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lunes, 1 de julio de 2019

Una nota sobre el debate reciente acerca de la reforma salarial y el “fantasma de la inflación”


Por Dr. Julio Carranza


A propósito del debate reciente motivado por el excelente texto de Pedro Monreal “Cuba: salarios, demanda y oferta de alimentos ¿será efectiva la restricción de precios?”, publicado el 29 de junio de 2019, me sorprende que a estas alturas aún se cuestionen lo que está más que demostrado por la historia y por las evidencias. (1)

Lo que ha explicado y tan bien fundamentado Pedro es de sentido común, es el abc para entender cómo funciona una economía y en ella los mercados, por regulados que estos puedan estar y a pesar de las posibilidades que efectivamente posee el socialismo para reducir y compensar relativamente sus potenciales efectos negativos. Todo dentro de los límites que impone una economía mercantil aun siendo esta socialista o de construcción socialista.

En Cuba estamos defendiendo y debemos seguir defendiendo un proceso socialista, pero es necesario entenderlo en toda su complejidad, ya en otro texto he expresado (2) que si se tienen en cuenta las circunstancias del país estas no pueden ser más distantes a las que el pensamiento clásico marxista consideraba como necesarias para el socialismo (alto desarrollo de las fuerzas productivas y un sistema de economía mundial), resulta que estamos en un país de bajo nivel de desarrollo de la fuerzas productivas, sin alianzas internacionales y bajo agresión, de modo qué hay que entender que con argumentos que corresponden a otras circunstancias y épocas históricas no podemos actuar exitosamente sobre las nuestras, estamos obligados a crear, pero en este caso crear no es inventar en el aire es comprender y tomar en cuenta con objetividad dónde estamos parados y como es el socialismo que podríamos consolidar, considerando las lecciones de esa maestra que es la historia, sin dogmas y sin parálisis paradigmáticas que tanto daño pueden hacer.

Es ahí donde lo que está explicando Pedro tiene una lógica tremenda, sustentado además en los acertados cruces estadísticos que ha hecho y presentado en su último texto.

Aquí nadie está dudando de que todos en este debate pretendemos la mayor justicia social y prosperidad para Cuba, lo que estamos discutiendo es cómo alcanzarlo en condiciones tan difíciles. (3)

Creo que los pasos que se han dado en los últimos días (subida de salarios, etc.) van en la dirección correcta, pero no olvidar que la economía es un sistema complejo que, o lo abordas integralmente o las consecuencias de las decisiones pueden ser las contrarias a las que te proponías. 

Yo no veo cómo es posible impedir la presión inflacionaria ante un incremento de la demanda (que se expresará sobre todo en los alimentos que es la necesidad más acuciante) sin que se incremente la oferta de esos productos y no veo otra manera de incrementar sustancialmente esa oferta sin los incentivos adecuados a los productores, que como sabemos son en este caso fundamentalmente los del sector no estatal.

La decisión en principio correcta de no “monetizar” el incremento de salarios al compensarlo con recortes en otras áreas presupuestadas (queda por ver cuáles serían y sus efectos) no “neutraliza” el lógico incremento de la demanda sobre todo de alimentos en la medida en que el destino de ese mayor ingreso va a donde sus portadores lo consideren más necesarios y esto es, en estos momentos, el mercado de alimentos.

Los decretos y congelamiento de precios para controlar la inflación pueden parecer a primera vista justos y políticamente justificados, pero sus efectos reales pueden generar consecuencias contrarias a las que perseguían. 

Como se ha dicho, cuando se cierra la puerta a la inflación con decisiones administrativas, esta se “cuela” por la ventana (mercado negro) y termina alterándolo todo (los ingresos fiscales incluidos) y afectando fundamentalmente a los sectores de menores recursos, ¿acaso no hemos vivido eso ya?

