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jueves, 4 de octubre de 2018

El reordenamiento monetario y la devaluación del peso cubano: ¿escogiendo el veneno?


Pedro Monreal
4 de octubre de 2018


Nota: Esta es la primera de dos notas analíticas sobre la tasa de cambio en Cuba. La próxima nota se titula: “Ajustando la tasa de cambio en Cuba: maxi-devaluación, mini-devaluaciones y un nuevo régimen cambiario”.

La probabilidad de una devaluación del peso cubano ha sido aludida nuevamente de manera oficial. Ocurrió indirectamente el pasado 28 de agosto durante la reunión del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros con las Juntas de Gobierno y Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial. (1)

La palabra devaluación no fue mencionada en la escueta información divulgada por la prensa, pero se sabe que una devaluación sería el componente crucial de cualquier programa razonable de “reordenamiento” monetario en Cuba.

La experiencia reciente de Cuba indica que es probablemente la decisión de política económica más compleja y más difícil a la que se enfrenta el gobierno cubano.

Los funcionarios disponen de diversos instrumentos para afrontar las crisis, pero es conocido que cuando esta implica una seria restricción en los ingresos en divisas, cualquier alternativa que tuviese efectos paliativos en algunos procesos, pudiera tener simultáneamente efectos macroeconómicos negativos. Para esa contradicción, inherente a la hora de tomar decisiones de política económica, algunos especialistas han acuñado la expresión “escoge tu veneno”. (2)

Generalmente se ha asumido que el “reordenamiento” incluye dos componentes principales. En primer lugar, la unificación monetaria, específicamente el retorno a la utilización de una sola moneda nacional -el peso cubano (CUP)- y la consiguiente eliminación del peso convertible (CUC). En segundo lugar, la unificación de las tasas de cambio.

Si bien sobre la unificación monetaria parece existir un consenso amplio entre los economistas que se han pronunciado en el debate público, sin embargo, hay divergencias en cuanto a la unificación cambiaria. Algunos especialistas no consideran que sea un gran problema la coexistencia de varias tasas de cambio, a condición de que se haga una devaluación de la tasa de cambio oficial con la que operan las empresas del sector estatal. Sobre ese particular –la devaluación- también concuerdan quienes sugieren la existencia de una tasa de cambio unificada.

Este consenso sobre la devaluación que existe entre especialistas es un punto que debería quedar claro. De hecho, parecería ser más relevante que el tema de la unificación de las tasas de cambio.

Cada vez que se habla de “ordenamiento” y “reordenamiento” monetario, o sobre “unificación monetaria y cambiaria”, en realidad de lo que esencialmente se habla es de una devaluación del peso cubano (CUP) y muy probablemente esta no sería una devaluación pequeña.

La utilización del término “reordenamiento” pudiera dar la impresión de que se trataría de un proceso sin muchos sobresaltos. Sin embargo, los escenarios de una devaluación en Cuba pudieran ser menos apacibles, dependiendo del enfoque que se adoptase.

Una devaluación súbita relativamente grande –una “maxi- devaluación”- modificaría significativamente uno de los precios relativos más importantes de la economía cubana y sus efectos se transmitirían por todo el sistema económico.

Los riesgos económicos, políticos y sociales pudieran ser altos en caso de que el sistema económico no contase con la capacidad de respuesta que se necesita para procesar adecuadamente esa “señal”.

La centralidad del tema de la devaluación pudo apreciarse claramente cuando a fines de 2013 y principios de 2014 se adoptaron una serie de pasos preparatorios para lo que entonces se llamó el “día cero” (desaparición del peso convertible –CUC- y vuelta a una moneda nacional única: el peso cubano, CUP). Fue un momento en el que parecía realizable la implementación de una devaluación, pero finalmente esta no llegó a producirse. (3)

Desde entonces, el tema se ha mantenido en el discurso oficial sobre la reforma y a veces ha parecido cobrar fuerza, aunque nunca se ha repetido un momento de “impulso” preparatorio similar al de 2013- 2014.

