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lunes, 12 de octubre de 2020

Estados Unidos: las encrucijadas del 3 de noviembre (II Parte).

Autor: Esteban Morales. 

Cuando comienzo la redacción de este artículo, restan
solo 27 días para el 3 de noviembre. 

La situación que tratamos de caracterizar en la primera parte de este artículo, lejos de mejorar, viene, de manera creciente, empeorando. 

No existe nada que haya mejorado para Trump, del escenario que hemos caracterizado con anterioridad. Todo continua para Estados Unidos, complicándose cada día más. Y para Trump también. Habiéndose Llegado ya a niveles de deterioro, que ponen en peligro a la propia nación norteamericana. 

Cuando Trump tomo la presidencia en el 2017, luchaba contra un establishment que compuesto por Bush(hijo), Los Clinton y Obama, tenían agotado su escenario político. 

Ahora, es Trump el que tiene agotado su escenario. Tanto interno como externo. Ha quebrado la alianza Otanista internacional, imperial, de la que estados Unidos disfruto desde el final de la Segunda Guerra Mundial y lo llevo a las máximas posiciones de control y poder del sistema. 

1- La economía norteamericana continua con la crisis, en medio de una crisis económica mundial y Trump ha declarado dejar para después de las elecciones, el dinero que aliviaría un poco la situación de los desempleados y pequeños industriales. 

El PIB acumulado ha descendido hasta un 32,9% y el desempleo alcanza la cifra de 14 millones. El salario real hoy, es más bajo que el de hace 40 años. 

La recesión económica ha provocado que más de 30 millones hayan solicitado beneficio de desempleo y existen 40 millones amenazados de ser expulsados de sus viviendas. Los precios de las mercancías de primera necesidad se incrementan detenidamente. 

Las diferencias entre pobres y ricos se han disparado como nunca. En medio de una guerra comercial contra China, que ha quedado demostrado no beneficia para nada a Estados Unidos. Siendo China, con su inteligente política de expansión hacia el histórico traspatio de Estados Unidos, su acercamiento a Europa y sus proyectos económicos multinacionales y políticos (ejemplo, Acuerdo con Iran), su amenaza del dólar y la astronómica deuda financiera, los que tienen en Jackes a los Estados Unidos. 

2- La pandemia ha venido empeorando de manera creciente. Con más de 8 millones de contagiados y más de 217, 000 fallecidos. De modo que el país resulta ser el más afectado en las Américas y a nivel mundial. Sin que, hasta el momento, exista ninguna estrategia seria para tratar con el problema. Siendo los afroestadounidenses, los hispanos y la población autóctona, los más afectados `por la enfermedad. Dado que las proporciones de muertos por Covid entre las minorías, se comportan del modo siguiente: 

-Blancos-1,0 

-Afroestadounidenses-3,6 

-Nativos- 3,4 

-Latinos- 3,0 

-asiáticos- 1,3 

Todo lo cual es resultado de que se trata de las minorías sociales que más duramente sufren los indicadores económicos de la pobreza. Y están encajando la pandemia. 

El presupuesto militar tendría que ser recortado no menos de un 20% para poder pagar las mejorías sociales que estas minorías necesitarían, para aliviar la situación en que se encuentran. 

El país tiene una deuda externa de 21 billones de dólares y sus reservas para hacerle frente apenas llegan a los 450,000. 

Trump, con ninguna intención de consulta, ostenta el Poder Ejecutivo en sus manos, por lo que es responsable de los éxitos y fracasos, sobre todo en la economía, la distribución del presupuesto federal en particular, el nivel de pobreza y la política exterior, en lo que nadie lo puede sustituir, por lo que carga con las responsabilidades mayores al respecto. Su actitud ante la pandemia no puede ser más errónea, anticientífica y desprestigiada. 

Razones todas más que suficientes, para que, Trump, acercándose el día de las elecciones, trate de manipular las cifras de la pandemia, la economía, seguir culpando a los demócratas por la violencia en las manifestaciones y a China de la pandemia. A pesar de que esta última muestra un control de la situación sanitaria, que Estados Unidos está muy lejos de alcanzar. 



3- La pandemia, además, ha atacado la estructura gubernamental, con un importante nivel de contagiados por la covid-19. Que nadie tiene dudas es de la entera responsabilidad del Presidente. 

