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jueves, 12 de diciembre de 2019

Quo Vadis? Las tiendas recaudadoras de divisas en Cuba y los parches a la economía

Siguen pendientes las soluciones efectivas que busquen revitalizar la producción nacional, en la escala que sea y bajo cualquier forma de propiedad aprobada.
 

diciembre 12, 2019 en Opinión

Ya vimos cómo surgió la necesidad de implementar una dolarización parcial de la economía. Primeramente, para contar con las divisas frescas necesarias a fin de reabastecer las tiendas recaudadoras de divisas (TRD) sin esperar por asignaciones de liquidez central del país (CL), ni tener el temor de que se estuvieran recaudando un CUC sin un total respaldo en divisas mientras al unísono hubiera que erogar divisas libremente convertibles para las compras de productos a comercializar.

La medida sobrevino también como resultado de la evidencia manifiesta –ya señalada por muchos economistas– del éxodo de capital hacia otras naciones, incrementado desde la aprobación de cambios en la política migratoria y de viajes. Para contrarrestar esta práctica de exportación de capital e importación de mercancías que luego serían comercializadas por particulares, así como el poder del Estado de obtener beneficios, se hizo también necesario revisar la política de precios para este tipo de ventas mediante tarjetas de débito denominadas en dólares, aplicándose sobre los precios de compra coeficientes menores para la formación de los precios finales de venta.

De lo contrario, no se podría competir con los precios de los particulares, aun con todas las desventajas que estos tienen para desarrollar esta actividad en comparación con el aparato empresarial estatal. La medida se ha justificado como una forma de obtener recursos para financiar o potenciar la industria nacional.

Detengámonos un poco en este objetivo, no suficientemente claro.

Primero, esta afirmación viene a reafirmar lo expuesto: los CUC obtenidos por la industria nacional, por sus ventas a las TRD, o que pudiesen ser aportados por la banca nacional o por el MEP, no tienen respaldo en divisas. Se han convertido, como el CUP, en una moneda no totalmente deseada o desvalorizada. Existe ahorro en CUC –y en un volumen considerable–, pero si no va acompañado de CL (control de la capacidad de liquidez del país) no sirve ni para potenciar la industria con nuevas inversiones, y ni siquiera para importar materias primas para mantenerla funcionando a los niveles de años anteriores.

Por lo tanto, si ahora se estremece el mercado de divisas, las personas acuden en masa a tratar de comprar esas divisas, bien mediante canales oficiales o alternativos. Si las CADECA suspenden la venta de divisas a la población (como ya se sabe, solo se autoriza en los aeropuertos internacionales y con el pase a bordo), no es porque se hayan dictado estas medidas sobre las ventas de productos mediante tarjetas de débito en dólares y supuestamente la población los esté adquiriendo de manera masiva para comprar productos en estas tiendas, sino porque se hace manifiesto –y así lo interpreta la gente– que los CUC han ido perdiendo el respaldo que tenían antes en divisas, y que esta nueva medida es la primera en una serie de decisiones que pudieran conllevar a su devaluación paulatina o a su desaparición.



Foto: Rafael Alejandro/FB.

Muchos sostienen que lo que está sucediendo en el mercado de divisas es “por culpa” de la nueva medida para vender en dólares. Pero realmente el CUC ha ido perdiendo su valor desde mucho antes: desde su emisión sin respaldo absoluto o desde el uso indiscriminado de las divisas captadas por el Estado al retirarse estas últimas de la circulación monetaria. La nueva medida solo oficializa la pérdida de valor del CUC o suena el pistoletazo de arrancada para su desvalorización. Sí: hay una nueva dolarización de la economía, no importa que sea parcial y sin el uso de efectivo. Ha sido impuesta por la realidad, por dejar de jugar su papel la moneda nacional creada en su momento para el mercado de divisas (el CUC).

