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domingo, 18 de agosto de 2019

La leche empieza en la yerba

Por: Miguel Ángel Esquivel Pérez
En este artículo: Agricultura, Cuba, Ecología, Economía, Fidel Castro Ruz, Ganadería, Historia, Moringa
18 agosto 2019 
Fidel junto a Ubre Blanca, un ícono de la ganadería cubana. Foto: Sitio Fidel Soldado de las Ideas.
Durante estos días de recordaciones, por el 93 cumpleaños del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, hemos podido rememorar las más diversas facetas en las cuáles el líder revolucionario brilló como estadista, o simplemente ser humano. Sin embargo, hay aspectos de su obra que no han sido lo suficientemente conocidos, o al menos no los hemos aplicado como tanto él hubiese querido.
Me refiero en esta ocasión al Fidel científico, amante de la ganadería y, particularmente, a su estrategia de lo que debería ser la alimentación del ganado vacuno en nuestras condiciones tropicales.
En el mes de Mayo de 1887, hace ya más de 120 años, José Martí reportaba desde Nueva York para el periódico La Nación de Buenos Aires, acerca de varios temas interesantes de la Gran Exposición de Ganando que se realizaba en la gran urbe del norte. Entre diversos temas sobre las razas de ganado y sus productos, recoge las frases de un peón, que destaca la importancia de la alimentación en la producción de leche:
“… ¿el comer? Eso hay que cuidarlo, y dárselo con medida, ni tanto que harte, ni tampoco de falte. – La leche empieza en la yerba. Buen comer – buena colodra[i] y buen ternero…”
Coincidentemente, su más fiel discípulo, el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, dedicaría desde los mismos inicios del triunfo de la Revolución, hasta los últimos días de su existencia física, grandes esfuerzos al desarrollo de la ganadería cubana, con énfasis en la alimentación animal.
Este tema se aborda en uno de sus últimos documentos públicos, la carta que dirigiera al compañero Jorge Luis Tapia, Primer Secretario del PCC en la provincia de Camagüey, fechada el 27 de agosto del 2016. En la misma le comenta que le ha dedicado a este tema casi la totalidad de su tiempo en los últimos cinco años, el trabajo que se viene haciendo por todo el país con nuevas plantas forrajeras, así como el esfuerzo que se realiza en la producción de semillas de una de estas especies.
Lo cierto es que desde los primeros meses del triunfo revolucionario, ya el 21 de junio de 1959, Fidel alerta la necesidad de crear lecherías en base a pastos en las colonas cañeras, para producir leche barata a la población. De igual manera, al dirigirse a los trabajadores azucareros en la en la clausura de la plenaria Nacional de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros el 19 de diciembre de 1960, el Comandante en Jefe expresa la necesidad de diversificar la producción ganadera, producir leche en primer lugar y cebar añojos para producción de carne, todo ello utilizando pastos mejorados y derivados de la caña de azúcar.
El 20 de junio de 1963 al realizar las conclusiones del Encuentro Técnico Nacional sobre Heno, Ensilaje y Pastoreo Intensivo, plantea nuevamente que los pastos y forrajes habían sido subestimados hasta el momento, y que era necesario rectificar la dirección principal de la ganadería en Cuba, pues nos estábamos guiando por vicios del pasado, tratando de desarrollar una ganadería de carne sobre la base de granos. En esta misma reunión hace planteamientos muy interesantes relacionados con la eficiencia en la utilización del agua para la alimentación animal, pues con la misma agua que se regaba una caballería de arroz, se podían regar dos de caña o cinco de pastos. De igual forma se adelantó décadas al anunciar experimentos que estaba realizando con la utilización de pastos como la pangola y la alfalfa en la alimentación de especies de monogástricos como las gallinas ponedoras.
Este mismo año participa el 2 de octubre en una reunión en la Escuela de Auxiliares de Administración, donde ofrece valiosos conceptos estratégicos para el desarrollo de la ganadería en base a pastos. Entre ellos plantea que es posible alcanzar hasta 14 litros de leche por vaca solo con pastos; que en la época de primavera, cuando hay excedentes de pastos, deben cosecharse para aprovecharlos en la época de seca;  que es preciso determinar el número de vacas que se puede mantener de una manera estable en un área determinada de terreno, considerando las variaciones estacionales en la productividad de los pastos; y que tenemos que buscar no la vaca que produzca más leche, sino la mayor cantidad de leche que podamos sacar de una caballería de pastos, con vacas de una productividad media. Este importarte concepto queda resumido en una brillante frase:
“Dentro del socialismo tenemos que buscar la mayor cantidad de leche por caballería en lugar de la mayor cantidad de leche por vaca”.