4- Tanto el Presidente, como Melania Trump, han dado positivos al coronavirus. Situación que es enfrentada por el Mandatario de modo tal, que le ha acarreado muchas críticas, tanto entre sus partidarios, como por parte de los demócratas. Creándose una gran incertidumbre sobre el verdadero estado de salud del Presidente y el peligro que ello representa para muchos de sus allegados o de los que trabajan en su equipo. Lo cual solo se puede apreciar como un empeoramiento de la situación, que no parece tener fin. Púes cada día el desastre es mayor. Ahora hay declaraciones de que ya no contagia, pero nadie se atreve a decir el resultado de sus últimas pruebas. 

5- El Presidente insiste en su actitud de restar importancia a la enfermedad y continua con sus mentiras alrededor de la vacuna, insistiendo en que la misma está cercana; como algo milagroso que pudiese venir a limpiar la imagen de su comportamiento ante la pandemia y la dificultad de salud en que ahora se encuentra. 

6- Las manifestaciones antirracistas continúan, los abusos y los crímenes por parte de la policía también. El movimiento Black Live Matter se mantiene, representando un factor de movilización al que se incorporan personas de todos los colores pues encuentran en el mismo un modo de lucha contra los abusos policiales, así como distinguirse de otros intentos de movilización preconizados por la derecha, las bandas y grupos que los republicanos seguidores de Trump están armando para influir, primero en el ambiente electoral y después, en el resultado de las elecciones. 

7- Trump continúa movilizando su campaña hacia la duda sobre el voto por correo, su insistencia en que los demócratas quieren arrebatarle el triunfo y que, de no ganar, ello solo sería resultado del fraude que están organizando los demócratas; lo cual lo mantiene en una posición, que crecientemente es considerada como de sumo peligro, incluso, por no pocos de sus partidarios. De lo cual fue una señal muy clara la votación reciente en el congreso. 

En que por reciente resolución, votada a favor por unanimidad, se plantea que el tránsito de poder, no debe tener problemas con independencia del resultado en las elecciones. 

De modo, que es posible decir, que su estrategia de crear el caos, muestra un nivel sostenido de descomposición, que ahora se vira contra el presidente. Pues pensó que, sembrar el caos, la desconfianza y el peligro, lo pondría en el camino de ganar la reelección, cuando en realidad, lo que está teniendo lugar es que muchos lo abandonan, ante el peligro que tal ambiente representa para la seguridad personal del ciudadano medio. De lo cual es expresión el voto adelantado y el voto por correo, qué como se sabe, de hecho, beneficiaria más a los demócratas. Pues serán cada día menos los que están dispuestos a votar presencialmente, con peligro para su persona y familia. 

8- Días antes del primer Debate Presidencial, salió a la luz, por un artículo del New York Times, los manejos alrededor de las declaraciones de impuestos del Presidente, lo que parece haber colmado la copa de las dificultades que enfrenta. Finalmente, un juez federal le ha obligado a presentar la declaración. 

La situación, en medio de la cual se encuentra Trump ahora, al no haber triunfado abiertamente en el debate presidencial, sentirse limitado en su estilo de campaña producto de la enfermedad, e intuir que las encuestas no están abiertamente a su favor, sino que Biden va avanzando, restándole puntos, lo alteran, e incluso le hacen, al parecer, sentirse perdido. 

Cada día que pasa, después de declararse enfermo, está más desequilibrado. Lo cual no hace, sino que se reafirme en su desesperada estrategia de campaña de preparar condiciones, para gritar fraude contra los demócratas, cuando lo considere oportuno. 

Con posterioridad al asesinato de George Floyd, Biden comenzó a superar a Trump, incluido Ley y Orden, en una diferencia entre 48 y 47 %. Que no es alta, pero si un importante indicador, tomando en consideración, que se trata de una consigna levantada por el propio Presidente. 

A partir de entonces, Biden, según los sondeos “New York Time-Siena Collage”, tiene el margen más amplio a nivel nacional, para el caso particular de los estados siguientes: 

-Minnesota -9% (50-41). 

-Wisconsin- 5%( 48-43). 

-Nevada 4%( 46-42). 

- New Hamspshire-3% (45-42). 

