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jueves, 25 de octubre de 2018

América Latina y el Caribe en la estrategia “Made in China 2025”

Por Oscar Ugarteche y Larry Vargas

ALAI AMLATINA, 25/10/2018.-  Made in China 2025” es un plan maestro industrial, anunciado por el Consejo de Estado chino en 2015[1], cuyo propósito es consolidar a la economía asiática como una superpotencia mundial, a través de la innovación tecnológica en las actividades manufactureras como eje central. Esta política industrial no sólo tiene objetivos específicos para el 2025, sino hasta el 2049[2], en el centenario de la fundación de la República Popular de China y del maoísmo, como contexto.

Esta estrategia lleva implícito el proyecto político-económico “Belt and Road”[3], también conocido como “Nueva Ruta de la Seda”, debido a que reconstruye las antiguas rutas comerciales que unían a las civilizaciones de Asia, en particular, vinculaba a China con África y Europa en el siglo XIX, incorporando una ruta marítima paralela. Belt and Road tiene el propósito de generar el 55% del PIB mundial[4], con implicaciones económicas sobre el 75% de las reservas energéticas y el 70% de la población mundial, para el año 2049.

De esta forma, el presidente chino Xi Ping, considerado el líder político chino más influyente después de Mao Zendong, con su credo del resurgimiento de La Gran Nación China, une a las diversas economías del globo, bajo los cinco pilares de Coexistencia Pacífica[5]: respeto mutuo a la soberanía e integridad territorial; acuerdo mutuo de no agresión; acuerdo mutuo de no intervención en los asuntos internos; igualdad y el beneficio mutuo; coexistencia pacífica. Es casi la inversa perfecta de EEUU para América Latina. Aunque este discurso suena seductor para las economías emergentes, habrá que conocer cuál será el costo de oportunidad social y económico de subirse al tren Made In china 2025.

En este sentido, las inversiones económicas y en infraestructura que realiza China, en diversos países del globo, como parte de sus estrategias industriales, pone a prueba la supremacía de las principales economías y corporaciones mundiales actuales, además de colocar a China como líder en innovación, con la capacidad de influir en los estándares globales y las cadenas de suministro. Ante este panorama, ¿cuáles son las implicaciones de América Latina y el Caribe (ALC) en el alcance de los objetivos de Made in China 2025?


En los últimos años, China ha manifestado interés económico y geopolítico en los diversos países de ALC. Muestra de ello es la fuerza comercial que,  a través del crecimiento de las exportaciones e importaciones,  ha tenido el bucle ALC-China. Sin embargo, China mira a los países sudamericanos como proveedores para materias primas y, en algunos casos, como una fuente de financiamiento para inversiones en infraestructura,[6] mientras los países de la Cuenca del Caribe considera a China un dragón benéfico[7], al recibir paquetes económicos para el desarrollo social. Para China el comercio con el Caribe es minúsculo en comparación con el resto del mundo, empero, su interés en esta región es principalmente geopolítico, al desplazar a Taiwán de las fuentes de materia prima en el largo plazo e instalarse en la Cuenca, incomodando a Cuba, mientras EEUU se limita a militarizar la relación con la región.

Actualmente, aunque son muchos los países de ALC considerados en el proyecto Belt and Road, Panamá es el único que ha firmado un memorándum de participación dentro de este marco. Al respecto, en el segundo Foro de China con los Estados Latinoamericanos y caribeños (ECLAC), celebrada en enero de este año[8], los funcionarios chinos se refirieron a ALC, como una “extensión natural” de Belt and Road, añadiendo que la región es un “participante indispensable” en su construcción.


Con lo anterior, es evidente que la región de ALC tiene vínculos comerciales estrechos con el mecanismo central de la economía mundial del siglo XXI. No obstante, lo está haciendo de la manera errónea, ya que no existe una diversificación en los bienes y servicios que se comercializan. Como se observa en el Gráfico 2, la mayor parte de las importaciones de China desde ALC son commodities, manteniéndose una relación centro-periferia.

Es también evidente que el déficit comercial de México con China representa el grueso del déficit comercial de toda América latina con el gigante asiático. Los países de la Cuenca del Caribe, incluyendo Mesoamérica, tienen un déficit explicado esencialmente por el tamaño del déficit mexicano.

Es inminente la incorporación de la región ALC como el engrane en la máquina Made in China 2025, al representar el papel de proveedor de materias primas importante, así como un consumidor potencial de manufacturas. Es esencial que los gobiernos de los dos subbloques de ALC, próximos a incorporarse al proyecto industrial chino, consideren la integridad y diversificación comercial, sus alcances.