Compartimos la opinión de Pedro Monreal en Remesas para la inversión industrial: ¿es necesaria una ‘carambola’ comercial?, en el que se brindan datos sobre el aporte de la industria cubana al PIB. A falta de datos oficiales, las necesidades de inversión se estiman un volumen de ventas y de utilidades en las tiendas en dólares: «las divisas que pudieran ser captadas mediante las ventas para apoyar la industrial», concluye el autor, «jugarían ciertamente un papel positivo, pero muy distante de los montos que se requieren para ‘potenciar’ la industria nacional».

Pero también existe un problema adicional al del volumen de utilidades a captar en USD y las necesidades de la industria: cómo y para qué propósitos canalizar las divisas.


Foto: AP.

Los primeros productos comercializados en el nuevo canal de ventas han sido aquellos que más venían importando y vendiendo los particulares, sobre todo en valores: motos eléctricas, refrigeradores, freezers, aires acondicionados, splits, lavadoras con secadoras, TVs de pantalla plana y piezas de repuestos para autos. Pero no de cualquier calidad, sino los de gama más alta, como se explicó en la Mesa Redonda.

En términos concretos, no un refrigerador pequeño, sino los de dos puertas o de mayor volumen; tampoco televisores de pantalla pequeña, sino de mayores pulgadas y mejor tecnología (LED). La otra gama de productos se seguiría comercializando en CUC. Aunque en Cuba existen industrias productoras de motos eléctricas, refrigeradores y aires acondicionados –por poner solo tres ejemplos–, era de esperar que hasta el momento estas industrias estaban aptas para producir mercancías para un mercado de menor capacidad adquisitiva.

Entonces, surgen tres posibilidades:

Los dólares captados por el nuevo tipo de venta por tarjetas, depositados en cuentas de las empresas vendedoras en USD, con liquidez inmediata, se canalizan para nuevas inversiones en la industria, de manera que puedan ser capaces de producir mercancías de gama superior. La rentabilidad alcanzada en el nuevo canal de ventas debe ser suficiente no solo para adquirir materias primas y piezas, sino también para la inversión destinada a renovar esas industrias. Se debe lograr, a la vez, que las nuevas producciones resulten competitivas en comparación con las de transnacionales con marcas reconocidas internacionalmente, y puedan a su vez comercializarse en dólares. ¿Seremos capaces de asegurar el retorno de estas inversiones?

O pasan a comercializarse en dólares (en el nuevo canal de venta) mercancías de gama más baja, que hoy se comercializarían en CUC, y que pueden ser producidas por la industria nacional sin mayores y costosas inversiones. Como resultado, sigue aumentando el desabastecimiento en las tiendas en CUC e incrementándose la desvalorización de esta moneda.

O se toman recursos líquidos en cuentas en dólares para revitalizar la industria cubana, cuyos productos finales se comercializarán en CUC o en un futuro mediato en CUP. Es decir, se paga en dólares lo que se comercializará en CUC, pero al final se produce como un trasvase de CL hacia la industria. Es algo por lo que clamamos en un artículo anterior sobre este tema, pero que hasta ahora ha sido difícil montar, incluso para industrias en funcionamiento que solo necesitan pagar materias primas sin enredarse en inversiones costosas.

Se pudiera observar lo siguiente: se implementa un mecanismo nuevo de ventas en dólares para asegurar los reabastecimientos de este nuevo canal de ventas. No se han encontrado soluciones ágiles y eficientes para trasvasar CL de las TRD hacia empresas en funcionamiento, que producen para el mercado en CUC –por ejemplo, cervezas, refrescos o productos cárnicos para el turismo. Sin embargo, sí aprueban el uso de dólares para modernizar industrias que no han demostrado todavía que puedan competir con los productos importados de marcas internacionales reconocidas o para producir para el mercado en CUC.

Tampoco se ha explicado claramente qué industrias se revitalizarán con ayuda de las ganancias en dólares a obtener por el nuevo canal de ventas. Las variantes descritas sobre el posible uso de los dólares dejan dudas sobre la efectividad de este propósito.

