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jueves, 21 de marzo de 2019

Que el incremento sostenido de todas las producciones y la calidad marquen el rumbo

A la reunión asistieron, además, Ulises Guilarte de Nacimiento, miembro del Buró Político y secretario general de la CTC, y Ulises Rosales del Toro, vicepresidente del Consejo de Ministros. Foto: Ariel Cecilio Lemus
«Es preciso lograr un incremento sostenido de todas las producciones lácteas, cárnicas, en conservas, confiteras…». Y hay que «pensar en el mercado interno, en todo lo que se necesita, con líneas más o menos económicas, pero siempre de calidad», aseguró este miércoles Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, durante el balance anual del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal).
En la reunión, que prestó particular atención a los principales incumplimientos de la industria en el 2018 y a cómo incrementar las ofertas a la población, Díaz-Canel subrayó el papel estratégico del organismo para insertarse en las dos grandes prioridades del país: la defensa y la economía.
Como ya se hace costumbre en estos encuentros de trabajo, el Presidente llamó la atención sobre el desempeño eficaz de los cuadros, especialmente en un sector vital como el alimentario.
A su juicio, «no les puede faltar sensibilidad con los problemas de la gente, debe molestarles que las cosas no estén bien o estén detenidas. Tienen que ser cuadros emprendedores, con empuje, con poder de convocatoria y capaces de buscar soluciones de manera ágil e inteligente».
El valor de la comunicación social, tanto hacia la población como hacia los trabajadores, para explicar los problemas y las proyecciones de la industria; la necesidad de avanzar en la informatización y automatización de los procesos; la urgencia de aplicar los resultados de las investigaciones con un enfoque innovador, así como la importancia de estrechar vínculos entre el sector empresarial y los centros de estudio, también fueron temas abordados con profundidad.
Díaz-Canel enfatizó, además, en la batalla ética contra la corrupción y las ilegalidades, asunto que requiere perfeccionar los sistemas de control interno, y se pronunció por el fortalecimiento de las estrategias de reanimación de los territorios: «todo lo que se haga tiene que ser mejor a lo anterior».
En torno al amplio ejercicio legislativo que resultará de la Constitución, una vez proclamada, llamó a revisar qué leyes podrían estar relacionadas con la gestión del Ministerio e insistió, de cara al reconocimiento de la autonomía municipal, en qué tipo de industria alimentaria precisamos y en qué tipos de encadenamientos productivos pueden generarse.
Sobre este último tema, dijo, las prioridades están claras: el sector de alimentos debe promover encadenamientos con la inversión extranjera; con la industria nacional, fundamentalmente la agricultura, y los ministerios del Comercio Interior e Industria, con las exportaciones y con el turismo, donde todavía las importaciones de alimentos son muy elevadas.
El mandatario instó a generalizar las mejores experiencias en materia de producción y diversificación de las ofertas y reconoció las limitaciones que aún lastran los procesos inversionistas: «tenemos que despojarnos de la chapucería y lograr que las inversiones rindan lo previsto en los estudios de factibilidad».


EL RETO DE INCREMENTAR LAS OFERTAS A LA POBLACIÓN
Según el informe presentado, con marcado matiz crítico, el 2018 estuvo signado por incumplimientos en las entregas de materias primas agropecuarias y por los efectos de las restricciones financieras, situación que, unida a problemas subjetivos, limitó los aportes del sector a la economía del país.
Las metas para el 2019 «siguen siendo tensas, pero alcanzables», como trascendió en las palabras de la titular del Minal, Iris Quiñones Rojas, y estarán dirigidas, sobre todo, «a lograr una mayor satisfacción de las demandas de la población».
El análisis de la gestión inició con la información referida al estado de las políticas que comanda el Minal: la de la pesca, la de la producción industrial de alimentos y bebidas y la concerniente a la importación de alimentos industrializados.
Sobre esta última, los estudios sostienen que anualmente se importan unos 500 millones de dólares de productos alimenticios industrializados, de los cuales una parte puede ser producida por la industria nacional, como aguas, jugos, mariscos, instantáneos y refrescos. Todavía no existe un mecanismo efectivo que regule las compras en el exterior, para evitar la salida de liquidez innecesaria,
si bien la fabricación interna no es suficiente en cantidad y calidad para sustituir todas las importaciones.