La situación a 2017 es que el promedio del déficit comercial con China de los países de la Cuenca del Caribe suma 93.4% del total de los flujos comerciales con ellos. El más grave es San Vicente que no le exporta nada a China y el menos grave es Trinidad y Tobago que tiene un déficit de 54% del total comerciado. Ellos le exportan petróleo. Esto indica que la Cuenca del caribe y Centro América no ofrecen bienes y servicios hacia China, sino  se limitan a comprar. México, en ese escenario, compra insumos para la industria ensambladora para fabricar para el mercado estadounidense. Su déficit con China suma el 84% de lo que comercia con ellos.


En Sudamérica la situación es distinta. China invierte en minas, sobre todo, y compra grandes    
producciones agrícolas. De este modo el déficit sudamericano  promedio es de 20.7% del total comerciado, habiendo países superavitarios como los mineros del Pacifico y Brasil y deficitarios como Paraguay. Bolivia, Ecuador, Argentina y Uruguay.

El tamaño del déficit comercial mexicano con China equivale al 88% del déficit latinoamericano con China, por su inmenso tamaño. Es 71,881 millones de dólares de un déficit total agregado de los 22 países de 81,028 millones de dólares. Por el tamaño del déficit, México compra Made In China en forma abrumadora sin vender casi nada a cambio. Aparentemente, China compra materias primas y vende productos industriales, siguiendo el viejo patrón del dependentismo latinoamericano del siglo XIX.

- Oscar Ugarteche es Investigador titular IIEc-UNAM, SNI / Conacyt, Coordinador del obela.org
- Larry Vargas es miembro del obela.org




[3]                  Para mayor información consultar la página oficial de Bel and Road del gobierno de China en: https://www.yidaiyilu.gov.cn/
[4]                  https://www.alainet.org/es/articulo/192143
[5]                  http://cr.chineseembassy.org/esp/xwdt/t1173044.htm

Cuba: la realidad de los datos económicos

Por: Omar Everleny Pérez Villanueva. | 2018-10-25 



Foto: AFP


A partir de abril del 2018, Cuba entró en una nueva fase de su devenir histórico: por primera vez en 60 años asumió las riendas del país una persona, Miguel Díaz-Canel, que no formó parte de los llamados “históricos”. Este hereda un país con un alto nivel cultural, con gratuidad en la educación y la salud, cultura, entre otros; y con indicadores sociales que lo hacen comparativo con países del primer mundo, entre ellos el indicador de mortalidad infantil, mortalidad materna, alta esperanza de vida, educación obligatoria hasta 9no grado, una amplia red universitaria, entre otras potencialidades.

Sin embargo, la economía y el bienestar de sus ciudadanos constituyen un traspiés para su legitimidad, pues el país sufre de problemas estructurales, tales como el bajo crecimiento económico, el déficit fiscal, el déficit comercial de bienes, la deudas externas, la baja productividad laboral, el bajo poder adquisitivo de los salarios e, inclusive, de los ingresos, el déficit de viviendas, la doble moneda, los problemas de pagos a proveedores, entre otros. Ninguno de estos problemas se resuelve rápidamente.

La economía cubana crece a muy bajas tasas de su Producto Interno Bruto (PIB); y está muy distante de una meta factible de crecimiento cercana al 5 y el 7 por ciento. Igualmente no se observan números positivos en la utilización de todas las fuerzas productivas del país, y aun quedan lastres del pasado, como la hiper-centralización de las decisiones, el plan rígido de la economía, el exceso de “permisos”, el certificado de liquidez (CL), entre otras muchas. Las decisiones tomadas en una coyuntura económica específica no se pueden mantener a lo largo de mucho tiempo, porque terminan resultando inoperantes.

El método de dirección del presidente Miguel Díaz-Canel es pragmático: ha convocado a los cuadros de dirección a tener un contacto fluido con las bases populares y visita los territorios (ambas cosas deben ser destacadas). Sin embargo, no bastan esos esfuerzos. Los resultados tienen que reflejarse en cuestiones concretas, y estas no se observan aun: se mantiene la baja la zafra azucarera, la baja el turismo, bajan los ingresos por exportaciones de bienes, el salario se mantiene más que deteriorado, y el transporte mantiene muchas dificultades, etc.

En concreto, el PIB es bajo, lo cual se puede corroborar en la figura 1, mientras que en la figura 2, se observa el aumento sistemático del déficit fiscal que tiene el presupuesto cubano, por lo que se podría incentivar los ingresos al presupuesto, para disminuir esa brecha con los gastos. Pero, entonces, se tiene la incoherencia de limitar el desarrollo de las formas no estatales, verificado en los límites que se le han impuesto en su desarrollo, (en número de negocios, en el escaso desarrollo de los almacenes mayoristas, etc.). Por ende, su contribución al presupuesto vía fisco, tiene límites establecidos. No quiere decir que la empresa estatal no sea importante, pero sería mejor pensar en empresas públicas, aunque este no es el interés (por lo que se observa hasta el momento). La producción pudiera tener mayor dinamismo si se implementase lo que la “conceptualización del modelo” definió: la pequeña y mediana empresa.

