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martes, 10 de julio de 2018

LA REFORMA SALARIAL DE 1980

Por Joaquin Benavides*

A principios de 1980, el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, a propuesta del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social, que así se denominaba entonces el Ministerio del Trabajo, aprobó aplicar una Reforma de Salarios para los trabajadores de toda la economía, desde los obreros agrícolas hasta los Ministros. Abarco todos los sectores y ramas, la actividad empresarial y la presupuestada. 

La aprobación del Gobierno incluyo las tarifas a utilizar, el salario minino y el máximo, que se fijó en 450 pesos para los Ministros. Se aprobó que excepcionalmente, trabajadores muy calificados en ramas muy importantes para el País, pudieran tener aprobado tarifas con salarios superiores. 

La Reforma Salarial comenzó a aplicarse a mediados de 1980 y al concluir 1981 estaba virtualmente aplicada en todo el País. 

Al cierre de ese año habían resultado beneficiados por la Reforma 2.535,000 trabajadores, de ellos 1.908,000 pertenecientes a la actividad empresarial y 627000 a la presupuestada. 

Su aplicación hasta el mes de diciembre de 1981 significo un gasto de salario de 535 millones de pesos. Pero si de los gastos incurridos se deducen los ahorros que se produjeron, entre otros factores por la aplicación de medidas de organización del trabajo y los salarios, que generaron ahorros relativos y absolutos de trabajadores y de fondo de salario, calculados para ese periodo en 194 millones de pesos, se puede hablar de un gasto neto ascendente a 341 millones de pesos. 

Entre 1980 y 1983, o sea en 4 años, el salario medio en el país creció en un 26%, para un ritmo promedio anual del 5,9%. En la Industria azucarera el salario medio mensual creció en un 29%; en la agricultura cañera, creció en un 50%; en los puertos en un 26%; en la Pesca en un 38% y en la Construcción y el montaje en un 23%. 

La Reforma Salarial tuvo la virtud de facilitar la aplicación consecuente por primera vez en forma generalizada en el país, del principio del pago de acuerdo al trabajo y ratifico asimismo la justeza de supeditar la instrumentación de nuevas medidas salariales, al logro de estadios superiores de organización, normacion y disciplina del trabajo en tanto estos se tradujeran en una eficiencia económica que posibilitara, en parte, el financiamiento de las medidas salariales aplicadas. 

Sobre esa base creció en más de 100mil la cifra de obreros trabajando en actividades normadas, aumentando también considerablemente el fondo de tiempo de los obreros que laboraban con normas. Solo entre 1980 y 1981 se revisaron en todo el país más de un millón y medio de normas de trabajo, y de 640 mil trabajadores que estaban vinculados a formas de pago por rendimiento en 1980, a finales de 1981 se encontraban trabajando bajo esas formas de pago más de 1 millón 200 mil. 

Todo ello propicio que en el periodo de 1980 a 1983, o sea en 4 años, la productividad del trabajo creciera en alrededor de un 27%, para un ritmo de incremento promedio anual del 6,2%; con anos como 1981, en que la productividad del trabajo creció en casi un 14% con respecto al año anterior. Estos resultados se atribuyeron, en no poca medida, a la aplicación del pago por campo terminado en la Agricultura y al pago por acuerdo y la organización de cuadrillas en la Construcción, que propicio, en este último sector el incremento de la productividad del trabajo de más del 49% en esos 4 años. 

Todos estos resultados pudieron obtenerse, gracias a la participación entusiasta y consecuente de la CTC y los Sindicatos, que tenían cuadros muy preparados en estos temas en todas sus instancias y trabajaban conjuntamente con las direcciones empresariales, de los organismos y del Ministerio de Trabajo, bajo la Dirección del Partido, que había acordado en su II Congreso esta línea de trabajo, y en especial porque toda la economía transitaba por el II Quinquenio de la aplicación del Sistema de Dirección de la Economía, que ya venía creando las condiciones para que esta política laboral y salarial se pudiera aplicar y comenzara a dar frutos. 

Posteriormente por causas y circunstancias que son ajenas al objetivo principal de este artículo, se produjo un cambio en la política económica y en la forma de gestionar la economía, que en la práctica obstaculizaron que este esfuerzo organizativo de la fuerza de trabajo de país pudiera continuar y pocos años después se produjeron los acontecimiento en la URSS y el Campo Socialista, que nos introdujeron de lleno en el Periodo Especial. Pero como diría Pánfilo, esa es otra historia.

 Economista cubano, ex Ministro- Presidente del Comité Estatal de Trabajo y Seguridad Social de Cuba (1980-1986) y como Ministro de Gobierno y Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Dirección de la Economía (1986-1991).

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