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domingo, 15 de diciembre de 2019

Los subsidios y sus laberintos


El otorgamiento de subsidios a personas de bajo ingresos y necesitadas de mejorar su vivienda es uno los programas más sensible de la Revolución cubana. Desde su puesta en marcha muchos han sido los cambios en pos de perfeccionarlo; sin embargo, persisten trabas que perjudican su eficacia

Mercedes Quevedo Ruiz deja caer el peso de su cuerpo en un pie, luego en el otro. Los surcos de su rostro, más que el reflejo de la edad,delatan las vicisitudes afrontadas en los últimos años.Bajo una escasa sombra aguarda, a la entrada del Punto de Venta de materiales de la construcción destinados a los subsidios en el reparto Hilda Torres, como ya es habitual en los últimos tiempos.

Un poco a la defensiva en un inicio, después con ganas de compartir su historia habla sin tapujos: “El subsidio me lo entregaron porque cuatro huracanes afectaron mi casa, pero lo aprobaron hace más o menos año y pico, y así, con mis cinco operaciones y las ¨sirimbas¨ que me dan a cada rato, ando de rastro en rastro atrás de los materiales”.


Muy cerquita de Mercedes y recostada en el mostrador está Dayamí Torres García, representante de su padre, damnificado del huracán Ike, “pues él con un marcapasos no puede estar en estos peloteos”, enfatiza molesta.

“En el 2016 él solicitó el subsidio por primera vez. Lo aprobaron en agosto de 2018. El primer expediente estuvo en el Gobierno municipal dos años. Fue un proceso pésimo con un peloteo que nos tenía cansados.

“Hice ya una primera compra. Adquirí el piso, ventanas, bloques, acero, azulejos, pero cada vez que voy al Banco es la misma gracia, siempre le hallan un defecto a la factura. Hay que dar tres y cuatro viajes. Hoy fui y tuve que regresar otra vez para que la cambiaran, porque a la del Banco no le cuadró como la hicieron”.


Como las protagonistas de estas dos historias, en Holguín hay un poco más de 9 mil 300 casos incluidos en uno de los programas más sensibles y nobles de la Revolución. Todas las experiencias no son iguales, existen otros casos con mejor suerte, como el de Sarbelio, vecino del reparto Nuevo Llano, municipio cabecera, quien disfruta desde diciembre de 2018 de una cómoda célula básica habitacional (CBH), que consta de cuarto, baño y cocina, cuyo costo general fue sufragado con los 90 mil pesos entregados por el Estado cubano.

En la ruta laberíntica de los subsidios

Desde su puesta en marcha en 2012 hasta ahora, muchos han sido los cambios en pos de perfeccionar el otorgamiento de subsidios a personas de bajo ingresos y necesitadas de mejorar su fondo habitacional; sin embargo, aún persiste la burocracia y muchas trabas que ralentizan su eficacia e incomodan a no pocas familias.
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Tal es así, que en marzo pasado, la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) inició una fiscalización a las tiendas de materiales de la construcción para subsidiados en las 15 provincias del país, cuyos resultados finales fueron debatidos por los Diputados en sesiones de ese órgano legislativo.

En siete años, el Estado cubano ha destinado 5 mil 542 millones 800 mil pesospara favorecer a 139 mil familias de todo el país, de ese monto total 483,8 millones, aproximadamente, estuvieron dirigidos a la provincia de Holguín.

El Acuerdo 8093 del Consejo de Ministros, de abril de 2017, establece el “Reglamento para el otorgamiento de subsidios a personas naturales interesadas en realizar acciones constructivas en su vivienda", donde se recogen las prioridades para la selección de las personas a beneficiar, los requisitos que el solicitante debe cumplir para poder optar por esta ayuda, entre otros aspectos de igual importancia.


A partir de la identificación de las condiciones anteriores, empieza un camino lleno de vericuetos con punto de salida en las Direcciones municipales de la Vivienda, donde se efectúa la solicitud para optar por ese programa, luego pasa por las oficinas de Trabajo y Seguridad Social, los Consejos de Administración a nivel municipal; Banco o Sucursales bancarias y Puntos de Venta de materiales de la construcción (conocidos, también, como rastros).

A cada uno de esos lugares, a los cuales se suman las Oficinas del Arquitecto de la Comunidad y Planificación Física, el peticionario acude una y otra vez, en muchas ocasiones, por la falta de una orientación correcta, como quedó demostrado en diferentes entrevistas realizadas por el equipo de ¡ahora! y las comprobaciones in situ de los Diputados holguineros.

Apuntes del diario de un subsidio

La eficacia de este programa depende, totalmente, del cumplimiento de lo establecido por las instituciones estatales y los beneficiados y está demostrado, que cuando una de las partes no hace lo que le corresponde da lugar al descontrol, desvío de recursos, violaciones de proyectos y otras irregularidades o ilegalidades.

