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sábado, 12 de septiembre de 2020

Que las siembras alcancen sus mayores rendimientos en el plato

Enormes son los retos de la agricultura cubana en los tiempos que vivimos. A lo logrado en la campaña de primavera y a los retos trazados para la de frío se acercó Granma, desde varias provincias del país


La verdadera traducción de las hectáreas sembradas está luego en el plato de cada cubano. Foto: Miguel Febles Hernández

Enormes son los retos de la agricultura cubana en los tiempos que vivimos. El enfrentamiento a la pandemia, la situación económica internacional y lógicamente, los efectos del bloqueo, hacen que la sostenibilidad alimentaria sea un asunto de máxima prioridad para el país.

A pesar de esas circunstancias y además del impacto de la tormenta tropical Laura, durante la campaña de primavera, en Cuba se logró sembrar alrededor de 235 400 hectáreas, y los daños principales han sido, en su mayoría, recuperados. Importante también es la meta para la contienda de frío, que ya está en marcha, y prevé la siembra de 234 594 hectáreas, que superan en 12,7 puntos porcentuales a la cifra del año anterior.

A lo logrado en la campaña de primavera y a los retos trazados para la de frío se acercó Granma, desde varias provincias del país.

LA MAYOR CAMPAÑA DE PRIMAVERA EN CIENFUEGOS

Cienfuegos tensó todos sus resortes para honrar, con éxito, el que representó el mayor plan de siembra de primavera de su historia, cifrado en 33 252 hectáreas.

Yoan Sarduy Alonso, delegado del Ministerio de la Agricultura en la provincia, significó que, de cara al empeño, desde un principio el territorio centró sus fuerzas y medios en agilizar el movimiento de superficie e iniciar la campaña con el mayor volumen posible de área lista.

En pos de responder a las indicaciones de la máxima dirección del país y en función de un programa estratégico como la producción de alimentos, en Cienfuegos se abrieron diez nuevos polos productivos, los cuales se añaden a los tradicionales de Horquita y Juraguá.

«Se trabaja con un diseño, cerrando ciclos, para permitir que las producciones salgan con beneficios, y respondan esencialmente al Programa de Autoabastecimiento», acotó el directivo.

Entre las acciones impulsadas para fomentar la producción en un breve plazo, el director del polo de Horquita, Rolando Pérez Ramos, compartió que los cultivos fundamentales sembrados en la campaña son de ciclo corto, como boniato, calabaza y otras hortalizas; sin dejar atrás la siembra de yuca, malanga y plátano, con el propósito de estabilizar el envío de alimentos a la cabecera provincial y a la capital del país.

También es ambicioso el plan de la Perla del Sur para la contienda de frío, conformado por unas 22 300 hectáreas (451 más que las plantadas el pasado año).

El territorio dispone de la semilla necesaria y de las posiciones para los semilleros, fundamentalmente de tomate. Para el vegetal, fueron ­alistadas 16 casas de cultivo, con el fin de asegurar la presencia de dicha línea alimenticia durante la recta final del calendario.

En el caso del frijol, varias unidades productoras acometerán la siembra temprana de 187 hectáreas del grano este mes de septiembre.

Aunque las afectaciones de Laura a este territorio estuvieron centradas en el plátano, ha sido posible recuperar, en gran medida, los daños del fenómeno meteorológico.

EL BALCÓN DEL ORIENTE LOGRÓ ABRAZAR SU PLAN

Sin afectaciones significativas debido al paso de la tormenta tropical por el balcón del oriente, Las Tunas logró cumplir su plan de 17 946 hectáreas previstas para la campaña de primavera.

Reynaldo Frank Brito Pérez, especialista de Cultivos Varios de la Delegación Provincial de la Agricultura, ofreció detalles del comportamiento de las siembras.

«Al cierre de julio, las viandas se sobrecumplieron al 106 %, las hortalizas al 107 y los granos al 123, en este último caso, dado por la solicitud del país de incrementar las áreas de caupí».

En relación con los programas de boniato, plátano y yuca, el directivo explicó que es este último cultivo el que aún está más lejos del total de áreas necesarias en pos del autoabastecimiento, con 4 747,9 hectáreas de 7 194.

«En el caso del boniato, la provincia contaba al cierre de julio con 607 hectáreas de las 643 necesarias, una situación ya bastante favorable. De plátano tenemos hoy 7 593 hectáreas reales, con relación a las 7 194 que necesita la provincia», acotó Brito Pérez.