Figura 1. Tasas de crecimiento del PIB en porciento.




Figura 2. Déficit Fiscal en relación con el PIB en porciento.


Cuba mantiene un déficit comercial de bienes crónico, resultado de no incrementar las exportaciones cubanas en los últimos años, y de importar productos que el país pudiera producir (como alimentos, y ciertas manufacturas). Se mantienen las deficiencias en la contratación de productos importados, lo cual redunda después en productos para la exportación, o en el consumo de la población. Sería prudente incursionar para que el sector no estatal (sea cooperativo o privado) participe en operaciones de comercio exterior y, de esta manera, se termine con el monopolio estatal sobre el comercio exterior.

Figura 3: Intercambio comercial de bienes en millones de pesos.


El gobierno debería tener una mayor coherencia entre el discurso y la realidad en el caso del papel que debería jugar en estos tiempos el sector no estatal de la economía. El sector no estatal genera ya el 30 por ciento del empleo. Entre 2010 y 2016 el sector privado fue el que generó empleo según estadísticas oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI). De los ingresos al presupuesto, el sector no estatal aporto el 14,6 por ciento en el año 2017.

Sin embargo, durante más de 15 meses se paralizó el proceso de otorgamiento de nuevas licencias en los negocios más llamativos. Ahora se ha producido una nueva legislación, que entrará a funcionar a finales del 2017, donde el objetivo central, en vez de estimular el crecimiento de nuevos negocios, va en el camino de aumentar el control y la centralización; que no es adverso, pero debería tener también elementos promotores o estimuladores de negocios.

El mercado mayorista, tan demandado por los privados, se ha establecido con muchas limitaciones todavía, pero es solo para las cooperativas existentes, muchas de ellas derivadas del sector estatal. No se prevén ampliaciones de nuevas actividades a aprobarse, como podría ser el caso de actividades de mayor calificación profesional. ¿Por qué no crear solo una lista negativa de actividades, y el resto dejarlo a la iniciativa popular? Es perjudicial para el país que un ingeniero, un arquitecto, los economistas, entre otros, emigren a otros países buscando mejor remuneración económica; debemos permitirles que puedan ejercer su profesión en el país. Entonces, con sus conocimientos, contribuyen al desarrollo de otras economías, no solo desarrolladas, sino también en el Sur.

El Estado debería hacer alianzas entre el sector privado y las empresas estatales. Y basado en la “conceptualización del modelo”, debería darse un fuerte impulso a la creación de las pequeñas y medianas empresas, siempre necesarias para el desarrollo económico de una nación.

¿De qué sirven las experiencias que ven los directivos cubanos cuando visitan otras realidades en el mundo o cuando nos visitan, por ejemplo, directivos de China y de Vietnam? Se debería divulgar más la realidad de la economía vietnamita, y poner en práctica aspectos que han permitido a este país crecer a tasas siempre superiores al 5 por ciento anual. En marzo del 2016 el Secretario General del Partido Comunista de Vietnam expresó en el Aula Magna de la Universidad de la Habana:

“Somos conscientes de que la economía de mercado es el resultado de la civilización humana, con lo que se puede coexistir y adaptarse con las diferentes modalidades sociales. La economía de mercado en sí misma no podía derivar en socialismo, pero para construir con éxito el socialismo es necesario desarrollar la economía de mercado de manera adecuada y correcta. Esto en concordancia con el objetivo de lograr la independencia nacional y el socialismo adecuados a la condición concreta de cada país.”

“Vietnam ha logrado grandes éxitos de carácter histórico gracias a nuestro esfuerzo por transformar una economía centralizada, planificada y subsidiada a una economía de mercado de orientación socialista, para acelerar la industrialización, la modernización alcanzando muchos grandes logros, y eso tiene una significación histórica.”

Cuba tiene que recuperar su industria nacional, y aunque no sería prudente aspirar a los niveles de los años 80 (superior al 30 por ciento), sí podemos afirmar que la pérdida de su participación en la economía no es saludable, ni viable en condiciones de superar el estado actual de cosas.

En la agricultura la amplia reforma realizada no ha dado los resultados esperados; a pesar de la entrega de tierras ociosas, de la ampliación del término de usufructo a 20 años o más, a aumentos de precios en Acopio, y a la entrega de materiales para el riego, más otras facilidades. Sin embargo en determinados cultivos necesarios se siembra menos, y por ende estas producciones han mermado. Acopio continúa con sus males del pasado, con los atrasos a los pagos a los productores y, en algunos casos, no ha comprado producciones acopiadas de los privados (por argüir, en algunos casos, sobrecumplimientos en los planes aprobados).

