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jueves, 22 de marzo de 2018

¿Comienza ya la guerra comercial? Trump anuncia nuevos aranceles a China

Publicado: 22 mar 2018 16:50 GMT | Última actualización: 22 mar 2018 18:33 GMT

Pekín ya estaría planeando medidas de respuesta que afectarían a los estados que ayudaron a elegir a Trump en 2016.


El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha firmado un memorando que impone nuevas aranceles contra China por un valor de hasta 60.000 millones de dólares anuales.  Las sanciones comerciales han sido tomadas por lo que se considera el "robo" de propiedad intelectual estadounidense. Esta medida restrictiva podría desatar una guerra comercial entre los dos países en los próximos meses.
"Esto ha tardado en gestarse. En un período de tiempo relativamente corto perdimos 60.000 fábricas y 6 millones de empleos", arrancó diciendo el mandatario en su discurso previo a la firma del documento.
Trump ha aseverado que EE.UU. ahora tiene "un déficit comercial de 800.000 millones con el mundo", lo que constituye, según él, "el mayor déficit de cualquier país en la historia de nuestro mundo". La situación "está fuera de control", ha subrayado el líder estadounidense.

"Si nos cobran, les cobramos"

El mandatario ha recalcado que "existe una tremenda situación de robo de propiedad intelectual" con China afectando a cientos de miles de millones de dólares en comercio cada año. "Lo vamos a solucionar. Francamente, nos convertirá en una nación mucho más fuerte y mucho más rica", ha prometido Trump ante los periodistas.
Aunque Trump ha asegurado que ve a China "como amigos", ha lamentado su superávit comercial con Estados Unidos. Por ello, de acuerdo con el mandatario, Pekín merece una acción punitiva. "Es recíproco. Si nos cobran, les cobramos", subrayó el presidente.
Imagen ilustrativa / Brian Snyder / Reuters
Según informes previos a la firma del memorando, las medidas podrían aplicarse a más de 100 productos que, según Trump, se habrían desarrollado mediante el uso de secretos comerciales que China robó a empresas estadounidenses o que forzó a entregar a cambio de acceder a su mercado.
Asimismo, Washington estaría considerando restringir las actividades de inversión de las empresas chinas en EE.UU. y limitar los visados expedidos a ciudadanos chinos.

¿Por qué se toman estas medidas?

Hace mucho tiempo que EE.UU. viene acusando a Pekín de obligar a las empresas estadounidenses a entregar información comercial de propiedad exclusiva y propiedad intelectual como condición para operar en China.
El portavoz de la Casa Blanca Raj Shah ha confirmado a AFP que las sanciones se anunciarán tras una "investigación sobre los esfuerzos de China —dirigidos por el Estado y que distorsionan el mercado— para forzar, presionar y robar las tecnologías y la propiedad intelectual de EE.UU.".
Contenedores en el puerto chino de Guangzhou, el 14 de junio de 2017. / China Stringer Network / Reuters
Esta investigación de la Administración estadounidense concluyó que el daño a las empresas estadounidenses por transferencia forzada de tecnología es de 30.000 millones de dólares anuales.

¿Cómo respondería China?

El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lu Kang, afirmó el pasado jueves que Pekín espera abordar las cuestiones comerciales bilaterales con EE.UU. de manera constructiva, ya que ambos países "creen que pueden resolver sus disputas a través de negociaciones amistosas". "Estamos listos para hacerlo", añadió el portavoz.
Imagen ilustrativa / Jason Lee / Reuters
Mientras tanto, según WSJ, que cita a personas familiarizadas con el asunto, China se está preparando para responder a las sanciones de Washington con aranceles destinados a afectar a los estados que ayudaron a elegir a Trump en 2016.
Según estas fuentes, es probable que Pekín apunte a las exportaciones estadounidenses de soja, sorgo y cerdos vivos. Trump ganó en ocho de los 10 principales estados productores de soja y porcino, y en siete de los 10 principales estados productores de sorgo.

¿Cuáles serán las consecuencias?

Tras el anuncio del presidente Trump sobre las nuevas medidas comerciales contra Pekín, se desplomó la bolsa de Nueva York. El índice Dow Jones retrocedió más de 400 puntos. Por su parte, Standard & Poor's cayó 1,6 %, mientras que el Nasdaq hacía lo propio en un 1,7 %.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, declaró este miércoles que la perspectiva de una guerra comercial es una amenaza creciente para la economía más grande del mundo.
Por otra parte, cualquier imposición de aranceles sin recurrir primero a la Organización Mundial de Comercio provocaría críticas, no solo de parte de Pekín, sino también de la industria estadounidense, que se ha opuesto a los aranceles por considerarlos contraproducentes.
Camiones transportan contenedores en el puerto chino de Qingdao, el 8 de marzo de 2018. / China Daily CDIC / Reuters
De hecho, un grupo formado por las 25 principales empresas minoristas de EE.UU., entre ellas Walmart, Costco y Best Buy, instaron el lunes a la Administración Trump por medio de una carta a no imponer tarifas radicales a las importaciones chinas debido al posible impacto negativo que podría tener en las familias trabajadoras estadounidenses. La misiva advierte de que la medida "perjudicaría a los hogares estadounidenses con precios más altos" y "agravaría un sistema de tarifas de EE.UU. que ya está en contra de las familias trabajadoras".
Por su parte, el consultor financiero Isaac Cohen ha comentado a RT que las nuevas restricciones son muy diferentes a los recientes aranceles al aluminio o al acero. De acuerdo con el experto, se trata de "una medida hecha dentro de la norma de la Organización Mundial del Comercio".

