Expertos locales recomiendan mantener esta modalidad cuando pase la pandemia por covid-19.
La Habana, 10 jul.- Impulsado más por necesidad que por convicción, el teletrabajo se abre paso en Cuba sobre todo por la pandemia de la covid-19, cuando el aislamiento físico obligó a pensar en formas diferentes de organizar el trabajo.
Sobre estos asuntos, los pilares tecnológicos, normativas y requerimientos para su desarrollo, ventajas y la necesidad de velar por la ciberseguridad, versó la víspera el taller virtual (webinar) Buenas prácticas para el desarrollo del teletrabajo en Cuba, con los presentadores Hanoi Calvo y Armando Felipe Fuentes, de la Unión de Informáticos de Cuba (UIC).
Los ponentes explicaron la diferencia entre trabajo a distancia, el que se ejerce fuera del centro, y el teletrabajo, que además de realizarse fuera de instituciones, implica el uso de las tecnologías de la informática y las comunicaciones.
En el Código del Trabajo de Cuba (Ley 116 de 2013, que entró en vigor en 2014), se hace alusión al trabajo a distancia, no así al teletrabajo, término y práctica que comenzaron a extenderse sobre todo a partir de la crisis energética experimentada por Cuba desde la segunda mitad de 2019, que provocó una considerable contracción del transporte público.
Ventajas y recomendación para Cuba
De acuerdo con los ponentes, con esta nueva forma de empleo se cambia el enfoque tradicional de horas en la oficina por el de horas dedicadas al trabajo, que tiene ventajas, tanto para la fuerza aboral como para la entidad.
Entre ellas, dijo en entrevista a medios nacionales la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó, el ahorro de energía y otros gastos de recursos de la entidad, se reducen los tiempos de desplazamiento entre el centro laboral y la casa, se elimina el ausentismo y las llegadas tardes y se acomoda el horario, lo que suele incrementar la productividad.
Cuando la mayoría de las provincias cubanas, excepto La Habana, se encuentran en la segunda fase de la desescalada, algunas entidades comienzan a dejar de lado el teletrabajo, se conoció durante el taller virtual.
Al respecto, los expertos aconsejan mantenerlo, dado el efecto positivo que el teletrabajo ha tenido para la productividad.
|
Datos del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social revelados en el taller indican que al cierre de junio de 2020, unas 600 666 personas se encontraban trabajando en esas dos modalidades, con mayor concentración en Santiago de Cuba, Granma, Guantánamo y La Habana.
Entre los organismos con mayor cantidad de personal acogido a esa alternativa, estaban el Ministerio de Educación Superior, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos y el Ministerio de Salud Pública.
Diseño y desarrollo de software, soporte y mantenimiento de aplicaciones informáticas, auditoría y consultoría de servicios a redes de seguridad informática, periodismo, redacción y revisión de guiones, comunicación y marketing, relaciones públicas, edición, investigación asesoría jurídica y gestión documental, son las actividades donde más se ha extendido esta modalidad en Cuba.
Ante la necesidad de seguir trazando las pautas para su efectiva evolución, la UIC trabaja en un manual de buenas prácticas, basado en las regulaciones de los ministerios de Comunicaciones (Decreto-Ley 370 Sobre la informatización de la sociedad en Cuba) y de Trabajo y Seguridad Social.
Elementos básicos
En el taller se ofrecieron pautas, recomendaciones, herramientas y vías para conducir por buen camino el teletrabajo. Entre ellas:
-Al existir un marco legal, las administraciones no necesitan autorización adicional para aprobar el teletrabajo, sin embargo, precisan crear las condiciones para su ejercicio y la medición de sus resultados.
-Su introducción lleva un proceso de decisión y negociación, selección de plazas y funciones que pueden realizar el teletrabajo, que requiere de un anexo en los contratos de la empleomanía.
-Deben adoptarse las medidas organizacionales y estructurales que garanticen la ciberseguridad.
-Por problemas de seguridad de la información, los puestos que trabajen con información clasificada no pueden implementar esta modalidad a distancia.
-En los dispositivos que se emplearán para el teletrabajo, deben usarse sesiones separadas para los temas personales y los de trabajo, esta última de estar protegida por contraseña segura.
-Debe usarse un navegador diferente para la navegación privada y para la comunicación corporativa. El navegador laboral no debe contar con complementos como gestores de descarga ni telemetría.
-Cuando se acceda a recursos confidenciales, se recomienda el uso del modo incógnito, que no deja trazabilidad.
-Tener siempre el antivirus correctamente actualizado y activo el software de la computadora.
-En materia de seguridad, se aconseja limitar el acceso de recursos que se van a publicar en la red nacional sólo de los IP cubanos, habilitar la trazabilidad que a su vez permite conocer sobre los accesos, el avance de las tareas y el uso del tiempo.
-Si se trabaja en la nube, se recomienda emplear herramientas que permitan edición en línea, sin necesidad de descargarlo al dispositivo, además de usar mensajería instantánea para la comunicación entre empleadores y empleados.
-En caso de reuniones, además de videoconferencias, pueden emplearse grupos en aplicaciones estilo Telegram. (2020)
Teletrabajo en las condiciones reales de la Red Informática Cubana, es un poco difícil e insegura.
ResponderEliminarGarantizar una conexión de las casas particulares con los centros de trabajo, depende de condiciones que todos no tenemos: por encima de todo una computadora de la empresa en la casa particular (pone en juego la seguridad informática), una Línea telefónica fija, un Modem o Wifi para crear una Intranet o conexión a Internet. Si se lograran estas condiciones todo será ideal.
Otra cosa es el trabajo a distancia, aquí se recibe la documentación o las orientaciones necesarias para acometer el trabajo y se entregaría los resultados, esto si es realizable, de hecho es lo que más se ha utilizado en estos tiempos.
Lo importante es que siempre que se pueda aplicar una de las dos modalidades son muy ventajosas, demostrando además que son actividades con condiciones para ser realizadas por particulares.
Cambiar estas actividades al sector privado representa u ahorro considerable en los gastos de la empresa al no tener que crear la infraestructura para mantener al trabajador durante 8 horas en el puesto de trabajo.
Rogelio Castro Muñiz