Lo que se ha divulgado acerca de la mención oficial más reciente sobre el tema no parece aportar detalles nuevos. Se ha reafirmado lo que se conocía desde antes: la existencia de estudios encomendados por el gobierno sobre el asunto, así como el papel importante que deberán desempeñar las empresas estatales en el proceso.

La reciente reunión con las Juntas de Gobierno y Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial parece haber ratificado el estatus de la unificación monetaria y cambiaria como una de las prioridades anunciadas en diciembre de 2017 y reiteradas en marzo de 2018. (4)

La devaluación es un tema sobre el que se han pronunciado abiertamente muchos especialistas en economía. Más significativo aún, se conoce que un amplio grupo de expertos ha trabajado en el asunto por encargo gubernamental. Es razonable suponer entonces que las autoridades cubanas tienen a su disposición una serie de análisis y un rango de propuestas alternativas que les facilitaría la tarea de adoptar una decisión.

Obviamente, otros factores también serían necesariamente considerados pues se trataría de una decisión acerca de un asunto que, como la devaluación, es de naturaleza esencialmente política y no técnica. Una devaluación tiene la capacidad de modificar relaciones de poder en una sociedad, de beneficiar el estatus de algunos actores y de perjudicar el bienestar de otros. Esos son problemas centrales de la política nacional. 

¿Estaríamos a las puertas de una devaluación?

No existe suficiente información pública para afirmarlo ni para negarlo, pero esa es un área donde no debería descartarse que “algo” pudiera ocurrir en los próximos meses. 

Tres dimensiones para resolver la “gran ficción”

La tasa de cambio representa un mecanismo clave para la relación entre la economía interna y la internacional. Para una economía “abierta”, como la cubana, la tasa de cambio es una variable crucial. Por esa razón, evitar su falta de alineación respecto a una tasa de “equilibrio” debería ser una importante prioridad para los decisores de políticas económicas. 

Esto no se ha logrado en Cuba y por esa razón la tasa oficial de cambio se encuentra sobrevaluada, lo cual tiene –entre otras implicaciones- efectos distorsionadores para la medición económica y un impacto perverso en la competitividad internacional del país.

Lo anterior no significa que la decisión que originalmente llevó a mantener una tasa de cambio oficial con paridad unitaria entre el peso cubano y el dólar estadounidense, en un marco de coexistencia de varias tasas de cambio, haya sido una decisión irracional o equivocada.

Se conoce que un sistema múltiple de tasas de cambio puede desempeñar una función efectiva para enfrentar problemas súbitos de balanza de pagos como los que enfrentó Cuba a raíz de la crisis y posterior desaparición de la Unión Soviética.

Puede ser útil como instrumento para articular un sistema de impuestos y de subsidios, mediante la llamada función “cuasi-fiscal” del banco central, es decir, intervenciones que no se ajustan a la definición tradicional de la política monetaria y que se asemejan a funciones de las autoridades fiscales, específicamente la captación de ingresos presupuestarios.

Una tasa sobrevaluada opera como un impuesto implícito a los exportadores que es capaz de concentrar ingresos –con relativa estabilidad- lo que permite asegurar el funcionamiento de las finanzas públicas, incluidos –de manera especial- el mantenimiento de los programas sociales y la garantía de determinados niveles de consumo básico a la población.

El problema radica en la prolongación excesiva de una tasa de cambio oficial artificialmente sobrevaluada del CUP y no tanto en el sistema de tasas múltiples en que esta existe.

Mientras la distorsión que introduce una sobrevaluación dilatada no logre ser resuelta, seguirá siendo mínima la posibilidad de que se materialice exitosamente el “especial énfasis en la sustitución de importaciones a partir de la producción nacional de diferentes renglones” al que se hizo referencia en un reciente un Consejo de Ministros. (5) 

Con una tasa sobrevaluada, un proceso amplio de sustitución de importaciones continuará siendo esencialmente una quimera. Ello tendría un impacto negativo sobre la producción, el empleo, la productividad y los salarios.

