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lunes, 23 de abril de 2018

Ni lenta ni ociosa puede ser la economía

Aspectos subjetivos, prioridades de trabajo incorrectas y escasa capacidad de gestión son algunas de las cuestiones que contribuyen a que los inventarios ociosos y de lento movimiento constituyan hoy una dificultad en Pinar del Río
Publicado: Sábado 21 abril 2018 | 08:16:50 PM

Autor:



Dorelys Canivell Canal
digital@juventudrebelde.cu



Un tambor de freno, una bomba de aceite, juntas para autos, guardafangos delanteros y paneles de soporte de radiadores están a disposición del público como parte de la comercialización de productos ociosos y de lento movimiento. 

Autor: Dorelys Canivell Canal Publicado: 21/04/2018 | 07:50 pm

PINAR DEL RÍO.— Más de 5 800 elementos para conexiones hidráulicas permanecen inmovilizados en los almacenes de una unidad empresarial de base pinareña, pero el ejemplo no es exclusivo de esta entidad.

En la empresa estatal socialista y en las unidades presupuestadas ha sido un problema la existencia de productos catalogados como de lento movimiento y ociosos.

Según Jorge Luis Salas Rosette, vicepresidente del Consejo de la Administración Provincial, las gestiones que se han hecho para encauzar esta situación en la provincia son aún insuficientes.

«No todos los organismos trabajan de forma profunda y sistemática. Todavía quedan asuntos en el plano subjetivo; la responsabilidad corresponde a los diferentes niveles, y sobre todo a las direcciones», precisó.

Añadió que recientemente se han realizado gestiones para dar salida a los productos ociosos, pero, por ejemplo, son limitados los locales para la venta a la población.

La Empresa de Productos Universales, que trabaja con datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) en Pinar del Río, muestra que al cierre de 2017 los valores de inventarios de lento movimiento y ociosos ascendían a 18 062 300 pesos, con una disminución de unos 4 000 000 en comparación con los inicios de año.

No obstante, resulta excesiva la existencia de productos inmovilizados en almacenes, si se tiene en cuenta que no todas las empresas y unidades presupuestadas informan de manera oportuna a la ONEI, y que, entre los resultados de la 12ma. Comprobación Nacional al Control Interno, desarrollada entre el 1ro. de noviembre y el 12 de diciembre pasado, sobresale que no todas las entidades utilizan el Clasificador de Productos de Cuba, lo cual limita la estandarización de la información estadística oficial del país en su recolección y tabulación.

Algunas experiencias

Anabel Rodríguez Serrano, especialista B en Compraventa del Comercio Interior, destacó el papel de Productos Universales, herramienta mediante la cual se gestiona la comercialización de los productos ociosos y de lento movimiento de las entidades de la provincia.

Hoy tienen 82 empresas contratadas, y al cierre de febrero pasado 53 no poseían inventarios ociosos.

«Trabajamos con los mismos vendedores —significó Rodríguez Serrano—. Muchas empresas ni siquiera saben de nuestra labor. Como metodología, a partir de la contratación se visitan los almacenes y se determina lo que puede ser comercializable para la población a través del mercado experimental, y entre las propias empresas».

Al respecto Juan Víctor Concepción Pérez, especialista principal del Grupo de lento movimiento, ociosos y ventas mayoristas de la empresa de Productos Universales en Pinar del Río, aclaró que han logrado tener un representante en los municipios. «Aspiramos a organizar una feria permanente en cada territorio, donde las empresas puedan vender sus productos. Hoy se ha hecho en la cabecera provincial».

Agregó que «Ciclo Pinar es una tienda experimental en la que se expenden productos de Comercio, y del resto de las empresas y entidades contratadas por Universales, y ha tenido muy buena aceptación por parte de las personas, pues allí se encuentra cualquier objeto; además, la gente los compra para transformarlos, adaptarlos y cambiar su valor de uso».

Rolando García Álvarez, especialista de Gestión de inventarios del Grupo Empresarial de Comercio Pinar del Río, dijo que otra iniciativa que ha aplicado su entidad, rectora de la tienda, es la participación en diferentes ferias e intercambios de productos entre empresas del mismo Grupo, lo cual constituye una salida a los inventarios ociosos.


