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La presencia de la mujer es notable desde la siembra del tubérculo. Fotos: Pastor Batista Valdés
De acuerdo con lo programado, la siembra de papa, correspondiente a la presente campaña, comenzó sin contratiempos en la provincia de Ciego de Ávila, por áreas de la Empresa Agropecuaria Cuba Soy.
Con respaldo de semilla producida por el propio territorio, la mencionada empresa abre un ciclo al que se deben sumar otras unidades productoras como la Empresarial de Base El Mambí, las cooperativas de producción agropecuarias Revolución de Octubre y Paquito González, así como las empresas La Cuba y Arnaldo Ramírez, en todos los casos, con experiencia en las atenciones culturales a ese tubérculo.
Según declaraciones de Raúl Monguía Rodríguez, especialista de la Delegación Provincial de la Agricultura, se prevé que en el territorio se planten unas 755 hectáreas, 585 de ellas con semilla importada por el país.
La intención es asegurar todos los detalles, desde el principio, para cosechar unas 13 983 toneladas que permitan entregarle a la nación 8 000 toneladas para su procesamiento según la modalidad de papa prefrita, destinar otras 980 toneladas a semilla con vistas a la próxima campaña y el resto para el consumo.
Agrega Monguía que, en las unidades donde se plantará, se ha logrado la subsolación en el mayor grado posible, nivelación del terreno, calibración de las máquinas de riego, certificación de los implementos, transcurren bien surque y fertilización, además de que hay condiciones para trabajar de noche.
La temprana aplicación del trichogramma busca neutralizar la acción de posibles hongos, perjudiciales al cultivo
En contacto directo con el surco, especialistas comprueban la profundidad, distancia y altura del cantero, a la vez que se cuenta con medios biológicos, como alternativa de protección y de control frente a plagas o enfermedades que puedan perjudicar a las plantaciones.
Como novedad, se prevé funcionen equipos de trabajo de la Universidad de Ciego de Ávila Máximo Gómez, vinculados a todas las máquinas de riego que intervendrán en la campaña, con el propósito de realizar seguimiento, desde el punto de vista pluviométrico, y tener un mejor control acerca del consumo de agua.
Directivos y productores consideran que si la anterior campaña fue buena, esta también debe serlo, a pesar de que la provincia plantará alrededor de 100 hectáreas menos, por limitaciones de la economía nacional.
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