Los imperiosos reajustes al plan de la economía para el actual año, suscitados por el recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba y el impacto de la covid-19 en sectores claves para el país, obligan a los gobiernos locales a sopesar las alternativas para atenuar la difícil situación. Una de las posibles salidas que proyecta Cienfuegos consiste en el balance territorial de alimentos, mediante la captación de todas las producciones de sus ocho municipios.
Isidoro Yera Vega, director provincial de Economía y Planificación, explicó que “aunque existen alimentos comprendidos en el balance nacional, hay otras muchas producciones que no se captan. Por este motivo realizamos un levantamiento, el cual abarcará también a los trabajadores por cuenta propia.
“Varios actores del sector no estatal elaboran pan, galletas, dulces, y procesan cárnicos, bajo las distintas modalidades de la gestión privada. Hasta eso —dijo— se incluiría eventualmente en el balance territorial de alimentos, con destino a las unidades de venta del Comercio y la Gastronomía”.
El funcionario precisó que esta iniciativa busca potenciar la red minorista a partir de las limitaciones de recursos que afronta la mayor isla del Caribe, lo cual obstaculiza la adquisición centralizada de materias primas e insumos.
Una de las producciones más golpeadas resulta la de carne de cerdo. Yera Vega adelantó que “seguirá así, pues no se están importando el maíz y la soya necesarios para mantener los niveles alcanzados con anterioridad. Por tanto, se evalúan otras opciones como la creación de módulos pecuarios en las distintas formas productivas para el fomento de la ganadería ovino-caprina y la cría de aves de corral.
“Esto —agregó el directivo— contribuirá a suplir el déficit de cárnicos, con la meta de lograr un per cápita de cinco kilogramos. Es la aspiración, pero sabemos que todavía continuamos distantes de los volúmenes que se pretenden”.
Cienfuegos reporta ahora mismo perjuicios económicos en la circulación mercantil y en los surtidos derivados de la harina por las afectaciones con el trigo, realidad que condujo a reducir este plan en un 16 por ciento. Sin embargo, a pesar de las adecuaciones, fueron priorizadas la canasta básica y el consumo social, garantizando el ciento por ciento de la producción de las panaderías.
Yera Vega aseguró que el futuro inmediato llevará restricciones. “Vamos a transitar por las fases de recuperación de la pandemia con dificultades, pero la provincia trabaja fuerte para compensar el complejo escenario y evitar que los daños sean traumáticos. El balance de las producciones locales ya es una de las vías”, concluyó.
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