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sábado, 23 de junio de 2018

Fiscalización de tiendas en la capital encuentra graves fisuras en sistema de control (+Video)

23 junio 2018 


Rastros. Foto: Archivo.

Una nueva acción de control tuvo lugar este jueves en La Habana. Un reportaje del noticiero de la Televisión Cubana realizado por el periodista Lázaro Manuel Alonso dio a conocer sobre la fiscalización de cuatro tiendas de materiales de la construcción del municipio La Lisa por las acciones del Partido de la capital y el Gobierno, apoyados en la Fiscalía General de la República y los cuerpos de inspectores. La acción responde a planteamientos realizados por la población entorno a violaciones de las políticas de protección al consumidor y la venta de los renglones más demandados.

Según el trabajo, se comprobó que el ciudadano Yordanys Alasa Álvarez, Jefe del Departamento de Productos Alimenticios de la unidad de Comercio de La Lisa, puso en sobreaviso a los cuatro administradores del control que se realizaría a sus centros, una violación de los principios morales y éticos de los Cuadros cubanos.

“Esta persona que ya se encuentra detenida se le juzgará por el delito de cohecho porque consideramos que éste obtuvo un beneficio”, dijo Martha María Vázquez, Vicefiscal Jefa de La Habana.

Por otra parte, en sus declaraciones, Nilzer Montero, Fiscal del Departamento de Verificaciones Fiscales hizo una alerta. “Nos llama la atención que el día anterior de nuestra inspección, diez inspectores había “visitado” los establecimientos señalados para la investigación y no detectaron ningún tipo de violación. Sin embargo hoy son los mismos que están formando parte con nosotros de esta revisión…entonces da motivos a pensar de que tenemos grandes fisuras en el sistema de control”.

Se comprobó además que de los 54 trabajadores de estos comercios, 25 tienen antecedentes penales y de ellos, tres manejan recursos. Se pudo evidenciar además un faltante de 72 mil pesos cubanos expresados en los siguientes artículos: lozas de techos, latiguillos, tomacorrientes, interruptores y artículos de plomería.

La inspección también constató que en una de las tiendas, ubicada en Arroyo Arenas, existían vales falsos, se comercializaban productos que abastecían ilegalmente trabajadores por cuenta propia y la administración llevaba una doble contabilidad.

También se detectó en uno de estos locales de materiales especiales para personas subsidiadas, artículos que no se exhibían, entre ellos 128 cubetas de pintura ya en mal estado y no aptas para la venta.

En el comercio de materiales de Punta Brava se evidenciaron violaciones en el ordenamiento de productos y en la tienda situada en calle 170 / 51 y 61, existían dos locales aledaños donde individuos ofertaban los mismos materiales que los clientes no encontraban en dicho establecimiento.

En las acciones fueron detenidos 36 ciudadanos, entre ellos 20, quienes se encontraban en los alrededores del lugar en presuntos hechos de reventa.

Se juzgarán, asimismo, con mayor responsabilidad a los administradores: Lucía Fernández Gutiérrez, Moisés Michel Blanco Pérez y Pedro Lázaro Elizarde Pereda. 

En video, el reportaje del NTV sobre las cuatro tiendas fiscalizadas

(Con información del NTV)

La guerra comercial y la erupción del nacionalismo económico


Hace un año, hubo un conflicto dentro de las principales organizaciones económicas internacionales por la negativa de EUA a incorporar el compromiso de “resistir al proteccionismo” en sus comunicados y declaraciones.

Tales organizaciones, como el Fondo Monetario Internacional y el G20, habían empleado dicha frase con regularidad en respuesta a la crisis financiera del 2008. Los mandatarios de las principales potencias capitalistas se felicitaban regularmente de que, ante la mayor crisis económica desde la Gran Depresión, no estaban siguiendo el mismo camino que en los años treinta.

Se habían aprendido las lecciones de la historia, afirmaban, y no se repetiría la guerra comercial y las medidas proteccionistas que habían desempeñado un papel clave tanto en recrudecer la Depresión como en crear las condiciones para la erupción de la Segunda Guerra Mundial.

