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domingo, 13 de septiembre de 2020

LA ECONOMIA NECESITA DE LA DEMOCRACIA

Por Jorge Gómez Barata

Desde que en 2006 asumió la dirección del país, el General de Ejército Raúl Castro, comenzó una cruzada contra prohibiciones no justificadas y por eliminar las ataduras que impiden el desarrollo de las fuerzas productivas. En el primer caso, tuvo éxito al permitir el acceso de los criollos a los hoteles y a la telefonía celular, autorizar la compra-venta de casas y automóviles, facilitar el arriendo de tierras ociosas, suprimir el “permiso de salida al extranjero” y otras.

No ocurrió lo mismo con los obstáculos que frenan la economía porque si bien, en el primer caso se trataba de cuestiones funcionales, en segundo, son malformaciones estructurales vinculadas al diseño del sistema y a un legado de naturaleza ideológica que, parece ser resultado de antiguas confusiones teóricas nunca resueltas y de la instalación de dogmas férreamente defendidos y difíciles de remover.

EL PECADO ORIGINAL

Probablemente los exégetas marxistas, cometieron un error metodológico fundamental al asumir como artículo de fe, que: “…Antes de hacer política, arte, ciencia o religión el hombre necesita comer, vestirse y tener un techo…” Y de ese modo establecer el dogma de la precedencia de la economía sobre cualquier otra actividad humana.

En realidad, se trata de una preciosa analogía entre Darwin y Marx expuesta por Federico Engels quien seguramente no ignoraba que comer, cubrirse del frío, buscar abrigo en cuevas, reproducirse y cuidar de las crías, no es economía, sino un comportamiento estrictamente biológico, común a todas las criaturas vivas.

La economía es un fenómeno de naturaleza social (no biológica) que apareció cuando los humanos se separaron de sus antepasados, dominaron el fuego y desarrollaron el lenguaje, se agruparon en formas elementales de sociedad, momento en que aparecieron la autoridad y las jerarquías, se fomentó la cooperación, fabricaron herramientas y utensilios y los individuos pudieron elegir opciones, entre ellas emigrar hacía territorios más favorecidos. Las bases de la economía son acciones conscientes como el trabajo, la innovación, la satisfacción de necesidades, el intercambio y el lucro.

En la Europa feudal no hubiera sido posible la Revolución industrial ni el establecimiento del capitalismo. Aunque la simultaneidad es visible, esquemáticamente se puede afirmar que la democracia occidental no es un resultado de la prosperidad económica sino al revés.

Para remover de una vez todas las trabas, reconstruir y fomentar su economía, con un ordenamiento jurídico apropiado, sin abandonar la opción socialista ni el predominio de la propiedad social, garantizada por el control del partido y del estado y por la cohesión social, Cuba necesita restablecer las libertades económicas, con el fin de que junto a todos los demás que la Revolución garantiza plenamente, los ciudadanos, los residentes en el extranjero y los inversionistas foráneos, al amparo de la soberanía cubana, disfruten de los derechos económicos.

Según un comentarista, hace falta ponerle ganas porque hasta hoy, la velocidad de los cambios es menor a la rapidez con que se complican los problemas cuya escala y complejidad, también crece. No se trata de retroceder, sino de avanzar. Allá nos vemos.

13/09/2020
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2 comentarios:

  1. Ojalá este fuera el único error en la aplicación del marxismo.
    Los cambios no son solo lentos; sino que se necesitan en todas las esferas de la sociedad, hasta en las que son punteras de lo bien hecho.
    Rogelio Castro Muñiz

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  2. Creo sinceramente que no hay mucho más que decir. Todo está dicho y aprobado hacer desde hace muchos años. El HACER es un imperativo social inaplazable, nuestra sociedad es hoy algo así como una Caldera que cada día acumula más vapor sin válvulas de alivio. Nuestros enemigos están actuando con más dinamismo para exaltar los disgustos, que nosotros para resolver los problemas evidentes. HACER ES LA MEJOR MANERA DE DECIR

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