El 1ro de febrero de 1964, Fidel inaugura la Escuela Nacional de Suelos, Fertilizantes y Alimentación del Ganado, destacando la importancia del manejo del suelo para la producción de alimento animal. Hace ver a los ganaderos que la reducción de la producción de leche en seca es sencillamente porque escasean los alimentos y los animales pasan hambre, que se acostumbraron a tener pienso, y cuando no hay pienso y no se sembraron y atendieron los pastos, entonces no hay leche. Plantea la importancia del pastoreo como forma de reciclar los nutrientes y la necesidad de hacer estudios de suelos, particularmente de los microrganismos que en ellos viven y la posibilidad de su producción industrial. Ofrece un importante criterio para la experimentación animal, al considerar que los análisis de laboratorio son importantes, pero que la última palabra la tendrán los animales con los resultados productivos. Nuevamente reitera cuál debe ser la estrategia de la alimentación en la producción agropecuaria al plantear:
“No partimos de ninguna posición dogmática, pero nuestro objetivo es producir el máximo de leche, no por vaca, sino por hectárea de tierra o por caballería, no el máximo de carne por toro, sino por hectárea de tierra. Es decir, nuestra divisa es: máximo de producción de leche y de carne por hectárea con mínimo de costo, máximo de producción de carne y leche por hectárea con mínimo de costo. Esa ha der ser la consigna de una revolución que construye el socialismo”.
El Comandante en Jefe prevé los efectos de la sequía que atañen a la producción de alimento animal. El 9 de agosto de 1964 participa en el encuentro por el II Aniversario del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, indicando que en aquellos lugares donde pueda escasear el agua la mejor estrategia ha de ser conservar los excedentes de pasto de la primavera, para poder establecer así un equilibrio con la época de seca o frío.
El 3 de diciembre de 1964 llega a Cuba el profesor francés André Marcel Voisin, profesor y autor de prestigiosos textos sobre los temas del manejo de los suelos para la alimentación animal en base a pastos. Entre las tecnologías que promueve se encuentra su sistema de pastoreo racional intensivo. Fidel se identifica totalmente con la obra del destacado investigador, y en el discurso inaugural del ciclo de conferencias “La influencia del suelo sobre el animal a través de las plantas”, ofrecido el 8 de diciembre de 1964, comenta los resultados de experimentos en los que había estado personalmente, para comparar el potencial productivo de los granos y los pastos para la producción de leche, sentenciando:
“¿De dónde sale esta leche? Y me di cuenta que la leche iba a salir del pasto, principalmente; me di cuenta de que las superficies destinadas a pasto, con rendimientos normales, iban a producir mucha más leche que las superficies destinadas a granos, suponiendo rendimientos óptimos. Y no solo eso, sino que la superficie destinada a pasto iba a producir una leche más barata, puesto que lo otro habría que sembrarlo todos los años, dos veces al año, mientras que el pasto se iba a sembrar una sola vez”.
En esta misma reunión realiza una importante observación sobre el funcionamiento del agroecosistema ganadero, cuando considera que en condiciones naturales existe un equilibrio en el suelo, que es roto por el hombre al cultivarlo e introducir la fertilización mineral, que generalmente solo retorna los macroelementos principales (nitrógeno, fósforo, potasio y calcio), sin embargo, hay otros macro y microelementos que no regresan al suelo. De esta forma se rompe el equilibrio, y cada vez los alimentos tienen menos calidad.
El Comandante en Jefe no solo centra su preocupación en los problemas técnicos, sino que enfatiza la formación que deben tener los cuadros que asuman tareas de dirección en la producción agropecuaria. El 18 de diciembre de 1966 ofrece un discurso en la escalinata universitaria, en el acto de graduación de los primeros 425 técnicos del Consejo del Plan de Enseñanza Tecnológica de Suelos, Fertilizantes y Ganadería. Aquí plantea la importancia de disponer de experiencias en las tareas de dirección que se les asignen a las personas, considerando que en el futuro nadie podrá dirigir una unidad de producción superior, sin haber dirigido antes una inferior. En el caso de la ganadería, cuestiona cómo se puede dirigir una granja ganadera, sin conocer los problemas que hay en el pastoreo o el rebaño de una vaquería.
A pesar de las evidencias acumuladas durante la década de los años 60, a favor de la producción agropecuaria en base a pastos, en algunos sectores académicos persiste la intención de fomentar una ganadería para la producción de carne en base a granos. Es por ello que en el primer Congreso del Instituto de Ciencia Animal, ICA, el 13 de mayo de 1969, el Comandante en Jefe expone sus argumentos contrarios a estas teorías, señalando numerosos temas que habían quedado subvalorados con relación al potencial de los pastos para la producción de leche y carne, e indicando la necesidad de rectificar el rumbo de las investigaciones agropecuarias, sin exclusividades, y con la participación de todos los que podía aportar criterios valiosos para el desarrollo de la ganadería en el país.