Se desploma Dow Jones tras el anuncio de Trump

Publicado: 22 mar 2018 17:09 GMT | Última actualización: 22 mar 2018 18:30 GMT

El temor a una guerra comercial entre EE.UU. y China hizo caer la bolsa en más de 400 puntos.


Una pantalla muestra el Promedio Industrial Dow Jones en la Bolsa de Nueva York.
Brendan McDermid / Reuters

Este jueves se desplomó la bolsa de Nueva York. El índice Dow Jones retrocedió más de 400 puntos mientras que Standard & Poor's cayó 1,6%, mientras que el Nasdaq hacía lo propio en un 1,7%. Esta caída se debe al anuncio del presidente Donald Trump mediante el cual impuso aranceles a productos chinos por un valor equivalente a 60.000 millones de dólares.

En total son más de 100 productos los afectados ya que, según Trump, se habrían desarrollado mediante el uso de secretos comerciales robados a empresas estadounidenses o que China forzó a entregar a cambio de acceder a su mercado.

La información había sido confirmada previamente por Raj Shah, portavoz de la Casa Blanca a la agencia AFP. El funcionario apuntó que las sanciones se anunciarían tras una "investigación sobre los esfuerzos de China -dirigidos por el Estado y que distorsionan el mercado- para forzar, presionar y robar las tecnologías y la propiedad intelectual de EE.UU.".

El temor a una guerra comercial entre ambas potencias viene sobrevolando la economía mundial desde hace varios días. Fue uno de los temas presentes en la cumbre del G20 realizada en Buenos Aires y produjo preocupación en el mercado de valores con la consecuente caída de la bolsa.

A esto se suma también el retroceso de las acciones de empresas de tecnología, centralmente Facebook, ante el escándalo de datos filtrados y utilizados por la consultora británica Cambridge Analytica.

Frente a la decisión de Washington habrá que esperar para conocer la reacción china. Previamente distintos analistas habían señalado que Pekín no se quedaría de brazos cruzados ante una acción de estas características y que podría frenar las exportaciones estadounidenses de soja, sorgo y cerdos vivos, principales productos de varios estados en los que Trump obtuvo un triunfo en las elecciones de 2016.

Cuba pierde millones de dólares al año por fugas de agua en las casas

Por: Lisandra Romeo Matos
En este artículo: Agua, Cuba, Economía, Fotografía, Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Recursos Hidráulicos
22 marzo 2018 
Anualmente se escapan por la red doméstica alrededor de 300 millones de metros cúbicos, el 20 por ciento del agua potable suministrada. Foto: Modesto Gutiérrez Cabo/ ACN.
Cuba pierde al año aproximadamente cinco millones de dólares por el agua bombeada que se fuga a través de las redes intradomiciliarias, afirmó Obdulio Casanova, director comercial del Grupo Empresarial de Acueducto y Alcantarillado (GEAAL).
El directivo confirmó a la prensa que anualmente se escapan por la red doméstica alrededor de 300 millones de metros cúbicos -el 20 por ciento del agua potable suministrada-, panorama similar al de hace un lustro, cuando se perdía el 22 por ciento del recurso distribuido al sector residencial.
Advirtió que tal cantidad implica un gasto de 10 mil toneladas de combustible destinadas al bombeo, y cuatro mil 500 toneladas de productos químicos para el tratamiento del líquido.
Casanova recordó que, a fin de incentivar el uso racional y productivo del agua, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) desarrolla un programa de metraje en los sectores estatal y residencial.
Hasta la fecha, existen 573 mil 128 viviendas con hidrómetros instalados, sólo el 23,3 por ciento de los más de dos millones de núcleos a metrar, los cuales se prevén completar para el año 2026, de acuerdo con el funcionario.
En busca de disminuir las pérdidas al interior de los hogares, el INRH también lidera, de conjunto con los ministerios de Industrias, de Comercio Interior y de la Construcción, el programa de herrajes hidrosanitarios, para la fabricación y comercialización de esas piezas.
David Baeza, director de producción del Grupo Empresarial de la Industria Sidero-Mecánica (Gesime), informó que actualmente existe una situación compleja para garantizar los diferentes surtidos debido a la falta de financiamiento y de materias primas importadas para su elaboración.
Aseguró que del plan previsto para este año de tres millones 110 mil unidades de grifos, dos millones 480 mil están dirigidos a la red de Comercio Interior, mientras que más de un millón y medio de esas piezas son de las más demandadas por la población.
La Empresa Industrial de Herrajes de Gesime produce 29 renglones en función del programa de ahorro de agua -tanto en el sector residencial como los organismos estatales- entre ellos los grifos de fregadero, de empotrar, de regulación y para lavamanos, entre otros.
El programa de Producción Local y Venta de Materiales de la Construcción se ha convertido en un importante aliado del INRH, al producir 16 surtidos también con el objetivo de disminuir las pérdidas del líquido en la vivienda, como tanques de hormigón, mangueras, tubos, latiguillos y llaves.
Tomás Vázquez, director de esa actividad subordinada al Ministerio de la Construcción, precisó que los artículos se fabrican en los territorios a partir de plásticos reciclables y de Polietileno de Alta Densidad, en tanto destacó que se prevé ampliar las capacidades de producción para aumentar las cantidades de piezas, las cuales deben ganar en calidad.
En cuanto a la comercialización, Yosvany Pupo, director de Ventas Minoristas del Ministerio de Comercio Interior, precisó que se revisan los precios de esos productos indispensables, a fin de continuar disminuyendo las tasas de recargo comercial.
Demandó asimismo la presencia permanente en la red tanto de los surtidos garantizados por la industria nacional como por la producción local, con el propósito de evitar su acaparamiento y compraventa ilícita.
Salidero de agua en la Calle 50 o Santa Clara, esquina a Calle 27 o San Luís, en áreas del Centro Histórico de la ciudad de Cienfuegos. Foto: Modesto Gutiérrez Cabo/ ACN/ Archivo.
Los salideros de agua pueden provocar accidentes y a la vez que atenta contra la salud de los moradores del barrio. Foto: Modesto Gutiérrez Cabo/ ACN/ Archivo.