Doce meses después de dicha guerra sobre palabras, ¿cuál es la situación?

Estados Unidos, invocando cuestiones de “seguridad nacional”, ha impuesto aranceles de hasta 25 por ciento en las importaciones de acero y aluminio provenientes de la Unión Europea, Canadá y Japón. La UE impondrá hoy aranceles como represalia, mientras que Canadá está preparando medidas similares contra EUA.

El próximo mes, EUA hará vigente un conjunto de aranceles sobre $50 mil millones de bienes chinos, dirigidos contra productos de alta tecnología, y ha amenazado con gravar otros productos valorados en $200 mil millones. También está la posibilidad de que imponga aranceles para otros $200 mil millones si China cumple sus amenazas de tomar represalias.

El principal factor en el conflicto con China no es el déficit comercial —EUA ha rechazado los pasos que China ha tomado para aumentar sus importaciones estadounidenses—, sino la mejora de China de sus capacidades industriales y tecnológicas bajo el plan “Hecho en China 2025”. EUA percibe esto como una amenaza tanto para su supremacía económica como militar.

En un comentario publicado esta semana en el Wall Street Journal, Peter Navarro, el asesor económico de Trump, dejó en claro que no tolerarán el “audaz plan de Beijing para dominar las industrias tecnológicas emergentes”. Señaló que las inversiones chinas en “tecnologías” estratégicas representan el “máximo riesgo” para la “manufactura y la base industrial de defensa estadounidenses” y que “la seguridad económica es seguridad nacional”.

En otras palabras, la guerra económica siendo impulsada por EUA es parte de una campaña para reducir a China al estatus económico de una semicolonia, mientras que esta agenda será impuesta por medios militares si llega a ser necesario.

Las medidas estadounidenses de guerra comercial contra sus “aliados estratégicos” y China, a la cual ha designado como su “competidor estratégico”, son, desde el punto de vista del desarrollo de las fuerzas productivas del hombre, totalmente irracionales.

En las más de ocho décadas desde las desastrosas guerras de aranceles y divisas en la década de 1930, la economía global se ha convertido en un organismo mucho más profundamente integrado, siendo prácticamente toda mercancía el producto de una división del trabajo vasta, compleja e internacional, en la que numerosos componentes cruzan fronteras varias veces antes de tomar su forma final.

Sin embargo, por sí misma, la irracionalidad de las medidas estadounidenses, bajo la bandera de “Hacer a EUA grande de nuevo”, no significa que serán retiradas.

Al contrario, como lo indicó Trotsky hace aproximadamente 80 años, con tal de que sea completamente imposible un desarrollo económico armonioso sobre bases nacionalistas, el nacionalismo económico de un Estado autoritario o fascista representará “una realidad amenazante en la medida en que sea una cuestión de concentrar todas las fuerzas económicas de la nación en preparación para una nueva guerra”. Estas medidas significaban que una nueva guerra mundial estaba “tocando la puerta”.

Las advertencias de Trotsky resuenan en la situación política internacional actual. En cada país, las pretensiones de una democracia liberal están siendo destrozadas ante el resurgimiento de las formas autoritarias y fascistas de gobierno que caracterizaron la década de 1930. Hoy día, al igual que en ese periodo, “todos se defienden contra el resto, protegiéndose con un muro aduanero y un seto de bayonetas”, escribió Trotsky.

Como lo afirmó la columna de Perspectiva del WSWS ayer, estamos presenciando una guerra global contra los inmigrantes. En EUA, se están llevando a cabo allanamientos propios de la Gestapo, justificados con una retórica contra inmigrantes que rememora la empleada por el régimen nazi en Alemania. La política europea está dominada por el auge de movimientos derechistas y de tinte fascista —en Alemania, Italia, Hungría y otras partes— utilizando el lenguaje de los que perpetraron los mayores crímenes del siglo pasado.