El ingeniero Pavel Rodríguez, diputado a la ANPP y al frente de la Comisión investigadora en el municipio cabecera, junto a su equipo de trabajo detectaron que la “mayor dificultad está en la disparidad del funcionamiento de las entidades que participan en el proceso, pues existían diferencias en la información generada y manejada por las instituciones,aunque todas deben, desde su objeto social, comunicarse en un mismo idioma”.

“En el caso de Holguín se evidenció la ausencia de un Registro de Subsidiados en el Consejo de Administración Municipal (CAM), lo cual dificultó verificar si el solicitante fue notificado o no del acuerdo, por lo cual no quedó claro qué sucede cuando el interesado no es aprobado y tampoco se encontraron evidencias si quedó pendiente para otra convocatoria.

“Otro tema serio es que no están los expedientes en el Punto de Venta de materiales y la justificación es que se rigen por el Acuerdo anterior al 8093, que no instituye la pertinencia de ese documento”.

Sobre este particular, Omer González, director Comercial del Grupo Empresarial de Comercio(Gruci), aclaró que cuando comenzó el programa la orientación fue realizar una ficha técnica en el Punto de Venta, como mismo estaba para los afectados por desastres naturales, la cual debe recoger: los datos principales, acuerdo del CAM, tipo de subsidio y el monto destinado. Este expediente no tiene que coincidir con el de la Vivienda.

“Hoy no hay una resolución escrita que diga lo que Comercio debe tener allí, pero sí está indicada la confección de la ficha técnica en todos los rastros. No hay justificación para que no esté”, aclaró.

Por otra parte, Pavel Rodríguez señaló que los acuerdos del CAM revisados no establecían “en ninguna de sus partes que deben construirse 25 metros cuadrados (cocina, baño y cuarto), porque el Arquitecto de la Comunidad proyecta el diseño de una casa y con un trazo grueso resalta la CBH; sin embargo, el listado de la cantidad de materiales respalda la construcción de una vivienda completa, lo cual resulta una incongruencia absoluta”.


El diputado Hernán Ochoa, al frente de la fiscalización en Banes, resaltó preocupado, que el excedente del dinero, al no conciliarse con los bancos, la inmensa mayoría está sin regresar a la cuenta del Estado, para destinarlo a otro uso.

Con temprana preocupación alertó, cómo muchos al concluir el subsidio no destruyen la facilidad temporal, y en ese lugar, de precarias condiciones, dejan viviendo a otros familiares. “Entonces cuando venga otro huracán le tumba el techo, una pared y hay que darle otra ayuda cuando ya ellos terminaron su casa”, puntualizó.

En Moa, la parlamentaria Yudet Evelyn Arias evidenció que “la dependencia interna no fiscaliza ni controla el uso correcto del dinero entregado; la comprobación de los técnicos de la Vivienda es superficial. Los bloques vendidos tienen muy mala calidad y en el Instituto de Planificación Física los trámites demoran demasiado”.

De forma general, en los municipios holguineros el Programa comparte las mismas deficiencias: insatisfacciones con la atención y orientación de funcionarios, expedientes incompletos o inexistentes en las tiendas de materiales.


Además, entre los beneficiados se ha comprobado que no pocos casos han violado proyectos con la construcción de más cuartos o inmensas cocinas o baños; vendido recursos y que no quieren utilizar variantes de la producción local de materiales, como mesetas fundidas, bloques de cerramento o viguetas y plaquetas para la cubierta. A esto se le suma, también, que a muchos los han estafado albañiles, transportistas, representantes e incluso les han robado.

Cuestiones, que de haber existo una oportuna, sistemática y profunda visita de los técnicos de la Vivienda, Trabajadores Sociales y funcionarios del Cam hubiesen sido atajadas a tiempo.

Si bien, ocurren otras deficiencias que deben corregirse a nivel de país, hay cuestiones que con una buena gestión administrativa, mente clara y corazón sensible pueden solucionarse en la provincia.



A darle un vuelco y a trabajar de manera diferente insistió Miguel Díaz-Canel, presidente de los Consejos de Estado y de Ministros. El punto de inicio podría ser la constitución de un espacio en el que confluyan las partes involucradas, para que la persona haga todos los trámites y salga de allí con la orientación correcta de una vez y por todas.

Tampoco puede faltar la conciliación entre las instituciones y organismos involucrados, para que cada cual desde su posición, pueda andar por el mismo camino y no den oportunidad al delito o desfalco.

La escasez de recursos, la mala praxis de algunos, indicaciones malinterpretadas y sin sustento legal; el desconocimiento de algunos técnicos, la poca sensibilidad y responsabilidad no pueden empañar la nobleza de un Programa como este.

Con riesgo de tocar solo la epidermis de un asunto tan sensible, más que señalar culpables, este reportaje pretende contribuir a darle ese giro necesario al cual se ha convocado por las máximas autoridades del país a una de las políticas más humanas y justa de la Revolución Cubana.


Créditos:

Periodista: Luly Legrá Pichs

Infografía : Adrian Fernández Cuba

Fotografía: Alexis del Toro

Video: Claudia Arias Espinoza

Edición: Yani Martínez Peña 

Desarrolladora web: Yeni Nogueira



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