China y Vietnam, ¿qué lecciones?


Controversial, como es práctica de UJ, fue el asunto abordado por José Luis Robaina, Herminio López, John McAuliff y Rafael Hernández.
22 - Febrero 2018
Centro Cultural Fresa y Chocolate
Causas, alcance, lados débiles y aristas polémicas de transformaciones radicales que han puesto en tela de juicio la supervivencia de lo ortodoxamente entendido por socialismo de raíz marxista-leninista, se debatieron en la sala Fresa y Chocolate, del ICAIC.


“El propósito de este panel es entender la lógica de los cambios en dos grandes países que han emprendido la senda de la evolución dentro del socialismo; sus ideas centrales, el sentido y significado. También comprender que las modificaciones son económicas, políticas, sociales, culturales e ideológicas”. Así Rafael Hernández, director de Temas, dio inicio al más reciente encuentro de UJ. Junto a él, tres expertos se dispusieron a analizar las políticas de “reforma y apertura”, en China, y de Do Moi o renovación, en Vietnam. Eran ellos José Luis Robaina, investigador del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI); Herminio López, Licenciado en Relaciones Internacionales, de 2013 a 2017 embajador de Cuba en el territorio vietnamita; y John McAuliff, director de la ONG Fondo para la Reconciliación y el Desarrollo (de Vietnam, Cambodia y Laos).

“Cuando se habla de las transformaciones en China suele pensarse en las económicas, pero muy importantes y condición de esas fueron las reformas políticas, que entrañaron, desde el principio hasta la actualidad, rechazo categórico al sistema occidental y búsqueda de un camino propio, al cual denominaron socialismo con características chinas”, manifestó Robaina. El comienzo de dicho proceso data del tercer Pleno del undécimo Comité Central del Partido, realizado en 1978; el objetivo declarado en aquel momento, y aún hoy, fue la modernización socialista. Sus impulsores enfrentaron “problemas enormes de fraccionalismo, de pensamiento llamado izquierdista —nosotros lo denominamos extremista—, propio de la ideología maoísta” (durante sus últimos diez años, antes de fallecer en 1976, Mao sostuvo tendencias autoritarias extremas, divorciadas de las realidades del país y muy dañinas, como promover y dirigir la “Revolución Cultural”). El grupo de Jiang Qing, viuda de Mao, y el encabezado por el mariscal Lin Piao, “fueron procesados y condenados por la comisión de crímenes durante el crítico decenio. Se hizo necesario restablecer el orden en el partido comunista y el Estado, y sus normas de funcionamiento”. Con tal finalidad, se promulgó un paquete legislativo, que incluía un nuevo código penal, y el Pleno creó el sistema de Comisiones de Control Disciplinario —todavía vigente—, las cuales ostentan amplias facultades para procesar, expulsar del seno partidista, e incluso enviar a los tribunales, a los militantes y funcionarios que cometan infracciones y delitos.



Foto: Ingrid Arcos/ Temas.

Al caos en la conducción política prevaleciente a lo largo de la década mencionada, se sumaban el atraso tecnológico, social, y la penuria generalizada. Era esencial mejorar el nivel de vida de la población, elevar los ingresos del campesinado y acumular fondos para la industrialización. Uno de los primeros pasos fue desmantelar las comunas populares, creadas, manu militari, en 1958 (a los aldeanos se les confiscaron todos sus medios de trabajo y se les obligó a entrar en ellas), y entregar en usufructo la tierra a los campesinos. Hacia 1984 ya el problema alimentario casi estaba resuelto. Ese año la dirección del país decide pasar a otra fase: la reforma del sistema de planificación y la apertura de zonas económicas especiales; Shenzhen, entonces un pueblo de pescadores, fue la primera. Hoy el PIB de esta área supera al de Hong Kong. Paralelamente, “ocurre un proceso complejísimo de rehabilitación de las víctimas ocasionadas por la Revolución Cultural” y por las represiones efectuadas en períodos anteriores. Acto de justicia que benefició a varios millones de personas injustamente represaliadas y estuvo encaminado, además, a rearticular la unidad y el consenso social, esenciales para encarar las profundas transformaciones que comenzaban, explicó el ponente.