La demografía tampoco ayuda a la economía; las tendencias actuales continúan reforzando los niveles de envejecimiento demográfico y el decrecimiento del número de habitantes. La población de 60 años y más es del 20 por ciento de la población; contra la de 0 a 14 años, que es el 16,3 por ciento. Es decir, en lo adelante la fuerza de trabajo en Cuba, considerando el mismo escenario, no solo envejecerá, sino que decrecerá. Por ende, el tema de los recursos humanos para el trabajo pone en tensión a las autoridades del país, y los planes de cara al futuro. Creo que la nueva Constitución que se está discutiendo en la actualidad debe pensar en el tratamiento que se le pueda dar a la inmigración de fuerza de trabajo extranjera a Cuba en un futuro a largo plazo, como se tuvo a comienzos del siglo XX.

Cuba se ha venido preparando para enfrentar las brechas existentes con el mundo desarrollado, y ha logrado anunciar diferentes planes a futuro, entre ellos el documento conocido como la “La actualización del modelo económico y social”, el de la “conceptualización del modelo” y un tercero, que es el plan a largo plazo “hasta el 2030”. Y, más recientemente, una nueva Constitución, que ha sido debatida por la población, y donde se han producido argumentos muy sólidos en cuanto a los cambios que se necesita realizar en la Isla.

Desde el año 2011 se comenzó a hablar de la “actualización” del modelo económico existente, pero ¿qué ha sucedido? En el 2018, con respecto a lo social, se han logrado avances, en el sentido de la recuperación de lo que se había alcanzado a finales de los años 80; es decir, mejoría de las instalaciones y de servicios educacionales y de salud, producto de las inversiones que se han realizado.

Han sido innumerables las acciones de política económica realizadas; sin embargo, los datos reflejan que el país ha crecido poco, como promedio un 2 por ciento en todo el periodo. El poder adquisitivo de una gran mayoría de los trabajadores (especialmente del sector presupuestario) se ha mantenido estable, pero distante de lo alcanzado en los años 80, y en algunos casos ha bajado. Esto ha evidenciado la no relación de los salarios con los precios en cualquier mercado existente (con la excepción del normado), y los efectos inflacionarios existentes. Se podría decir que existe una pirámide invertida: a mayor conocimiento de los empleados, o los que trabajan en tareas complejas y útiles a la sociedad, pues menos incentivos; esto es diferente a los que se relacionan con el sector de los servicios, en su sentido amplio.

Pero Cuba ha cambiado; el tejido social se ha estratificado: hay ganadores y, por ende, perdedores; se desmontaron prohibiciones que eran innecesarias y siempre cuestionadas por la población (como el derecho a viajar libremente, la compra y venta de viviendas, y de automóviles, etc.). Se avanzó con respecto al acceso a las tecnologías “de avanzada”, especialmente la informatización de la sociedad, entre ellas la extensión del uso de Internet.

Fue evidente que la apertura al sector privado ha ido conformando cierta clase media, que se diferencia de las demás. Esto me parece correcto, mientras su aporte a la sociedad venga del trabajo que realizan. Creo que en vez de prestarle tanta “atención” a ese sector de ganadores (muy distinto lo hacen economías que partieron de la misma base de planificación central y socialista como Vietnam y China, que estimulan constantemente a su sector privado), deberíamos pensar en cómo alentar o ayudar financieramente a los que tengan o quieran entrar al grupo de los ganadores.

Hay cambios anunciados desde el 2011 (como la eliminación de la dualidad monetaria y, por ende, de las tasas de cambio tanto de la población como de las instituciones cubanas), donde solo se realizan postergaciones. La población tiene demasiadas expectativas en ese proceso, ya que desconocen algunas lógicas que estarían presentes en el corto plazo, como el aumento de ciertos y determinados precios como resultado del proceso: es decir, un proceso inflacionario.

Lo esencial con respecto a los documentos económicos estratégicos es cómo materializarlos; es decir, cómo financiar esas propuestas. ¿De dónde saldría el financiamiento para las inversiones que habría que desarrollar? ¿O el dinero para la formación de los directivos de las instituciones existentes o por crear, capaces de incidir en el cambio de mentalidad para los nuevos tiempos? Es evidente que el objetivo básico de Cuba, a corto y mediano plazo, es elevar los ingresos netos en moneda convertible o acceder a recursos externos.

Para eso, en primer lugar, Cuba debe seguir pagando sus deudas (tanto comerciales de corto plazo, como el pago de utilidades a los empresarios extranjeros que han invertido en Cuba). Eso podría suponer que el país estaría en mejores condiciones para lograr créditos. No se pueden demorar excesivamente los negocios de capital extranjero de cualquier monto que se propongan, y se debe intentar evitar la salida de las remesas que llegan al país, y que terminan en los privados de Panamá, México, Estados Unidos, Rusia, etc.