Otro aspecto al que posiblemente no se le ha prestado la debida atención es el de los dólares en efectivo y la aplicación del gravamen. Se ha dicho que es necesario el gravamen del 10%, que se deposita en efectivo, por lo costoso y complicado que se hace para Cuba transportar los dólares hacia afuera y poderlos depositar en cuentas externas, un resultado de la persecución que ejerce el gobierno de Estados Unidos sobre los bancos dispuestos a colaborar con Cuba. La medida estaba justificada en cuanto procuraba que los flujos de divisas hacia el país viniesen en divisas alternativas al dólar y así combatir los efectos nocivos del bloqueo.

Foto: Andy Ruiz Muñoz.

No obstante, en la Cuba de ahora la situación en el mercado de divisas es otra. Existe una demanda insatisfecha para adquirir divisas en CADECA. Si la población pudiera adquirir dólares en CADECA, ese efectivo no tendría que enviarse a bancos extranjeros, por lo que tampoco habría necesidad de cobrar el gravamen del 10% para compensar su manipulación hacia el exterior. No se percibiría ese ingreso por gravamen, pero además de ahorrarse el costo de su transportación y depósito en el exterior, cabría esperar un mayor flujo de ingresos de dólares en las CADECA.

Así se combatiría el mercado informal en esta moneda y se obtendría un diferencial por el canje y recanje a particulares. Incluso pudiese ser más amplio el diferencial de compra y venta –específicamente para el par USD/CUC– en comparación con el que se utiliza para otras monedas internacionales, compensando el riesgo de que un determinado volumen de efectivo tuviese que ser de todas formas enviado hacia el exterior.

Lo fundamental es que debiera producirse un incremento de los ingresos en dólares en las CADECA que actualmente se cambian en el mercado informal. ¿Es tan importante el ingreso que se percibe por el gravamen del dólar o es irrisorio porque casi nadie los lleva a las CADECA o al sistema bancario? Cuando el gravamen no cumple el papel para el que fue creado (si realmente no fuese necesario transportar tanto efectivo en USD hacia el exterior) sobreviene una pregunta: ¿qué es más importante: limitar la posibilidad de que la población cambie sus CUC en dólares o combatir el mercado informal y, a la vez, elevar las ganancias de CADECA por su participación en el canje/recanje de monedas?

En otro orden, estuve entre quienes se alegraron al ver al ministro del MINCEX, Rodrigo Malmierca, hablar en la Mesa Redonda sobre la posibilidad de acudir a las empresas de comercio exterior para solicitar y contratar la importación de determinadas mercancías que no se encuentran ni en las tiendas en CUC, ni en las de nuevo tipo. Me imaginé un nuevo canal para que, por ejemplo, el ponchero de la esquina de mi casa pudiera importar una maquinaria más moderna para hacer su trabajo o el zapatero una máquina sofisticada para coser zapatos… revitalizándose la pequeña industria y el trabajo por cuenta propia.

Pero al siguiente día vino la decepción al especificarse que no se haría nada para que «la gente haga negocios», y que solo era para poder solicitar productos de las mismas familias, ya comercializados en las tiendas, para gamas de productos excepcionales.



Foto: AP.

No solo no me imagino cuántas solicitudes de este tipo recibirán en el año estas empresas de comercio exterior para montar todo un mecanismo, costoso y nuevo, para este propósito. Seguimos poniendo parches en vez de encontrar soluciones efectivas que busquen revitalizar la producción nacional, en la escala que sea y bajo cualquier forma de propiedad aprobada.

Mucho se debate acerca de si esta nueva medida acerca o aleja la unificación monetaria, y qué impacto pudiera tener en ella. A mi juicio, busca una solución a problemas urgentes y procura combatir el éxodo de divisas y la importación masiva de productos extranjeros por parte de particulares. Y también trata de encontrar una solución a la reposición y continua venta de productos, al margen de las aprobaciones de liquidez, para canjear en divisas los CUC obtenidos por las TRD. Pero es de esperar que pueda influir en el futuro, en una u otra dirección, sobre el tema de la unificación monetaria.