Durante la década de los 80, Vietnam también buscaba respuestas para la grave situación, principalmente económica, en la cual se hallaba, prosiguió Herminio López. Debido a la guerra, finalizada en 1975, buena parte de su territorio había sido arrasado. Entre ese momento y 1986 el partido comunista y el gobierno vietnamitas se empeñaron en desarrollar la nación siguiendo la pauta de los conceptos predominantes en el campo socialista: “la economía centralmente planificada y el estilo de conducción de ordeno y mando en esa esfera”. Aunque se lograron algunos avances, como revertir daños graves en la infraestructura, persistieron “grandes ineficiencias, sobre todo en la producción agrícola; situaciones de hambruna, desabastecimiento, precariedad en la vida de las personas”. Los esfuerzos militares relacionados con el conflicto con China y la participación en el derrocamiento del régimen genocida de Cambodia, así como el negativo impacto del bloqueo comercial que le habían impuesto los Estados Unidos, agudizaron el desgaste del modelo económico y de la capacidad de las estructuras gubernamentales para impulsar el desarrollo y la gestión de sus recursos.


Foto: Ingrid Arcos/ Temas.

En el sexto congreso del partido (1986) se decidió oficialmente —tomando como referencia los pasos dados en China—, iniciar una renovación integral, cuyo principal propósito es alcanzar “el desarrollo económico y los objetivos de igualdad y justicia que el socialismo se propone, pero partiendo de una visión realista” en cuanto a qué es posible implementar con el nivel existente de las fuerzas productivas, continuó su disertación el diplomático. Ha sido un camino complejo e implicó “cambio de mentalidad y pugna entre diferentes corrientes de pensamiento. Se arraigó el consenso de desarrollar una economía multicomponente, con disímiles formas de gestión, no solo la estatal, y un peso cada vez más creciente del sector privado”, encauzado en función de los intereses del progreso nacional. Al principio hubo algo parecido a lo que conocemos como trabajo por cuenta propia, modalidad que sigue manteniéndose a gran escala, sobre todo en los servicios y el comercio. Un elemento fundamental es el papel rector del Partido Comunista de Vietnam en este proceso. Todos los pasos y decisiones estratégicas —por ejemplo, las políticas para atraer la inversión extranjera, o la integración a organismos internacionales— “siempre están amparados por decisiones del Buró Político”.

De acuerdo con John McAuliff, ante todo es preciso comprender los orígenes y el carácter del socialismo en Vietnam. En primera instancia, representó un medio para unir a la población contra la ocupación colonial francesa y obtener la independencia. La combinación de sus preceptos con los del nacionalismo permitió movilizar a “los sectores más amplios de la población: arrendatarios, trabajadores de plantaciones y asalariados que habían sufrido la peor explotación”. El proceder del partido comunista, que contó con el apoyo ideológico y práctico de la Unión Soviética, también resultó indispensable para superar la agresión estadounidense y posteriormente protegerse de los ataques chinos, respaldados por los khmer rojos de Cambodia. Cuando esas embestidas cesaron, los vietnamitas resolvieron concentrarse en rectificar su economía y volverla exitosa internacionalmente.


Foto: Ingrid Arcos/ Temas.

“Los objetivos de Do Moi, según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Vietnam, fueron: transformar la economía centralmente planificada en una economía orientada al mercado; desarrollar una economía multisectorial, en la cual el sector privado desempeña un papel cada vez más importante; y una integración activa y efectiva en la economía regional y global”. ¿Es una renovación capitalista liderada por un partido comunista, o una especie de capitalismo de Estado? Plantearlo en esos términos resulta engañoso y pasado de moda, declaró el panelista. “Vietnam honra sus raíces y valores socialistas, pero no se ve obstaculizado por una ideología nacida en un tiempo, lugar y circunstancias distintas a las actuales”. En el sitio web del citado ministerio, se especifica que la suya es “una economía de mercado orientada al socialismo con formas variadas de propiedad y sectores económicos”, en la cual las empresas del Estado desempeñan una función primordial. Al mismo tiempo, los vietnamitas están muy preocupados por el peligro que representa el hegemonismo de China y consideran imprescindible la estrecha relación con sus vecinos de mayor tamaño.

Audacia económica y prudencia política

“Mi segunda pregunta tiene que ver con las dimensiones de estos cambios, algo que empezó a detallar en su anterior respuesta José Luis Robaina”, expresó el moderador. Y el interpelado añadió que los chinos “crearon un sistema de macrocontrol político y económico altamente centralizado y basado en la propiedad pública sobre los medios fundamentales de producción, un desarrollo impetuoso del sector privado, la planificación estratégica no rígida, el amplio empleo del mercado y la promoción de inversiones extranjeras a gran escala”. No deja de preocupar, dijo, cómo se resolverá la gran contradicción de que coexistan una burguesía enorme —con una cantidad considerable de multimillonarios cuyos nombres se incluyen en la lista Forbes—, una empresa estatal con una poderosa actividad (la banca, el transporte...), pero muy afectada por la corrupción, según han demostrado los juicios de los últimos años; y encima de todo la dirección del partido comunista. Este avanza en una agenda social beneficiosa para la totalidad del pueblo, y persevera en una ideología que sintetiza lo esencial del marxismo-leninismo y el pensamiento de Mao Zedong, uno de cuyos pilares es sacar la verdad de los hechos; por ejemplo, si las comunas no funcionan no es posible seguir con el criterio de que son el atajo hacia el comunismo.