El hecho de que el derrumbe económico y sus acompañamientos políticos tengan a EUA como su punta de lanza, el supuesto garante de la estabilidad internacional, tiene el significado histórico más profundo.

El lanzamiento de una guerra comercial y el regreso al nacionalismo económico son el resultado de contradicciones hondas e irresolubles dentro del sistema capitalista global, principalmente la contradicción entre el carácter global de la economía y la división del mundo en Estados nación rivales y grandes potencias que compiten unas contra otras en busca de mercados y ganancias.

A fines de los años treinta y durante la guerra, secciones importantes de la élite política estadounidense extrajeron la conclusión de que cualquier retorno a las políticas nacionalistas de esa década conllevaría un desastre económico y crearía las condiciones para una revolución socialista. Este entendimiento fue la base para la construcción del orden de la posguerra arraigado en la promoción del libre comercio y la abstención a tomar medidas económicas proteccionistas y para “empobrecer al vecino”.

En vez de buscar destruir a sus antiguos rivales económicos y estratégicos, EUA buscó promover su crecimiento económico por medio de políticas como el acuerdo monetario de Bretton Woods, el Plan Marshall y el Acuerdo General de Aranceles y Comercio. No fue por benevolencia que EUA llevó esto a cabo, sino por intereses propios y calculados: el reconocimiento de que el avance económico de EUA dependía de la expansión de la economía global en su conjunto.

Dichas concepciones formaron la base del orden económico de la posguerra; sin embargo, el crecimiento de la economía mundial erosionó gradualmente la posición dominante de EUA. Durante las últimas tres décadas, la globalización de la producción ha acelerado esta tendencia. Ahora, EUA no solo se enfrenta al crecimiento del poder económico de sus viejos rivales, Europa y Japón, sino también la aparición de un nuevo “competidor estratégico” en la forma de China.

Parte de la élite gobernante estadounidense llegó a la conclusión de que, en vez de mejorar la posición de EUA, el mismo sistema de la posguerra que había construido estaba socavándola. Esta evaluación no se limita al Gobierno de Trump. Ya era el eje de las políticas internacionales económicas del Gobierno de Obama, el cual insistía en que había que construir un nuevo sistema, uno no basado en el multilateralismo, sino un nuevo régimen que colocara a EUA en el centro de una red de relaciones económicas globales.

Este es el núcleo nacionalista de la propuesta del Gobierno de Obama de formar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, excluyendo a China, además de planes correspondientes de Obama para Europa.

Mientras que Trump detuvo ambos planes, el nacionalismo económico que constituía su contenido esencial está siendo desarrollado y expandido en una forma aún más virulenta. El objetivo es reestablecer el dominio económico de EUA por cualquier medio necesario: guerras comerciales y nacionalismo económico, acompañados por medidas cada vez más autoritarias y la reafirmación del poderío militar estadounidense en cada rincón del planeta.

Independientemente de criticar los aranceles de Trump contra aliados de la OTAN, los demócratas aplauden las medidas de guerra económica contra China y exigen que se expandan. El apoyo bipartidista a estas políticas deja en claro que las guerras comerciales y el proteccionismo no son el producto de Trump, sino del capitalismo estadounidense.

Hay quienes esperan en vano que, de alguna forma, en cara al frenesí de guerras comerciales y nacionalismo económico, EUA pueda entrar en razón y corregir su curso, sino revertirlo. Esta es una ilusión. No es posible volver al pasado porque sus fundaciones económicas han quedado destrozadas.

