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domingo, 21 de abril de 2019

Trabajadores del turismo: Necesidad de elevar la calidad y rescatar fuertes mercados foráneos

Por: Lisandra Romeo Matos

21 abril 2019 
  
En el contexto del XXI Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, integrantes del Sindicato de Hotelería y Turismo reflexionaron esta jornada acerca de los múltiples problemas que inciden en el completo despegue de la llamada “locomotora sin humo” del país, actividad clave en la captación de divisas en medio de la difícil coyuntura económica nacional e internacional.
El encuentro, desarrollado en el hotel Comodoro, de la capital cubana, agrupó a más de 40 delegados pertenecientes al sector, incluidos cuentapropistas, así como a directivos del Ministerio de Turismo y sus siete Organizaciones Superiores de Desarrollo Empresarial.
Se revisaron los principales resultados económicos del primer trimestre y las proyecciones de cierre de año de importantes cadenas hoteleras como Cubanacán, Gran Caribe e Islazul.
El decrecimiento de mercados foráneos como Canadá, Alemania, España e Italia, fuertes emisores de turistas a la isla, han incidido en la disminucion de los ingresos de Cubanacán y el aumento de la cifra de hoteles con pérdidas económicas (19 instalaciones), de acuerdo con el vicepresidente primero de ese grupo, Jorge García.
Según el directivo, dicha cadena -que agrupa 97 hoteles y 15 mil 730 habitaciones en el territorio nacional, y uno en China, con 686 cuartos, (el Grand Kempinski Shanghai)-, experimentó en los últimos meses un deterioro de indicadores significativos como las habitaciones y la alimentación.
García añadió que, aunque los niveles de satisfacción en sentido general mejoran, las principales quejas de clientes encuestados estuvieron relacionadas con la higiene de las habitaciones, así como la falta de confort y de mantenimiento de equipos de climatización, televisión, teléfonos y cerraduras; a ello se añadieron críticas a los servicios gastronómicos en instalaciones de régimen todo incluido, como la escasa variedad de frutas y vegetales, la ausencia de infusiones y la no reposición de alimentos.
Cristina León, presidenta de Gran Caribe, señaló que desde el punto de vista comercial, aunque al cierre del primer trimestre del año aumentó la concurrencia de clientes nacionales a las instalaciones del grupo hotelero, no se ha logrado mantener indicadores económicos favorables debido a la disminución de turistas internacionales de fuertes plazas como Canadá, Alemania e Italia.
A ello se une que las estrategias comerciales como ventas online, ofertas al mercado interno y otras destinadas al segmento de adultos, todavía no impactan positivamente en el incremento de los volúmenes de visitantes a los 45 establecimientos pertenecientes a esa cadena, la cual administra el emblemático Hotel Nacional de Cuba.
León añadió que existen insuficiencias en la gestión de las cuentas por cobrar, principalmente de aquellas que pasan su nivel de envejecimiento y no se depuran, además de la inestabilidad del personal encargado de esos trámites.
Tampoco dicho grupo escapa de los problemas con la alimentación y los niveles de confort en su planta habitacional, con alta incidencia en la localizada en el polo de Cayo Coco, a lo que se añaden señalamientos a temas como la animación, principalmente en la capital.
La directiva hizo alusión a la necesidad de fortalecer el control interno, un accionar en el que “todos están involucrados”.
Los delegados coincidieron en la urgencia de incrementar la calidad de los servicios, y de engranar mejor el encadenamiento con las entidades vinculadas con el sector. Resaltaron la urgencia de buscar alternativas que generen ingresos opcionales a las instalaciones hoteleras.
Arnaldo Díaz, secretario general del sindicato del hotel Sol Palmeras, de Varadero, dijo que este es un año complejo, donde los hoteleros buscan salidas para que se deterioren lo menos posible los ingresos y beneficios.
Llamó a un “control estricto de las partidas que deciden los mayores gastos de la instalación, y a mejorar en la calidad para que los clientes salgan satisfechos y retornen”.
Magalys Torres, secretaria del buró sindical del complejo hotelero Marea del Portillo, en la provincia de Granma, sotuvo el criterio que “hay cosas que no dependen de los trabajadores, sino del grupo de dirección”, y señaló la afectación por la falta de suministros y la mala planificación, lo cual atenta contra la excelencia en la calidad de los servicios. “No le podemos dar al cliente lo que no tenemos”.
También en el encuentro, los delegados focalizaron su mirada en la atención a los trabajadores del sector y apuntaron a cuestiones como el salario, los regímenes de trabajo y descanso, y la transportación en polos de condiciones excepcionales.
Sin embargo, coincidieron en que la rama del turismo en la isla cuenta con una masa de trabajadores comprometidos con la economía nacional en medio de un contexto marcado por la hostilidad del gobierno de los Estados Unidos.

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