Por Mario Carbonell Hernández*
- En qué consisten los Encadenamientos Productivos?
Los Encadenamientos Productivos (EP), junto con la competitividad, la productividad y la internacionalización de las empresas, son los ejes que rigen la política industrial moderna.
Un EP es un Proyecto que promueve y mejora a largo plazo, los vínculos comerciales entre empresas que son proveedoras de insumos o materias primas, con empresas que los transforman en productos terminados, con el objetivo de lograr productos y servicios de mejor calidad y menores costos, que demandan clientes fieles.
El EP es un conjunto de empresas y negocios que interactúan entre sí de forma especial para aumentar sus niveles de competitividad. Estas empresas se desempeñan en un sector determinado y en la medida que desarrollan sus vínculos, aumentan los lazos de confianza mutua, se extienden a nuevos procesos productivos, a nuevos productos y se intercambian información sobre el sector, sobre temas logísticos e impositivos, a fin de disminuir costos y elevar la competitividad, lo que potencia la exportación y la internacionalización de las empresas, aprovechando las oportunidades de mercados existentes. Un EP es un Pacto o Contrato de Competitividad entre las empresas que lo integran.
Los EP son la secuencia de decisiones de inversión que tienen lugar durante procesos de industrialización que caracteriza al desarrollo económico, facilitando los procesos productivos. Al lograrse un EP, la eficiencia del Proyecto, Pacto o Contrato de Competitividad, supera a la de cada empresa que actúa de manera independiente.
Los EP son muy útiles en los procesos de revalorización de residuos productivos, pues permiten aprovechar los mismos a través de inversiones y elevar el valor agregado bruto de las empresas, dando lugar a la creación de más riqueza material, de manera amigable con el medio ambiente.
La promoción de los EP locales es un objetivo de política muy importante que, sin embargo, no se logra por decreto; es necesario propiciar las condiciones para que puedan desarrollarse, superando una serie de desafíos. Estos incluyen los retos estructurales que normalmente enfrentan las empresas para su desarrollo, como son el acceso al capital, las destrezas empresariales o tecnología, lo que, a su vez, afecta su productividad.
Los EP son un medio para integrarse a la economía global y mejorar los procesos productivos a través de tecnología, calidad y know-how gerencial. Los EP se consolidan en la medida en que se vinculan más estrechamente con los centros de investigación, desarrollo e innovación.
- Ventajas para la economía cubana
. Los EP permiten saber en qué precisamente es necesario invertir, modernizando los activos productivos del país.
. Los EP conducen a la diversificación de las producciones del país a partir de los recursos disponibles.
. Pasar de país productor de materias primas e insumos básicos a productor de productos terminados con más valor agregado en una de las ventajas de los EP. Esto solo se logra con la ciencia aplicada a los procesos productivos.
. Los EP permiten producir para la exportación y propician la diversificación de los mercados externos.
. Los EP contribuyen a sustituir importaciones de productos intermedios y productos terminados.
. Lograr procesos productivos ambientalmente sostenibles bajo el principio de cero desecho, logrando revalorizar los mismos, puede ser una de las más importantes ventajas que ofrecen los EP.
- Existen experiencias en Villa Clara?
La concepción de EP no existe en Cuba en la práctica empresarial. Como se señaló anteriormente, ni los llamados en discursos, ni los decretos, ni las resoluciones, van a concretar a dedos los EP. Las posibles concreciones de Proyectos, Contratos o Pactos de EP, solo triunfarán en la medida en que las decisiones verticales sectoriales, se alineen con la horizontalidad necesaria en temas de inversión, que hasta hoy son exclusividad de los OSDE y los Ministerios. Un grave problema que obstaculiza los EP es el desconocimiento mutuo entre las empresas, las debilidades de innovación en sus directivos y la desconexión con los centros de investigación y desarrollo.
Hace apenas dos años, el Dr. Ramón Sánchez Sánchez, coordinador del Diplomado de Dirección y Gestión Empresarial para cuadros del Estado y el Gobierno, comenzó a organizar un Taller sobre Cooperación Empresarial, en el cual involucró a directivos de empresas del GEIA y la Empresa Antenas. La Delegación de la Cámara de Comercio también participó activamente en su organización y logramos organizar el 2do Taller en abril del 2018 en las instalaciones de la Empresa Pesquera Industrial de Caibarién, entidad que va a la vanguardia en el tema de los encadenamientos productivos. Se ha involucrado también de madera directa la Dirección provincial de Economía y Planificación, en la persona de Cristina Mendiondo Roig, que atiende los temas del desarrollo local.