En conclusión, el nuevo gobierno debe analizar que de los años 2011 hasta 2018, es un plazo más que razonable para entender que el cumplimiento de los “lineamientos” aprobados a todos los niveles, no han dado los frutos esperados. Son disímiles los factores esgrimidos para esa lentitud, pero lo esencial es mirar hacia adelante y analizar qué hacer, para que la asignatura pendiente de Cuba (la economía) se acabe de “aprobar”.

Esta más que comprobado con la historia que, si se pretende tener un país distinto en el 2030, ya el tiempo transcurrido denota mucha lentitud para cumplir metas onerosas. No basta con discursos, reflexiones, “chequeos”, etc.; ello denota esfuerzo, pero los resultados tienen que ser medibles en todos los ámbitos. Las reflexiones tienen que ser más profundas, con nuevos métodos, nuevas formas; si se sigue haciendo lo mismo, pues los resultados serán los mismos.

Se necesita de cambios de mentalidad o de cambios en los métodos de trabajo de los decisores económicos; necesariamente se requiere tomar riesgos para que Cuba se incorpore, definitivamente, a los circuitos internacionales de comercio. La gradualidad es la variable escogida por las autoridades cubanas, pero la misma tiene también que tomar en paralelo cambios más radicales, y dentro de ello configurar una nueva forma de planificación económica. Hoy, tal como se entiende y como se implementa la misma, no ayuda al despegue empresarial de las instituciones cubanas, más bien es una limitante.

El bloqueo afecta enormemente al país, y se conocen sus efectos negativos al desarrollo cubano; pero una vez que los recursos han atravesado los “caminos empedrados” para llegar a Cuba, pues nada justifica la baja productividad, los desvíos de recursos, la desmotivación laboral, etc. Entonces, hay dificultades internas en las que hay que analizar sus causas, porque proliferan: y entonces está el famoso comentario: “el Estado hace como que me paga, y yo entonces yo hago como que trabajo”.

En fin, para aspirar a metas de desarrollo para el 2030, los datos macroeconómicos de la Cuba de hoy deben cambiar de signo y de ritmo; debemos trabajar intensamente para erradicar las deformaciones estructurales existentes. Necesariamente hay que aprender de otros, que han avanzado en menos tiempo que nosotros.

Estiman crecimiento del 35% en producción nacional de envase y embalaje al cierre de 2018

Por: Leticia Martínez



Díaz-Canel consideró que no solo se trata de incrementar la producción, sino de transformar y renovar la calidad de los envases que hoy se comercializan. Foto: Interempresas.
En el año 2013, el Consejo de Ministros aprobó la política para el desarrollo de la industria productora de envases y embalajes en el país, con el fin de incrementar el uso de sus capacidades y priorizar las líneas que aseguran la exportación, el desarrollo agroalimentario, la actividad biofarmacéutica y la venta de materiales de construcción
Según datos expuestos por el titular de Industrias, Alfredo López Valdés, durante un chequeo encabezado por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, “se estima cerrar el 2018 con el 35% de crecimiento de la producción nacional de envases y embalajes, así como con un 20% de decrecimiento en las importaciones con relación al 2012”.
Esa producción, afirmó, actualmente satisface el 62% de la demanda del país.
“Para el año próximo se proyecta que la producción crezca con relación al estimado del 2018 en un 22%”.
Sobre la inversión extranjera en esta rama, López Valdés informó sobre la aprobación de dos empresas mixtas en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, una para la producción y comercialización de latas y otra destinada a envases de vidrio.
Entre las principales tareas a las que el ministerio da seguimiento, refirió la recuperación del Centro Nacional cobre Envases y Embalajes, ubicado en La Habana, que otrora fue fundamental para el desarrollo de esta actividad industrial, pero dificultades económicas del país impidieron su mantenimiento.
Al respecto, Díaz-Canel indicó realizar un programa para el rescate de esa institución que, a su juicio, tiene que constituirse en observatorio tecnológico de lo que sucede en el mundo en esta materia; velar porque cada inversión tenga el envase o embalaje requerido; y estudiar la demanda del país, así como los materiales que deben usarse, porque el mercado es cada vez más exigente en cuestiones de exportación, apuntó.
El Presidente consideró que no solo se trata de incrementar la producción, sino de transformar y renovar la calidad de los envases que hoy se comercializan, como es el caso de las cajas de fósforos.
Además se impone, dijo, atender los ámbitos domésticos, de los trabajadores por cuenta propia y de las oficinas, carentes en muchas ocasiones de envases para almacenar o transportar alimentos, y de materiales como sobres, files o archivos para documentos.
Abogó por estrechar la relación entre el Ministerio de Industrias y la Oficina Nacional de Diseño con el Instituto Superior de Diseño, donde cada año se presentan tesis de diploma elaboradas por sus estudiantes con impacto en esos temas.
Díaz-Canel concluyó que esta es una actividad que avanza en el país y que poco a poco va dando frutos, sin embargo, aún está lejos de satisfacer nuestras necesidades y son altas las cifras de importación de envases y embalajes. Se trabaja, comentó, para conducir desde el Plan de la Economía el arribo a tiempo de materias primas que permitan la producción en Cuba y con ello el desarrollo de la industria nacional.
Industria productora de envases y embalajes. Foto: Interempresas.
(Tomado de Granma)

