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jueves, 20 de agosto de 2020

COMENTARIO SOBRE EL ARTÍCULO “Mercado y transición socialista en Cuba. Apuntes para un debate”, de Carlos Lage Codorniu.


Por Fidel Vascós González
fvgonzalez30@gmail.com

El artículo publicado en La Tizza el pasado 17 de agosto titulado “MERCADO Y TRANSICIÓN SOCIALISTA EN CUBA. APUNTES PARA UN DEBATE”, de Carlos Lage Codorniu, se enmarca en el análisis actual sobre las vías para llevar a cabo la transición socialista, en especial, el lugar del mercado, la propiedad privada y la planificación. En general, estoy de acuerdo con sus planteamientos sobre estos temas. Quizás la parte mas importante de su artículo está al final, bajo el subtítulo “Provocaciones para un debate inconcluso”. Hay un aspecto que Lage no puede abordar en este artículo relativamente corto, pues requeriría de un ensayo de mayores proporciones. Se trata de que la vía para realizar la transición socialista no se limita solamente a un tema económico, sino que abarca todo el entramado de la superestructura social, política y cultural. Es bastante común tratar de definir el socialismo solo en base a la organización y funcionamiento de la economía, lo que resulta una aproximación reduccionista. El concepto de socialismo incluye la política interna: de justicia social, libertad política y democracia popular participativa; y externa: de independencia nacional,  lucha por la paz y la solidaridad internacional.  Pero este es tema para otro debate. Me concentraré en el artículo de Lage Codoniu, del cual, dentro de las ideas con las que coincido, destaco las siguientes:

- el modelo soviético que se experimentó en la URSS y en las democracias populares de la Europa del Este no es el único modelo de socialismo ni de transición socialista; pueden haber tantos  modelos socialistas como países que pretendan sustituir al capitalismo;

- la práctica de la construcción socialista distó de los planteamientos de Marx y Engels, pues: 1) no se inició en los países más desarrollados; 2) tampoco se dio en forma de «revolución mundial»; 3) el periodo de tránsito no fue — no ha sido — un periodo relativamente corto; y 4) la transición socialista ha tenido que compartir la edificación de la alternativa con la superación de un subdesarrollo dependiente;

- constituye un desafío para el socialismo cubano alcanzar una economía próspera y sostenible en las condiciones de la economía mundial donde rigen las reglas de otros sistemas dominantes; ello determina construir el socialismo cubano “en un solo país”, aunque hay que aspirar a la integración latinoamericana y caribeña;

- la economía mercantil que necesariamente tiene que existir en la Cuba de hoy no es una economía mercantil capitalista, sino una economía mercantil en los marcos de la transición socialista;

- el uso del dinero en las relaciones monetario-mercantiles en la transición socialista, tanto en el sector estatal como en el no estatal, no pueden ser solo como unidad de cuenta para el control y la contabilidad, sino también como medida de valor y demás funciones del dinero previstos por Marx; esas relaciones monetario-mercantiles tienen que ser reales y no formales, de manera que los precios emitan señales a tener en cuenta en las decisiones económicas;

- Cuba tiene muchos elementos teóricos y prácticos heredados del modelo soviético que ya resulta obsoleto y debe modificarse; uno de ellos es la economía centralmente planificada en base, principalmente, a métodos administrativos, los cuales deben dar paso a métodos económico-financieros, aunque siempre habrá algunas decisiones administrativas que mantener en manos del Estado;

- hay que aplicar las categorías de la economía mercantil tanto en el sector estatal como en el no estatal; las empresas estatales tienen que tener autonomía real en muchos indicadores que hoy son directivos decididos por organismos administrativos que le son jerárquicamente superiores;

- reducir el sector no estatal y ampliar el espacio del no estatal en la economía no necesariamente implica ceder a visiones neoliberales o renunciar a la construcción de una alternativa socialista;

- planificar no es administrar crisis ni corregir problemas aislados, por complejos que sean.

En lo que sigue, expondré aspectos en los cuales discrepo de Lage o que no son tratados por él.

- al final del artículo Lage acepta la existencia de un sector capitalista en la transición socialista, cuando al principio del artículo no concibe una economía mercantil capitalista en esa transición; considero que la economía mercantil abarca tanto al sector estatal como al no estatal y no califico de capitalista al sector no estatal privado;

- alrededor de este concepto, Lage delimita, dentro de lo que él denomina sector privado capitalista, el de la pequeña producción mercantil el cual, dice, hay que ganarse, considerando implícitamente un sector privado de mediana producción mercantil que le es ajeno al socialismo. Considero que, si bien es metodológicamente correcto diferenciar las PYMES pequeñas y medianas, a todas hay que ganarse mediante un tratamiento político igual;

- Lage dice que “los mercados no se autoregulan”. Considero que sí se autoregulan, lo que en el capitalismo neoliberal la regulación ocurren mediante las crisis, que destruyen grandes valores de activos, y en el socialismo lo hacen dentro de las disposiciones institucionales que los limitan;

- Lage ratifica, como muchos analistas que escriben al respecto, que los medios fundamentales de producción deben quedar en manos del Estado; lo que no se ha hecho es el listado de cuáles son los medios fundamentales de producción en el caso de Cuba;

- Lage plantea que los límites ampliados o reducidos en los que se inserta la economía cubana en el sistema mundo no depende de una decisión política, sino de un hecho objetivo. Considero que esos límites si deben responder a una decisión política. Por ejemplo, acceder a los financiamientos del FMI y del Banco Mundial obligan, según sus reglamentaciones de hoy, a la aplicación en el país de un régimen neoliberal, lo que Cuba no puede aceptar y esta es una decisión política.

- si bien es cierto que el funcionamiento de la “ley del valor” no va en contra de la transición socialista y, todo lo contrario, le es imprescindible, hay que tener en cuenta que la “ley del valor” no actúa de forma pura en todas las sociedades, sino que es contaminada por diferentes factores que en su momento fueron analizados por Marx. Estos factores desvían los precios a los que se venden y compran las  mercancías de su verdadero valor intrínseco. El Estado socialista no puede aspirar a regular la economía de tal forma que la “ley del valor” actúe en forma pura, pues la política de justicia social del socialismo así lo determina. Lage no hace esta diferenciación en la aplicación de la “ley del valor” en la transición socialista.

20 de agosto de 2020

3 comentarios:

  1. Reitero una vez más, aspiro a que estos útiles debates, salgan de las limitadas y casi elitistas fronteras de los sitios donde habitualmente se publican y pasen a ser publicados, sin miedo ni discriminación, a los medios de prensa nacionales.Que se creen Mesas Redondas, cuadradas o rectangulares, televisivas y radiales, donde por ejemplo Lage y Vascos González debatan sus puntos de vista y no permitan con más claridad considerarlos. ¿Veremos esto algún día?

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  2. Creo muy conveniente publicar estos debates porque solo así se desarrolla el pensamniento económico con visos tan particulares en lo que se refiere a Cuba.

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