Estas primeras iniciativas ya han dado lugar a conexiones más estrechas entre este grupo de empresas y a la innovación en nuevos productos que sustituyen importaciones y pudieran convertirse en rubros de exportación, también estrechamente vinculados a centros de investigación de la UCLV, como es el caso del Centro de Bioactivos Químicos y a partir del interés de las autoridades de la provincia ya han sido aprobados varios Proyectos de desarrollo que cuentan con financiamiento aprobado por el MEP como Proyectos de Desarrollo Local.
Considero que estamos dando los primeros pasos, pero es necesario acelerar la marcha y lograr sinergias entre más empresas, más centros de investigación, socializando mucha información de mercado y tecnológica disponible, a fin de hacer y producir en Cuba muchas cosas que necesitamos, tal y como lo hacen también países de área y que Cuba hoy compra en el exterior, a pesar de nuestra escasez de liquidez en divisas.
Consideramos además que es muy necesario establecer un ente catalizador de los EP que hoy no existe, con un sistema de gobernanza por el Mercado, por Jerarquía o por Redes y que promueva entre los distintos actores la formación de nuevos EP en la provincia y el país, pues nuestro entramado productivo no está encadenado.
Un ejemplo de EP que es factible lograr en Cuba es el del sector cárnico.
Hace ya más de quince años se habla de la necesidad de la sustitución de importaciones, pero en la práctica, poco se ha logrado, todo impedido por la incapacidad de los mecanismos existentes. Resolver este lastre de la economía nacional solo es posible con inversiones dirigidas a complementar los sectores productivos, encadenando las producciones y aprovechando volúmenes considerables de desechos a los que se les puede añadir valor, al tiempo que se garantiza la sostenibilidad de los mismos y su amigable relación con el medio ambiente.
Un ejemplo elocuente es que Cuba importa la totalidad del sebo y el aceite de palma o de coco para la producción de jabón. Según Suchel, los estimados de importación para el 2019 rondan las 15 mil toneladas, mientras, nuestras industrias cárnicas no disponen hoy de sistemas de recuperación y refinación de este producto que además, contamina el suelo y las aguas. Por cada animal que va al sacrificio, se deben obtener como promedio 3,9 kg de sebo y en Cuba, en el 2016 se sacrificaron 495 mil reses, lo que resulta un potencial de producción de sebo del orden de las 1930 toneladas, dejando solo para la importación 13070 toneladas. A precios de mercado, la tonelada de sebo o aceite de palma o de coco está entre los $ 935,0 FOB y los $ 1105,0 CFR, por lo cual el país se ahorraría más de 2 millones de dólares.
Cada res sacrificada rinde como promedio 15 litros de sangre y hoy en casi su totalidad no se aprovecha. Además de poder ser utilizada en la elaboración de alimento humano, la sangre puede ser convertida en harina para alimento animal con alto contenido proteico. A lo mismo puede contribuir el aprovechamiento de los huesos convirtiéndolos en harinas, así como otros subproductos orgánicos. Las plumas y desperdicios animales pueden ser utilizados para este fin. La mayor parte de la sangre en los mataderos de cerdos se desaprovecha y como promedio son 6 o 7 litros y en Cuba cada año se sacrifican como promedio 3,2 millones de cerdos. Todos esos subproductos tienen valor de uso y agregan valor. De huesos se puede fabricar colas para el encolado de muebles y hoy los pegamentos son importados. Con el pelo se pueden producir brochas de pintura y de afeitar, así como pinceles. Hoy se desecha. Los tarros pueden constituir una materia prima para la artesanía.
Esa industria, nacional perteneciente al GEIA, si dispusiera de las tecnologías apropiadas daría un gran aporte a los encadenamientos productivos y a la sustitución de importaciones, pues pudiera aprovechar muchos de sus residuos en la fabricación de harinas de sangre y de hueso para alimentos balanceados del ganado, pelos y cola como pegamento, jugos gástricos para innumerables aplicaciones y otros desechos, lo que permitiría reducir la contaminación de las aguas y el suelo, cerrando ciclos y elevando el valor agregado bruto de cada una de sus instalaciones productivas.
