaciones y líderes del campesinado que a quien atrapemos en negocio con la bolsa negra, se le decomisará la finca, sea por la ley 300 o por otra. En este caso nos dijeron que habrá juicio ejemplarizante”, resalta Parra Domínguez.

Ambas historias pudieran multiplicarse al revisar los archivos policiales, porque “inventos” y “lucha” hay tantos como en los cuentos de Las mil y una noches…, lo triste es que casi siempre terminan en la frialdad de una celda compartida.

Autoridades policiales muestran los porrones y tanques de petróleo encontrados en el lugar de los hechos./ Foto: De las autoras

En coautoría con Maria Caridad Torriente Chacón, periodista de Radio Cumanayagua.

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