En las décadas siguientes se fue consolidando el desarrollo ganadero del país, y al filo del inicio de los años 90 el país contaba con alrededor de 4.8 millones de cabezas de ganado, de ellas 20% en el sector privado y 80% en el sector estatal, estas últimas pertenecientes a 106 empresas, de la cuales 36 eran exclusivamente productoras de leche. El 63% de la masa ganadera en Cuba era lechera, de la cual 70% eran de la raza Holstein Tropical, 12% Siboney de Cuba, 8% Mambí y 10% de otras razas.
Hasta el momento se habían graduado en Cuba más de 400 mil profesionales en la esfera agropecuaria. Había cobertura casi total con inseminación artificial, con 8 centros de inseminación, con 800 sementales y más de 2500 inseminadores por todo el país. Sin embargo, a pesar de que se había desarrollado un amplio programa de siembra y atención de pastos, que consumía cada año más de 400 mil toneladas de fertilizantes, se importaba cada año 600 mil t de materias primas para piensos, se consumía más de un millón de toneladas de  miel final de la industria azucarera nacional[ii].
En medio de esta situación ocurre el derrumbe del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo impuesto por los Estados Unidos con la Ley Torricelli. Comienza la crisis de los años 90 y el advenimiento del Periodo Especial en Tiempo de Paz. La capacidad importadora del país se redujo a apenas un 20%, siendo el sector agropecuario por ende uno de los mayormente afectados.
Corre el año 1991 y el Comandante en Jefe reorganiza la estrategia ganadera del país, a través de numerosos encuentros con los trabajadores agropecuarios en diversas tribunas, entre ellos el acto por el XXX aniversario de la Victoria de Playa Girón el 19 de abril, el XXX aniversario de la ANAP el 17 de mayo, la inauguración del IV Congreso del PCC el 10 de octubre y la clausura del V Congreso del Sindicato de los Trabajadores Agropecuarios y Forestales el 22 de noviembre.
Ante esta situación Fidel plantea que se contaba con una masa ganadera de calidad, que lo que hacía falta era alimento, y que no queda otra alternativa que intensificar el uso del pastoreo racional de Voisin, ahora perfeccionado con el uso de cercas eléctricas, llegándose a construir más de seis mil pastoreos en el país. De igual manera insiste en el potencial de la caña de azúcar como alimento animal, surgiendo nuevos alimentos derivados como la Sacharina y los bloques multinutricionales, todo ello combinado con otras fuentes proteicas arbóreas y herbáceas, como la Leucaena y la Glicinia, respectivamente.
Una vez en forzosa liberación de sus tareas oficiales por razones de salud, y ya pasada la primera década del presente siglo, vuelve el Comandante en Jefe a su pasión por la ganadería y su alimentación. Motivado por su vocación humanista ante el terremoto que afecta al hermano pueblo haitiano en el 2010, se interesa profundamente en la producción y utilización de plantas proteicas, como la moringa, la morera y la tithonia, entre otras.
Diseña, coordina y ejecuta personalmente numerosos experimentos, revelando con notoriedad mundial, las bondades de estas plantas en la alimentación de animales mono y poligástricos. En sus Reflexiones, publicadas en este sitio digital el 17 junio y el 23 octubre 2012, exalta las propiedades de estas especies para la alimentación animal, en esta última le responde al lector Handy Acosta:
“Efectivamente, las dos plantas que usted tiene identificadas son de Moringa y Morera. La primera, originaria de la India, es el único vegetal que posee todos los tipos de aminoácidos. Su producción de hojas verdes por hectárea, con el marco de siembra y el manejo adecuado, puede sobrepasar 300 toneladas por hectárea en un año.
Desde mi punto de vista, su mayor beneficio para la población radica en sus cualidades como consumo animal para la producción de carne, leche, huevos, e incluso el cultivo de peces”.
El 3 de febrero del 2013, luego de ejercer su derecho al voto, hizo declaraciones a la televisión cubana, en la cuales se refirió al trabajo que venía desarrollando con las plantas proteicas, particularmente con el compañero Orlando Lugo Fonte en diversas cooperativas cañeras.
Quizás sea una coincidencia, pero 53 años después de que se dirigiera a los trabajadores azucareros en Santa Clara, se producía leche en base a pastos en áreas cañeras, demostrando así el Comandante en Jefe, como buen martiano, que la leche, comienza en la yerba.
Fidel Castro. Foto: Alex Castro/Cubadebate.
Notas:
[i] Vasija de madera que utilizaban los pastores para ordeñar sus cabras, ovejas y vacas.
[ii] Pérez, R. 1999. La ganadería cubana en transición. Revista Mundial de Zootecnia. 92: 25-36.

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