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domingo, 5 de agosto de 2018

ETECSA, el fanático protector y el “¡ATAJA!”



Por Manuel David Orrio
La Habana, 18/08/05.-Un fanático protector de los derechos del consumidor podría calificar como un robo de la monopólica Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), en telefonía móvil, al modo en que cobró durante bastante tiempo- y hasta hace poco -, 0,35 CUC por cada minuto de conversación en “horario pico”. Por irrelevante para el análisis, este periodista hace abstracción del “horario no pico”.
Para el lector no familiarizado, el CUC es una moneda interna cuyo curso forzoso persigue concentrar las divisas reales en las bóvedas de la banca estatal criolla, aunque por diversas razones aquel ha devenido  una de las “estrellas” en la picota pública de los economistas cubanos, sin contar el amplio rechazo popular que hace rato cosecha.
¿ROBO? ¿Y EL ¿MODUS OPERANDI?
El modus operandi del real o supuesto robo fue así: 0,35 CUC por minuto, tarifa oficial. Pero por los primeros 30 segundos de conversación, ETECSA cobraba 0,18 CUC; y por los siguientes 30, 0,17.  Pero con el “pequeño detalle” de que percibía esa cantidad lo mismo por 5 segundos adicionales de plática, por 10, o por los restantes 30  del minuto de marras. O sea, si el diálogo se extendía por digamos un minuto y 10 segundos, ETECSA lo cobraba como minuto y medio; si la conversación llegaba al minuto y 31 segundos, se embolsillaba el equivalente a  2 minutos…y así sucesivamente.
Con semejante método, la empresa obtenía una no despreciable cantidad de ingresos por no consumo total del minuto estipulado para los 0,35 CUC, sin contar la distorsión estadística provocada por sumar millones de fracciones de minutos que realmente el público no consumió.
Para no pecar de injusticia, por sí misma o mediante aportes al presupuesto estatal, ETECSA subsidia su buen millón de líneas de telefonía fija, mucho más baratas sus tarifas pese a sus altos costos de operación, con un extenso beneficio para ciudadanos de pocos recursos, de no tantos pocos recursos, y de recursos y muchos recursos. Todo depende de ser propietario de una de esas líneas tradicionales, lo cual proviene de un sinfín de causas y azares, cantaría Silvio Rodríguez. Y como las líneas de  telefonía móvil cubana mínimo triplican a las fijas, con precios e ingresos mucho mayores, de suyo se desprende que sí se obtienen los recursos  para financiar esos subsidios.
Sin embargo, lo que parece un acto de generosidad o filantropía  es en realidad uno de los abundantes ejemplos en que se manifiesta uno de los mayores problemas de la economía cubana: la extendida práctica de subsidiar a un número de productos y servicios, en vez de subsidiar a las personas necesitadas. De paso, eliminar esos subsidios para pasar a subsidiar a las personas, es uno de los lineamientos económicos incumplidos tras acordarse como tales en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, celebrado en el 2007. También fue una de las propuestas más presentadas en las discusiones populares anteriores a la aprobación de esos lineamientos.
Como consecuencia, parece eterno el espinoso asunto de la injusticia social que representa un igualitarismo donde los realmente necesitados perciben algo parecido a limosnas, mientras los menos urgidos, o hasta boyantes, reciben prebendas. No parece tan evidente cuando se trata de teléfonos. Pero cuando un producto como el arroz racionado se distribuye en igual cantidad y al mismo  precio simbólico, tanto para el jubilado cuya pensión equivale a unos 10 CUC, como para el artista que devenga miles, sí se ve.
¿SERENO, EL FANÁTICO?
La ira del fanático defensor de los derechos del consumidor pareció atenuarse cuando ETECSA comenzó a cobrar 0,35 CUC por 60 segundos efectivos de conversación. O sea, si se hablan 31 segundos, por ejemplo, el cobro asciende a (0,35 CUC ÷ 60segundos) x 31 segundos=0.18 CUC. No los 0,35 de antes, pues en la situación anterior los 31 segundos tomados de muestra habrían sido cobrados como un minuto.
PLANES PREPAGO
ETECSA lanzó al mercado un conjunto de atractivas ofertas prepago: los planes de voz, SMS y datos; éste último financia la cobertura para operar un correo electrónico internacional desde los teléfonos celulares, acceder al Internet desde una oficina comercial de ETECSA, o hacerlo desde uno de los puntos callejeros de la Wi-Fi criolla, popularmente nombrada la “Internet de contén”, debido a la imagen de decenas de personas, móviles en mano, sentadas al borde de las aceras, todas sumergidas en la red de redes.
