Por: Abel Padrón Padilla, Lisandra Fariñas Acosta
18 enero 2021
El ensayo clínico Fase II b del candidato vacunal Soberana 02 comenzó este lunes en el policlínico 19 de abril, del capitalino consejo popular Plaza de la Revolución, instalación escogida como sitio clínico en esta nueva etapa.
Durante tres semanas se vacunarán hasta 900 sujetos en dos sitios clínicos: el mencionado policlínico 19 de abril y la clínica 1 de la Lisa.
El estudio Fase II tiene como objetivo evaluar la inmunogenicidad, seguridad y reactogenicidad del candidato vacunal anti SARS-CoV-2.
De acuerdo con la Doctora en Ciencias Médicas María Eugenia Toledo Romaní, epidemióloga del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), investigadora principal de los ensayos clínicos de Soberana 02, este ensayo tiene entre sus principales características, que incluye a adultos entre los 19 y 80 años, de nacionalidad cubana y que otorguen su consentimiento de participación. Se realiza de forma aleatoria y totalmente a ciegas, comparando los resultados del candidato vacunal con la administración de placebo.
Se considera que todos los individuos serán beneficiados porque, una vez abiertos los códigos, los que recibieron placebo serán vacunados con el inmunógeno, sostuvo la especialista.
Exlicó que las personas seleccionadas serán evaluadas, verificando que cumplan los criterios de inclusión y que no tengan los criterios de exclusión previstos en el protocolo. A partir de ahí van a recibir dos dosis del candidato vacunal Soberana 02 y serán posteriormente chequeados para monitorear su respuesta inmune.
Este es uno de los ensayos más importantes conducidos en términos de rigor científico, en tanto se demostrará la respuesta inmune del candidato vacunal comparado con los sujetos que reciben placebo, reiteró Toledo Romaní.
Los estudios anteriores a este habían sido estudios exploratorios, con todo el rigor de la autoridad reguladora, pero que involucraban un menor número de personas, detalló.
Como uno de los elementos que distinguen este ensayo, subrayó que se incluyen adultos mayores, muchos de los cuales tienen comorbilidades como diabetes e hipertensión, y que no se están dejando fuera. Como criterio sí se considera, dijo, que su enfermedad crónica esté compensada, pero no los excluye del estudio. “Incluso en estas personas no hemos tenido efectos adversos graves relacionados con la vacunación”.
“A partir de aquí esperamos que la vacuna pase a una fase III, que alcanzará un mayor número de población, aproximadamente 150 000 personas, en lugares y en grupos de muy alto riesgo, para beneficiar y evaluar la eficacia clínica de este candidato; es decir, si las personas no se enferman una vez que han sido vacunadas”, dijo la experta.
Según la información ofrecida por el Instituto Finlay de Vacunas, las fases preclínicas y clínicas (Fase I) de Soberana 02 han demostrado seguridad y efectividad en los sujetos vacunados. En la fase I participaron 40 sujetos de 19 a 80 años de edad, mientras que en la fase IIa ya fueron vacunados 100 sujetos, también de 19 a 80 años de edad. En ninguno de los casos se han registrado efectos adversos graves.
“Hoy podemos tener la certeza de que nuestro candidato vacunal es muy seguro. Los eventos adversos que se han reportado son: dolor leve en el sitio de la inyección en las primeras 24 horas de administrado, y un poco de malestar general en algunos sujetos, pero nada más. Tampoco se han presentado eventos sistémicos, como fiebre elevada o malestar que limite las actividades de la persona; ni hospitalizados a causa de la vacuna”, aseguró la epidemióloga del IPK.
Ambos sitios clínicos (19 de abril y Clínica 1 de la Lisa) cuentan con un sistema de urgencias médicas, para atender cualquier evento adverso, pero no lo hemos tenido, afirmó.
Un nuevo sitio clínico con el más alto estándar
“Es un día importante porque estamos abriendo un nuevo sitio clínico en un policlínico, donde hemos creado una unidad de ensayos clínicos con el mayor rigor y estándar de acuerdo a las exigencias de la autoridad reguladora, que estará inspeccionando el sitio este miércoles para verificar el cumplimiento de las buenas prácticas clínicas”, agregó la investigadora.
