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jueves, 19 de noviembre de 2020

Los subsidios en Cuba

Por Rogelio Castro Muñiz

En la enseñanza de la economía el subsidio es la forma que tiene el Estado de ayudar a personas con necesidades económicas por su incapacidad para tener acceso al bien o servicio por motivos de incapacidad para el trabajo como fuente de riqueza personal, cualquiera que sea el motivo de esa incapacidad. Ejemplo clásico personas enfermas crónicas o temporales e incapacitados físicos.

Todo este concepto como tantas categoría económicas se han visto distorsionadas de un tiempo para acá a tal punto que las condiciones para subsidiar un bien o un servicio se ha ampliado al total de la población, reconociendo que el subsidio ya no es a personas sino a productos y servicios. Y un día amanecimos con la noticia de que los productos alimenticios de la libreta de abastecimiento familiar (racionamiento) estaban subsidiados, otro día que el transporte, otro día que las comunicaciones, después que el combustible y así cada día aparecen y continúan apareciendo subsidios.

Esas noticias me hacen sentir que somos minusválidos, será que no somos capaces de proveer nuestras necesidades con nuestro esfuerzo (trabajando). Que poca cosa somos los cubanos.

Además que cada día nos digan que la salud y la educación son gratis, como se dice regaladas como juguetes a niños sedientos de juegos.

Entonces surge la pregunta, de dónde sale tanto dinero que El Estado tiene para mantenernos a más de 11 millones de cubanos incapaces de valernos por sí mismo.

Será que solo los dirigentes de alto nivel son capaces de trabajar por todos y para todo el pueblo.

Sarcasmo habrá siempre en la pregunta y en la respuesta cuando se habla de subsidio, pues se menciona de forma impersonal como un regaño a quienes no agradecen o no muestran la bondad recibida del Estado, que dicho sea de paso está representado, administrado y proyectado por los únicos dirigentes que hemos tenido en 62 años, con la aprobación y apoyo de todo el pueblo que hasta hoy confía en ellos.

Volviendo al origen del subsidio como dinero y concatenando categorías económicas llegamos a la conclusión de que ni siquiera la salud y la educación son gratis, todo absolutamente todo está pagado.

Para demostrar esta afirmación Carlos Marx dedicó casi toda su vida descubriendo las leyes objetivas que cambiarían la forma de ver la Economía Política, dio orden al caos de ideas que existían hasta ese momento sobre la creación de la producción y su distribución.

Descubre la Plusvalía, ese pedacito de trabajo que el capitalista convierte en dinero y hace que cada vez sea más rico mientras que el trabajador (obrero-empleado) solo pueda satisfacer sus necesidades para volver al trabajo a entregar cada día otro pedacito de su tiempo (vida) al capitalista (dueño).

Pero en Cuba después de 1968 no quedó un sólo dueño de medios de producción y ya desde 1959 las grandes empresas fueron pasando a ser del Estado, ¿del Estado?, no, no mejor dicho de todo el Pueblo. Por su parte la forma o relación de producción siguió siendo estilo capitalista (trabajo-salario), sin que los beneficios fueran a manos privadas, ahora van a El Estado, al Pueblo.

¿Y entonces la plusvalía cómo queda?, como el pedacito de trabajo que se entrega al Estado, porque el trabajo no se paga por todo su valor, tal como ocurre en el capitalismo hay una parte que no llega a nuestras manos.

Ese plus trabajo que constituye la utilidad de las empresas lo recibe El Estado de todas las actividades económicas productivas y es la principal fuente de ingresos al presupuesto, la fuente de dinero que enriquece al Estado. Pero no es la única, además existen otros impuestos que se pagan o se extraen del salario no pagado a los trabajadores, la Seguridad Social con el destino específico o fundamental de financiar la Salud Pública y el % a pagar por enfermedades temporales o permanentes.