Es ampliamente reconocido que la “gran ficción” del modelo económico cubano consiste en mantener como uno de los principales precios relativos de la economía nacional una tasa oficial que establece la equivalencia unitaria entre el peso cubano (CUP) y el dólar estadounidense (USD).

Cualquier ordenamiento monetario lógico en Cuba debería comenzar sacando la tasa oficial del CUP del universo paralelo en que habita, desde hace rato, para devolverla a la realidad económica.

Sería un proceso que abarcaría diversas dimensiones, pero hay tres que deberían ser retenidas:

-         El valor que se le asignaría a la tasa de cambio oficial del peso cubano (CUP) respecto a las divisas extranjeras para pasar a implementar el proceso de devaluación del CUP.
-         La secuencia y modalidades de la devaluación (maxi-devaluación o mini-devaluaciones).
-         El régimen cambiario que se adoptaría, o sea, el método para definir la cuantificación y la gestión de la tasa de cambio después que tenga lugar la devaluación del CUP.

Este es un tema que he comentado anteriormente, en varias ocasiones, pero sobre el cual es inevitable volver debido la importancia que tiene para la reforma del modelo económico y social de Cuba. (6)

Cuantificando la devaluación del CUP

Existen dos aspectos a considerar en cuanto al nuevo valor que adoptaría la tasa de cambio oficial del CUP (tasa nominal). En primer lugar, el enfoque que se utilizaría para arribar a la cifra de la tasa de cambio, y, en segundo lugar, la propia cifra.

En esencia, la tarea inicial consistiría en poder determinar el nivel de una tasa de cambio de “equilibrio” alrededor de la cual pudieran existir oscilaciones, pero que se asumiría como el punto de referencia para decidir la magnitud de la tasa de cambio oficial. Como se conoce, el término “equilibrio” debe ser abordado con cautela porque pudiera ser interpretado de diferentes maneras.

En cualquier caso, normalmente se asume que una tasa de cambio de “equilibrio” refleja un balance entre la oferta y la demanda de una moneda respecto a otra, considerando que no se produce intervención oficial para afectar la tasa, aunque se admite que pudieran existir distorsiones debido a otras políticas.

Debe quedar claro que la tasa de cambio de “equilibrio” es una tasa teórica. Es el resultado de un ejercicio de modelación y no del funcionamiento “real” del mercado cambiario. La tasa de cambio de “equilibrio” orienta la adopción de la tasa de cambio oficial, pero no tiene que coincidir exactamente con esta.

La tasa de cambio oficial se ubica en el plano de la política económica. Es un resultado del funcionamiento de procesos “reales” que incluyen el mercado, pero que también incluyen factores políticos.

Los puntos que se han deseado destacar aquí son dos: primero, que es recomendable tratar de alinear (no necesariamente igualar) la tasa de cambio oficial a la tasa de cambio de ‘equilibrio” para asegurar que la política cambiaria se encuentra económicamente fundamentada; y, en segundo lugar, llamar la atención acerca de que cualquier desviación significativa entre la tasa oficial y la tasa de “equilibrio” tendría consecuencias macroeconómicas y posibles costos económicos, políticos y sociales.    

En términos generales y de manera simplificada, los posibles métodos para cuantificar la tasa de cambio pudieran ser clasificados en dos grandes enfoques: intuitivo y científico.

En el primer caso, se utilizaría una aproximación relativamente arbitraria, lo cual no significa necesariamente que la cifra fuese irrazonable. En el segundo caso, se utilizaría alguno de los modelos de cálculo disponibles –apoyados en una teoría económica-, o una combinación de esos modelos.