El poder político no está en manos de los millonarios, sino del partido comunista, el cual traza el rumbo estratégico y provee los funcionarios necesarios para conducir las acciones, insistió Robaina. Las asambleas populares se mantienen como la base del sistema estatal. En cuanto a la política exterior, se instauraron nuevos lineamientos, en especial ponerla al servicio de la modernización, abandonar las visiones ideologizantes en este campo y mantener bajo perfil en la arena internacional, para acumular fuerzas. Ese rumbo lo han reajustado desde inicios del presente siglo, en aras de mayor dinamismo e impacto. “La clave es la aplicación de los principios de la coexistencia pacífica, la amistad y cooperación con todos los países, con independencia de sus sistemas políticos”.



Foto: Ingrid Arcos/ Temas.

Sobre la denominación de economía de mercado orientada al socialismo volvió en su segundo turno Herminio López. Ella presupone entender dicho sistema “no como una visión inamovible de un estado de cosas ideal, sino la solución práctica de las necesidades de la población”, de modo que “la gente cada vez sea más próspera y desarrolle ampliamente sus capacidades”. En tal sentido, todavía la propiedad estatal —que se concentra en industrias claves, como la energética— tiene un peso importante. “Pero la estrategia del partido y el gobierno, ya en plena implementación, es ir reduciendo ese sector” y convertir la mayoría de sus empresas en compañías por acciones, capaces de actuar de manera similar a las privadas, aunque el Estado conservará un por ciento de dichas acciones. El XII Congreso de la organización partidista, celebrado en 2016, definió el sector privado como sector motor y el estatal como sector rector.

Con su Do Moi el partido comunista vietnamita pretende, asimismo, afianzar la independencia y la unidad nacional. Si bien “es en lo económico donde se opera el salto fundamental, en el plano político entraña la consolidación de la democracia y el concepto de que el poder del gobierno y el Estado se debe al pueblo”. En consecuencia, sobre todo durante los últimos diez años, se han dado pasos significativos en aras de otorgarle mayor relevancia a la Asamblea Nacional, entre cuyas atribuciones se encuentra interpelar a los ministros, someterlos a un escrutinio severo. Otras modificaciones en ciernes son que los parlamentarios participen de manera más directa y protagónica en la elaboración de los proyectos de ley (en lugar de solo aprobar o no los concebidos por los ministerios y el gobierno), y la profesionalización de una parte de ellos durante su mandato, lo cual otorgaría mayor consistencia a su función legislativa y de control sobre los órganos ejecutivos, así como dirimir las cuestiones de la nación cotidianamente, en lugar de reunirse algunas veces al año. En el ámbito de su proyección hacia el exterior, Vietnam ha priorizado una línea “muy flexible y pragmática”, consistente en sostener “las mejores relaciones posibles con todos los actores del sistema internacional”, en especial los ubicados en su entorno geográfico más inmediato. Similar enfoque ha regido sus vínculos con entidades económicas foráneas, como el Banco Mundial, y con las instancias de Naciones Unidas. El resultado salta a la vista: más de la mitad de su población sobrevivía por debajo de los niveles de pobreza, hoy esa cifra se ha reducido a casi 7%. A la par, prospera una élite empresarial privada, con una cantidad significativa de millonarios. No obstante, el partido y el gobierno han logrado que este sector sea y se sienta parte consustancial del modelo y que considere favorable a su avance económico el ambiente de negocios existente en el país. Tal política ha asegurado que “no se convierta en una fuerza hostil” y junto al Estado invierta en proyectos de desarrollo nacional, de lo cual son ejemplo las asociaciones público-privadas, particularmente en obras de infraestructura.


Foto: Ingrid Arcos/ Temas.

Lo ya dicho acerca de la función rectora del Partido Comunista de Vietnam y las atribuciones crecientes de la Asamblea Nacional, fue ratificado por John McAuliff, quien, además, apeló nuevamente a las palabras oficiales del Ministerio de Asuntos Exteriores: “Es la política del gobierno eliminar el mecanismo central de planificación, enfatizar las relaciones monetarias, enfocarse en las medidas de gestión económica y establecer un conjunto de instituciones financieras, bancos y mercados básicos, y dinero, trabajo, bienes y tierras, etc. Se promovió una reforma administrativa para mejorar la competitividad económica y ayudar a crear un entorno empresarial más favorable y movilizar todos los recursos para el crecimiento económico”. Responsabilidad del Estado continúan siendo establecer las prioridades de desarrollo, aprobar las inversiones significativas y garantizar los servicios esenciales, sobre todo de salud y educación, los cuales a menudo se complementan con la actividad privada, a veces ejercida por docentes y médicos que al mismo tiempo son empleados de instituciones estatales. Los sindicatos son muy fuertes e independientes, incluso han organizado huelgas. Otras agrupaciones no solo complementan la labor de las organizaciones profesionales y sociales de larga data, sino que “ejercen presión sobre el gobierno en cuestiones como el bienestar social y la preservación del medioambiente”.