En la década de los 80, Cuba producía miles de toneladas de proteína unicelular (Torula) para alimento animal, pues sus volúmenes de producción de miel, como derivado del azúcar, garantizaban la oferta para esta producción. Se llegó a un acuerdo con la ex RDA para intercambiar 20 mil toneladas de Torula por 40 mil toneladas de leche en polvo.
Una tonelada de leche en polvo cuesta hoy alrededor de 3 mil dólares, por lo cual, a precios de mercado, la tonelada de Torula debe estar en los 6 mil dólares. Cuba hoy no tiene mieles para esa producción, sin embargo, tecnológicamente está demostrado que se puede producir la levadura Torula a partir de la pulpa del cafeto. Tampoco hoy se produce mucho café, pero hágase un sencillo cálculo. De cada 100 toneladas de cerezo de café cosechado, se obtienen como máximo 10 toneladas de granos de café que se cotizan en alrededor de 2100 dólares la tonelada y, exportando ese café, recibiríamos de ingreso unos 21 mil dólares por cada diez toneladas. Pero sobran 90 toneladas de pulpa, con las que se pueden producir no menos de 60 toneladas de levadura Torula que, a 6 mil dólares la tonelada, reportarían 15 veces más ingresos que el que reportan las 10 toneladas de café. Cuba llegó a instalar 10 fábricas de levadura Torula; hoy solo funciona una en Ciego de Ávila, sin embargo, no se ha descubierto aún cómo aprovechar esas instalaciones en desuso, ni tampoco los grandes volúmenes de pulpa que se desechan y que provocan agresivas contaminaciones al suelo, a las aguas superficiales y subterráneas y al medio ambiente en general.
El hecho de la existencia de dos entidades sectorialmente verticales, el OSDE de la Agricultura y el de AZCUBA, propietarios del café y de las plantas de levadura Torula, se traduce en el diseño de sus planes de negocios de manera cerrada y no trabajan en un plano integrador. Cada cual trabaja para su plan vertical y estas oportunidades de negocios se desaprovechan, incidiendo negativamente en los resultados del país.
Existen otros muchos ejemplos de pérdidas de oportunidad, pero todos requieren de inversiones; unas con recursos propios y otras con capital extranjero, mientras no tenga el país acceso a fuentes de financiamiento a largo plazo.
El procesamiento industrial de las frutas y algunas hortalizas, además de diversificar las formas de consumirlas, agregan valor y aportan otros desechos que pueden ser revalorizados industrialmente. Tal es el caso de papaína de la cáscara de la papaya. Las frutas con más potencialidades de aportar derivados
que sustituyan importaciones, son el aguacate y el coco. El aguacate como fruto directo para el consumo puede ser beneficiado y ofertado en disímiles formas. En dependencia de los clones que se produzcan, se pueden industrializar para la producción de aceite, más cotizado que el aceite de oliva en la alta cocina. Con el aceite se pueden producir jabones de tocador, champús, acondicionador, cremas rehidratantes, mascarilla, etc. De la semilla se pueden extraer taninos para el curtido de cueros y colorantes para las mismas, productos que hoy se importan y por falta de divisas paralizan la producción de pieles y a su vez la de confección de calzado y peletería. La semilla industrializada es materia prima para la producción de pelets bioplásticos para la industria. Se puede extraer de la misma una sustancia para sueros antiofídicos y de la cáscara se obtiene un biopesticida.
Hay otras posibilidades que no se explotan en la alimentación animal. Los purines o cerdazas de la cría de cerdos y la pollinaza, pueden ser importantes componentes de la alimentación animal en la fase de terminación.
En la producción de huevos, interviene directamente el alimento que se suministra, sin embargo, a pesar que durante años se ha insistido en la necesidad de producir carbonato de calcio a partir de la concha del ostión, la misma se almacena en proporciones considerables en Isabela de Sagua y no se industrializa, lo que puede concretarse con un proyecto de desarrollo local, más el 1 % del aporte empresarial al territorio. Los desechos sólidos de la pesca, pueden constituir una importante fuente proteica para la alimentación animal y constituir la base para la producción de ensilajes, reduciendo la contaminación de las aguas en los centros de procesamiento pesquero.