Si, por ejemplo, cada vez más productos pasan a venderse en dólares y se van eliminando de la venta en CUC, no caben dudas de que el proceso hará más fácil la eliminación del CUC de la circulación monetaria. Pero… ¿las telecomunicaciones, las TRD y los bancos, estarán preparados para un incremento exponencial del volumen de ventas mediante tarjetas de débito? ¿Se permitirá el uso del CUP en estas tiendas, que al principio solo comercializaban sus productos en dólares? Si al final solo queda el CUP en efectivo y las ventas en dólares mediante tarjetas, todavía no se habrá logrado la unificación monetaria. Seguirían existiendo dos monedas cumpliendo funciones del dinero, aunque una de ellas no circule en efectivo.

Por último, lo repito de nuevo: sin una reforma financiera que se haga acompañar de una reforma productiva seria, es decir, que incentive la producción mediante todas las formas productivas aprobadas –estatales, privadas, cooperativas–, va a ser muy difícil salir de la crisis por la que Cuba atraviesa. Y diría más: si no se piensa con celeridad en la pequeña y mediana empresa, es difícil pensar en la necesaria reforma empresarial estatal. No voy a profundizar en la devaluación de la tasa de cambio empresarial que debe venir ahora, o cuando se decida, por los efectos que tendría sobre toda la economía nacional.

( Tomado de On Cuba)

Avanza inicio de la zafra azucarera en provincia central de Cuba




Sancti Spíritus, Cuba, 10 dic (Prensa Latina) La provincia central de Sancti Spíritus, una de las de mejor comportamiento en la producción azucarera en Cuba, se alista hoy para el inicio de la zafra 2019-2020.

La contienda comenzará esta semana por el central Uruguay, uno de los grandes colosos del país, y para fines de mes está programada la incorporación del Melanio Hernández.

Manuel Pérez, director de Operaciones de la Empresa Azucarera del territorio dijo a Prensa Latina, que el reto principal es hacer una cosecha más eficaz y fabricar azúcar de alta calidad, tal como exige el mercado internacional.

Indicó que serán 119 días de molida, la contienda más pequeña en los últimos dos lustros, lo cual demanda lograr una alta eficiencia industrial.

Al Uruguay se le planifica producir cinco mil toneladas de azúcar en la llamada zafra chica (hasta el cierre de diciembre).

La provincia espirituana, al igual que el resto del país, tiene planificado un alto por ciento de mecanización de la cosecha con equipamiento de alto rendimiento.

De acuerdo con informaciones del Grupo Azucarero Azcuba, más del 70 por ciento de la caña a cortar estará a cargo de combinadas (máquinas autopropulsadas) de moderna tecnología.

Esto permitirá reducir unos 10 mil macheteros, aunque esta fuerza es indispensable principalmente en las provincias orientales de Guantánamo y Santiago de Cuba donde los cañaverales están en terrenos que impiden la mecanización.

En la actual campaña estarán activos 44 ingenios. Según el cronograma al finalizar diciembre estarán moliendo 39, los cinco restantes se incorporarán en enero.

rgh/rga

Cuba arriba a cuatro millones de visitantes extranjeros

11 de Diciembre de 2019 8:32pm
Redacción Caribbean News Digital



Cuba llegó este miércoles a cuatro millones de visitantes extranjeros, con 54 días de antelación tal y como lo informó el Ministerio de Turismo (Mintur) de ese país.
Dicho reporte añade que tal dato constituye muestra fehaciente del continuo incremento de aquellos que escogen a este archipiélago como destino.
Insiste el Mintur en que a pesar de las afectaciones causadas por el huracán Irma y de las campañas para evitar que visitantes de otras naciones vengan a conocer la isla, el intenso trabajo de las entidades del sector logró que se mantenga el interés en Cuba.
Precisamente, gracias a esa dedicación el 1 de noviembre reabrieron sus operaciones los cayos Santa María, Coco y Guillermo, de la región centro-norte cubana.
Con dichas reaperturas se inicia la temporada alta (noviembre-abril) con todos los destinos turísticos del país disponibles y con niveles superiores de atención.
Tal arribo confirma las expectativas de las autoridades que vaticinaron oportunamente un cierre de 20017 por encima de los 4,7 millones de visitantes foráneos.