“Plaza de la Revolución podríamos decir que fue un municipio iniciador de la epidemia. Cuando se reportaron los primeros casos en el país en el mes de marzo, varios pertenecían a este. Tanto este municipio, como Playa, son considerados de muy alto riesgo epidemiológico, atendiendo no solamente a la densidad de su población sino a la movilidad de la misma, y que actúan como receptores de población de viajeros por el número de casas de alojamiento y hoteles existentes”, señaló la entrevistada.
De ahí que, dijo, el municipio Plaza no solo esté involucrado en este estudio clínico. En el mes de abril fue conducido un ensayo de intervención con la vacuna VA-MENGOC-BC, para estimular la inmunidad innata poblacional, y este policlínico participó en dichos estudios.
Así, se fueron creando capacidades con los médicos, otros profesionales de la salud que participan en el ensayo, y la población, con vistas a poder considerar esta institución un sitio clínico para evaluar una vacuna específica contra la COVID-19.
En el policlínico 19 de abril serán vacunados, de los 900 sujetos que alcanzará el ensayo fase IIb, unas 405 personas, dijo la investigadora.
Actualmente, enfatizó la experta, el municipio Plaza continúa reportando contagios de la enfermedad, y en ese sentido refirió que lo importante no es solamente el número de casos sino el riesgo existente de que sigan apareciendo. “En términos de vacunas preventivas uno de los objetivos fundamentales es beneficiar a la población. No se trata entonces solo de hacer estudios y crear una vacuna, sino de beneficiar a la población que está expuesta a mayor riesgo”, dijo.
Según confirmó la Doctora Mayra García Carmenate, investigadora-coordinadora del sitio clínico 19 de abril de Soberana 02, “este sitio se viene preparando desde hace meses, para lo cual ha tenido asociado un proceso de selección del personal de salud que va a participar en el ensayo clínico. Me refiero al personal médico, de enfermería y de aseguramiento, para llegar hoy al inicio de la Fase IIb con un personal que cumple con todo el estándar de un ensayo clínico y de lo que demanda la autoridad reguladora que lleva este proceso”.
Entre los requisitos fundamentales para escoger el policlínico 19 de abril como sitio clínico, la especialista señaló el cumplir con todo el flujo que lleva la investigación. “Es decir, el flujo del sujeto que participa en el ensayo clínico, de que no haya una mezcla entre los pacientes vacunados y los que aún no se vacunan; que cumpla además con todo lo relacionado a la higiene y a la epidemiología y al cumplimiento de los protocolos establecidos por el sistema nacional de Salud en este contexto. Estos requisitos están relacionados además con el personal que va a estar presente en el sitio clínico, pues tienen que ser especialistas, y haber recibido una preparación previa”, comentó García Carmenate.
Para desarrollar el ensayo, señala la también jefa de departamento de Enfermedades Transmisibles del Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de La Habana, fue preciso dividir el policlínico en dos. Ello llevó a una reorganización de servicios dentro de la institución, porque lo primero es que no haya afectación a los servicios de asistencia médica a la comunidad.
“Por lo que los servicios no se quitaron, sino que se reorganizaron, como está previsto en la intersectorialidad, en otros policlínicos. Eso nos permitió poder designar toda un área solamente para el sitio de Ensayo clínico”, dijo.
Lo segundo—precisó— es que hicimos una selección de especialistas con mayor experiencia profesional: especialistas en medicina Interna, que ya han pasado diplomados de emergencia, de urgencia médica, médicos que ya tienen diplomados en el tratamiento de eventos adversos, no solo a vacunas, sino a cualquier otro medicamento. Es decir, que tuvieran requisitos profesionales que le permitieran conducir un equipo de otros médicos que quizás, aunque son especialistas o residentes, no tienen esos diplomados y formación. Esas personas liderarían los grupos que llevarían a cabo cada uno de los procesos que se desarrollan en el sitio clínico como parte del flujo de la investigación.
Flujos que estarían supervisados todo el tiempo por las instituciones que participan en el ensayo: el Instituto Finlay de Vacunas, el Centro Nacional Coordinador de Ensayos Clínicos, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) como entidad reguladora que evalúa todo el proceso, el Instituto de Medicina tropicalpedro Kourí (IPK), el Centro provincial de Higiene, Epidemiología y Microbiología de La Habana y el propio policlínico 19 de abril.
