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domingo, 7 de julio de 2019

Comentarios a Salarios, oferta y demanda, o las leyes del mercado en el “olvido” de un economista, de Carlos Aristides Luque.


HH. Confieso que desde épocas estudiantiles no me leía algo tan enredado como el de referencia, tan agresivo al gremio que me motivo a solo unos comentarios de esta guerra pírrica donde ciertos elementos hacen criticas poco constructivas y etéreas ,que quizás solo el y su criticado o criticados sepan y como somos hermanos del bien común te critico abiertamente a ti, por este enredo que me genero sentimientos encontrados sobre el que escribe y qué hacer con su ideario tergiversado que desde una falsa humilde quiere dar clases doctorales y comete errores garrafales y en vez de defender algo genera más confusión e intrigas.
Si es abogado el autor no quisiera si fuera el caso me defendiera y si es ingeniero mejor no darle ningún proyecto que no se haya ya concluido.
Solo algunas ideas, en azul,  pero imposible de todo este escrito pues me canse de intentar entender al final que se critico desde la posición de un crítico que esconde el nombre de su criticado
Tiempos de turbulencias mediáticas..Error grave pues las turbulencias no son mediáticas sino reales con amesnas desde guerras hasta incremento del bloqueo a Cuba y un mercado altamente volátil en medio de una guerra entre Estados Unidos y China por el dominio económico global que muy bien puede crear una cris de magnitudes mundiales
I
El destinatario del sabio no debe ser sólo el círculo de otros sabios. Pero el lenguaje enredado de su exposición no es para el común sin menospreciarlo-
 Pero en este caso se trata de la tarea mediática de un economista al que ya este ciudadano común le ha prestado atención. Esto es una pelea de bares y de baja calaña pues ni dice de quien habla ni se atreve a enfrentarlo cara a cara así que el común se queda en la intriga del poeta narrados de sus cuitas
Entonces el ciudadano comprendió mejor, o reafirmó su convicción anterior: toda persona común que pueda hacerlo debería interesarse por qué y cómo piensan los intelectuales y especialistas que opinan e investigan sobre Cuba, su economía y su política. Este llamado debería hacerlo el camarada pero además para seguir los que hacen y  dirigen la economía cubana que son los que toman las decisiones sobre sus actos y dinámica
 Después de una larga retorica dice….un proyecto que se suponga socialista, pero de mercado, y por lo tanto gravite a favor de respetar las sacrosantas y supuestamente inevitables leyes del mercado. (Al margen apuntemos que quien está al tanto de cómo funciona hoy la economía financiera, o mejor, cómo la financiarización de la economía somete la economía a sus manipulaciones, comprende que incluso en el sistema capitalista por antonomasia, ni existe el libre comercio, ni la libre concurrencia, ni la libre competencia, ni la ley de la oferta y la demanda equilibra el mercado en favor de todos y que la mano que la conduce es bien visible y tiene un nombre no precisamente “nadie”, como el de Ulises.)
Solo una referencia..el amigo realmente es un enemigo de la ciencia económica y cita a Marx y cataloga de fácil de leer su obra lo que indica nada de esta se leyó y si lo hizo nada entendió pues en ningún lugar se a dicho la ley del valor actúa a favor de todos sino todo lo contrario, pero olvida los efectos negativos de querer obviar algo que esta mas allá de la acción subjetiva de los hombres y sería bueno se leyera salario ,precio y ganancia de Marx.
 Enunciado en la pregunta problémica de un economista: “¿Puede funcionar sin aumentos de precios el proceso de estimulación de la oferta cuando esta es inferior a la demanda?”.
Si puede pero no crecerá y una parte de la restrictiva oferta va al mercado negro y eso ya pasa con los precios topados
¿Puede estar el productor estimulado a aumentar la oferta cuando se le topan e impiden aumentar los precios? . No y el mismo responde
Obsérvese que eso suele suceder en nuestro medio, en la economía informal, o en la pequeña economía callejera, apenas ha ocurrido una elevación de los salarios, o cuando se barrunte, y sin que ello tenga relación con una elevación de los costos. Que la óptica del economista es acudir a las leyes económicas, pero pensando que está moviéndose en su caldo de cultivo de un sistema de mercado, se confiesa claramente en este enunciado: “Simultáneamente, los precios mantenidos artificialmente bajos también envían la señal incorrecta a los productores, quienes no tendrían interés (un concepto clave en Economía) de aumentar la oferta porque no podrían aprovechar en su favor las ganancias extra derivadas del des balance entre oferta y demanda.”. 
Y surge la pregunta: cuál debe ser el interés de un productor en un sistema económico (¡y político!) de aspiraciones y rumbo socialistas, como el cubano, ¿aprovechar en su favor las ganancias extra derivadas del des balance entre oferta y demanda?
Socialismo de gradas y utópico 100%
II
Invito a los economistas que respondan a esta pregunta: ¿Por qué un socialismo con mercado tendría que doblegarse ante los pies de una ley que no es tal en su pretendida objetividad fatal, que no se impone como un rayo venido de un Zeus castigador, una reprimenda trágica de los dioses, ante lo cual no hay nada que hacer, sino aceptar la culpa y hacer catarsis después del reconocimiento trágico, una ley que simplemente se origina en la motivación del egoísmo y el lucro, pues según el argumento del economista como ya hemos visto, es que aquí ocurre que el interés de aprovechar la oportunidad de obtener mayores ganancias es esa misma ley, cuando funciona más allá o acá de la aritmética económica que, efectivamente, sí hay que obedecer, por lo menos en esta civilización del crecimiento vertiginoso, y que exige, para que haya la inevitable ganancia empresarial, que se suban los precios si se suben los costos? Así, nuestro pensador piensa y propone, advierte y profetiza como un economista que se mueve en una realidad capitalista y que no se puede proponer, preso del círculo infernal de esa realidad y de sus presupuestos teóricos, sino acudir como explicación y propuesta a lo ya dado, lo que es fatal, ante lo cual no podemos rebelarnos. Pero no es así como debe funcionar la empresa socialista en la que por cierto, no cree. La empresa socialista, como cualquier empresa, debe obtener ganancias, sí, pero no por el mero cálculo de que si la demanda es superior a la oferta y le cuesta lo mismo producir, tenga que aumentar el precio para explotar la coyuntura. Nuestro economista teoriza para, o partir de, otro proyecto.
Cual es la pregunta pues la diatriba la enreda y no termina de saberse que pregunta y yo pregunto ¿hay socialismo sin mercado?
III
Imposible seguir con sentido la verborrea que sigue y sacar algo de provecho.
Solo una recomendación al autor. No sea intrigante cite al o los que critica y deje su falsa modestia al lado y siga este consejo: zapatero a su zapato

Lic. Ismael Zuaznábar. lakontiqui@gmail.com

Caracas Venezuela 

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