La venta de productos ociosos y de lento movimiento ha ayudado a las empresas a disminuir los registros contables de estos inventarios. Foto: Dorelys Canivell Canal.

El Grupo Empresarial de Transporte Pinar del Río también ha mostrado pasos de avance para dar salida a sus recursos inmovilizados.

Al respecto, Maura Loaces Pi, directora de Contabilidad y Finanzas de la Empresa Provincial de Aseguramiento y Servicios al Transporte de Pinar del Río, confirmó que ya se han realizado dos ferias con el objetivo de gestionar inventarios de lento movimiento. La primera tuvo lugar en enero del año pasado y la segunda en este marzo.

Como procedimiento, explicó Loaces Pi, se comercializan los productos entre las empresas del mismo sistema del Transporte y después se venden a terceros; o sea, a otras entidades de la provincia y a particulares.

Añadió que con esa práctica han logrado disminuir considerablemente el valor de los registros contables de este inventario. 

Resaltó Concepción Pérez que en 2017 hubo una mayor preocupación por parte de los directivos de las empresas de dirigirse a Universales, porque se sabía que la Comprobación al Control Interno vendría sobre estos temas. «Otros años las colas en diciembre son kilométricas, pero el problema no se resuelve de hoy para mañana. Como sistema de trabajo queremos visitar el ciento por ciento de las empresas antes de que concluya el primer semestre del año».

De cara al control interno

Yanelis Ortúzar Hernández, vicencontralora provincial, explicó sobre los resultados de la 12ma. Comprobación, que en esta ocasión revisó el control y uso de los inventarios como seguimiento al Lineamiento número 252, en aras de minimizar la inmovilización de recursos y las pérdidas a la economía.

Según información ofrecida por la Contraloría, en la provincia fueron auditadas 25 entidades, y en la revisión de la documentación resultante del proceso de profundización y análisis de los inventarios se comprobó que el 25 por ciento no cumple con esta tarea, al no recibir orientaciones de su organismo superior, por lo que no hubo una gestión eficiente en cuanto a su utilización, depuración, seguimiento y control.

De igual forma, señalaron que los modelos del subsistema de inventarios carecen indistintamente de datos de uso obligatorios, lo que no garantiza una adecuada trazabilidad y puede provocar descontrol.

Entre las principales limitaciones para la comercialización de los inventarios declarados de lento movimiento y ociosos se encuentran la insuficiente demanda por parte de entidades que los pueden adquirir, y la existencia de productos de tecnología obsoleta, sin poder aplicar otros mecanismos de gestión para la reducción de los mismos.

Un lastre

Algunas de las causas que provocan los enormes volúmenes de productos innecesarios en los almacenes son las compras excesivas, los cambios de tecnología, la falta de control interno y la deficiente gestión para movilizar y determinar el destino final de los inventarios.

Si bien es cierto que la fluctuación en el mercado cubano obliga a adquirir determinados productos en un momento del año para garantizar, por ejemplo, las líneas de producción o el funcionamiento de los vehículos, ante la ausencia de piezas el resto del tiempo, hay que tener en cuenta que no siempre son necesarios los excesos.

Algunos empresarios aún mantienen la mentalidad de buscar grandes cantidades de determinados recursos para guardar «por si acaso después no hay», o porque sencillamente es un presupuesto que hay que ejecutar, y se compra «lo que aparezca».

Por eso existen en almacenes cualquier cantidad de tornillos, rodamientos, correas y piezas de hierro y bronce que las mismas empresas no necesitan.

El Decreto 315 del Consejo de Ministros señala que «en la economía nacional ocurren acumulaciones de inventarios de bienes y consumo, intermedios y de capital que exceden las necesidades reales de las empresas o que no tienen una adecuada utilización, por lo que resulta necesario regular la gestión de estos inventarios, clasificados como de lento movimiento y ociosos, y establecer las vías para minimizar o asegurar su más rápida liquidación por los efectos negativos que provocan para la economía empresarial y del país».

A ello debe ir encaminada la labor de directivos y aseguradores de las instituciones, y también de las direcciones a nivel nacional, cuya interacción con la base y fiscalización debe ser primordial, para de una forma paulatina eliminar este peso de la economía nacional, la que no puede ser de ninguna forma ni lenta ni ociosa, en un país que traza con detalles el futuro de un desarrollo sostenible.

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