La única salida al colapso del sistema capitalista económico y todos los horrores que está produciendo es la lucha unificada de la clase obrera internacional por el poder político y la transformación socialista del mundo.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de junio de 2018)

Nick Beams

Participó Díaz-Canel en reunión del Grupo Gubernamental de Apoyo a la capital




Foto: Estudios Revolución
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, dirigió la reunión del Grupo Gubernamental de Apoyo a la capital, en la cual se evaluaron temas trascendentales para el desarrollo de la urbe.
Sobre los acuerdos adoptados en reuniones anteriores rindió cuenta Reynaldo García Zapata, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular. Entre ellos destacó la importación de equipos y piezas para dar respuesta al programa de revitalización de los ascensores, el completamiento de las brigadas de bacheo, la compra de materiales que aseguran el mantenimiento de edificios altos y la situación de la producción de pintura.
Otro de los temas analizado fue el comportamiento del Plan de circulación mercantil con cierre en el mes de mayo que de manera general se sobrecumple, según informó Idalmis Martínez, directora de la Unión de Empresas de Comercio y Gastronomía de la capital.
A lo anterior añadió que se adoptan las medidas necesarias para dar solución a incumplimientos de producciones y suministros como el yogurt de soya, la cerveza a granel, la harina de trigo y la de maíz, las conservas, la sal, los fideos y los materiales de la construcción. 
Un amplio debate generó lo referido a la venta de materiales de la construcción, asunto de gran impacto para la población al cual se han realizado numerosas acciones de control en los últimos días. A partir de ellas se han detectado faltantes, precios alterados, acaparamiento de productos por una misma persona, suplantación de identidad y otras.
Los participantes en la reunión, entre ellos el Fiscal General de la República de Cuba, coincidieron en la pertinencia de que dichas inspecciones sorpresivas se realicen con sistematicidad y de manera integral para lograr cada vez mejores soluciones y respeto a lo establecido.
Al respecto, el Presidente cubano insistió en que se debe continuar accionando sobre estos hechos, de manera tal que no haya cabida a la impunidad y las medidas sean ejemplarizantes.
No podemos permitir que personas inescrupulosas se aprovechen de los esfuerzos que hace el Estado cubano para ayudar a las familias en la reparación y construcción de sus viviendas, acotó.
Durante la reunión también fue presentado el plan de actividades para el verano que, bajo el lema “A disfrutar Cuba”, tendrá como centro de atención fundamental las comunidades y los barrios, aprovechando al máximo las potencialidades que en ellos existen.
Especial atención se brindará al aseguramiento de las opciones en los principales polos recreativos donde se ha previsto un conjunto de actividades diseñadas para los diferentes gustos y edades de la población. Se destaca la venta de libros y presentaciones literarias; actividades infantiles y deportivas en las playas del Este; presentación de agrupaciones de música popular bailable; ferias comerciales, gastronómicas y agropecuarias; el carnaval habanero y el infantil; actividades en los parques temáticos de la ciudad; así como la inauguración de diferentes obras de interés e impacto económico y social.
En el caso del Acuario Nacional de Cuba se supo que en sus áreas se desarrollan labores de rehabilitación y mantenimiento a partir de las cuales se prevé incrementar allí las opciones recreativas, donde se incluye la apertura en horarios nocturnos con vistas al inicio del verano.
Referido al programa de atención a los Servicios Comunales, se explicó que uno de los asuntos más complejos continúa siendo la recogida de desechos sólidos, ante lo cual se han ido implementando acciones organizativas puntuales que tributan a un mejor aprovechamiento de la capacidad instalada de los equipos.
Al mismo tiempo, hasta la fecha se han entregado unos tres mil nuevos contenedores de producción nacional en diferentes puntos de la ciudad. Se llamó la atención sobre las indisciplinas sociales y la necesidad de que la población se identifique más con el cuidado y conservación de estos medios.
Mercedes López Acea, primera secretaria del Comité Provincial del Partido en La Habana, explicó que a partir de las medidas adoptadas se ha logrado frenar el deterioro del equipamiento destinado a estas labores, no obstante, su disponibilidad continúa siendo baja.
Las deficiencias organizativas que aún persisten —señaló— han obligado a adoptar decisiones rigurosas para que no se viole lo establecido ni se acumulen los desechos. Igualmente, insistió en que se debe exigir también a la población una mayor disciplina en estos temas, lo cual contribuiría a una situación más favorable.
Antonio Becalli Garrido, presidente del Instituto Nacional de Deportes, informó que como parte del programa dedicado al 500 aniversario de la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana, se han recuperado o inaugurado numerosas instalaciones deportivas para el disfrute de todo el pueblo y también aquellas que garantizan el desarrollo del deporte de alto rendimiento en el país.
Acerca de este particular, el primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Salvador Valdés Mesa, insistió en la necesidad de que lo realizado en las instalaciones deportivas sea sostenible en el tiempo, no solo por lo que esas obras significan para la sociedad sino también por los cuantiosos recursos que se han dedicado a ellas.
En tanto, Raúl Macías Sánchez, vicepresidente para el órgano de la administración del Consejo de la Administración Municipal de Playa, significó las obras en las que se ha trabajado como 44 consultorios médicos, tres policlínicos, nueve círculos infantiles, 15 escuelas primarias, un politécnico, el teatro municipal, la biblioteca y la casa de la cultura, viviendas afectadas por el huracán Irma, panaderías, supermercados, círculos sociales y otras.
La primera secretaria del Comité Provincial del Partido en la capital refirió que para concretar cada una de las acciones proyectadas ha sido fundamental la integración entre los centros laborales y la población cuyos planteamientos han sido esenciales para resolver muchos de los problemas existentes en la localidad.
Tenemos que hacer comprender a los habaneros que el reto no solo está en lograr más y mejores obras, comentó Esteban Lazo Hernández, presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el reto fundamental está en una transformación de la conciencia ciudadana que se traduzca en el cuidado de todo lo que se repare o construya, porque la celebración por el 500 aniversario de La Habana es de todos los que la habitan.
Por su parte, el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros valoró de importante el esfuerzo que en la actualidad se hace en materia de rehabilitación y construcción de diferentes obras, el cual debe ir acompañado en todo momento de una adecuada información a la población para que se sienta parte de cada programa y colabore.

