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martes, 4 de agosto de 2020

Plan económico cubano incluye incentivos fiscales

Las autoridades siguen aportando más elementos sobre la estrategia para reactivar la economía cubana, más afectada por los efectos de la pandemia.

Entre las líneas para impulsar la estrategia desde el sector financiero, se encuentra potenciar la autonomía y el autoabastecimiento de producciones en los territorios.
Foto: Jorge Luis Baños/ IPS
La Habana, 30 jul.- Las autoridades cubanas introducirán incentivos fiscales, bonificaciones y bonos soberanos, entre otros apoyos, para estimular sectores clave como la cadena de la alimentación y la energía renovable, como parte de una estrategia mayor para dinamizar la deprimida economía.
Se priorizará la sostenibilidad fiscal en el diseño del presupuesto del Estado para generar ingresos, que permitan financiar tanto los gastos sociales, como incentivar y respaldar el desarrollo económico, dijo en la emisión del 28 de julio del programa televisivo Mesa Redonda Informativa la ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños.
La estrategia para estimular la economía, explicó, se basa en premisas como la racionalidad en los gastos, establecimiento de prioridades, así como la obligatoria  disciplina contable y financiera como requisito para acceder a financiamientos.
 
Bonificaciones anunciadas
Una de las novedades es la aplicación de bonificaciones:
Al Impuesto sobre Utilidades:
-Empresas estatales, sociedades mercantiles cubanas productoras de bienes y prestadoras de servicios con destino a la exportación y la Zona Especial de Desarrollo Mariel: entre 10 y 40 por ciento.
-Empresas mixtas y contratos de asociación económica internacional: entre 10 y 30 por ciento.
-Cooperativas que producen bienes exportables o con destino a la Zona Especial de Desarrollo Mariel: entre cinco y 20 por ciento.
Al impuesto sobre ingresos personales:
Trabajadores por cuenta propia y otras personas autorizadas: entre cinco y 15 por ciento.

Apuntó que el presupuesto se concibe como vía para respaldar procesos inversionistas y proyectos de infraestructura que posibiliten incrementar y diversificar rubros exportables, empresas y la prestación de servicios rentables para la nación.
Entre las líneas para impulsar la estrategia desde el sector financiero, se encuentran:
-potenciar la autonomía y el autoabastecimiento de producciones en los territorios.
-dar la posibilidad a los presupuestos locales de acceder a mecanismos adicionales de financiamiento a corto plazo.
-mecanismos para el manejo de los recursos de la contribución territorial, para generar desarrollos locales productivos y de inversiones, como el programa de alimentos, la agro y minindustria.
-autorización a los municipios para retener un porciento del sobrecumplimiento de los ingresos obtenidos en el ejercicio fiscal.
Hacer realidad el auge de las exportaciones
Desde hace años, Cuba intenta incrementar y diversificar las exportaciones y reducir las importaciones. Sin embargo, hasta ahora no se ha producido el cambio radical esperado en esa actividad.
Las nuevas medidas, consideradas “mecanismos novedosos” al menos para el contexto cubano, podrían allanar ese camino.
Uno de ellos son los incentivos fiscales destinados a los actores de la economía que comercialicen bienes al mercado externo.
De acuerdo con Bolaños, los estímulos, en el ámbito del impuesto sobre utilidades, deben considerar el incremento de los niveles productivos y los ingresos, estimular el cobro de las exportaciones y reducir el coeficiente de importación.
En diferentes gradientes, recibirían las bonificaciones los trabajadores por cuenta propia, las cooperativas agropecuarias y no agropecuarias, las empresas estatales, las sociedades mercantiles y las modalidades de inversión extranjera.
Por los resultados de las exportaciones y las ventas en fronteras, por ejemplo, hacia la Zona Especial de Desarrollo Mariel, a partir de ahora se aplicarán concesiones a los impuestos sobre los ingresos personales.
A su vez, se beneficiarán de incentivos fiscales entidades de alta tecnología, los centros asociados a las producciones agropecuarias y las fuentes renovables de energía, así como quienes empleen plataformas electrónicas de pago para realizar su contribución al presupuesto del Estado.
Como parte de la implementación de la estrategia, el país instrumentará el mercado de deuda pública, a partir del cual el sector empresarial podrá adquirir bonos soberanos, a la vez que se prepara la incorporación paulatina de esta posibilidad para las personas naturales.
Según destacó la ministra, el país establecerá de manera gradual una política de precios única, inclusiva y que aspira a que todos los sujetos de la economía estén en igualdad de condiciones y se diseñarán nuevos productos de seguros, dirigido tanto al sector no estatal como a las personas naturales.
La banca, un paso adelante
En el programa televisivo, la ministra presidenta del Banco Central de Cuba, Marta Wilson, destacó que ya desde antes de la epidemia, el sistema financiero y los bancos trabajaban en el ordenamiento monetario, el cumplimiento de la política crediticia, la creación y desarrollo del deuda pública, el impulso a la bancarización y los medios electrónicos de pago.
Para enfrentar la crisis, dijo, las estrategias del Banco Central de Cuba en enfocaron en tres políticas fundamentales: la monetaria, la cambiaria y la crediticia, con la mirada puesta en el desarrollo coherente del sistema de pagos y la estabilidad del sistema financiero y enfocados a corto, mediano y largo plazo.
Entre los objetivos del sector están el diseño e introducción de un programa que estimule el acceso a créditos mediante incentivos fiscales y monetarios, sobre todo las tasas de interés y potenciar la adquisición de bienes y servicios de producción nacional, a partir del incremento de las ofertas en los mercados.
El sistema bancario cubano se propone continuar perfeccionando el mercado interbancario para gestionar con mayor eficiencia los desequilibrios temporales de liquidez, así como el diseño de un mercado cambiario en la medida en que el peso cubano alcance nivel de convertibilidad.
A su vez, detalló Wilson, se persigue perfeccionar la programación monetaria y las herramientas estadísticas que propicien mayor precisión en los análisis sobre las variables determinantes del equilibrio monetario, lo que permitirá un conocimiento certero acerca de las necesidades de liquidez en la economía. (2020)

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