El 54.4% desaprueba la gestión de Trump. En la intención nacional del voto, Biden aventaja a Trump en el 6.,5%. Votarían por Biden 49.5% y 43.0% lo harían por Trump. A pesar de las ya históricas ventajas, por parte de los republicanos en La Florida; sin embargo, Biden aventaja a Trump con un 48.6%, mientras Trump cuenta con un 47% o sea 1.6% menos. Diferencia que se continúa incrementando a favor de Biden. 

En la actualidad, el voto cubanoamericano en La Florida, no es monolítico ni se vota en bloque como antes, existiendo, más bien, cierta tendencia hacia posiciones más liberales y contra el conservadurismo, republicano, principalmente por parte de los jóvenes. 

Antes de la pandemia, fundamentalmente por los indicadores económicos, que parecían tener un comportamiento aceptable, había una tendencia a favorecer a Trump. Pero después de la covid, esta tendencia parece haber cambiado, como resultado de la crisis económica agravada por la propia pandemia. Es que ahora hay más de 8 millones de contagiados, casi 217,000 fallecidos y las cifras en la Florida llegan a los 15,000 fallecidos. 

Es que, como ya dijimos, además, la recesión económica ha disparado tanto el desempleo, como los desalojos que alcanzan a más de 40,000. 

En La Florida resulta muy difícil cuantificar el creciente apoyo a Biden, que parece estarse produciendo, dado que el nivel de intimidación es demasiado alto, aunque, al mismo tiempo, parece que la politica hacia Cuba, lejos de favorecer a Trump, como era de esperar, parece estar afectándolo en algo. 

La cuantía del voto electoral o compromisario, para los Estados pendulares o indecisos, se nos presenta del modo siguiente: 

-Arizona- 11 

-Colorado- 

-Florida-29 

-North Carolina-15 

-New hamshire-4 

-Ohio-18 

-Minnesota-10 

-Pennsylvania-20 

-Michigan-16 

-Wisconsin-10. 

Cualquiera de entre cuatro de ellos, pueden ser decisivos en un final reñido. 

El triunfo demócrata dependerá entonces, de seguir su línea de moderación y denunciando fuertemente las posiciones de Trump. 

Además de contar con un sustancial voto de las minorías, en particular de los afroestadounidenses, los afrolatinos, las fuerzas de izquierda y progresistas, jóvenes en particular y los estados de Arizona, Colorado, Michigan, Pennsylvania, Wisconsin y Minnesota. 

Todo parece indicar que los demócratas mantendrán la Cámara, no así el Senado, por lo cual entonces les será muy difícil gobernar. Pero los republicanos están muy preocupados, porque las votaciones para mantener el senado parecen estársele complicando. Por lo que no sería una total sorpresa que perdiesen el senado también. 

Las complicaciones del voto cubanoamericano. 

La nación norteamericana cuenta con 331 millones de habitantes. Cerca de 60 millones son de origen hispano o latino. De ellos, 2,300,000 son de origen cubano. De los cuales 1,200,000 (70%) viven en el estado de La Florida. 

Registrados para votar hay 268 millones, de los cuales 32 millones son de origen hispano o latino. 

Dentro de ese grupo minoritario más de 1 millón son cubanoamericanos. De ellos, alrededor de 650,000 están registrados en el estado de La Florida. 

El voto cubanoamericano representa el 6% del electorado de la Florida y menos del 1% del voto total del País. 

Pero el voto cubanoamericano ha sufrido variaciones en los últimos 20 años. 

En el 2,000, George Bush obtuvo el 75% del voto mencionado. Y en el 2004 logro el 78%, con una política de abierta de confrontación hacia Cuba. Sin embargo, perdió frente a Obama en el 2008, que logro el 64% del voto cubanoamericano. Lo cual indicaba un considerable cambio en el electorado de origen cubano. Hilary Clinton, aunque perdió frente a Trump en el 2016, alcanzo el 46% del voto cubanoamericano. 

Consideramos que varios son los factores que explican el cambio del voto cubanoamericano, presentando una cierta tendencia hacia los candidatos más liberales. 

Dos hechos saltan a la vista: en el 2012, el temor de muchos a que la política hacia Cuba regresara a sus fundamentos más hostiles. También, el rechazo ideológico de las nuevas generaciones al extremo conservadurismo de los republicanos, qué este año se ha agravado, sobre todo, respecto a Cuba. 