En los próximos días Cuba retoma el cargo de Primer Ministro (+ Video)

El Primer Ministro es designado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, a propuesta del Presidente de la República. Foto: José Manuel Correa
En los próximos días, durante el IV Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular en su IX Legislatura, Cuba designará el Gobierno de la República y retomará en su estructura el cargo de Primer Ministro, lo cual lleva a un peldaño superior la institucionalidad y encamina la gestión ejecutiva y administrativa del país por cauces de mayor eficiencia.
Según dispone la Constitución en su Disposición Transitoria Tercera, «una vez elegido, el Presidente de la República, en el plazo de tres meses, propone a la Asamblea Nacional del Poder Popular la designación del Primer Ministro, Viceprimeros Ministros, el Secretario y demás miembros del Consejo de Ministros».
Dando cumplimiento a dicho mandato constitucional, en la próxima sesión del Parlamento será designado el Primer Ministro, quien, de acuerdo con el Artículo 140 de la Carta Magna, es el Jefe de Gobierno de la República.
–¿Cómo se designa el Primer Ministro?
El Primer Ministro es designado por la Asamblea Nacional del Poder Popular, a propuesta del Presidente de la República, por un periodo de cinco años. Para ser designado en este cargo se requiere el voto favorable de la mayoría absoluta.
«El Primer Ministro es responsable ante la Asamblea Nacional del Poder Popular y ante el Presidente de la República, a los cuales rinde cuenta e informa de su gestión, de la del Consejo de Ministros o de su Comité Ejecutivo, en las ocasiones que se le indique».
–¿Qué requisitos se necesitan para ser Primer Ministro?
Se requiere ser diputado a la Asamblea Nacional, haber cumplido 35 años de edad, hallarse en pleno goce de los derechos civiles y políticos, ser ciudadano cubano por nacimiento y no tener otra ciudadanía.
–¿Cuáles son sus atribuciones?
Cumplir y velar por el respeto a la Constitución y las leyes;
Representar al Gobierno de la República;
Convocar y dirigir las sesiones del Consejo de Ministros o de su Comité Ejecutivo;
Atender y controlar el desempeño de las actividades de los organismos de la Administración Central del Estado, de las entidades nacionales y de las administraciones locales;
Asumir, con carácter excepcional y temporalmente, la dirección de cualquier organismo de la Administración Central del Estado;
Solicitar al Presidente de la República que interese a los órganos pertinentes la sustitución de los integrantes del Consejo de Ministros y, en cada caso, proponer los sustitutos correspondientes;
Ejercer el control sobre la labor de los jefes de los organismos de la Administración Central del Estado;
Impartir instrucciones a los gobernadores provinciales y controlar su ejecución;
Adoptar de forma excepcional decisiones sobre los asuntos ejecutivo-administrativos competencia del Consejo de Ministros, cuando el carácter apremiante de la situación o el tema a solucionar lo exijan, informándole posteriormente a ese órgano o a su Comité Ejecutivo;
Designar o sustituir a los directivos y funcionarios, de acuerdo con las facultades que le confiere la ley;
Firmar las disposiciones legales adoptadas por el Consejo de Ministros o por su Comité Ejecutivo y disponer su publicación en la Gaceta Oficial de la República;
Crear comisiones o grupos de trabajo temporales para la realización de tareas específicas, y
Cualquier otra atribución que le asignen la Constitución y las leyes.
Por su parte, en concordancia con los principios del texto constitucional, el Consejo de Ministros es el máximo órgano ejecutivo y administrativo y constituye el Gobierno de la República. Tiene carácter colegiado y sus decisiones son adoptadas por el voto favorable de la mayoría simple de sus integrantes.
Además, se mantiene en funciones hasta tanto sea designado el Gobierno en la nueva Legislatura.
–¿Quiénes componen el Consejo de Ministros?
El Consejo de Ministros está integrado por el Primer Ministro, los Viceprimeros Ministros, los Ministros, el Secretario y los otros miembros que determine la ley. En las sesiones del Consejo de Ministros participa, por derecho propio, el Secretario General de la Central de Trabajadores de Cuba.
