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lunes, 11 de mayo de 2020

Paisaje después de la batalla[1]

SINE DIE  122

SD2
juan m ferran oliva                               Mayo 11  de 2020


            La  guerra contra el coronavirus cesará y dejará una grave secuela material. Ya se sufre. Los países afiliados al neoliberalismo  tienden hacia los resultados financieros, los otros siguen un criterio sanitario y optan por la vida a pesar del costo. En todos los casos es un equilibrio difícil.

Cuba se ha decidido por la vida y enfrenta su difícil realidad agudizada por la política electorera de Trump.

En el SINE DIE anterior[2] mostré un gráfico con el número de contaminaciones registradas día a día. Este indicador refleja la potencialidad de infección de la pandemia. Del total algunos fallecen[3], unos pocos se repatrían y la mayoría evoluciona hasta curarse. Es cuestión de días. En consecuencia la plaga puede considerarse finalizada cuando terminen las contaminaciones. Parece que nos acercamos a ese momento. El gráfico adjunto lo evidencia.

¿qué pasará después?

He desempolvado mi bola de cristal. A pesar de algunas deposiciones de moscas se mantiene clara, aunque cauta como siempre. Incluso me alerta sobre la posibilidad de rebrotes pues el virus aún conserva misterios. La predicción sibilina  es un campo minado en el que hay más osadía que audacia. Corro el riesgo.

Hasta el 10 de mayo, fecha de corte  de la información estudiada, han transcurrido 61 días. Se estima que el proceso dure unos 70. Alrededor del 19 de mayo, y quizás antes, el número de contagiados diarios pisará la cota cero. Puede que reste algún caso trasnochado, pero una golondrina no hace verano. Tras restar los fallecidos y regresados quedará una mayoría de enfermos que alcanzarán el alta en lo que resta de mes. Entonces, agotado el contagio y sanados los enfermos, el Partido-Gobierno esperará dos semanas  más antes de aflojar medidas. Sería a mediados de junio, o más cautelosamente a finales. 

Regresaremos a una normalidad que será distinta a la anterior. Hasta aquí la buena noticia.

La temida variable es el rebrote. Se registra ya en algunos países que seguían un trayectoria parecida a la de Cuba. Al parecer aflojaron las medidas preventivas. En otros países gravemente afectados se anuncian aperturas en medio de voces en contra. ¿Que pasara? En breve lo sabremos. Nosotros alerta. Cave ne cadas[4].

Quienes dirigen el país han sorteado diestramente la calamidad. Les esperan muchos más problemas. En julio  habrán transcurrido 4 meses equivalentes a la tercera parte del año. Ello, grosso modo, equivaldría a perder un millón y medio de turistas. Pero serán más. Al levantarse las restricciones internacionales habrá que esperar a que  los viajeros potenciales se repongan financieramente  y  renueven sus ansias lúdicas. Todo ello sin contar que la  economía cubana es muy abierta y  depende de un exterior que quedará extenuado tras los acontecimientos. La bola de cristal se niega a conjeturar fechas en tal sentido.

Ese será el paisaje después de la batalla. La propia contienda ha sido como un ensayo general de lo que viene. Una cagástrofe diría Héctor Zumbado.

Con o sin Trump seguiremos sufriendo el embargo. Ahora podremos añadir la pandemia a las habituales excusas del bloqueo y los eventos naturales.

En estos días se baraja una polémica entre los defensores de las Pyme y los fieles a la economía centralmente planificada[5]. No tomo partido y creo en la fuerza de los obstinados hechos. También confío en nuestros dirigentes. La secuela económica de la pandemia puede originar grandes cambios dentro y fuera del país. Comoquiera, se impondrá una dramática locución escuchada en diciembre 10 del año 2010 en la Asamblea Nacional

¡ O rectificamos o nos hundimos !

Estoy seguro que se aplicará un criterio de flotación. No seguiremos al Titanic.




Fin






[1] Paisaje después de la Batalla es el título de un excelente film polaco de la época en quedicho  país  orbitaba hacia el Este.
[2]Ferran, Juan M. Poesía, Matemáticas y Coronavirus. SINE DIE 121 de mayo 5 de 2020.
[3] En Cuba la letalidad es de 4.4%, tasa inferior al 7.07% mundial y al 5.9% en América. Los enfermos reciben mejor atención.
[4] Cuida de no caer.
[5] Así la denominó la Organización de Naciones Unidas en eufemística diferenciación de los países de economía de mercado. Comunismo y capitalismo querían decir.


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