El tema de las relaciones con Cuba ha constituido una necesidad existencial de los nuevos inmigrantes, que los coloca a muchos en franca oposición con las propuestas republicanas, encaminadas a limitar los contactos con Cuba. Lo cual se contradice, con el tipo de emigrante que ha salido de Cuba hacia los Estados Unidos, en los últimos 20 años. 

Aunque esa contradicción mencionada, no resulta tan clara en el caso de los jóvenes nacidos o criados en los Estados Unidos, cuyo vínculo con su patria de origen tiene un valor más difuso, e incluso, muchas veces ni se materializa en la práctica. 

También ello se ve matizado, muchas veces, por en qué oleada migratoria hayan llegado a la sociedad norteamericana. 

Digamos, los de Mariel, en los 80, son votantes registrados, que, por lo general, respaldan las políticas hostiles hacia Cuba. 

Los de 1995, cuando se firmaron los acuerdos migratorios, en su mayoría son votantes registrados que abogan por un acercamiento a su país natal. Al igual que los descendientes de la comunidad cubana de segunda y tercera generación. 

A este último segmento se suman los inmigrantes que se asentaron a partir del 2013, en que fueron favorecidos por la actualización de la política migratoria cubana, dirigida a lograr que los movimientos migratorios sean de forma legal, ordenada y segura. Así como desplegadas para fortalecer la relación con la emigración. 

Por primera vez parte de ese grupo, ya registrados, votaran como ciudadanos estadounidenses en el 2020 y muchos apoyan la existencia de relaciones diplomáticas y comerciales entre ambos países y la expansión de los viajes a Cuba. Dado que en ellos las razones económicas para emigrar, que comenzaron a presentarse con fuerza a partir de finales de los 80, tiene un peso muy importante. Casi que determinante. 

A partir del acercamiento de Obama a Cuba y, sobre todo, las relaciones diplomáticas en el 2015, muchos viajaron a Cuba. Comportándose del modo siguiente: 

- 2015- 292,000 

- 2016-330,000 

-2917- 432,000 

-2018-2019- 500,000 

Todo a pesar de los obstáculos que Trump comenzó a imponer. Desde que asumió la presidencia. 

“Un estudio anual de la Universidad Internacional de La Florida, del 2018, titulado “Como los cubanoamericanos en Miami miran las Políticas de Estados Unidos hacia Cuba”, formado por 1001 residentes, consultados telefónicamente, revelo lo siguiente: que la posición de un candidato con respecto a Cuba ya no es una prioridad para el elector cubanoamericano en Miami, sino que este se preocupa por los mismos problemas que los que no son de origen cubano y los otros latinos en Estados Unidos.” (Ver: Guillermo Grenier[1] and Hugh Gladwin,2018, FIU, Cuba Poll How Cuban American in Miami view US). (1). 

La tendencia anterior ya se venía observando, influida por la composición social de la oleada migratoria y las razones para emigrar, por lo cual Cuba fue dejando, paulatinamente, de ser un tema para hacer campaña política en Miami. 

De modo que, a la hora de decidir su voto, los cubanoamericanos indican una tendencia fuerte a preocuparse más por temas locales o nacionales que afectan directamente su entorno de vida. 

En orden descendente para el elector cubanoamericano los aspectos de mayor relevancia para conformar su intención de voto serian entonces: economía, trabajo, salud, control de armas, inmigración, impuestos, votar por su partido (sin importar prioridades), terrorismo, politica internacional, otras prioridades y por último la posición del candidato respecto a Cuba”. 

Es decir, que Cuba ha venido dejando de ser el tema prioritario a la hora de decidir el voto. 

En tal ocasión, la mayoría de los encuestados favoreció el aumento de las relaciones con la Isla. Algo que viene caracterizando a las oleadas migratorias principalmente a partir de finales de los ochenta. 

La importancia electoral de la comunidad afroestadounidense. 

Esta comunidad formada por afroestadounidenses, afrolatinos y afrocaribeños, ha incrementado su importancia electoral, a partir, sobre todo, de las manifestaciones antirracistas provocadas por el asesinato de George Floyd en Minnesota. 

Biden puede sacar gran provecho de la atención que brinde a este sector de la población estadounidense, cuya tendencia ha sido inclinarse hacia el partido demócrata. 