«Este año hemos intencionado el trabajo hacia las atenciones culturales a los cultivos, hacia la disminución de las pérdidas relacionadas con el enyerbamiento y al trabajo con abonos orgánicos, frente al déficit de fertilizantes», enfatizó.

En 12,7 puntos porcentuales sobrepasa Las Tunas su plan del año anterior para la campaña de frío, que asciende ahora a 20 530 hectáreas.

Algunos datos ofrecidos por el propio directivo, hablan de lo que buscan los agricultores tuneros: «De viandas hemos previsto sembrar alrededor de 7 814 hectáreas, 1 292 de boniato, 30,5 de malanga, 3 771,7 de yuca,

2 650,7 de plátano, entre burro, plátano vianda y fruta. En el caso de las hortalizas, 7 154,2. En septiembre pretendemos, por ejemplo, sembrar 200 hectáreas de lo que llamamos tomate temprano, con vistas al fin de año».

Vale destacar que este año, la provincia pretende recuperar la siembra de garbanzos, sobre todo en la zona norte, con 271 hectáreas destinadas a ese cultivo.

«Si logramos todo lo que tenemos previsto en plan, podremos garantizar si dificultad ninguna, la alimentación de nuestro pueblo en los primeros meses de 2021», concluyó.

INTENSO TRABAJO DE AGRICULTORES GUANTANAMEROS

Dieciocho mil 252 hectáreas de viandas, frutas, hortalizas y granos, fue la meta de los guantanameros para la campaña de primavera.

El uso de abonos orgánicos, el empleo de medios biológicos producidos localmente para el control de plagas y enfermedades, así como el incremento de las siembras en las montañas, donde las lluvias son más generosas, figuran entre las variantes a las que echaron manos los agricultores del territorio.

A ellos se unieron 35 brigadas de trabajo voluntario, convocadas por la Unión de Jóvenes Comunistas (ujc), quienes apoyaron la producción de alimentos en los diez municipios del territorio. Un empeño respaldado también por la Universidad de

Guantánamo, a través de 80 estudiantes de las carreras de Agronomía y de otras especialidades afines, igualmente incorporados al surco.

Un esfuerzo para la obtención de semillas locales permitió remontar atrasos en la siembra de viandas, ocasionados por el déficit de precipitaciones en el territorio.

En la provincia más oriental de Cuba la campaña de siembra de frío prevé aprovechar 14 570 hectáreas de tierra, 2 786 más que la anterior, con más de la mitad concentradas en zonas montañosas y el resto en el valle de Guantánamo.

Las mayores extensiones de terreno se dedicarán a las viandas, mientras que a las hortalizas y los granos se destinarán poco más de 4 000 hectáreas a cada uno y a los frutales, 517.

Diosnel San Lois Martínez, delegado provincial de la Agricultura, explicó que desde diciembre se prevé tener beneficios de algunos cultivos, como garantía a las demandas de la población para el fin de año, así como las necesidades de las industrias.

Para la presente campaña se cuenta con un sistema de 32 casas de posturas en óptimas condiciones que ya tienen semilleros de tomate, col y pimiento fundamentalmente.

San Lois Martínez agregó que el mes de mayor auge de siembra en la provincia será noviembre, en el cual se laborará en 3 417 hectáreas.  El directivo precisó, además, que hay mayor disponibilidad de tractores en comparación con años anteriores, lo que se complementa con la cantidad de yuntas de bueyes suficientes, para enfrentar las limitaciones del combustible. 

Debido al reciente paso (24 de agosto) de la tormenta tropical Laura, que afectó considerablemente los polos plataneros en los municipios de San Antonio del Sur e Imías, se trazó una estrategia para los volúmenes de producción que ya no se podrán obtener de plátano lograrlos con otros cultivos como el boniato, tomate y la berenjena, a partir de la técnica de siembra intercalada en dichos polos.

RETOS MÁS ALLÁ DE LAS CIFRAS

Es indudable el esfuerzo de los agricultores cubanos para llegar a los resultados previstos; sin embargo, no puede perderse de vista el hecho de que sembrar es solo el primer paso, y la verdadera traducción de esas hectáreas sembradas está luego en el plato de cada cubano.

Por eso, el interno trabajo en pos de rendimientos más elevados, el combate perenne contra el desvío de producciones, el contacto directo con cada productor, y las estrategias oportunas para hacer frente a las carencias, tienen que ser parte indisoluble del quehacer diario del sector. El porqué está más que claro: la seguridad alimentaria es también un asunto de seguridad nacional.

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