Puntualizó el disertante que si por un lado la asistencia brindada, entre otros, por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la UNICEF y varias entidades bancarias internacionales, ha desempeñado un papel importante en los progresos de este país, no es posible obviar que Vietnam debió hacer concesiones esenciales para ser admitido en la Organización Mundial del Comercio y obtener un acuerdo comercial con los Estados Unidos.

Los dos platillos de la balanza

El tercio final del encuentro estuvo dedicado a ahondar en los beneficios y costos de las nuevas políticas. Desde el auditorio, un cuentapropista quiso saber con cuáles medidas concretas se ha conseguido elevar la producción de alimentos. Y un economista preguntó qué extensión alcanza la propiedad privada capitalista en los países analizados. Alguien pretendió disminuir la envergadura del diferendo histórico entre China y Vietnam. Cierto periodista y profesor de Historia de las religiones solicitó información acerca de cómo las modificaciones han incidido en el campo religioso. A tener cuidado y no extrapolar automáticamente las experiencias de otros lugares exhortó un obrero ya habitual en las sesiones de UJ.

¿Qué criterio les merece el acercamiento, la visita, del presidente chino a Vietnam y a Moscú?, fue la interrogante de otro participante. Un colega de Robaina quiso compartir su propio punto de vista: “No nos podemos ni encandilar con China ni mantener hacia ella una suspicacia constante”. La reforma ha tenido dos ejes fundamentales en el plano económico: la descentralización y la apertura al exterior; hasta hoy se han desarrollado ambos, y se han respetado los límites políticos muy bien establecidos de antemano. Ahora los chinos viven mejor y el país es más fuerte.


Foto: Ingrid Arcos/ Temas.

Un integrante del movimiento comunista mexicano expuso que Carlos Marx, en sus estudios científicos sobre economía, había concluido que el problema era la realización de la plusvalía, es decir, el robo sufrido por los obreros en el proceso del trabajo. Y cuestionó: “Hemos oído un análisis sobre China y Vietnam, pero no hemos escuchado cómo se está realizando la plusvalía en esos países, en qué medida hay o no explotación asalariada; cuáles trasnacionales están participando”. Es necesario ver “la crudeza de su situación interna, de su desarrollo, y así entenderemos hacia dónde van, con qué peligros caminan”.

Luego de comentar que en los dos últimos decenios Vietnam ha incrementado mucho sus ingresos y el nivel de vida subió de cincuenta a setenta y tres años, John McAuliff señaló que allí trabajan más de mil organismos no gubernamentales —procedentes de los Estados Unidos, Asia y Europa—, por lo general, y según indicaciones del gobierno vietnamita, en lugares alejados, donde residen las minorías y la subsistencia es más difícil. Entre los aspectos negativos en expansión resaltó la contaminación ambiental en Hanoi, los conflictos entre el Estado e intereses particulares, debido a asuntos como construir una carretera o un campo de golf; y sobre todo, la corrupción.

Herminio López intentó responder, en pocos minutos, la mayor cantidad posible de planteamientos. Sintetizando: “En Vietnam han sido efectivas políticas descentralizadoras que han permitido la liberación de las fuerzas productivas y la creciente competencia y diferenciación de diversos actores”. No existe límite para el nivel de la propiedad y la riqueza individual, aunque sí hay una política fiscal reguladora. El gobierno y el partido favorecen que tal riqueza se invierta dentro del país, en función de las prioridades del desarrollo nacional; así son crecientes los proyectos para construir infraestructuras, mediante la alianza entre el capital privado y el estatal. Trasnacionales y grandes empresas de todas partes del mundo actúan en esa nación, en especial surcoreanas, japonesas y chinas. Las relaciones entre la dirigencia vietnamita y la Iglesia católica durante años han sido conflictivas, debido al apoyo que la segunda dio al régimen de Saigón, y su postura contra el partido comunista. Sin embargo, actualmente se han dado pasos graduales hacia una mejor interacción con el Vaticano y no hay limitaciones ni acciones discriminatorias hacia los creyentes de esa religión ni de ninguna otra. La práctica del budismo, religión predominante, es parte integral de las tradiciones y la cultura y en la psicología nacional mantiene un peso no despreciable la herencia de la filosofía de Confucio, al igual que en otras naciones de Asia del Este.

“Para mí la gran lección positiva de China en todo este proceso consiste en haber demostrado que es posible el desarrollo por la vía socialista y que no hay un patrón único. El modelo híbrido escogido por ella ha funcionado porque se ajustó a sus realidades y posibilidades”, opinó José Luis Robaina. Cuando empezaron las reformas, China no contaba dentro del comercio y la economía mundiales, hoy es la segunda potencia global. Se ha convertido en una nación organizada y estable, en crecimiento constante. A nivel social, se restablecieron las libertades religiosas y los vínculos entre el Estado y todos los cultos. “Son ostensibles los avances en términos de salud pública, educación, vivienda, empleo; y recuérdese que estamos hablando de un país con cerca de mil cuatrocientos millones de seres humanos. Ya han librado de la pobreza a más de setecientos millones. Se ha avanzado en la consolidación de un Estado socialista de derecho. Son éxitos sin precedentes en la historia. Su proyección internacional es esencialmente de paz, y contra la unipolaridad imperialista promueve la multipolaridad y la cooperación. Su estrategia de la ruta de la seda, marítima y terrestre, abarca cuatro mil millones de habitantes, sesenta y cuatro países, dos subcontinentes, y acaban de extenderla a América Latina y el Caribe. Al consumarse beneficiará a parte sustancial de la población del orbe”, concluyó.