Esa inclinación, en particular de la comunidad protestante estadounidense hacia el partido demócrata está asociada a la lucha contra la desigualdad racial, como señalan algunos expertos. 

Debido a la larga historia de lidiar con la opresión racial, los evangelicos afroestadounidenses han tendido a hacer de las cuestiones de justicia social una parte importante de su fe cristiana. 

Lo anteriormente expresado, marca la importante diferencia con los Evangélicos Blancos, que priorizan la lucha contra el aborto y tienen posturas más conservadoras en temas raciales, los que, según encuestas recientes, más del 80%, dan su voto a Trump. 

La iglesia ya mencionada, visitada por Biden en junio, señala la división racial socioeconómica como un tema primordial para su movimiento. 

Su pastor Silvester Beaman cita algunas inquietudes como las siguientes: disparidades en salud pública, la reforma policial, la educación pública, la creación de empleos con salarios dignos y beneficios de salud, la reincidencia carcelaria y candidatos que busquen unir a la nación. 

También existen sus matices y excepciones en el apoyo de los religiosos afroestadounidenses. 

Digamos, Harry Jackson, pastor pentecostal de una iglesia mayoritariamente negra en Maryland, integra un grupo de asesores evangelicos conservadores de la casa Blanca, que recientemente dentro de un encuentro evangélico, sugirió a los asistentes buscar apoyo de personas de color para el Presidente Trump, diciendo que “Trump no era un racista sino un solucionador de problemas”. 

La tasa de los votantes negros disminuyo por primera vez en 20 años y las encuestas muestran que Trump tiene dificultades para reunir más del 8% de los votos afroestadounidenses que recogió en el 2016. 

La iglesia afroestadounidense podría incentivar el voto de sus fieles. Y ha sido históricamente reconocida como una institución autentica, relativamente libre de la influencia Blanca. Siendo muy escuchada, cuando llama a salir para el ejercicio del voto. 

De manera especial, las marchas antirracistas, posteriores al asesinato de George Floyd, son vistas por muchos jóvenes activistas como más atractivas que la propia iglesia. Al aportar a nivel de base, no solo temas de raza, sino también de clase y género. Sosteniendo muchos, que la iglesia negra debe subirse a ese tren, tal vez sin el liderazgo de los años 60, pero desempeñando un papel que puede ser destacado. 

Se considera a la iglesia como una institución independiente de partidos políticos, pero admitiendo que, por la tradición del voto afrodescendiente, la iglesia hará esfuerzos para movilizar al electorado en beneficio del partido demócrata. Partiendo de examinar candidatos que estén preocupados por los problemas importantes para la comunidad negra. 

Una situación que podría tener un impacto importante a favor de los demócratas, es lo referente a los convictos. Es decir, personas que por haber estado en prisión deben pagar sus deudas para tener el derecho a ejercer el voto. Entre ellos, por razones de sobra conocidas, hay muchos afroestadounidenses y latinos, con una marcada tendencia a votar demócrata. 

Más de 44,000 contribuyentes donaron a la causa de los convictos. Que, de poder pagar sus deudas, podrían votar y ello beneficiaria a los demócratas. 

Es muy importante para Trump ganar los 29 votos electorales de La Florida, para ser elegido presidente. Pero si Biden los pierde, aún podría ganar la presidencia. 

Además de los problemas que ya Trump confronta, la economía en recesión, la pandemia, las manifestaciones antirracistas y los errores que viene cometiendo en la política exterior, enfrenta también, por la enfermedad, el no poder llevar adelante la campaña como quisiera, plagada de mitines abarrotados, ruidosos, agresivos, cargados de la dinámica trumpista. Adicionándosele ahora, la resolución congresional que lo limita en el desarrollo de una campaña, basificada en la desconfianza del voto por correo, la declaración abierta de que las elecciones estarían asentadas en el fraude demócrata, la pandemia, que mejor no ha podido dañarlo, sus mensajes y discursos cargados de agresividad, su actitud dirigida a sembrar el descredito del proceso electoral presidencial y sus errores en política exterior. 

