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viernes, 18 de septiembre de 2020

La asombrosa diferencia entre la respuesta de China y de Estados Unidos a la pandemia de la COVID-19

18 septiembre, 2020 Por obsadmin Dejar un comentario


LA ECONOMÍA DE CHINA Y DE ESTADOS UNIDOS HAN COMENZADO A SEPARARSE, UNA VA EN DIRECCIÓN AL FUTURO… LA OTRA ESTÁ FUERA DE CONTROL.

por Vijay Prashad (historiador Indio) y John Ross ( Investigador del Instituto de Estudios Financieros de la Universidad Renmin , China)


En su último libro (Furia) el experimentado periodista del Washington Post, Bob Woodward, relata con precisión que el Presidente de los Estados Unidos le dijo «siempre le reste importancia al virus… no quería crear pánico”. En las entrevista grabadas en febrero y marzo, Donald Trump admitió explícitamente que el virus era maligno, pero que decidió minimizar su peligro. 

A pesar de las advertencias que hicieron las autoridades chinas, Trump y su secretario de salud, Alex Azar, no se prepararon para enfrentar una pandemia mundial. Hoy Estados Unidos siguen teniendo el mayor número de casos de la COVID-19 del mundo y el gobierno continúa indiferente mientras el número de contagios aumenta todos los días. Ningún estado de la nación parece ser inmune a la propagación de la enfermedad.

Mientras tanto, en China, desde que la curva del virus fue “aplanada” en Wuhan, el gobierno sólo ha tenido que contener brotes muy localizados. En el último mes, China ha tenido cero contagios por la COVID-19. Según Martin Wolf del Financial Times, “China ha tenido un gran éxito al poner la enfermedad bajo control en Hubei y detener su propagación a través de todo el territorio. Nunca hubo una epidemia en toda China. Es más exacto decir que fue solo brote epidémico en Hubei”.

La vida de la gente primero

Mientras que Trump mintió a sus ciudadanos sobre la enfermedad, el presidente de China Xi Jinping inmediatamente declaró que su gobierno «pondrá a la gente primero que todo». China subordinó sus prioridades económicas a la tarea de salvar vidas.

Como consecuencia de un enfoque basado en la ciencia, el gobierno de China rompió la cadena de infección rápidamente. A principios de septiembre, este país de 1.400 millones de habitantes tenía 85.194 casos de COVID-19 y 4.634 muertes (India, con una población comparable, tenía 4,8 millones de casos y 80.026 muertes; India está perdiendo más vidas cada semana que el total de muertes que se produjeron en China).

Los Estados Unidos, por su parte, han sufrido 198.680 muertes y 6,7 millones de infectados. En cifras absolutas, las muertes en los Estados Unidos son unas 43 veces superiores a las de China y el número de casos es unas 79 veces mayor.

El gobierno de los Estados Unidos, a diferencia del gobierno de China, vaciló en declarar un confinamiento y en realizar pruebas a su población. Por eso, en términos per cápita, las muertes en EE.UU. son unas 186 veces más altas que las de China y los casos son unas 343 veces más altos.

El intento racista de Trump de culpar a China fue otra majadera maniobra diversionista. China contuvo la pandemia. Estados Unidos han fallado totalmente en hacerlo. El enorme número de muertes en EEUU es » Made in Washington», no «Made in China».

El impacto en la economía

En el primer trimestre de 2020, el producto interno bruto chino cayó un 6,8 por ciento en comparación con el año anterior. Debido a la rápida eliminación de la transmisión del virus, la recuperación económica de China ha sido muy rápida.

En el segundo trimestre, el PIB de China ya había aumentado un 3,2 por ciento en comparación con el mismo período de 2019. El Fondo Monetario Internacional proyecta que China será la única economía importante que experimentará un crecimiento positivo.

¿ Por qué la economía de China se ha recuperado rápidamente? La respuesta es clara: el carácter socialista de su economía. En julio, la inversión estatal en China era un 3,8 por ciento superior a la de hace un año, mientras que la inversión privada está un 5,7 por ciento por debajo de 2019. China ha utilizado su poderoso sector estatal para salir de la recesión. Este hecho ilustra la macro-eficiencia del sector estatal.

A mediados de agosto, la revista teórica del Partido Comunista de China Qiushi (Buscando la Verdad) publicó un discurso de Xi Jinping, que dice entre otras cosas: «La base de la economía política de China sólo puede ser una economía política marxista, y no debe basarse nunca en otras teorías económicas. Nuestro principios exigen un desarrollo económico centrado en la gente». Estas ideas fueran la base de la respuesta del gobierno chino a la pandemia.

Trump, por su parte, dejó muy claro que su administración no llevaría a cabo nada cercano a un confinamiento total ; su prioridad era y es proteger la economía por encima de las vidas de los estadounidenses. Ya en marzo, cuando no había indicios que la pandemia pudiera controlarse, Trump declaró: «Estados Unidos volverá a abrirse a los negocios, muy pronto».

El desastre de Estados Unidos

Las ineficientes políticas de Trump hicieron que tasas de infección se dispararan. Los protocolos básicos -máscaras, desinfectante de manos- no fueron tomados en serio. Y el impacto en la economía de los Estados Unidos ha sido catastrófico.

Los gobernantes de EEUU dejaron claro que no iban hacer nada cercano a un enfoque centrado en las personas. Todo el énfasis de Trump fue mantener la economía abierta, en gran parte porque piensa que su victoria electoral vendrá a través del bolsillo; con esta política el costo humano de es ignorado.Como resultado en la “primera potencia del mundo” nunca se aplicó un confinamiento completo, y todavía se realizan muy pocas pruebas y muy pocos rastreo de contactos.

El PIB de los Estados Unidos en el segundo trimestre cayó un 9,5% en comparación con el año anterior. No hay indicios de una fuerte mejora. El FMI estima que la contracción económica de la “nación indispensable” será de alrededor del 6,6 por ciento para este año.

El «peligro que se avecina», subraya el FMI, «es que una gran parte de la población de Estados Unidos tendrá que hacer frente a un importante deterioro de su nivel de vida y a importantes dificultades económicas durante varios años». La crisis tendrá implicaciones a largo plazo. “ No prevenir el cuidado del capital humano puede contribuir al malestar social», agregan los técnicos del FMI. Esto es exactamente lo contrario del escenario que se desarrolla en China.

Es como si viviéramos en dos planetas. En un planeta, hay indignación por la hipocresía con que actuó Trump y furia por el colapso tanto del sistema de salud como de la economía ( ambos sectores tienen un largo y duro camino por delante para recuperarse).

En el otro planeta, la cadena de infección se ha roto…y el gobierno chino se mantiene vigilante y está dispuesto a sacrificar el crecimiento económico a para salvar las vidas de sus ciudadanos.

El ataque de Trump a China, sus amenazas de desvincular a los Estados Unidos de China, sus cantinelas racistas sobre el «virus chino», son bravatas diseñadas como parte de una guerra de información para deslegitimar a China.

Por su parte, Xi Jinping se ha centrado en la «doble circulación», es decir, en el desarrollo de una política interna para elevar el nivel de vida y eliminar la pobreza, y de una política internacional para impulsar las Nuevas Rutas de la Seda (Iniciativa del Cinturón y la Carretera); ambas medidas destinadas a reducir la dependencia de la economía China de los intercambios comerciales con Estados Unidos.

Estos dos planetas han comenzado a separarse, uno moviéndose en dirección al futuro, el otro… está fuera de control.

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