Tales éxitos no resultan suficientes para acallar las dudas de numerosos cubanos. Algunos de ellos estaban presentes esa tarde en la sala Fresa y Chocolate. Por ejemplo, un joven inquirió: ¿Más allá de la autodefinición de su sistema político, en la práctica China es realmente socialista; en qué sentido sus consorcios privados responden a este modelo. Lo es acaso su política exterior, se puede ser imperialista y socialista a la vez? Quien le siguió ante el micrófono felicitó a la mesa de expertos por darnos a conocer cómo países de cultura milenaria se propusieron el socialismo, después reorientaron su economía, y se mantienen independientes, soberanos. Pero habría que preguntarse —continuó— desde cuál marco teórico estamos afirmando que son socialistas. Dentro de unos días se cumplirá otro aniversario del asesinato de Berta Cáceres, indígena hondureña, quien luchó por defender su territorio ante negocios que involucraban a una trasnacional china. Y en Colombia, al revisar el catastro de la tierra, en busca de terrenos que pudieran entregarse a los campesinos, para cumplir con lo acordado durante los diálogos de paz entre el gobierno y los grupos insurgentes, se vio que en parte de ella operan empresas chinas.

Confieso, antes de finalizar la reseña, que yo comparto esas perplejidades. Y la interrogante latente desde el primer hasta el último minuto de este Último Jueves: ¿entre las enseñanzas de China y Vietnam, qué sería apropiado y útil para Cuba? Adoptemos la sabiduría ancestral y sin cortapisas saquemos la verdad de nuestros hechos.

Economía privada gana legitimidad en Cuba

Con la apertura de un nuevo mercado mayorista de alimentos, el gobierno cubano da un paso que promete otorgar estabilidad a las alternativas económicas no estatales.



Con la apertura del mercado mayorista de alimentos Mercabal, el gobierno comienza a responder a una vieja demanda del sector privado. Foto: Tomada del periódico Granma

Después de esperar impacientemente durante casi una década, la actividad económica no estatal vio nacer en Cuba esta semana un mercado mayorista que le aproxima a beneficios reservados hasta ahora para las empresas estatales. La nueva opción favorece en un primer momento a cooperativas dedicadas a la gastronomía, pero abre una esperanza a otros negocios privados.

Las autoridades cubanas inauguraron el mercado mayorista de alimentos Mercabal en La Habana, con la promesa de hacerlo extensivo a los trabajadores por cuenta propia que desarrollan servicios gastronómicos en locales arrendados al Estado.

El nuevo centro, que cuenta ya con 35 clientes entre cooperativas de la capital, planea expandirse también a otros territorios del país. “En el caso de otras provincias, la implementación será de forma paulatina una vez que esta propuesta inicial esté en óptimo funcionamiento”, declaró la ministra de Comercio Interior (Mincin), Mary Blanca Ortega. La expansión se hará hacia “los lugares donde más trabajadores por cuenta propia existan”, dijo la titular.

Al inaugurarlo, Ortega explicó que ese mercado obedece a la voluntad del gobierno cubano de ordenar la cadena de distribución mayorista.

La iniciativa da cumplimiento a uno de los Lineamientos de la Política Económica y Social aprobado en 2011 como letra de las transformaciones del modelo económico cubano. La versión de ese documento programático que en 2016 reformuló el VII Congreso del Partido Comunista, reitera esa idea, aunque con más cautela.

“Se desarrollarán –postula el Lineamiento 251- mercados de aprovisionamiento que vendan a precios mayoristas y brinden los servicios de alquiler de medios y equipos, sin subsidio, al sistema empresarial, al presupuestado y a las formas de gestión no estatal”.

Mercabal, que opera con tarjeta magnética y en pesos cubanos, cuenta con medios de transporte para llevar a sus clientes la mercancía contratada por los mismos.


Una nueva puerta se abre ante cafeterías y restaurantes privados conocidos.

La directora general de Mercado Mayorista y Consumo Social, Vanessa Pérez, informó que el plan de la entidad es de 45.000 toneladas que se traducen en 10 millones de pesos al mes.

A medida que gane fortaleza, esta alternativa debe aliviar presiones que el abastecimiento de cafeterías y restaurantes no estatales ha generado sobre el consumo minorista.

En su oferta de más de 40 productos, Mercabal incluye harina de trigo, refrescos, cervezas, azúcar, sal, confituras, picadillo, hamburguesas y salchichas, todos con un descuento del 20 por ciento del precio minorista, y pollo, con una rebaja del 30 por ciento.

Como oportunidad legal de abastecimiento, los negocios gastronómicos privados y de cooperativas solo han tenido en estos años los mismos mercados agropecuarios y la red de tiendas a donde acude cualquier consumidor cubano. La sujeción a esta alternativa de suministros, signada por altos precios, repercutió inevitablemente en tarifas altas de la oferta comercial no estatal.

Para garantizar la despensa de sus negocios, no son pocos los actores de la economía privada que han acudido también a opciones ilegales del mercado negro, con enredos de corrupción que vinculan a personal de entidades estatales.