Somos acompañados además, como Sistema de Salud, por la Dirección Provincial de Salud y el Ministerio a todos sus niveles, así como por el Partido y el Gobierno del territorio, señaló.
¿Cómo se hizo la selección de los sujetos para participar en el ensayo?
Para esta Fase II b se amplió el grupo etáreo de personas que van a participar y estamos seleccionando sujetos entre 19 y 80 años de ambos sexos, que sean ciudadanos cubanos, que vivan en el área de salud del policlínico 19 de Abril, que den su consentimiento de que quieren participar en el estudio y que, luego de pasar por un examen físico riguroso, y realizarse grupo de exámenes complementarios, se decida que cumplen con los criterios de inclusión que tienen el ensayo clínico, puntualizó la doctora Mayra García Carmenate.
Todos los que cumplen estos requisitos, hasta completar la muestra de 405 personas, quedan incluidos en la vacunación. La otra muestra se evaluará en la Clínica 1 de La Lisa, dijo.
Ha sido, sostuvo, un proceso en el que han estado incorporados los médicos y enfermeros de los consultorios, haciendo primeramente una preselección de estos pacientes que puedan estar cumpliendo con los criterios de inclusión. Estos pacientes vienen en el momento de reclutamiento donde se les explica todo lo que tiene que ver con el ensayo clínico, firman su consentimiento informado, se les realiza una evaluación inicial donde un grupo médico hace un examen físico y un interrogatorio, se les hace un grupo de complementarios, como PCR en tiempo real, test de embarazo a las mujeres en edad fértil, test rápido de COVID-19 y determinación sanguínea para evaluar el nivel inmunológico antes de administrar el candidato vacunal, refirió la experta.
Todas esas personas, con sus resultados, de haber resultado negativas estas pruebas, vienen a una segunda consulta donde se analizan los complementarios, se vuelve a evaluar al paciente, se verifica que cumpla con los criterios de inclusión y entonces se registra para ser vacunado con el candidato vacunal, explicó.
Según la entrevistada, este es el flujo que está organizado y así está dividido por sectores el sitio clínico: un lugar donde se realiza el reclutamiento, y otro, cuando ya se administra el candidato vacunal, donde el paciente tiene una evaluación a las 24, a las 48 y a las 72 horas de manera presencial. Esta división permite que no haya mezclas entre el paciente que no se ha vacunado y el paciente que ya está vacunado, aclaró.
Confianza en la ciencia cubana
Después que la persona se vacuna con el candidato, durante una hora se mantiene bajo observación de un personal médico y de enfermería diplomado en urgencia y emergencias médicas, y particularmente en el seguimiento de eventos adversos, reiteró la especialista.
En ese tiempo atienden a la posible ocurrencia de algún evento adverso inmediato a la vacunación, pero el sujeto también tiene en su poder un diario para registrar estos sucesos, de manera que cuando se retire a su hogar pueda anotar ahí si tuvo fiebre, algún dolor en el brazo u otro de los episodios más frecuentes relacionados con las vacunas que se le ponen a la población cubana, explicó García Carmenate.
La evaluación presencial se realiza, reiteró, a las 24, 48 y 72 horas, añade. En eseperiodo,el sujeto regresa al sitio clínico donde está el personal encargado de valorar las reacciones al candidato vacunal.
No obstante, como en todo ensayo clínico existe un convenio con el hospital clínico base del municipio, en este caso el Manuel Fajardo, para que, de ocurrir cualquier evento durante el horario de la noche, el paciente, que además tiene una tarjeta de identificación como participante en el ensayo del candidato vacunal Soberana 02, acuda a esa institución donde está todo coordinado para su atención.
Son esos protocolos los que brindan confianza ciega a Natacha Barrera Fontané y Maidelín García Cruz para participar en este estudio, a pesar de sus enfermedades crónicas no transmisibles.
Confianza en la ciencia cubana y en la profesionalidad del personal de salud del policlínico 19 de Abril, apunta Barrera Fontané, de 55 años, quien comenta el buen trato y las atenciones que han recibido en todo momento.
Ella no lo pensó dos veces cuando la doctora del consultorio médico de la familia la llamó para ver si podía ser voluntaria en el proceso para comprobar la eficacia de la vacuna cubana contra la COVID-19.