Foto: Estudios Revolución

El regreso de la calumnia de sangre

El tratamiento de Trump hacia los latinoamericanos recuerda a los peores tiempos del antisemitismo



Niños en la frontera entre México y Estados Unidos. JOSÉ LUIS GONZÁLEZ REUTERS


El declive moral de Estados Unidos con Donald Trump es vertiginoso. En solo unos meses, hemos pasado de ser un país que representaba "la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad" a ser un país que separa a los niños de sus padres y los mete en jaulas.

Lo que resulta igual de sorprendente de esta decadencia hacia la barbarie es que no es una respuesta a ningún problema real. La afluencia masiva de asesinos y de violadores de la que habla Trump, la oleada de delitos cometidos por los inmigrantes en Estados Unidos (y, en su cabeza, por los refugiados en Alemania), son cosas que simplemente no están sucediendo. Son solo fantasías enfermizas utilizadas para justificar atrocidades reales. ¿Y saben a qué me recuerda esto? A la historia del antisemitismo, un relato de prejuicios alimentados por mitos y engaños que terminó en un genocidio.

Vamos a hablar primero de la inmigración estadounidense moderna y de cómo se puede comparar con esas fantasías enfermizas. Existe un debate muy técnico entre los economistas sobre si los inmigrantes con un bajo nivel educativo ejercen un efecto negativo sobre los salarios de los trabajadores nacidos en el país y con similar nivel de formación (la mayoría de los investigadores opinan que no, pero hay algunas discrepancias). Sin embargo, este debate no influye en las políticas de Trump.

Lo que reflejan más bien estas políticas es una imagen de la “carnicería estadounidense”, de grandes ciudades invadidas por inmigrantes violentos. Y esta imagen no guarda ninguna relación con la realidad. Para empezar, a pesar de un pequeño repunte desde 2014, los delitos violentos en EE UU se encuentran en unos mínimos históricos y la tasa de homicidios es la misma que a principios de la década de 1960. (Los delitos en Alemania también están en mínimos históricos, por cierto). La carnicería de Trump es un producto de su imaginación.

