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jueves, 23 de enero de 2020

Venturas y desventuras azucareras

SINE DIE  101
SD2
juan m ferran oliva                                       enero 23 de 2020


Durante 7 años trabajé en el MINAZ y posteriormente, en otra entidad, continué lidiando con el tema azucarero. Sin ser diabético, aún conservo sacarosa en las venas.

En 1974 fue creada una comisión estatal encargada de racionalizar las desorbitadas propuestas inversionistas de los organismos. El grupo estuvo integrado originalmente por 17 especialistas y yo era uno de ellos.  Era dirigido por Osmany Cienfuegos. En la reunión de constitución subrayó que nuestra misión no era representar a los ministerios de procedencia. Empleando una expresión actual, debíamos pensar como país. Quizás algunos se pusieron el sayo; no era mi caso. Mis criterios diferían de los formulados por el MINAZ, de donde provenía.

Las entidades se habían servido generosamente en sus proposiciones. El alza extraordinaria en los precios del azúcar en el voluble mercado mundial generó optimismo. Se preparaba el primer plan de la economía que seria estrenado en 1975. El país se reponía del aquelarre ideológico terminado con la Zafra de los Diez Millones.

Con posterioridad la Comisión de Inversiones, como era conocida, se nutrió de un ejército de especialistas y personal de apoyo. Prácticamente devino un organismo provisional que duró 9 meses. Al final no nació un bebé sino una propuesta racional recogida en los 3 tomos del famoso Libro Azul. No recuerdo exactamente los aspectos ni las cifras argumentadas por mi grupo azucarero. Pero no olvido la discrepancia principal sobre el ferrocarril cañero. La propuesta del MINAZ era enlazar y ampliar las alrededor de 10.000 km de vía de que disponía[1]. Triplicaban el camino de hierro nacional. El organismo aspiraba a aprovecharla enlazando una red inter centrales desde Pinar del Rio a Oriente. Yo la llamaba –irónicamente- el Tren Amur-Baikal.

La propuesta no tomó en cuenta que el ferrocarril cañero había sido superado[2]. Era un logro del pasado. A fines del siglo XIX rompió el cuello de botella del abastecimiento de caña al central que hasta entonces dependía del tiro animal. Fue la solución única hasta que se abrió paso el transporte automotor. A partir de 1930 casi todos las entidades azucaras del mundo comenzaron a utilizarlo, incluso con equipos especializados. En Cuba, debido a la inercia inversionista anterior a 1959 se mantenía el camino de hierro cañero convertido casi en mito.

Las incuestionables ventajas del tren se basan en su capacidad de transportar grandes masas de producto a largas distancias, a altas velocidades, todo el tiempo  y sin retornos vacios. El único atributo cumplido por el tren cañero era el acarreo de grandes volúmenes de producto. Pero trabajaba sólo 3 ó 4 meses, era de lento andar, sus distancias no superaban los 20 km y siempre retornaba vacío. Por otra parte las casillas eran utilizadas como almacén para la molida nocturna, lo que afectaba considerablemente el tenor de sacarosa en caña. La tendencia mundial es, incluso, la cosecha nocturna para remitir materia fresca al central. Puede añadirse que la generalizada cosecha mecanizada tira la caña directamente a un camión.

La intención del MINAZ incluía la construcción de redes ferroviarias aún en los nuevos centrales que se construyesen. Correrían en paralelo con los caminos para camiones, combinadas, tractores y carretas. Era una doble e innecesaria inversión. Además, una perpetuación de la obsolescencia. No planteé la eliminación de lo existente sino su paulatina sustitución.

Los elevados precios pagados por la URSS invitaban al descuido del aspecto económico. Bordeaban los costos de producción de sus ineficientes plantas remolacheras.