Aunque las autoridades presentaron Mercabal como el primer mercado mayorista de alimentos, anteriormente el Estado intentó sin éxito otros experimentos de perfil próximo. En mayo de 2016, cerró el mercado mayorista de productos agropecuarios El Trigal, al fracasar dos años y medio después de su apertura por una suma de irregularidades, delitos y otros pecados de ilegalidad.

De lograr estabilidad y ampliación de la oferta esta vez, la nueva opción comercial mayorista otorgará una identidad más legítima a los negocios privados en el modelo económico cubano.(2018)

Crisis profunda, recuperación mediocre

Por Alejandro Nadal, La Jornada

La prensa internacional de negocios se encuentra confundida. Por una parte festeja las noticias económicas que parecen indicar que vivimos una recuperación firme y duradera. Por ejemplo, recientemente celebró la nueva de que la economía de Estados Unidos había cumplido 92 meses de crecimiento económico ininterrumpido. Los titulares se escribieron en automático: "La recuperación se consolida".

Pero, por otro lado, esa misma prensa recibe con desaliento todas aquellas informaciones susceptibles de mostrar que el desempeño económico sigue siendo mediocre.

El primer lugar de los titulares con las buenas noticias está invariablemente reservado para el crecimiento del PIB en Estados Unidos. Sin embargo, el crecimiento en 2017 apenas alcanzó 2.3 por ciento y ese nivel de expansión fue más bajo que el rebote que siguió a la pasada recesión. Muchos comentaristas piensan que los recortes a los impuestos introducidos por la administración Trump permitirán alcanzar un crecimiento superior. La realidad es que el efecto se dejará sentir por una única ocasión el año que viene y, además, con las cicatrices que ha dejado la crisis financiera no es del todo seguro que ese efecto sea significativo.

Otra muy bien recibida pieza de información es la que concierne a la caída del desempleo a niveles históricos. Desgraciadamente, casi nunca se informa que una parte importante de los nuevos empleos generados por la recuperación corresponde a puestos de baja calidad, sin beneficios y sin perspectivas de largo aliento. Y tampoco hay espacio en las noticias, salvo raras excepciones, para decir que esa medida de desempleo es la más estricta y que si se consideran los demás aspectos del mercado laboral se podrá observar que la reducción en la tasa de desempleo también depende en buena medida de la salida de mucha gente de la fuerza de trabajo. Es decir, muchos que han buscado empleo infructuosamente durante demasiado tiempo han preferido abandonar la búsqueda activa de empleo y, de acuerdo con las estadísticas laborales, han dejado de calificar como desempleados en sentido estricto. Para decirlo como los nuevos macroeconomistas clásicos, esos ya no son desempleados y hoy están de vacaciones.

El boletín de noticias casi nunca tiene espacio para informar que los salarios siguen estancados. Esta preocupante tendencia, que perdura desde la primera mitad de la década de los 70, no es revertida por las fuerzas que hoy nos llevan por el camino de la recuperación. La deficiencia crónica en la demanda agregada que este comportamiento de los salarios ha traído aparejada ha tenido que ser compensada mediante múltiples episodios de inflación en los precios de diferentes tipos de activos o burbujas. Pero aún ese tipo de episodios no fue suficiente y los hogares tuvieron que recurrir al endeudamiento para mantener sus niveles de consumo y de vida. Hoy, el mediocre ritmo de crecimiento que marca esta recuperación se debe en buena medida al desendeudamiento que practican los distintos agentes de la economía mientras buscan equilibrar sus hojas de balance.

La prensa de negocios tampoco elabora sobre el tema una postura de política monetaria, que ya cumple nueve años de mantenerse en la región de las tasas de interés cercanas a cero. El acrónimo en inglés para esta postura, ZIRP, ha estado presente en todo el debate sobre la recuperación. Pero ahora que la Reserva Federal (Fed) ha comenzado a incrementar la tasa de interés de referencia, tal pareciera que el tema de la normalización ha desplazado al ZIRP.

Todavía no se alcanza la meta de inflación que la Fed considera adecuada para una expansión saludable, y cualquier signo que parezca indicar fragilidad en la recuperación es visto con recelo. Todo el mundo contiene la respiración mientras el Comité de Operaciones Abiertas de la Fed ajusta su calendario de incrementos futuros de la tasa de interés. Otra señal de que todavía estamos lejos de los festejos para celebrar el fin de la crisis.

Además, si bien es cierto que en Estados Unidos se detuvo el programa de flexibilización cuantitativa desde octubre de 2014, para esa fecha la Reserva Federal ya había acumulado más de 4.5 billones (castellanos) de dólares en su hoja de balance. Ese programa de compras de activos sirvió más que nada para apuntalar a los bancos y para canalizar recursos hacia la especulación. No se utilizó para incrementar el crédito al consumo y la inversión productiva. De todos modos, toda esa liquidez que se inyectó al sistema financiero no se ha podido reabsorber y sigue impulsando los espíritus animales en la bolsa de valores. Y a todo esto, habría que señalar también que en Europa todavía ni siquiera se termina la flexibilización (aunque el Banco Central Europeo ha bajado el ritmo en la compra de activos) y se está más lejos de comenzar el periodo de normalización.

El escenario no es brillante para el futuro inmediato de la economía mundial, por más que la prensa de negocios quiera ofrecer un bonito paisaje para hacernos olvidar las cicatrices profundas que quedan después de la crisis.