Como si fuera poco, encuestas de la Universidad de Quinnipiac, muestran que Biden tiene una ventaja sobre Trump de 11 puntos porcentuales en Florida, 13 puntos en Pensilvania y 5 en Iowa. Dos encuestas de New York del Siena College, encontraron que Biden lidera por 6 puntos en Nevada, 1 punto en Ohio y 5 puntos en Wisconsin, según la Universidad de Marquette. 

La ventaja de Biden en el promedio de encuestas nacionales de Real Clear Politics es ahora de 9,4 puntos, su mayor ventaja desde junio. Biden ha tomado una ventaja de 14 puntos entre los votantes latinos en La Florida. 

Ello significa que Biden está ampliando su ventaja contra Trump en una serie de estados cruciales, según la última ronda de encuestas. 

A todo ello se suma, que las principales publicaciones científicas publican por primera vez en siglos de historias editoriales pidiendo el voto contra el presidente Trump. 

La última revista en unirse ha sido la New England Jornal of Medicine, decana en sus 208 años de existencia y que siempre se había mantenido al margen de la política, ahora publica un editorial firmado por 34 editores, de los cuales 33 son norteamericanos, en que acusan a Trump de haber convertido la crisis del coronavirus en tragedia. 

Lo anterior significa, que lo más representativo en publicaciones de la ciencia médica a nivel mundial, ha dado su evaluación negativa a Trump en el comportamiento frente a la pandemia. 

Posicionándose editorialmente, o por medio de declaraciones emitidas, lo más representativo de la ciencia a nivel mundial ha calificado de manera muy negativa la actitud de Trump ante la pandemia, el cambio climático, el Acuerdo de Irán, el de Paris sobre cambio Climático. 

Con tales evaluaciones o valoraciones, por parte de las publicaciones científicas más importantes del mundo, la gestión de Trump, su comportamiento ante la pandemia, la epidemia más desastrosa de los últimos 100 años, echan por tierra toda duda o toda posibilidad de manipulación, como para calificar a Trump el enemigo No.1 de la Ciencia. 

¿Que más necesita acumular Trump para demostrarse que no va a resultar reelegido como presidente? 

Si algún mérito tiene Trump, es haber adivinado que su reelección está en peligro mortal. Razones por las cuales afirma una y otra vez, que solo un fraude de los demócratas podría arrebatársela, amén de desprestigiar el mismo proceso en que resultaría reelegido. 

Los hechos analizados me han convencido de que Trump no resultara reelegido presidente de los estados Unidos, pues pondría en peligro al mundo y a la propia nación estadounidense. 

Considero que la estrategia de Trump, para convertir el Proceso Electoral Presidencial en un verdadero caos y servirse de ello, para a cualquier costo, arrebatar la presidencia a los demócratas, ha fracasado. Cada día que pasa agota sus posibilidades y solo le queda encajar la derrota más desastrosa que haya tenido una presidencia norteamericana en su historia. Y es que, considero, se va abriendo paso la conciencia ciudadana de que solo con una derrota contundente a favor de los demócratas, Trump abandonara la idea loca de poner en peligro a la nación, con tal de mantener su posición presidencial. 

Pienso, que, si ello no ocurriera, el mundo y los Estados Unidos, estarían al borde del desastre. 

Ya Trump, contendiendo con Hilary Clinton, perdió la masividad del voto, pero, aun así, gano la presidencia por acumular los votos necesarios del Colegio Electoral. 

Ese engendro de la democracia estadounidense, que debe desaparecer. 

Esa masa que voto por la Hilary, Trump la ha hecho crecer, aunque ahora esta se reparte a favor de los demócratas, dándoles el triunfo, según las reglas del Colegio Electoral. Lo cual es resultado del extremo peligroso egocentrismo del propio Trump. Al haber violado todas las reglas del comportamiento político, haber amenazado al extremo la tranquilidad ciudadana, 

Declarado su intención de devenir en emperador; haber engañado, robado, asesinado, irrespetado, autoseñalandose como el ser más peligroso que haya podido ostentar la presidencia de la nación más rica y poderosa del mundo. Cuando en semejante momento y lugar, una semipersona como Trump, utiliza su poder poniendo en peligro a toda la sociedad, esta misma tiene que eliminarlo, enviándolo al hueco más profundo y oscuro, del cual no pueda salir más nunca. Ni su propia familia lo va a recordar. 


Octubre 11 del 2020. 


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