Obviamente, el enfoque científico es preferible, pero necesita datos confiables y actualizados que reflejen una serie de variables económicas. Las limitaciones que existen en Cuba para el acceso público a esos datos restringen la posibilidad de basar en un enfoque científico la discusión abierta sobre la tasa de cambio. Hasta el momento, los especialistas que pudieran haber tenido acceso a esos datos no han aportado resultados que puedan ser examinados en el debate abierto.

Esa es la razón por la que en los intercambios públicos sobre el tema han predominado las cuantificaciones de la tasa de cambio derivadas de un enfoque intuitivo. Por ejemplo, identificar la “mediana” entre la tasa de cambio oficial del CUP (utilizada en las relaciones empresariales, 1 CUP = 1 USD) y la llamada tasa de CADECA (utilizada en las transacciones individuales, aproximadamente 24 CUP = 1 USD). Es decir, se seleccionaría 12,5 CUP = 1 USD como posible nueva tasa oficial unificada.

La utilización de un enfoque intuitivo también pudiera resultar en otras cifras. Por ejemplo, para algunos especialistas que proponen no unificar la tasa de cambio, sino que sugieren la coexistencia de una tasa fija (tasa oficial) para las empresas y otra tasa fluctuante para la población y los turistas, la nueva tasa oficial pudiera ser de 5 CUP = 1 USD. Se trataría de una cifra establecida arbitrariamente. (7)

Utilizando el enfoque intuitivo, otros colegas han sugerido una unificación cambiaria mediante la adopción de una tasa de cambio unificada de 15 CUP = 1 USD. (8)

En cuanto al enfoque científico, los cuatro modelos más utilizados para calcular la tasa de cambio de “equilibrio” son los siguientes (9):

-         Poder de Paridad de Compra (Purchasing Power Parity, PPP)
-         Tasa de Cambio de Equilibrio Fundamental (Fundamental Equilibrium Exchange Rate, FEER)
-         Tasa de Cambio de Equilibrio Natural (Natural Equilibrium Exchange Rate, NATREX)
-         Tasa de Cambio de Equilibrio de Comportamiento Conductista (Behavioral Equilibrium Exchange Rate, BEER)

Debido a que es un método relativamente flexible en cuanto a la selección de variables y que funciona bien con datos escasos y simples, el método “Tasa de Cambio de Equilibrio de Comportamiento Conductista (BEER)” es probablemente el más adecuado para quienes en Cuba deben estudiar el tema en un contexto de penuria estadística. (10)

No es propósito de este texto intentar aplicar ese método, sino simplemente indicar su existencia y su posible utilidad.

Se asume que los especialistas que han realizado los estudios encargados por las autoridades cubanas –seguramente con acceso a datos que no son públicos- han podido aplicar todos estos métodos de cálculo de la tasa de cambio “equilibrio” y probablemente ya han identificado un valor aproximado de esa tasa de “equilibrio”.

Hasta donde conozco, esa posible cuantificación no se ha hecho pública, lo cual limita la calidad la discusión abierta del tema y restringe el posible aporte que pudiera hacer la mayoría de los economistas cubanos.

La incertidumbre actual acerca de cuál pudiera ser la magnitud de la devaluación no es un asunto menor. La devaluación del CUP pudiera llegar a ser -en algunos escenarios- el factor individual más importante para establecer posibles trayectorias divergentes para el desarrollo del país. La viabilidad económica de empresas y quizás hasta de ramas completas de la economía sería diferente, en dependencia de la magnitud de la devaluación.

Llevar la tasa oficial desde su equivalencia actual de 1 USD = 1 CUP hacia una tasa de 1 USD = 2 CUP equivaldría a una devaluación del 100%. Si la tasa modificada fuese de 1 USD = 5 CUP, entonces la devaluación sería del 400%. Igualar la tasa oficial a la tasa de CADECA (operaciones minoristas de cambio), equivaldría a una devaluación aproximada de 2300%.

No parece factible asumir que pudiera evitarse una devaluación grande del peso cubano.