El control generalizado de precios como medida para evitar las presiones inflacionarias es además una decisión que subsidia innecesariamente al conjunto de toda la población y no a aquella parte que realmente lo requiere (vale para la libreta), sobre todo en una sociedad donde a diferencia de la de los 90s, los niveles de ingresos están muy diferenciados, a la vez que existe un incipiente sector privado y cooperativo que entonces no existía y que ocupa ya una parte considerable de la fuerza laboral, mismo que debe continuar ampliando sus aportes lo cual solo es posible si se le mantienen las condiciones necesarias.

Esto no quiere decir que, en circunstancias muy específicas, con el adecuado análisis y fundamentación económica y con carácter puntual se puedan emplear topes de precios como una herramienta de la política económica, pero no de manera generalizada y en la creencia de que con esto se pueden controlar las presiones inflacionarias y su negativo impacto económico y social. De la misma manera se pueden considerar determinados subsidios a los productores cuando estos estén absolutamente justificados y fundamentados.

Si no se cuidan estos límites propios de una economía mercantil existe el riesgo de que podríamos volver a llegar a una situación muy negativa donde los salarios (con los incrementos incluidos) desconecten de los espacios donde pueden realizarse porque el mercado de precios controlados estaría signado por la escasez (o sea existe el precio nominal pero no el producto) y el mercado negro (donde inevitablemente se expresa la inflación) le sería inalcanzable, lo cual enajena la función económica del salario como incentivo para mayores niveles de producción, además de su significado político e ideológico en una sociedad de trabajadores.

Lo que se espera de un incremento de salarios como el actual y de la descentralización de la planificación y gestión de las empresas estatales para que esto sea sostenible, es que bajo el impacto de estos nuevos incentivos se dé un incremento de los resultados productivos y de la eficiencia económica en plazos más bien inmediatos, de lo contrario el efecto de estas medidas quedaría finalmente anulado y estaríamos condenados una vez más a repetir el mismo círculo.

Nadie ha dicho que las soluciones son fáciles, pero debemos pensar con creatividad y sin viejos esquemas, tratando de entender esa máquina compleja que es la economía. 

La propuesta que Pedro retoma ahora y que ya hemos expresado tantas veces como parte de un proceso de reforma integral de la economía, consistente en focalizar los subsidios es en mi opinión la más adecuada para acompañar el proceso, con la cual se mantiene el principio irrenunciable de no dejar a nadie desamparado y a la vez no afectar excesivamente el funcionamiento general de la economía que debe “empujar” hacia mayores niveles de producción bajo incentivos que operen efectivamente sobre los diferentes productores incluyendo obviamente a los asalariados, pero sobre todo a los productores de alimentos bajo todas las formas de gestión en que estos existen.

En las últimas decisiones, que en general considero muy positivas, hay señales contradictorias y quizás mi mayor preocupación es la falta de suficiente integralidad. El aumento de salarios y la descentralización de la planificación (asumiendo que se concrete de la manera adecuada) son muy positivas, el regreso a controles esencialmente administrativos de los precios y a una política no focalizada de subsidios sería negativa, así como las repetidas y excesivas restricciones a los productores agropecuarios.

Los temas pendientes del ordenamiento cambiario y monetario, del acceso al comercio exterior, de los mercados mayoristas, de la mayor utilización de las zonas francas, etc. tienen que ver directamente con esto, solamente el todo le da suficiente efectividad al proceso y no cada una de las partes por separado o intentando desconectarlas y controlarlas en plazos de tiempo que no se sostienen, no es así como funciona.

1 de julio 2019

Notas

1  Ver, “Cuba: salarios, demanda y oferta de alimentos ¿será efectiva la restricción de precios?”, 29 de junio de 2019 https://elestadocomotal.com/2019/06/29/cuba-salarios-demanda-y-oferta-de-alimentos-sera-efectiva-la-restriccion-de-precios/

2 Julio Carranza. “A propósito de un intercambio sobre temas como el socialismo, la historia y el mercado”, 19 de abril de 2019 https://elestadocomotal.com/2019/05/19/julio-carranza-a-proposito-de-un-intercambio-sobre-temas-como-el-socialismo-la-historia-y-el-mercado/

3 Intercambios sobre temas de actualidad sostenidos vía email entre un grupo de colegas.

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