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martes, 23 de enero de 2018

El sector privado sus problemas y sus pendientes


Estoy totalmente de acuerdo con el reciente análisis de Humberto Pérez (1) y presento las siguientes reflexiones a propósito de este tema.

Muchas consideraciones casi siempre críticas y sin análisis riguroso sobre el sector no estatal de la economía son en mi opinión peligrosas, porque minan y ponen en negativo un nuevo sector que es imprescindible, insisto imprescindible, para rearticular la economía nacional en las actuales condiciones internacionales y no porque este vaya o deba ocupar el lugar central y de liderazgo en la economía, que en cualquier alternativa socialista debe y tiene que corresponder al sector estatal, o sea a un sector estatal eficiente y productivo, pero para que esto sea así, ese sector estatal en este contexto actual (sin subsidios internacionales, sin esquemas convenientes de comercio con precios preferenciales, sin créditos blandos, sin transferencias tecnológicas, sin ayuda militar, etc, etc, etc) necesita de un sector no estatal (cooperativo y privado) que genere empleo, el que sobra en el sector estatal, para que este, entre otras cosas, baje sus costes y pueda adquirir mayor eficiencia y competitividad, a la vez que mejores salarios para sus trabajadores, además de también ofrecer el sector no estatal determinados servicios, producciones menores y comercio que la sociedad y la economía necesitan para satisfacer ciertas necesidades legítimas que el sector estatal (según demuestra la historia) no puede ofrecer adecuadamente (2).

El problema más grave, en mi opinión, es que, a pesar de lo ya planteado en documentos políticos fundamentales como la Conceptualización, no se hace definitivamente lo que se tiene que hacer con este sector para darle estabilidad y que juegue adecuadamente la función que le corresponde en la reforma económica. Para precisar algunos puntos fundamentales:

1- Regulación clara y adecuada del sector en todos los sentidos, por ejemplo, el tributario, como es posible que todavía ese sector trabaje sin facturas, sin equipamientos para cobrar con tarjetas, con impuestos sin suficiente fundamentación económica, etc.

2- Creación de un mercado mayorista de medios de producción y un mercado financiero que permita mayores opciones de crédito, etc, ambos regulados y ejercidos por el estado.

3- Acceso regulado al mercado exterior.

4- Seguridad jurídica y reglas claras, firmes y adecuadas para el funcionamiento de este sector, los “pa’ tras y pa’lante” son impresionantes, difíciles de entender y dañinos para la reforma económica (si les queda más cómodo llámenla actualización). Cuando no existen reglas firmes y adecuadas se incentiva indirectamente la asistencia al mercado negro y a otras violaciones que deben ser eliminadas.

5- Dejar claramente establecidos cuáles son los límites de crecimiento de este sector para tener las garantías socialistas de manera que en su inevitable y lógico proceso de acumulación no vaya a desafiar el carácter social del sistema, o sea cerrar toda posibilidad de restitución de la hegemonía del capital en el país (que no consiste esencialmente en el nivel de los ingresos, sino en el acceso a los medios fundamentales de producción y al control de la economía) , ahora en una sociedad y economía más diversa y compleja, con un tejido empresarial de mayor diversidad y mayor complejidad (que por cierto también incluye la reforma de la empresa estatal y las funciones de la planificación -a esto nos hemos referido en otros textos)

6- Profundizar la calidad de este sector abriéndolo a actividades más complejas y de mayor valor agregado. En el sector estatal no solo “sobran” trabajadores de baja calificación, también sobran profesionales y técnicos que al ir a un sector privado limitado a actividades de baja complejidad profesional hacen que el país descalifique y subutilice su fuerza de trabajo, lo que es, por cierto, su mayor riqueza potencial. Claro que hay determinadas actividades que dada su importancia deben ser solamente de propiedad estatal, pero el nivel actual de las restricciones es excesivo, considero que en vez de tener “listas cambiantes” de lo que el sector no estatal puede hacer, debía haber una sola lista de lo que el sector no estatal no puede hacer.

7- Resolver, también por esta razón, el problema de la reforma cambiaría y monetaria, en la cual no están implicados solamente problemas técnicos, si no también y de manera fundamental decisiones políticas. La actual situación cambiaria que “premia” y “castiga” sin la fundamentación económica adecuada genera distorsiones que deben ser superadas ya. (3)

Una cuestión en la que he insistido en otras ocasiones es que no me parece conveniente hablar de empresas socialistas y empresas capitalistas. Lo que es socialista o capitalista, es el sistema en las cuales estas están inmersas, ¿o acaso a las muchas empresas estatales en los países capitalistas se les puede calificar de socialistas por ser estatales?

Las empresas estatales y no estatales en Cuba son (deben ser) diferentes sectores del sistema socialista, sin que obviemos las diferencias entre ellas. La calificación de estas últimas como empresas capitalistas les pone un epíteto que las coloca por definición a contracorriente del sistema y a recibir descalificaciones negativas que no ayudan ni económica ni políticamente a lo que el país necesita, alentando acciones contra estas cada vez que aparecen determinados problemas, anécdotas o intervenciones públicas desproporcionadamente críticas. (No olvidar que desde el exterior se le quiere adjudicar a este sector una función anti sistémica y muchas veces las cosas que se dicen y se deciden en el país contribuye a esto en vez de integrarlo adecuadamente al sistema siempre que se mantengan dentro de la ley, hay ahí también un espacio de disputa política)

Que la actual reforma de la economía cubana va a dar lugar (está dando) a una mayor diferenciación en el ingreso es una realidad inevitable, el estado y la sociedad socialista deben asumir esto como un rasgo de la actual etapa histórica y a la vez impedir que las diferencias sean excesivas, que estén asociadas a ingresos legítimos y garantizar con la seguridad social que nadie quede abandonado, garantizar que los servicios fundamentales como la educación y la salud sean gratuitas y universales y garantizar (también) salarios dignos, por cierto imposibles de alcanzar con el sobrempleo que aún existe en el sector estatal. Y para todo esto, insisto, las compensaciones que ofrece el sector no estatal es imprescindible hoy. Ya hay más de 500 mil ciudadanos cubanos en el sector no estatal, algunos especialistas calculan que todavía es necesario que asimile 1 millón más, o sea millón y medio de unos 4 millones que es la población económicamente activa del país, quiere decir que no estamos hablando de un detalle menor.

Notas:

1 Ver Texto de Humberto Pérez “Comentario a Los millones que vuelan con los cubanos” en el Blog El Estado como tal Enero 22, 2018, https://elestadocomotal.com/2018/01/22/humberto-perez-comentario-a-los-millones-que-vuelan-con-los-cubanos/ y http://www.rebelion.org/noticia.php?id=227961

2 Ver Julio Carranza “Cuba y sus circunstancias: Socialismo, mercado y propiedad privada en Blog El Estado como Tal y Blog Rebelión, https://elestadocomotal.com/2017/06/12/julio-carranza-cuba-y-sus-circunstancias-socialismo-mercado-y-propiedad-privada/

3 Sobre el tema de las reformas monetarias y cambiaras ver el importante intercambio de destacados economistas: Pedro Monreal, Humberto Pérez, Joaquín Benavides y otros, publicado fundamentalmente en el Blog El Estado como tal, https://elestadocomotal.com/2018/01/22/humberto-perez-abundando-sobre-mi-propuesta-de-pasos-para-la-eliminacion-de-la-dualidad-monetaria-y-cambiaria-para-el-incremento-de-salarios-y-pensiones/










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