Por estos planes, el cliente abarata sus costos de acuerdo con lo que contrata, mediante una compra que realiza desde el mismo teléfono celular, con descuento a su crédito principal, a su vez proveniente  por lo general de una tarjeta prepago.
Por ejemplo, un SMS cuesta 0,09 CUC; pero si se contrata un plan de 45 SMS por un precio de 2,50, válido por 30 días, el precio de un SMS nada más asciende a 0,055 CUC. O sea, un descuento de casi 40 % por cada uno.
Todos los mencionados planes operan de forma similar. De no usar el cliente su adquisición en el plazo establecido, en todo o en parte, ETECSA se embolsilla el dinero que quede del prepago, aunque el servicio no se haya prestado.
RECARGAS PROMOCIONALES DESDE EL EXTERIOR
ETECSA lanzó un plan de recargas promocionales desde el exterior para móviles. Por un equivalente a 20 CUC, en dólares, euros u otras divisas, el cliente en Cuba suma esa cantidad a su crédito principal, más un bono de 30 CUC. Son 50 CUC por el precio de 20, así de simple, si bien 30 han de consumirse en los 30 días posteriores a la fecha de la recarga.
Aquí, justamente aquí, el fanático protector de los derechos del consumidor lanzaría el tradicional grito cubano que convoca a perseguir en pandilla al delincuente en fuga:”¡ATAJA!”, por la sencilla razón de que antes de esa oferta de “50 x 20”, existió una mejor, derogada sin saberse por qué: una recarga superior a 20 CUC implicaba la duplicación de la cantidad recibida, y sin fecha de vencimiento.
Negocio es negocio, y puede que hasta extorsión, una vieja práctica de monopolios como ETECSA que para nada tiene que ver con capitalismos o socialismos, sino que parece intrínseca al monopolio: si la empresa ofrece por 20 CUC un bono adicional de 30, para así brindar un crédito de 50 con sólo pagar 20, es porque la operación debe de resultarle muy, pero muy rentable. Así pues, este periodista adelanta que si ETECSA decidió ofrecer “50 x 20”, éso no le otorga el derecho de apropiarse de otros pagos realizados por los clientes, como ahora mismo está ocurriendo. Ya se verá…
BONO EN ACCIÓN
Cuando un bono promocional de 30 CUC se halla vigente, todos los cargos por el uso de los servicios de voz, SMS y datos, se descuentan de aquel hasta que su saldo se agota o transcurran los 30 días en que es válido. Pero si antes de que se esté en posesión del bono, o el mismo esté operativo, el cliente ha comprado un plan prepago de cualquier tipo, el tiempo previsto para disfrutar de los servicios sigue transcurriendo hasta su vencimiento, sin que se descuente un centavo de lo prepagado, porque todos los cargos se deducen del bono.
Cuando los plazos de los planes prepago expiran, desaparecen de los móviles créditos y servicios pendientes de prestarse, mientras del bono promocional se deducen todos los costos en que el cliente haya incurrido. Ojo: de un bono promocional tras el cual habría costos de operación que permiten dar 50 por el precio de 20.
La conclusión es simple: el cliente adquiere los servicios prepago de voz, SMS y datos, de forma planeada y a costa de su saldo principal, que no expira; pero el bono de marras, que sí vence, depende de dos factores relativamente casuales: que ETECSA lo lance al mercado, lo cual ocurre de forma impredecible aunque para nada infrecuente, y que se disponga de alguien en el exterior que remita el monto de la recarga promocional contentiva del bono.
Por ende, ni es casual, ni imposible, que el criollo cliente adquiera planes prepago abonados de su bolsillo; sea sorprendido por el anuncio de una recarga promocional y acuda a toda velocidad al familiar o amigo residente en el exterior para que “le eche una mano”.
¿Lógico, su actuar? “Lo deja de tarea” este periodista, pero con un “pie forzado para la décima”: el salario real de hoy no ha superado al de 1989, según economistas del prestigio de un José Luis Rodríguez.
Por tanto, si cualquiera de los servicios prepago expira mientras está vigente un bono, se perderá lo que antes se adquirió, sin haberlo disfrutado. En consecuencia, ETECSA se habrá apropiado de algo ya pagado por el cliente, pero cuyo servicio  no se le prestó por el derecho adquirido, sino porque se le descontó del bono; incluso a un precio mayor. Dos más dos igual a cuatro: ETECSA se apropió del prepago, descontó del bono y en mayor o menor medida “cobró doble” ¿Con qué derecho, afirmaría el fanático protector de los fueros del consumidor?
Tal, el hecho, ¿ausente de derecho? .Terco hecho, diría Lenin; quien como no habló español de Cuba, no pudo gritar  “¡ATAJA!”

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