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viernes, 29 de diciembre de 2017

Un ejercicio económico realista




Entre los sectores que dieron un impulso a la economía cubana este 2017 destacó el turismo, el cual debe continuar creciendo en el año que casi comienza. Foto: Jose M. Correa
Para muchos, saber que el estimado de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2017 es de 1,6 % y que para el 2018 anda en el orden del 2 % significa, cuando más, la confirmación de estar lejos aún de las tasas que nos situarían en la senda del desarrollo. Eso, ya lo han dicho los especialistas, requiere alcanzar niveles sostenidos de crecimiento por encima del 5 %.
Para otros, sin embargo, resultan simplemente «números», tal vez «pequeños», sin mayores criterios de valoración, sin conocer que el PIB, como explica el vicepresidente del Consejo de Ministros y titular de Economía y Planificación, Ricardo Cabrisas Ruiz, es «un indicador macroeconómico que abarca la producción total de bienes y servicios de un país, medida en valor, una vez deducido el consumo intermedio requerido para el proceso de producción.
«Su expresión en términos corrientes parte del registro de las transacciones a los precios reales del año. Obviando el movimiento de los precios, se adopta su cálculo en términos constantes a fin de valorar el crecimiento de las actividades, tomando como referencia los precios de un año determinado.
«En función de lo anterior, los crecimientos del PIB dados a conocer en la recién concluida Asamblea Nacional del Poder Popular se expresan en términos constantes, o sea, se eliminan las variaciones que introducen los precios, por lo cual describe el comportamiento real de la economía.
«El PIB se desglosa por clases de actividades: agropecuaria, industria, construcciones, transporte, comercio, turismo, salud pública, educación… Entre la dinámica de crecimiento de tales actividades debe existir correspondencia, pues están relacionadas entre sí.
«Si se creciera en la economía sin tener en cuenta este principio, se producirían desbalances que provocarían el despilfarro de recursos, entre otros aspectos. La producción de la agricultura, por ejemplo, tiene como destino la industria, la comercialización directa a la población y la exportación. La actividad de transporte, por solo citar un caso, tiene que reflejar dichos movimientos. Al producir con destino a satisfacer las necesidades directas de la población, tiene que existir correspondencia por parte de las demás actividades involucradas en todo el proceso.
«No pocas veces se compara el crecimiento del PIB cubano con el de otros países, marcando diferencias importantes en algunos casos; pero no siempre reparamos en la distribución equilibrada de esa riqueza. En la mayoría de las naciones existen concentraciones extremas en su distribución, donde unos pocos disfrutan lo que muchos no pueden, tratándose incluso de servicios elementales como salud, educación y alimentación».
–Se ha planteado que la eficiencia del sistema empresarial sigue siendo un asunto a atender de manera diferenciada.
¿Qué estrategias fueron implementadas durante el 2017 para elevar la eficiencia y con ello garantizar las actividades principales que aseguran la vitalidad de la economía?
–Como se ha expresado, el entorno monetario actual no favorece el desarrollo de la empresa estatal socialista. No obstante, se ha avanzando en la autonomía y en el otorgamiento de facultades.
«Recientemente se aprobaron cuatro normas jurídicas de rango superior que favorecen la autonomía y contribuirán a perfeccionar los modos de hacer de cada una de las empresas cubanas. También tributarán a la separación de las funciones estatales y empresariales, lo cual continuará realizándose mediante un proceso paulatino y ordenado.
«En correspondencia con estas nuevas normas, las organizaciones superiores de dirección empresarial (OSDE) ejecutan funciones de dirección y control respecto a las entidades que las integran –sin intervenir en su gestión–, con estricto respeto a la autonomía de aquellas;  y se contribuye a fortalecer las funciones rectoras de los organismos al desvincularse de la administración del sistema empresarial.
«Además, en el periodo se crearon 28 Juntas de Gobierno en las OSDE y sus funciones se concentran en aprobar la proyección estratégica, evaluar la pertinencia del plan de las empresas y exigir el cumplimiento de los indicadores, en particular, origen y destino de las utilidades, cuya distribución suscriben. Asimismo, evalúan trimestralmente los resultados de los principales indicadores directivos».
–En el 2017, como en otras ocasiones, el proceso de desagregación del plan no tuvo un comportamiento satisfactorio.
¿Qué estrategias se han implementado desde el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) para evitar que se repita esta situación?
–La desagregación del plan 2017 fue objeto de examen con todos los factores que intervienen en el proceso y fueron identificadas las insuficiencias, muchas de las cuales se repiten de procesos anteriores.
«Lograr la emisión del plan 2018, tras concluir la Asamblea Nacional del Poder Popular, ha facilitado, en tiempo y forma, las condiciones para desarrollar un proceso de desagregación adecuado y con calidad.
«Por otro lado, el pasado 11 de diciembre se emitió por el MEP la Resolución 444 del 2017, que norma el proceso de desagregación del plan 2018, la cual explicita el rol de cada uno de los actores económicos que intervienen.
«A su vez, enfatiza en que la desagregación, desde los niveles superiores de dirección hasta las estructuras que se les subordinan, debe asegurar la correspondencia entre las diferentes categorías del plan y Presupuesto, de modo que constituya un efectivo instrumento de dirección. La norma establece que el programa debe cumplirse antes del 30 de enero del 2018.
«En las discusiones a desarrollar con los colectivos laborales sobre el plan y el Presupuesto, debe ponderarse su ejecución en apego a la máxima eficiencia en la utilización de los recursos materiales, financieros y humanos.
«El ahorro de combustible, en estricto cumplimiento de los índices de consumo y la gestión eficiente de los inventarios operacionales como fuente del plan, son, entre otros, aspectos a abordar de manera priorizada».
–Han sido frecuentes los señalamientos a la falta de objetividad en la planificación. En ese sentido, ¿qué mecanismos es preciso modificar o qué medidas adoptar para evitar que esta problemática siga lastrando la economía?
–La falta de objetividad en la planificación descansa, entre otras razones, en que no siempre parte de la evaluación concreta de las circunstancias que están presentes en la economía, ni del reconocimiento de las posibilidades reales de respuesta a las demandas de las diferentes esferas de la sociedad.
«Al mismo tiempo, también está presente, en ocasiones, el incumplimiento de las normas y regulaciones metodológicas establecidas.
«Es un proceso transversal en ambos sentidos, que reclama la atención de todos los actores económicos, quienes deben ser capaces de acercar la relación de los aspectos generales con los propios en cada nivel.
«Hay factores que trascienden la revisión de las normativas, las que están relacionadas con el modelo económico y social en proceso de actualización. En consecuencia, el sistema de dirección, del cual forma parte la planificación, constituye objetivo permanente de evaluación en correspondencia con el entorno en que ha de desenvolverse la economía.
«Bajo estos principios, ya se trabaja en las tareas relacionadas con el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el año 2030, a partir de las bases aprobadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular».


Infografía: Guillermo Meriño Suárez

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