Junto a otros voluntarios llegó al teatro del 19 de Abril, siempre manteniendo el distanciamiento, donde les dieron una capacitación sobre todo el proceso, desde su inicio hasta la culminación, así como un manual sobre el tema. Luego les hicieron un estudio inmunológico para ver cómo se encontraban las defensas de suss organismos y si estaban aptos.
“No todo el mundo que se propone llega hasta el final, hay una comisión médica que es la que valora si estás apto para ponerte la vacuna”, precisa Barrera Fontané. “Ahora estamos aquí nuevamente chequeándonos cosas como la presión o, en mi caso, el azúcar, porque soy diabética.
“Hacemos esto para ayudar a todos los cubanos, a todo el mundo, dar el paso al frente para que acabe de salir la vacuna y ponérsela a todos y acabar con el bichito este”, agrega.
En tanto, Maidelín García Cruz, de 52 años, también se muestra orgullosa de ser parte del ensayo. “Muchos cubanos quisieran vivir esta experiencia, para mí es muy emocionante”, dice y apunta que su hipertensión está controlada, pero confía más que nada en el riguroso protocolo de atención y en los científicos y médicos cubanos.
“Mi familia está también muy emocionadacon mi participación. Esto es un avance muy grande, algo que no solo necesitan los cubanos, sino que el mundo entero necesita de nuestras vacunas, de todo lo que se pueda hacer, porque realmente hay millones y millones de personas falleciendo”.
La población está muy entusiasmada, de hecho, vienen, aunque no sea el momento de reclutamiento. Nosotros les damos la explicación de cuándo deben venir, porque siguiendo los protocolos de salud, no podemos tener el policlínico y el sitio clínico lleno de personas, agrega la doctora García Carmenate.
Por ello se ha ido citando paulatinamente, por grupos etáreos, para que la explicación también sea más diáfana, y llegue de forma más certera a los pacientes, dijo.
Hasta el hecho de sacar los servicios del policlínico, que para los pacientes es complicado porque se tienen que mover, también ha sido bien recibido, teniendo en cuenta para qué va a ser utilizado el policlínico y la importancia que tiene, sostuvo la investigadora.
De los pacientes que hemos traído para reclutamiento, no hemos tenido uno que no haya firmado su consentimiento, afirmó.
Que los tiempos que medien sean los necesarios
“No tenemos ni días ni noches, solamente para que los tiempos que medien sean los necesarios”, aseguró la doctora María Eugenia Toledo Romaní.
Entre una dosis y otra del candidato vacunal median 28 días. Es decir, el sujeto se capta, se administra la primera dosis y 28 días después se administra la segunda dosis, para posteriormente evaluar la respuesta inmune. No tendremos descanso para solapar etapas y una vez que veamos que la vacuna funciona y que los sujetos tienen una respuesta inmune adecuada, pasar a una fase III, precisó la especialista.
“En Cuba el principio de la ciencia es el beneficio a las personas, a la población. No se puede ir a un ensayo fase III para probar algo, sino ir con un candidato vacunal que ha avanzado suficientemente como para decir: es seguro y puede funcionar, antes de comenzar a vacunar a la población. Entre otras cosas, cuando las personas están vacunadas, ello puede generar una falsa sensación de seguridad y nosotros tenemos que saber que de verdad estamos protegiendo a nuestra población”, afirmó.
La población tiene que saber que no descansaremos hasta poder entrar en una fase III en el menor tiempo posible, y para ello tenemos el acompañamiento de la autoridad reguladora, del Ministerio de Salud Pública, de todos los centros de investigación e incluso de la población, sostuvo.
La entrevistada comentó además sobre la expectativa de que Cuba vaya a ensayos de fase III con este candidato vacunal, no solamente en el territorio nacional sino en el extranjero. “La idea de que haya una experiencia internacional, además de avalar nuestro producto, tiene que ver con que en el país, la incidencia de casos de COVID-19 es baja en comparación con las cifras internacionales. Para llevar a cabo un estudio de eficacia clínica, es decir fase III, donde se demuestre que los sujetos vacunados se enferman menos que los no vacunados, hay que tener una incidencia de la enfermedad que permita medir esta eficacia y asegurar que nuestro candidato vacunal no es inferior a otros que ya están hoy en el mercado”, señaló.