Refinería de Cienfuegos registra elevados niveles productivos






Foto: Julio Martínez Molina
CIENFUEGOS.- Al cierre del tercer trimestre del año, ya había sido procesado el 76 por ciento del crudo previsto para el plan del año en la Refinería de Petróleo Camilo Cienfuegos, indicó su director general, ingeniero Hermenegildo Montalvo Ibarra.
En esta planta, totalmente cubana, se cumplen todas sus líneas de producciones (gas licuado, nafta, gasolina, turbocombustible, kerosina y diésel) y los rendimientos de los productos claros (fuel).
En el caso del turbocombustible, los niveles productivos alcanzan en estos momentos el 120 por ciento del compromiso anual, en razón tanto de la demanda del producto como del aumento del crudo Mesa en la dieta procesada.
Para contribuir al correcto tratamiento del petróleo a refinar en este cuarto trimestre que ya corre, se concibieron operaciones en la planta de destilación atmosférica, lo cual pone en mejores niveles de suficiencia a la industria refinadora.
Por otra parte, hasta inicio de octubre las ventas se cumplen al 101 por ciento, con cerca de seis millones de pesos por encima del plan, al incrementarse el procesamiento en un millón 96 mil 600 barriles de crudo e incrementarse los rendimientos totales en 0, 34 por ciento por encima de lo pronosticado.
Montalvo Ibarra señaló que en el enclave energético acontece ahora la reparación de varios de sus tanques de almacenamiento, y se trabaja con eficacia para procesar los 13 millones 549 mil 160 barriles de petróleos planificados para 2018.
Una idea del despegue que experimenta la planta en la actualidad es que en 2017 solo procesaron ocho millones de barriles.





Foto: Julio Martínez Molina

No es una visita de control, es para ayudar a resolver los problemas




Foto: Estudios Revolución
ARTEMISA.–De importantísima para el país, por todo lo que sus producciones pueden contribuir a la solución de los problemas del transporte en el territorio nacional, calificó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a la Empresa Productora de Ómnibus Evelio Prieto Guillama, ubicada en el municipio de Guanajay, en la provincia de Artemisa.
Por esa entidad, fundada en el año 1972 y única de su tipo en Cuba, inició este miércoles la visita gubernamental encabezada por el Presidente Díaz-Canel a este occidental territorio.
Dotada de un nivel tecnológico en correspondencia con la media mundial en este tipo de procesos, la Empresa cuenta con dos líneas de ensamblaje y desde el 2015 produce el modelo Diana, utilizado ya en diferentes rutas del transporte urbano de todas las provincias.
Esta tiene que ser una fábrica de desarrollo –enfatizó Díaz-Canel– por eso su insistencia en que los ómnibus que aquí se fabriquen sean cada vez más eficientes y en ellos se apliquen las más diversas tecnologías existentes en el mundo. De mucha utilidad consideró el potencial humano que tiene el Instituto de Diseño, el cual debe ser aprovechado mejor por nuestras empresas.
Al respecto, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, destacó la importancia de tener perspectivas de desarrollo, de manera tal que podamos emplear las nuevas tecnologías para lograr nuestro propio desarrollo, capaz de dar respuesta a nuestros problemas.
«Las Diana las podemos continuar mejorando para hacer un mejor ómnibus», subrayó Díaz-Canel. Las ideas que aquí se concreten no solo van a contribuir a disminuir las importaciones por este concepto, también va a dotar de sostenibilidad las producciones, reflexionó.
Durante el recorrido realizado por las naves de ensamblaje, de pintura y macillado, y de terminación, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros pudo apreciar diferentes momentos del proceso productivo que allí se desarrolla e intercambiar criterios con los trabajadores. 


DIVERSIFICAR MÁS LAS PRODUCCIONES

En la Empresa de Productos Lácteos Galaxia, unidad empresarial de base Guanajay, tuvo lugar el siguiente momento del recorrido, donde Díaz-Canel se interesó, entre otros asuntos, por el estado técnico del equipamiento, el salario de los trabajadores, el tipo de producciones y sus destinos, así como las labores de remodelación que se realizan en las diferentes áreas.
La ministra de la Industria Alimentaria, Iris Quiñones Rojas, explicó que desde aquí se satisface la demanda de yogurt de soya de la canasta familiar normada de siete municipios de la provincia; también se elaboran helado, mantequilla y queso que, aun cuando no satisfacen todas las necesidades, poco a poco contribuyen al desarrollo de las potencialidades de esta empresa.
A la par de las grandes inversiones que allí se realizan, el Presidente Díaz-Canel insistió en que debe mejorarse también la cultura del detalle en las instalaciones, lo cual no siempre depende de cuantiosos recursos.