Si miramos el conjunto de EE UU, es verdad que existe una correlación entre los delitos violentos y el predominio de inmigrantes indocumentados: una correlación negativa. Es decir, los lugares con muchos inmigrantes, legales e indocumentados, suelen tener unos índices de criminalidad excepcionalmente bajos. El mejor ejemplo de esta historia de la carnicería inexistente es la ciudad más grande de todas, Nueva York, en la que más de un tercio de la población ha nacido en el extranjero —incluyendo aproximadamente a medio millón de inmigrantes indocumentados— y la delincuencia ha caído a niveles que no se registraban desde la década de 1950.

Y esto, en realidad, no debería resultar sorprendente porque los datos de las condenas a delincuentes muestran que es mucho menos probable que los inmigrantes, tanto legales como indocumentados, cometan delitos que los que han nacido en el país. Por tanto, el Gobierno de Trump ha aterrorizado a familias y a niños haciendo caso omiso de todas las normas de decencia humana para responder a una crisis que ni siquiera existe.

¿De dónde proceden este temor y este odio hacia los inmigrantes? En gran parte parece ser un temor hacia lo desconocido: da la sensación de que los Estados más contrarios a los inmigrantes son lugares, como Virginia Occidental, donde apenas se ven. Pero el odio virulento hacia los inmigrantes no solo existe entre los palurdos rurales. Naturalmente, el propio Trump es un neoyorquino adinerado, y una gran parte de la financiación para los grupos antiinmigrantes proviene de fundaciones controladas por multimillonarios de derechas.

¿Por qué acaban odiando a los inmigrantes personas que tienen dinero y éxito? A veces pienso en Lou Dobbs, un comentarista de televisión que me caía bien y al que conocí a principios de la década de 2000, pero que se ha convertido en un fanático anti-inmigracionista (y en confidente de Trump) y que actualmente advierte de la existencia de un complot de “los Illuminati de la calle K [donde tienen su sede la mayoría de grupos de presión de Washington]” a favor de los inmigrantes.

No sé qué mueve a estas personas, pero esta película ya la hemos visto antes, en la historia del antisemitismo. Lo que ocurre con el antisemitismo es que nunca tuvo que ver con algo que hiciesen los judíos. Siempre estuvo relacionado con mitos espeluznantes, basados a menudo en invenciones deliberadas que se difundían sistemáticamente para generar odio.

Por ejemplo, la gente repitió durante décadas la "calumnia de sangre”, la afirmación de que los judíos sacrificaban bebés cristianos como parte del ritual de la Pascua judía. Y a principios del siglo XX, se difundieron ampliamente Los protocolos de los sabios de Sión, un supuesto plan para que los judíos dominasen el mundo que probablemente fuera fraguado por la policía secreta rusa. (La historia se repite, la primera vez como una tragedia y la segunda vez como una tragedia mayor).

Este documento falso se difundió ampliamente en EE UU gracias nada menos que al mismísimo Henry Ford, un virulento antisemita que supervisó la publicación y distribución de medio millón de ejemplares de una traducción en inglés, El judío internacional. Ford se disculpó más tarde por haber publicado una falsificación, pero el daño ya estaba hecho.

Insisto, ¿por qué alguien como Ford – que no solo era rico, sino que también era uno de los hombres más admirados de su época – emprendió esta senda? No lo sé, pero es evidente que estas cosas ocurren.

En cualquier caso, lo importante es entender que las atrocidades que está cometiendo nuestro país en la frontera no son una reacción exagerada o una respuesta mal ejecutada ante algún problema real que haya que resolver. No hay ninguna crisis de inmigración y no hay ninguna crisis de delincuencia de los inmigrantes.

No, la verdadera crisis es el aumento del odio, un odio irracional que no guarda ninguna relación con nada de lo que hayan hecho las víctimas. Y cualquiera que justifique ese odio – que intente, por ejemplo, convertirlo en una historia con “dos lados” – en realidad es un defensor de los crímenes contra la humanidad.

Paul Krugman es premio Nobel de Economía.

© The New York Times Company, 2018.

Traducción de News Clips.