Aun considerando una devaluación que solamente llevase la tasa de cambio oficial hasta un nuevo nivel de 1 USD = 2 CUP (suponiendo que esa magnitud se alinearía a la tasa de “equilibrio”), ello representaría una devaluación del 100% que pudiera llegar a ser una de las mayores devaluaciones súbitas -en un día- que habrían tenido lugar en años recientes a nivel mundial.

Naturalmente, la identificación de la tasa de cambio de “equilibrio” es un dato necesario, pero insuficiente para proceder a implementar una devaluación.

Se supone que esa debería ser la tasa que ofreciera un punto de referencia con racionalidad económica para el proceso de devaluación, pero nada obliga –en principio- a que la devaluación que se requiera para alcanzar aproximadamente la tasa de “equilibrio” deba hacerse “de golpe y porrazo”.

Pudiera ser que se decidiera llegar a una tasa de cambio oficial -orientada por la tasa de “equilibrio”- de manera progresiva, mediante una serie de mini-devaluaciones. La selección respecto a cuál alternativa debería ser utilizada sería, muy probablemente, el resultado de una decisión fundamentalmente política.

Notas

1 Leticia Martínez, “Díaz-Canel sostuvo encuentro con Juntas de Gobierno y Organizaciones Superiores de Dirección Empresarial”, Cubadebate, 28 de agosto de 2018, http://www.cubadebate.cu/noticias/2018/08/28/diaz-canel-sostuvo-encuentro-con-juntas-de-gobierno-y-organizaciones-superiores-de-direccion-empresarial/#.W5kHi7p9haQ

2 Forbes, Kristin and Michael Klein. 2015. “Pick Your Poison: The Choices and Consequences of Policy Responses to Crises.” IMF Economic Review  63: 197-
237.

3 Principalmente se refiere a la adopción de tres instrumentos normativos: Resolución No.19 de 22-1-2014. Dispone las medidas financieras y contables en las relaciones entre las entidades económicas, que entran en vigor el día antes, (DÍA CERO), del momento de la unificación monetaria en el país (GACETA EXTRAORDINARIA No. 12 de 6-3-2014);
Resolución No.20 de 22-1-2014. Establece la Metodología Para la formación y modificación de precios mayoristas, tarifas técnico-productivas y tasas de margen comercial. (GACETA EXTRAORDINARIA No. 12 de 6-3-2014); y Resolución No.21 de 22-1-2014. Establece la Metodología Para la formación y modificación de precios minoristas y las tarifas a la población. (GACETA EXTRAORDINARIA No. 12 de 6-3-2014).

4 Ver, José Raúl Concepción y Dianet Doimeadios Guerrero, “Asamblea Nacional: Murillo informa sobre novedades en la implementación de los Lineamientos”, Cubadebate, 21 de diciembre de 2017,

5 Ver, Leticia Martínez, Yaima Puig Meneses, “Díaz-Canel en Consejo de Ministros: “Tenemos que defender todo lo que se pueda producir en el país”, Cubadebate, 20 de septiembre de 2018, http://www.cubadebate.cu/noticias/2018/09/20/diaz-canel-en-consejo-de-ministros-tenemos-que-defender-todo-lo-que-se-pueda-producir-en-el-pais/#.W7Dk4vZoQl0