NECESARIO ENCUENTRO CON LA HISTORIA

Hasta el Mausoleo a los Mártires de Artemisa llegó luego el mandatario cubano para rendir honores a los mártires y combatientes de esta provincia, simiente indiscutible de la Revolución Cubana.
«De visita con el Consejo de Ministros de Cuba en Artemisa era necesario, de manera sentida, visitar este Memorial y rendir tributo y homenaje a quienes dieron la vida por la Patria y abrieron los caminos de la Revolución triunfante», escribió Díaz-Canel en el libro de visitantes.
Especial cuidado se ha puesto allí en cada detalle. La historia que late desde su entorno se recrea también con la presentación de audiovisuales y la realización de conferencias y talleres que dotan de una coherencia extraordinaria las sublimes raíces que allí se preservan.

APOYAR EL DESARROLLO DEL PROGRAMA DE LA VIVIENDA
Las mejoras tecnológicas necesariamente tienen que ir acompañadas de mayor eficiencia y mejor planificación, subrayó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros en áreas de la 
Empresa de cemento Mártires de Artemisa, donde fue informado de la implementación del programa de desarrollo que allí se ejecuta.

Incrementar la producción de cemento permitirá articular mejor el programa de la vivienda en el país, por ello, Díaz-Canel insistió en la prioridad que se debe dar desde todos los sectores a realizar estudios de factibilidad coherentes y aprovechar mejor las inversiones que se ejecuten.
En el área de envase de cemento conoció de primera mano sobre el proceso productivo y se interesó por las condiciones en que laboran los trabajadores, sus salarios y el comportamiento de las producciones.
De igual manera sucedió en la unidad empresarial de base Fábrica de fibrocemento Mario Hechavarría López, 
inaugurada en 1987 y que también se encuentra inmersa en un amplio proceso inversionista para modernizar sus instalaciones.

Allí las principales producciones están dedicadas a los elementos de cubierta como la teja de fibrocemento, de alta demanda en el país.
Pensar de una manera diferente lo que se puede hacer para mejorar el fondo habitacional resulta primordial, reflexionó el Presidente cubano. El reto está en aprovechar cada una de las potencialidades existentes en los más diversos escenarios.



La jornada vespertina inició en el centro de formación pedagógica y artística Manuel Ascunce Domenech, donde el Presidente cubano pudo intercambiar con los estudiantes. Foto: Estudios Revolución

EDUCACIÓN Y SALUD
La jornada vespertina inició en el centro de formación pedagógica y artística Manuel Ascunce Domenech, donde el Presidente cubano indagó con los estudiantes sobre los turnos de clase que reciben y sus frecuencias, sus conocimientos de computación e inglés, el uso que hacen de internet y las redes sociales, la práctica de deportes, las mejoras que a su juicio deben hacerse en la escuela y los principales acontecimientos que en la arena internacional se relacionan con Cuba.
Los jóvenes, por su parte, le aseguraron sentirse contentos en su escuela, aunque pudiera mejorarse la situación del camino que da acceso a ella. Les gusta el inglés, se preparan en diferentes materias y se sienten identificados con su centro educacional, le aseguraron algunos.
El uso de internet y las redes sociales pueden aprovecharlos mejor, les conminó entonces Díaz-Canel. Esos son escenarios desde los cuales pueden también gestionar conocimientos, estar mejor informados y ser personas más cultas, reflexionó con los jóvenes.
Poco después, en el hospital general docente Comandante Ciro Redondo, el Presidente se detiene en salas y pasillos, conversa con la abuela que espera el nacimiento de su nieto; con la señora que acude en días alternos a la institución para recibir su tratamiento médico; con el señor que espera su turno en la consulta; con el joven mexicano que estudia en Cuba y agradece por ello a la Revolución…, a todos dedica el Presidente algunos minutos, les escucha, pregunta sobre el trato que reciben allí, las insatisfacciones con el servicio y las dolencias que los aquejan.
Fundado en 1987, este centro hospitalario atiende aproximadamente unos 
220 000 habitantes; a los diversos servicios médicos que aquí se ofrecen se suma también la docencia, como parte de la cual se fortalece y consolida la preparación de los profesionales que en él laboran.


