País
|
Número de casos en marzo 15
|
Número de casos en marzo 20
|
% aumento en 5 días
|
MILLONES HABITANTES
|
CASOS POR CADA MILLÓN
|
China
|
81.032
|
81.100
|
0,08%
|
1.153
|
70
|
Italia
|
24.747
|
41.035
|
66%
|
58
|
711
|
Estados
Unidos
|
3.813
|
21.177
|
455%
|
253
|
84
|
Irán
|
14.991
|
20.160
|
34%
|
59
|
344
|
España
|
9.407
|
18.077
|
92%
|
40
|
455
|
Alemania
|
6.672
|
15.320
|
130%
|
80
|
193
|
Francia
|
5.397
|
11.010
|
104%
|
58
|
191
|
Corea del
Sur
|
8.236
|
8.799
|
7%
|
43
|
204
|
Suiza
|
2.200
|
4.164
|
89%
|
7
|
612
|
Países
Bajos
|
1.414
|
2.468
|
75%
|
15
|
165
|
Reino Unido
|
1.551
|
2.176
|
40%
|
58
|
38
|
Austria
|
1.018
|
2.013
|
98%
|
77
|
26
|
Bélgica
|
1.058
|
1.795
|
70%
|
10
|
180
|
Noruega
|
1.295
|
1.781
|
38%
|
4
|
414
|
Suecia
|
1.103
|
1.439
|
30%
|
9
|
167
|
SUBTOTAL
|
163.934
|
232.514
|
42%
|
1.921
|
121
|
OTROS (por dif)
|
16.066
|
12.009
|
-25%
|
||
TOTAL
|
180.000
|
244.523
|
36%
|
||
PAÍSES
|
140
|
157
|
12%
|
Por Juan M Ferran Oliva
El Amor en los Tiempos del Cólera es una
de las novelas cimeras de García Márquez. Narra la devoción amorosa de
Florentino Ariza hacia Fermina Daza que lo dejó plantado para casarse con un médico.
Los hechos se desenvuelven, supuestamente, en Cartagena de Indias a fines del
siglo XIX e inicios del XX. En la época
se produjeron 6 mortíferas pandemias de cólera que provocaron unos 10 millones
de fallecimientos a lo largo del mundo. Se colgaba
una bandera amarilla en los barcos en cuarentena y no se permitía desembarcar personas
en ningún puerto. Florentino finalmente ligó a Fermina y ordenó ondear la
banderola áurea en su barco para no interrumpir su trasnochada luna de miel.
Por caprichos del destino en días recientes el crucero turístico MS Braemar
afrontó el rechazo de atraque, precisamente en Cartagena[1]. También en otros lugares.
Cuba dio acogida a sus 1513 pasajeros y tripulantes, entre ellos 5 enfermos de
Covid 19. Como es sabido han sido embarcados por vía aérea a Londres. La
embarcación se convirtió en una angustiosa prisión flotante. Paradójicamente la
samaritana fue Cuba cuyos puertos sufren el inmoral bloqueo norteamericano que frena
la actividad turística de los cruceros.
¡Te
quiero Cuba ¡ Es la frase enunciada por sus pasajeros al
desembarcar en Mariel. Dice mucho. Fue una
bofetada sin mano para quienes aúpan sanciones contra la Isla incitados por sus
afanes crematísticos o electoreros. Posteriormente se han producido otras
muestras emotivas de agradecimiento.
A la
tradicional postura solidaria de Cuba se suman sus condiciones epidemiológicas
superiores. Las adquirió mediante su política de desarrollo médico y sus experiencias de colaboración. Brigadas de
galenos han asistido a otros países en casos de catástrofe. Lo están haciendo
actualmente.
A
mediados de marzo la situación de la pandemia era la mostrada en la tabla. Las cifras,
algunas dudosas, fueron tomadas de distintas fuentes[2]. Seguramente, cuando este
SINE DIE llegue a su destino serán superiores. El avance es exponencial.
Comoquiera, son referentes de la situación. Se aprecia que el mayor crecimiento
radica en los países más atacados. El decrecimiento de otros se debe, seguramente, a la incorporación de nuevos países con
cifras aún bajas. La enfermedad debutó en Wuhan, China, donde se han producido
más de 80.000 casos. En estos momentos parece que retrocede.
Italia,
Estados Unidos, Irán, España, Alemania y Francia ocupan los siguientes lugares
con más de 10.000 infectados. Se hallan en
pleno desarrollo. En Estados Unidos el incremento es explosivo[3]. Tomando en cuenta la
relación contaminados-población, destacan Italia, Irán, España Corea del Sur,
Suiza y Noruega. Se reportan 157 Estados infectados. Muchas cifras son
estimadas, algunas incluso se ocultan. Además del aspecto médico, la pandemia afecta
seriamente la vida social, política y económica.
El corona
virus es más letal que la gripe o influenza. Afecta las vías respiratorias;
puede confundirse con un resfriado y degenerar en neumonía. Se transmite al hablar y estornudar. También
por objetos contaminados.
La potencialidad de su
contagio es quizás su característica más alarmante. Suele triplicar la de otras
enfermedades transmisibles. A ello se debe en buena
medida su avance. Pero el elemento más sensible son las muertes. Representa
entre el 2% y el 5% de los casos[4].
Anualmente el mundo registra cerca de 60
millones de defunciones debido a distintas causas. El 63% obedece a enfermedades no transmisibles. El 28%-
a las transmisibles y un 9%- a traumatismos[5]. ¿En qué medida afectará el
coronavirus esta estructura típica? Es imprevisible.
La pandemia pasará. Su vigencia dependerá de
las circunstancias de cada lugar: recursos médicos, disposición política, actitud de la población y los
avances de la medicina. Aún actualmente se registran muchas curas.
El gráfico generaliza la situación, asumiendo un 5% de fallecimientos. Salvo
China, la mayoría de los recién incorporados a la pandemia crecen
desmesuradamente. Todavía no descienden la colina. En estos momentos se despliega
una carrera por hallar una vacuna y medicamentos para los infectados. Decenas
de centros de investigación se afanan en ello. Unos con espíritu científico y
humanista, otros persiguiendo ganancias.
En Cuba tenemos buenas condiciones médicas y firme decisión gubernamental. Además
somos solidarios. Nos corresponde aguantar serenamente y seguir las
recomendaciones. Alertas y sin pánico.
Ojalá se consolide nuestra aura de potencia médica.
Fin
[1] En Cartagena, Colombia, desembarcó una norteamericana que resultó
positivo e inició la crisis contra el barco.
[2] Principalmente de Abigail Orús, pero completadas con otras fuentes. .
[3] Quizás debido a desinformación.
[4] Descontando las pestes anteriores, las pandemias de gripe más
conocidas han sido la llamada gripe rusa de 1889 a 1890 causante de un millón
de muertes mundialmente La gripe española de 1918 a 1920, con unos 40 ó 100
millones. La gripe asiática de 1957 a 1958 de 1 a 1,5 millones. La gripe de
Hong Kong de 1968 a 1969 algo menos de 1 millón. Y la A(h1N1) de 2009 a 2010,
unos 730.000.
[5] Causes of death OMS. .
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