PRINCIPALES RESULTADOS DEL SISTEMA EMPRESARIAL ATENDIDO POR EL MINAL
  • Las exportaciones reportaron cifras de 213 829 000 dólares.
  • Se incumplen diez producciones seleccionadas, entre ellas carne de res deshuesada, carnes en conservas, leche en polvo, yogur de soya, café torrefaccionado, harina de trigo, aceite vegetal refinado, y harina de soya para pienso y cerveza.
  • Se mantuvieron como las mayores insatisfacciones de la población, la insuficiente oferta en relación con la demanda, la sustitución del yogur de soya por mezcla para batido en la canasta familiar normada y la mala calidad de varias producciones, en particular la de los productos cárnicos y el pan de la canasta familiar normada.
  • Se ejecutaron inversiones por un valor de 173 913 900 pesos.

Se resaltó que ya son 11 las empresas mixtas en operaciones en el sector y se encuentran en proceso de negociación siete contratos de asociación económica internacional, dirigidos al incremento del potencial productivo de la camaronicultura, el desarrollo de otros fondos exportables de la rama pesquera y la producción de harina de trigo, así como los servicios de refrigeración y electrónicos.

En cuanto al incremento y diversificación de las exportaciones y sustitución efectiva de importaciones, a pesar de los resultados, aún los empresarios desconocen las potencialidades del sector para encadenarse y falta creatividad para la incorporación de productos en el mercado internacional.
De cara al desarrollo de la industria, las inversiones estuvieron dirigidas a la adquisición de nuevas líneas, la recuperación de equipamiento, la protección del medioambiente, las fuentes renovables de energía, así como el aseguramiento a la calidad y la infraestructura. Resultaron beneficiadas, entre otras, las ramas láctea, cárnica, conservas de frutas y vegetales, confitería, molinería, panadería y bebidas y refrescos.
Y en pos de incrementar la producción de alimentos con destino a la población, las estrategias planteadas pretenden incorporar nuevos productos normados, pero no subsidiados, en las bodegas; diseñar productos destinados a los adultos mayores de 65 años; aumentar y diversificar los surtidos para la población con enfermedades de regímenes especiales, y crecer en la utilización de los subproductos de la industria.


ALGUNAS PROYECCIONES DE TRABAJO PARA ESTE AÑO
  • Se planifican exportaciones por 216 millones de CUC.
  • Incrementar el vínculo de las empresas lácteas con las minindustrias para la sustitución de sabores importados por pulpas de frutas.
  • Producir 5 300 toneladas de embutidos.
  • Avanzar en la distribución de la carne envasada para niños.
  • Transformar los embutidos de la canasta familiar normada por productos de mayor aceptación.
  • Iniciar el envasado de aceite con destino a la canasta familiar normada en La Habana.

QUE LA CALIDAD SEA PREMISA

El debate que suscitó el informe puso los puntos sobre las íes de los encadenamientos productivos, las debilidades para avanzar en la inversión extranjera y las deudas de calidad en muchos surtidos.
Para darle más alimentos al pueblo, aseveró Armando Posada, presidente del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria, hay que cumplir con los surtidos del plan día a día, tener un control más eficiente de los recursos financieros y de materias primas e incrementar los rendimientos productivos e industriales.
Rosel Gil Rodríguez, director general de la Empresa Cubana de Molinería, comentó, por su parte, sobre el programa de crecimiento de la producción de harina de trigo y de cómo han aumentado los niveles productivos respecto a igual periodo del año anterior, aunque siguen siendo insuficientes.
Al respecto, Díaz-Canel puntualizó en el valor de los mantenimientos oportunos en esta industria, en el examen de las estrategias de distribución y transportación y en la calidad de las producciones, desde la harina hasta el pan.

1 comentario:

  1. Un beneficio quizás muy obvio es el de la facilitación de las tareas manuales. Si se piensa, por ejemplo, en la fabricación manual de tortillas, esta le llevaba a las amas de casa cerca de seis horas diarias; en cambio, con la máquina tortilladora se produjeron tortillas de manera más rápida y en mayor cantidad formadora hamburguesas.

    Y es aquí donde se encuentra el meollo del asunto: ante la mayor demanda del producto, debe haber una oferta capaz de satisfacer esa demanda en el mercado de la industria alimentaria. De ahí que muchas empresas de producción de alimentos a gran escala en nuestro país hayan optado por invertir en equipos para mejorar sus procesos en calidad y cantidad.

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