Ha corrido mucha agua bajo el puente. La actual organización azucarera tiene otros retos. No estoy actualizado pero creo que el ferrocarril ha perdido adeptos. Hay realizaciones y proyectos positivos. Recientemente fue inaugurada una central termoeléctrica a partir de biomasa, en su mayoría bagazo. Hay otras en construcción. Lo que fuera un molesto y voluminoso residuo se ha convertido en un importante recurso renovable[3]. Antiguamente se quemaba en calderas ineficientes, mayormente para eliminarlo.

Pero no todo brilla. Cuando Cuba era la azucarera del mundo podía producir 7 u 8 millones de toneladas de azúcar. Actualmente –grosso modo- debe disponer de la tercera parte de dicha capacidad. Se cuenta con medios y mucha experiencia, pero no se logran zafras decorosas. La prensa debería dedicar menos espacio a la catequesis y más a la información objetiva. Anteriormente había periodistas especializados en el tema azucarero[4]. No lo decían todo. Los costos siempre fueron tabú.  Ahora los medios sólo informan de la visita de altos dirigentes a centrales. Convierten en noticia al quehacer cotidiano gubernamental. Me imagino que para crear imagen.

Sirva Guatemala de referente. Su extensión y población no difieren mucho de la de Cuba aunque ambas están separadas por problemas naturales, sociales y políticos. Dicho Estado centroamericano exporta unos 2 millones de TM de azúcar y alcanza ingresos por más de $900 millones, posiblemente a precios preferenciales. La cifra incluye derivados y etanol. Es el segundo exportador de azúcar en Latinoamérica antecedido por Brasil. En lo tocante a rendimientos agrícolas ocupa el tercer lugar mundial con 121 TM/ha. Entre los años 2000 y 2010, Cuba sólo lograba 32.4 TM/ha y no los ha superado.

Según estimados externos de hace algunos años[5], los costos del azúcar crudo cubano debían ser algo superiores a 10 centavos por libra ($224/TM). Si se obtuvieron aplicando la falacia contable de igualar el peso al dólar, han de ser inferiores. En base a tales supuestos, de lograrse 2 millones TM y reservando 500.000 TM para el consumo interno, se dispondría de 1.5 millones TM exportables. Con precios hipotéticos de sólo 12 centavos/libra ($270/Tm) en el mercado mundial, rendirían un flujo superior a los $400 millones en divisas. Es un monto nada despreciable.

Si los precios no acompañaran téngase en cuenta que el etanol de Brasil era competitivo con un precio del petróleo superior a $40/barril. Dicho país aplica una técnica alternativa, según los precios. El break even point de Estados Unidos era de $80/barril pero su etanol es a base de maíz, menos eficiente y probablemente con costos salariales superiores. También la meladura puede utilizarse como alimento para el ganado. Los múltiples derivados son otra historia.

Los referentes expuestos sugieren la necesidad de hacer estudios  conducentes a la toma de medidas. Cambiar lo que haya de ser cambiado.  Hay capacidades industriales y agrícolas.  ¿Cuál es la causa de la ineficiencia? No creo que sean los experimentados hombres del azúcar. Me inclino a pensar que el punto débil es el modelo de dirección. No se me ocurre otra razón.

Fin


[1] Eran famosos los reparandeiros gallegos que daban mantenimiento a las paralelas.
[2] En 1837 se había inaugurado la línea Habana Bejucal, pero limitada a pasaje y carga general.
[3] También sirve para la producción de tableros y papel. No son los únicos derivados de la caña.
[4]  Como José Vázquez, Gerardo Bernardo y Enrique Varela, entre otros.
[5] S. Haley, US and World Sugar and HFCS  Production Costs. 1994/95 -1998/99. Sugar and Sweetener Situation &Outlook, set. 2001 ERS/USDA. Citado en  Costes de producción del azúcar: Un estudio marco inicial. Comité de evaluación del mercado. Consumo y estadística. International Sugar Organization  ISO. Londres. 2 de abril de 2004. Pág. 1

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