De esa forma llegamos a la primera conclusión, el gran benefactor El Estado no tiene ni un centavo propio, todo su dinero es la acumulación de los verdaderos benefactores, los trabajadores. El Estado sólo tiene la responsabilidad de custodiar y distribuir los fondos acogidos a la Ley, que el dueño (el Pueblo) refrendó y que beneficia a todos por igual según su condición ante la vida.

De ahí de ese fondo sale el pago de la Educación de nuestros hijos que pagamos los padres, de ahí sale la Salud Pública que pagamos aunque no vivamos enfermos, de ahí y de los que continuarán trabajando cuando la edad no nos lo permita, sale nuestra jubilación de cada mes hasta el fin de nuestros días.

Todo absolutamente todo lo pagamos los trabajadores y lo cedemos con placer a los incapacitados.

En Cuba no hay salud, ni educación gratuitas.

Nos falta el tema de los subsidios a productos y servicios es decir de donde sale el dinero que paga El Estado para cubrir la diferencia entre el precio que pagamos que no cubre el costo real y esté, exactamente del mismo fondo, pero el destino de esa acumulación nunca ha sido ese por lo que el subsidio a producto es un desvío de recursos. 

¿Cómo es posible que un trabajador no pueda con su salario pagar los productos y servicios que necesita consumir, si el costo real de los mismos sale de su propio trabajo? ¿Dónde se esconde ese misterio? La respuesta está en el paso del tiempo, más de 40 años con un sistema de pagos estático y un sistema de precios estático, cuando el mundo siguió su curso a una velocidad espantosa y los costos de importación subieron, el dinero (deuda) por ley natural se devaluó y Cuba quedó enclaustrada (aislada en la isla) como los chinos hace miles de años en su muralla. A esto le llamo obsolescencia económica.

A fin de cuentas nos dejaron de pagar en salario lo que paga el presupuesto como subsidio y como el presupuesto se nutre de la utilidad que generan los trabajadores, por lo tanto llegamos a otra conclusión, no nos entregan nada subsidiado, lo pagamos con la utilidad que generamos. A más salario (gasto) menos utilidad, a menos salario más utilidad más fondo para el presupuesto. La nada no produce nada, ni valora nada, el trabajo genera productos y valoriza el tiempo empleado en él, su pago correcto permite la compra sin subsidio.

Última conclusión: si los fondos mal administrados y la producción deprimida no alcanzan para satisfacer las necesidades de la sociedad, cómo estamos viviendo. Existen otras fuentes de ingreso que no provienen del trabajo propio, como son las remesas, los créditos de bancos extranjeros (deuda externa) y otras fuentes que según su procedencia y la administración de estos fondos comprometen el futuro hasta de nuestros bisnietos, pues la deuda que mi abuelo y mi padre adquirieron en los 70 cuando era un niño, aun yo no tengo solvencia para pagar y ese dinero se usó en algo que evidentemente no dio resultado.

Por todo lo antes expuesto en Cuba todo es pagado por los trabajadores, no hay otra gratuidad o subsidio que no sea la apropiación indebida.

1 comentario:

  1. Mi amigo Pancho guarda todas las libretas, desde la primera......es todo una lección de historia económica........aqui se entretejen los problemas de la concepción del Estado, del individuo, sus relaciones.....y un rosario más, que no ha avanzado ni un milímetro en los últimos cien años.....pero sí se ha escrito bastante, y bien.....entre estos Lebowitz y Mezaros
    MAS ALLA DE EL CAPITAL: LA ECONOMIA POLITICA DE LA ...www.casadellibro.com › ... › Política › Teoría política
    En "Más allá de El capital", Michael A. Lebowitz se ocupa de las implicaciones del libro sobre el trabajo asalariado que Marx se propuso escribir originalmente


    Más allá del Capital: Hacia una teoría de la transición. Front Cover. István Mészáros. Vadell Hermanos Editores, C.A., 2001

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