6 Ver, Pedro Monreal, “La cuantificación de la tasa de cambio real en Cuba: circunvalando la carencia de datos oficiales”, blog El Estado como tal, 20 de julio de 2018 https://elestadocomotal.com/2018/07/20/la-cuantificacion-de-la-tasa-de-cambio-real-en-cuba-circunvalando-la-carencia-de-datos-oficiales/ ; “Modificando las tasas de cambio en Cuba: invitación a cuantificar el nudo gordiano” blog El Estado como tal, 19 de julio de 2018 https://elestadocomotal.com/2018/07/19/modificando-las-tasas-de-cambio-en-cuba-invitacion-a-cuantificar-el-nudo-gordiano/, “Las tasas de cambio en Cuba: lo “racional” y lo privado”, blog El Estado como tal, 16 de mayo de 2018 https://elestadocomotal.com/2018/05/16/las-tasas-de-cambio-en-cuba-lo-racional-y-lo-privado/; La devaluación del peso cubano no es una maniobra monetaria: ¿ofrece Vietnam alguna lección?, blog El Estado como tal, 28 de febrero de 2018 https://elestadocomotal.com/2018/02/28/la-devaluacion-del-peso-cubano-no-es-una-artimana-monetaria-ofrece-vietnam-alguna-leccion/;
“Perspectivas de una devaluación monetaria en Cuba: cuando la montaña de la política no viene hacia los economistas”, blog El Estado como tal, 24 de enero de 2018 https://elestadocomotal.com/2018/01/24/perspectivas-de-una-devaluacion-monetaria-en-cuba-cuando-la-montana-de-la-politica-no-viene-hacia-los-economistas/ ; “Unificación de tasas de cambio en Cuba: el olmo, las peras y el colmo”, blog El Estado como tal, 4 de enero de 2018 https://elestadocomotal.com/2018/01/04/unificacion-de-tasas-de-cambio-en-cuba-el-olmo-las-peras-y-el-colmo/

7 Rogelio Torras Rodríguez y Juan M. Ferrán Oliva. “No es oro todo lo que brilla”, blog El Estado como tal, 14 de febrero de 2018, https://elestadocomotal.com/2018/02/14/rogelio-torras-rodriguez-y-juan-m-ferran-oliva-no-es-oro-todo-lo-que-brilla/ y Rogelio Torras y Juan M. Ferrán. “Contrapunteo del CUC y el CUP”, blog El Estado como tal, 22 de marzo de 2018, https://elestadocomotal.com/2018/03/22/rogelio-torras-y-juan-m-ferran-contrapunteo-del-cuc-y-el-cup/

8 Humberto Pérez. “Reforma monetaria con aumento de salarios y pensiones. Reflexiones y sugerencias”, blog El Estado como tal, 3 de julio de 2018, https://elestadocomotal.com/2018/07/03/humberto-perez-reforma-monetaria-con-aumento-de-salarios-y-pensiones-reflexiones-y-sugerencias/

9 Sónia Costa, “A survey of literature on the equilibrium real exchange rate
an application to the euro exchange rate”, Banco de Portugal / Economic Bulletin / Winter 2005, https://www.bportugal.pt/sites/default/files/anexos/papers/ab200514_e.pdf ; Rebecca L Driver y Peter F Westaway, “Concepts of equilibrium exchange rates”, Working Paper no. 248, Bank of England 2004, http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.318.8382&rep=rep1&type=pdf ; Reza Y. Siregar, “The Concepts of Equilibrium Exchange Rate: A Survey of Literature”, Staff Paper No. 81, The South East Asian Central Banks (SEACEN) Research and Training Centre (The SEACEN Centre) Kuala Lumpur, Malaysia, April 2011 https://core.ac.uk/download/pdf/6285032.pdf ; Reza Y. Siregar y Ramkishen S. Rajan, “Models of Equilibrium Real Exchange Rates
Revisited: A Selective Review of the Literature”, Discussion Paper
No. 0604, August 2006, Center for International Economic Studies (CIES),University of Adelaide, Australia https://www.adelaide.edu.au/cies/documents/papers/0604.pdf

10 Ver, Behavioural Equilibrium Exchange Rate (BEER),  RothkoResearch, 31 de mayo de 2017 https://rothkoresearch.com/wp-content/uploads/2017/05/beer_models1.pdf ; y Gergana Georgieva. “Estimating the Behavioural Equilibrium. Exchange Rate of EUR/USD using a Monetary. Model with Labour Productivity”. Department of Economics. Hanken School. Helsinki 2012. https://helda.helsinki.fi/bitstream/handle/10138/33526/georgieva.pdf?sequence=4&isAllowed=y


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