Nuestra idea es que Cuba se vacune con su vacuna, que los cubanos se inmunicen con la vacuna que nuestra ciencia ha hecho para nuestro pueblo, pero tenemos que demostrar la absoluta eficacia de nuestro candidato respecto a otros en el mundo, dijo.
“La COVID-19 entró sin avisar, no a Cuba, sino al mundo. Por tanto, las capacidades productivas para producir una vacuna específica contra la COVID-19 han tenido que ser creadas en la batalla cotidiana por llegar lo más pronto posible a este resultado. En las facilidades que tienen grandes compañías, las cuales no sufren las limitaciones de un bloqueo económico, probablemente sea muy fácil hacer nuevas capacidades para desarrollar una vacuna. En Cuba todo es más difícil, justamente por el bloqueo que nos ha impuesto el gobierno norteamericano. Si hay que comprar nuevas máquinas, montar plantas, resulta extremadamente difícil por las limitaciones a la hora de adquirir estos productos”, dijo.
No obstante, añadió, nuestro objetivo es contar con una vacuna para toda la población cubana, aunque se vayan vacunando en principio por grupos de riesgo.
La clave sigue siendo la protección individual
Mientras no tengamos una vacuna específica en la cual podamos alcanzar altas coberturas, la protección individual de cada uno de los sujetos, no solo en la calle, sino al interior de los hogares (ante la ocurrencia cada vez mayor de brotes intradomiciliarios), sigue siendo la única solución que tenemos en estos momentos, comentó Toledo Romaní.
Para la Doctora en Ciencias Médicas, “ello no solo debe formar parte de la estrategia de salud sino de los individuos y las personas para protegerse. Hoy toda la población espera cada día saber cuántos casos hay, y ello genera una situación de alarma. Pero lo importante es que eso se traduzca en un comportamiento realmente preventivo. Lo esencial ante la COVID-19 es evitar la crisis sanitaria, que se saturen los servicios de salud, evitar muertes, evitar niños graves… Debemos entender que aun cuando tengamos la vacuna, necesitamos tener altas coberturas de vacunados, para que realmente las personas no se enfermen, y no se contagien los más susceptibles y que mayor riesgo tienen de morir”.
Como ejemplo concreto de lo anterior, la entrevistada hizo alusión a la situación epidemiológica que presentan en estos momentos provincias como Santiago de Cuba y Guantánamo, “provincias que están comenzando a vivir la epidemia en términos de incremento de casos, donde el mayor número de contagios se está produciendo entre los 30 y los 40 años”.
“Hay que saber que los ancianos tienen el mayor riesgo de morir, pero los que enferman a los ancianos son los que mayor movilidad tienen, las personas que están en los centros laborales, escuelas…”, dijo.
En tanto llega la añorada vacuna, la clave sigue siendo la disciplina y protección individual, mediante el cumplimiento de las medidas sanitarias recomendadas.
Soberana 02, sobre una plataforma tecnológica conocida
De acuerdo con expertos del Instituto Finlay de Vacunas (IFV), la plataforma tecnológica usada en la vacuna Soberana 02 es el mismo método desarrollado y utilizado en la producción del principio activo de la vacuna cubana conjugada Quimi-Hib. ® (Vacuna conjugada contra el Haemophilus Influenzae tipo b), la cual ha demostrado su seguridad y eficacia en población lactante y se encuentra incorporada en el Programa Nacional de Vacunación desde 2004.
Esta tecnología de conjugación ha sido desarrollada durante más de 15 años para diversos candidatos vacunales en el IFV y constituye una plataforma bien conocida y con amplia evidencia de desempeño.
Vale destacar que las vacunas conjugadas como lo es Soberana 02 han tenido un gran impacto en los esquemas de vacunación infantil a nivel mundial, disminuyendo de forma dramática la incidencia de infecciones por bacterias como Haemophilus Influenzae, Neisseria meningitidis y Streptococcus pneumoniae.
Asimismo, las vacunas polisacarídicas conjugadas, como Soberana 02, generan una respuesta inmune protectora y de larga duración en la población general, particularmente en aquellos menores de dos años, grupo etario en el que las vacunas polisacarídicas no conjugadas tienen poco o ningún efecto.
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