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miércoles, 27 de febrero de 2019

En Cuba moderna tecnología para restituir playas y costas


Con la adquisición de una embarcación para el dragado, consistente en una moderna tecnología de succión en marcha, se contribuirá a la restauración de playas, costas y a otras acciones de preservación medioambiental, muchas asociadas a la Tarea Vida, Plan del Estado cubano para el enfrentamiento al cambio climático.

Al celebrar el arribo del buque draga al Puerto de La Habana, el titular del Ministerio de la Construcción, René Mesa Villafaña, señaló que el propósito esencial es revertir los efectos negativos de ese fenómeno asociado al calentamiento global.

En lo sucesivo se deben incorporar otras tareas asociadas a la gestión y mantenimiento portuario, así como a la obtención de volúmenes de arena para la fabricación de materiales, agregó.

El Ministro subrayó la importancia de contar con este equipamiento de avanzada, gracias a lo cual el país se ahorrará varios millones en divisas cada año, debido a que la contratación de esos servicios o equipos a compañías foráneas resulta muy costosa.

Precisó que ese Ministerio emprende otros proyectos, sobre todo en la esfera marítimo-portuaria, y a partir de las oportunidades y negocios establecidos en la cartera actual de inversiones que ofrece posibilidades y potencialidades en todas las ramas y sectores de la economía.

Confeccionada por la compañía holandesa Royal IHC, líder en construcción naval a escala mundial, la draga se adquirió a un costo de 28 millones de euros, negociados por la vía crediticia a 10 años, y de acuerdo con las previsiones, el tiempo de recuperación de la inversión ronda los siete años.

Juan Carlos Poyeaux, especialista al frente del proyecto, explicó que en junio venidero ya debe entrar completamente en funcionamiento el equipo, que cuenta con un tiempo de vida útil de dos decenios, operando con eficiencia, y debe comenzar sus labores en el vertimiento de 1 300 000 metros cúbicos de arena en el balneario turístico de Varadero, en la provincia de Matanzas, a unos 150 kilómetros al este de La Habana. 

Indicó que la prioridad de la embarcación son los trabajos relacionados con la Tarea Vida, pues incluye lo referente a los vertimientos de arena en todas las playas y costas de este archipiélago antillano al abarcar en primera instancia las penínsulas y la cayería norte, e incluso el dragado de zonas portuarias.

La draga es un equipo que se utiliza para excavar material debajo del nivel de agua y luego elevarlo hasta la superficie; alcanza hasta 30 metros de profundidad, posibilita el bombeo a 4 500 metros de distancia y es capaz de procesar cada día unos 15 000 metros cúbicos de arena, la mayor capacidad instalada en el país.

El director general de la Empresa Constructora de Obras Marítimas, perteneciente al Ministerio de la Construcción, Alberto Martínez Hernández, apuntó que la embarcación está dotada de una moderna tecnología y se fabricó específicamente para Cuba, a partir de sus requerimientos técnicos, entre estos, el de no calar nunca más de cinco o seis metros, que el brazo de succión alcance hasta 30 metros de profundidad, así como que la capacidad de carga sea de 3 500 metros cúbicos de materiales.

Comentó que para tratar de mantener la sostenibilidad, los proveedores europeos garantizan el suministro de partes y piezas de repuesto, y el entrenamiento y capacitación del personal previsto en la tripulación que consta de unos 18 trabajadores con diferentes funciones desde la oficialidad, los operarios y la marinería en general.

Abundó en que la tecnología con que contaba Cuba no permitía cubrir todas las necesidades en cuanto a la recuperación de las playas, pero esta draga logra satisfacer esas demandas y permitir un cuantioso ahorro ( la Mayor de las Antillas eroga cada año entre ocho y 14 millones de euros en esa actividad tan costosa).

En cuanto a los propósitos más inmediatos especificó que prevén establecer convenios de colaboración con las compañías en operaciones para efectuar el dragado en el país, sobre lo cual ya suscriben cartas de intención y se evalúan modalidades de trabajo junto con la Royal IHC.

Ya asumen la realización de los trámites de registros del buque, la legalización de su documentación y otros requerimientos para alistarlo dentro de un mes y en breve tiempo apoyar las acciones y medidas de enfrentamiento, mitigación y/o adaptación ante los efectos del cambio climático, como es el caso del estrechamiento de la franja de arena en nuestras playas.

La gerente comercial de IHC para Cuba, Marian Rodríguez Suárez, reconoció el apoyo gubernamental para la ejecución de este proyecto, antecedido por un proceso largo de negociación, complicado para ambas partes pero ya coronado con el éxito al lograr tener en aguas cubanas a la nueva y moderna embarcación.

Insistió en que la firma holandesa augura una cooperación más estrecha a partir de los fundamentos que ofrecen proyectos como este, para facilitar su avance en el futuro más cercano.

“No somos solamente constructores -dijo- , sino que brindamos apoyo durante toda la vida útil de la draga, servicios de asistencia para el mantenimiento, suministro de piezas, pues lo que no queremos es ver la draga parada y para eso, haremos todo lo que podamos.”

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