APOTEOSIS EN EL BULEVAR
Lo que inició como un recorrido para apreciar de primera mano todo cuanto a ambos lados de esta arteria ha ido cobrando vida, se convirtió en segundos en un mar de pueblo que, ansioso de ver y escuchar a su Presidente, impedía el avance de la comitiva.
Díaz-Canel habló entonces de la redistribución de los servicios de salud en el país; de la importancia de mantener activo el bulevar; de la necesidad de que ninguna obra decaiga o se deteriore; de la satisfacción de ver cómo ha avanzado la provincia.
Recordó entonces que esta es una visita del Consejo de Ministros a Artemisa, no solo suya. «No es una visita de control, es para ayudar a resolver problemas y conocerlos mejor», enfatizó.
Me llevo la impresión –aseguró– de que en el territorio se han construido muchas cosas nuevas que poco a poco van formando la identidad de este pueblo.
Los exhorto –apuntó– a que avisen a las autoridades del Partido y el Gobierno cuando sepan del mal funcionamiento de alguna entidad o decaigan los servicios en cualquier centro, para que las acciones que hoy se ejecutan sean verdaderamente sostenibles en el tiempo.
La intensa jornada de trabajo de este miércoles en Artemisa tuvo su colofón en la sede del Comité Municipal del Partido, donde al cierre de esta información se desarrollaba la reunión resumen de la visita gubernamental.

Cuba importa azúcar de Francia

La Isla, que importa la mayor parte de los alimentos que consume, también compra alrededor de 400.000 toneladas de trigo francés por año

Agencias, Madrid | 25/10/2018 8:52 am

Dulzor francés en café cubano: la isla del Caribe, durante mucho tiempo líder mundial de la producción de azúcar, debe importarla ahora de Francia, en grandes cantidades, por primera vez en su historia, después de otra pálida cosecha, informa la AFP.

Francia exportó 40.000 toneladas de azúcar a Cuba entre el verano de 2017 y agosto de 2018, según los datos de aduanas, indicó a la AFP FranceAgriMer, la dependencia pública francesa de productos de la agricultura y del mar.

En La Habana, la noticia del producto llegado desde el otro lado del Atlántico se diseminó por los hogares, porque de repente recibieron por su “libreta” —cartilla de racionamiento mensual de alimentos— un azúcar más fino y brillante que el habitual. En Francia se extrae de la remolacha. En Cuba, de la caña de azúcar.

“El azúcar que vino ahora es muy bueno, endulza muchísimo, igual, no tiene diferencia [con el cubano], lo único que lo diferencia es el color que varía, que este es más blanco y el otro es más oscuro”, dice Felicia Navarro, una ama de casa de 40 años.

Unas 5.000 toneladas de azúcar blanco en junio, 25.000 en julio, 10.000 en agosto: “Históricamente esta es la primera vez que Cuba importa azúcar de Francia en cantidad significativa” en comparación con solo tres toneladas entre 2001 y 2017, explica FranceAgriMer.

La Isla, que importa la mayor parte de los alimentos que consume, ya compra “alrededor de 400.000 toneladas de trigo francés por año”, recuerda.

“De acuerdo con nuestra información, la producción de Cuba se ha reducido considerablemente respecto a lo que se esperaba [1,1 millones de toneladas de los 1,6 millones previstos] y no es sorprendente que Cuba importe azúcar, especialmente porque aún debe cumplir los contratos de exportación que tiene con China [400.000 toneladas]”, explica FranceAgrimer.

La agencia de análisis agrícola FO Licht espera que Cuba regrese a la normalidad de su producción en la próxima temporada, con 1,5 millones. Aunque muy lejos de la velocidad crucero que alcanzaba en los años 80.

Para el Gobierno cubano, la culpa la tiene el embargo que Estados Unidos impone al país desde 1962 y que impide importar el equipo agrícola e industrial necesarios.

“El principal obstáculo para el desarrollo de la Isla es el Bloqueo impuesto por los Estados Unidos”, denunció recientemente el presidente Miguel Díaz-Canel, asegurando que esta medida busca que su pueblo esté “condenado a morir de hambre”.

Sin duda “hay falta de recursos, falta de divisas”, admite el economista cubano Omar Everleny Pérez, pero “también hay factores estructurales, factores organizativos”.

La obsesión por diversificar la economía y hacerla menos dependiente del azúcar, ha provocado que el sector se debilite hasta alcanzar “una de las cosechas más bajas de la historia, podemos decir la más baja desde el principio del siglo XX. La caída de la producción de azúcar fue de un 40 %”, explica el economista.

“Ya pasó la edad de oro porque la capacidad de producción está reducida”, detalla Pérez. Ahora existen solo unas cincuenta fábricas de azúcar frente a las 150 que había, y recomienda que entre “10 a 15 de ellas” abran su capital a inversores extranjeros, siendo que varios grupos azucareros ya han demostrado interés.

El proyecto de nueva Constitución, que será sometido a referendo en febrero, podría facilitar las cosas porque precisamente reconoce “la importancia de la inversión extranjera para el desarrollo del país”.

De lo contrario, advierte Pérez, el riesgo es “no tener más azúcar en los próximos años”.

Paralelamente, una misión del grupo francés de ingeniería industrial Fives realiza una evaluación del sector azucarero cubano para determinar qué reformas e inversiones necesita para su recuperación.