La Acuicultura tiene reservas muy grandes para potenciar la producción con destino a la exportación y a la sustitución de importaciones. El desarrollo de la Ranicultura (producción de ranas toro) puede conseguir propósitos y mercados que no se explotan hoy, ni en el turismo, ni en la exportación. Un Kg de carne de rana, se cotiza en no menos de 70 euros.
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La industria tenera no dispone de capacidad para el procesamiento de todo el cuero de res del país, por tanto tampoco se aprovechan los cueros que genera el sacrificio del ganado ovino, caprino y cunícula que EGAME tiene que vender en lo fundamental al sector privado. Con Proyectos de desarrollo local es posible concebir el curtido estatal de estos cueros y la confección de calzado y peletería, así como otros posibles usos.
En la industria láctea, la fabricación de quesos aporta 100 Kg por cada tonelada de leche empleada. 900 Kg son suero, que en parte se utiliza en la alimentación porcina. Del suero de leche es posible fabricar yogures saborizados, añadiéndole valor al subproducto y poniendo al consumo de la población productos de alta demanda.
Próximamente entrará a funcionar la Fábrica de Fertilizantes Nitrogenados de Cienfuegos, con capacidad de 300 mil toneladas anuales de N, P, K y el suplemento esencial de este fertilizante es la zeolita, pero las granulometrías necesarias no se pueden obtener por la Geominera por carecer del equipamiento necesario.
El sector azucarero tiene que potenciar el rescate de los derivados de la caña y del azúcar. Son más de 60 productos posibles de fabricar. Su papel en la alimentación animal es crucial, como por ejemplo en la fabricación de bloques multinutricionales. La médula de sus problemas es la caña, en áreas sembradas y en el bajo rendimiento por hectárea. Por cada tonelada de caña se obtienen 100 Kg de azúcar, 40 Kg de miel final, 43 Kg de cachaza y 350 Kg de bagazo húmedo. Las fibras del bagazo sirven para la producción de pulpa y papel y este es un proyecto que está en la Cartera de Oportunidades de inversión Extranjera para invertir en el rescate de la fábrica de Papeles Blancos de Jatibonico. También es conocida la tecnología para la fabricación de tableros en sustitución de la madera, un negocio redondo para la producción de muebles. Su destino proyectado fundamental actual es para la generación de electricidad en las Bioeléctricas. Del bagazo se obtiene también él furfural, que es la base para la producción de alcohol furfurílico, alcohol tetrahído furfurílico, tetrahidro furano, solventes selectivos, grasas y lubricantes, resinas, pesticidas, fármacos, nylon y plásticos de moldeos biodegradables. Las mieles finales constituyen un importante componente de la alimentación animal como producto directo o levadura Torula, pero además se obtiene el alcohol, bebidas alcohólicas, levadura panadera, ácido acítrico, lisina y azúcar líquida. A falta de hidrocarburos y su declinación perspectiva, la producción de alcohol es sostenible como combustible, para la producción de energía y el consumo del transporte; esto está demostrado en la práctica internacional. No se avizora otra solución a largo plazo, en tanto aparezca la tecnología para producir los volúmenes necesarios de hidrógeno líquido. Las vinazas son un residuo de la producción de alcohol y pueden ser concentradas a fin de producir levadura Torula en sustitución de la melaza. De la cachaza se obtiene abono orgánico humificado, cera vegetal y refinada, resina, aceite y alimento para el ganado. Si el sector agroindustrial azucarero rescata las producciones de derivados, el país disminuiría ostensiblemente muchas importaciones, se encadenarían muchas producciones nacionales, se agregaría más valor al producto original y se aportaría al crecimiento de los salarios de sus trabajadores.
* Lic. en Relaciones Económicas Internacionales, (Universidad Estatal San Petesburgo, Rusia, 1984)
Diplomado en Cooperación en Ciencia y Tecnología, (Centro de Investigación y Docencia Económica, CIDE; México DF, 1992)
Msc. en Desarrollo Económico (Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, 1998)
Diplomado en Dirección y Gestión Empresarial, UCLV, 2012
Director de la Delegación Centro de la Cámara de Comercio de la República de Cuba (1998 – 2019)