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domingo, 23 de agosto de 2020

Economía en tiempos de contingencia

En Sancti Spíritus el semestre cerró con un sobrecumplimiento de las ventas netas de los productos exportables y de la circulación mercantil por parte de las 71 empresas



La Empresa de Acopio y Beneficio del Tabaco se encuentra entre las entidades que ejecutan el 95.3 por ciento de ventas netas de la provincia. (Foto: Vicente Brito/ Escambray)

Cuando se analizan los favorables resultados económicos de Sancti Spíritus en lo que va del 2020 cualquiera se preguntaría qué ha pasado en una etapa que el presidente Miguel Díaz Canel definiera como muy desafiante escenario económico global, en medio de una pandemia que en los primeros seis meses del año puso en pausa a casi todas las economías del mundo.

A pesar de la persistente sequía que impactó a todos los programas agrícolas, la persecución financiera que impone el bloqueo y las campañas de difamación que han afectado a sectores claves como el turismo, la energía, las finanzas, el transporte, los servicios profesionales y las remesas, el semestre cerró con un sobrecumplimiento de las ventas netas de los productos exportables y de la circulación mercantil por parte de las 71 empresas de la provincia.

De acuerdo con Yudiana Afonso, coordinadora de programas y objetivos del Gobierno Provincial, no todo es en blanco y negro, porque lo anterior conllevó a ajustes inferiores de los planes económicos y cuando se estudian por dentro los sobrecumplimientos, muchos de los indicadores decrecen en relación con el año precedente. 

Y es que el cierre de la actividad en todo el país por la COVID-19 golpeó hasta las empresas más estables del territorio, de ahí el decrecimiento de una circulación mercantil en las entidades que más aportan, todas víctimas del déficit de materia prima, lo cual ha provocado hasta hoy la ausencia sostenida en los mercados de recursos de gran demanda como el arroz, galletas, harina de trigo y granos, entre otros.

A pesar de los esfuerzos de las Empresas Agroindustrial de Granos Sur del Jíbaro, Acopio y Beneficio del Tabaco y la Mayorista de Productos Alimenticios que ejecutan el 95.3 por ciento de este total de ventas netas de la provincia, hay 22 entidades que las incumplen, mientras que otras 14 no alcanzan utilidades y 3 arrastran pérdidas: la Empresa Comercializadora de la Música y los espectáculos, por la lógica falta de eventos, así como las empresas de Floricultura y Conservación y Restauración, de Trinidad, a lo cual se suma el hecho de que en alrededor de 102 producciones físicas de alimentos, materiales de la construcción o agropecuarias tampoco se llega a lo planificado.

Incumplimientos aparte, nadie puede estar ajeno a que la total paralización del turismo internacional y las dificultades de las navieras con su comercio, han afectado tanto a las instalaciones estatales como no estatales y también la entrada de materias primas para todas las industrias, incluida la farmacéutica.

No es casual entonces que de ser un territorio con un crecimiento económico sostenido, tal como asegura Yudiana, Sancti Spíritus llegue a la fecha como una provincia deficitaria, con una pérdida de unos 30 millones de pesos debido al incumplimiento de los ingresos y una deuda de más de 108 millones al presupuesto, como consecuencia de las limitaciones en el sector estatal y la moratoria adoptada por el no estatal, el cual desde que comenzó la pandemia en el mes de marzo ha dejado de aportar unos 230 millones por concepto de recaudación a los trabajadores por cuenta propia.

Para el ciudadano medio, el síntoma más claro de la disminución brusca de la actividad económica es la creciente escasez de productos de todo tipo, que incluye artículos de primera necesidad como alimentos, medicinas y combustible, un escenario que debe mantenerse en este segundo semestre del año, y de acuerdo con la estrategia de la dirección del Gobierno en la provincia la producción nacional de alimentos será una prioridad teniendo en cuenta las restricciones de insumos.

En medio de la crisis global, se impone erradicar los problemas de carácter subjetivo relacionados con las estructuras de financiamiento, la flexibilización de la comercialización y la defensa del principio de relaciones de cobros y pagos, sin descuidar y controlar los recursos de manera que tengan el destino correcto.

De igual modo habrá que actualizar la agenda económica del territorio para cumplir los planes, hurgar en las reservas dentro del sistema empresarial, buscar alternativas para respaldar los principales servicios y, al mismo tiempo, incrementar los niveles productivos junto a las producciones exportables que favorezcan los ingresos al país.

Según los entendidos, a pesar de tan adverso escenario, no son los sombríos momentos de la década del 90, y hay suficiente experiencia e inteligencia para sostener, con fuerzas internas, el programa económico que se requiere para dar respuesta a las necesidades de un país pobre y bloqueado. Sobra material humano para, con iniciativas emergentes como la autonomía de las empresas estatales, variables para incrementar las producciones agrícolas, el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas y la exportación e importación, sacar a flote la economía y, junto con ella, la alimentación de los cubanos, que en tiempos de contingencia depende, fundamentalmente, de lo que se le puede sacar a la tierra.

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