–¿Quiénes integran su Comité Ejecutivo?
El Primer Ministro, los Viceprimeros Ministros, el Secretario y otros miembros del Consejo de Ministros que determine el Presidente de la República. El Comité Ejecutivo puede decidir sobre las cuestiones atribuidas al Consejo de Ministros durante los periodos que medien entre una y otra de sus reuniones.
«El Consejo de Ministros es responsable y periódicamente rinde cuenta de sus actividades ante la Asamblea Nacional del Poder Popular».
–¿Cuáles son algunas de sus funciones?
Organizar y dirigir la ejecución de las actividades políticas, económicas, culturales, científicas, sociales y de la defensa acordadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular;
Proponer los objetivos generales y metas para la elaboración de los planes a corto, mediano y largo plazos en función del desarrollo económico y social del Estado, y una vez aprobados por la Asamblea Nacional, organizar, dirigir y controlar su ejecución;
Dirigir y controlar el comercio exterior y la inversión extranjera;
Elaborar el proyecto de Presupuesto del Estado y, una vez aprobado por la Asamblea Nacional, velar por su ejecución;
Implementar y exigir el cumplimiento de los objetivos aprobados para fortalecer los sistemas monetario, financiero y fiscal;
Elaborar proyectos legislativos y someterlos a la consideración de la Asamblea Nacional o del Consejo de Estado, según proceda;
Proveer a la defensa nacional, al mantenimiento de la seguridad y orden interior, y a la protección de los derechos ciudadanos, así como a la salvaguarda de vidas y bienes en caso de desastres;
Dirigir la administración del Estado, así como unificar, coordinar y fiscalizar la actividad de los organismos de la Administración Central del Estado, de las entidades nacionales y de las administraciones locales;
Crear, modificar o extinguir entidades subordinadas o adscriptas al Consejo de Ministros y, en lo que le corresponda, a los organismos de la Administración Central del Estado;
Orientar y controlar la gestión de los gobernadores provinciales;
Ejecutar las leyes y acuerdos de la Asamblea Nacional del Poder Popular, así como los decretos-leyes y disposiciones del Consejo de Estado, los decretos presidenciales y, en caso necesario, reglamentar lo que corresponda;
Dictar decretos y acuerdos sobre la base y en cumplimiento de las leyes vigentes y controlar su ejecución;
Proponer al Consejo de Estado la suspensión de los acuerdos de las asambleas municipales del Poder Popular que contravengan las leyes y demás disposiciones vigentes, o que afecten los intereses de otras comunidades o los generales del país;
Suspender los acuerdos y demás disposiciones de los consejos provinciales y de los consejos de la administración municipal que no se ajusten a la Constitución, las leyes, decretos-leyes, decretos presidenciales, decretos y demás disposiciones de los órganos superiores, o cuando afecten los intereses de otras localidades o los generales del país, dando cuenta al Consejo de Estado o a la Asamblea Municipal del Poder Popular, a los efectos que proceda según corresponda;
Revocar total o parcialmente las disposiciones que emitan los gobernadores provinciales, cuando contravengan la Constitución, las leyes, los decretos-leyes, decretos presidenciales, decretos y demás disposiciones dictadas por órganos competentes, o los que afecten los intereses de otras localidades o los generales del país;
Revocar total o parcialmente las disposiciones de los jefes de organismos de la Administración Central del Estado, cuando contravengan las normas superiores que les sean de obligatorio cumplimiento;
Crear las comisiones que estime necesarias para facilitar el cumplimiento de las tareas que le están asignadas;
Designar o sustituir a los directivos y funcionarios de acuerdo con las facultades que le confiere la ley;
Someter a la aprobación de la Asamblea Nacional del Poder Popular o del Consejo de Estado su reglamento, y
Las demás atribuciones que le confieran la Constitución, las leyes o le encomiende la Asamblea Nacional del Poder Popular o el Consejo de Estado.

Fuente: Constitución de la República