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martes, 16 de febrero de 2021

Eficiencia y liberalización de fuerzas productivas, tarea pendiente de la economía cubana




© AFP 2021 / Yamil Lage

Miguel Fernández

LA HABANA (Sputnik) — La eficiencia en la empresa estatal y la liberalización de actividades productivas en el sector privado, siguen siendo tareas pendientes para Cuba, que desde inicios de este año despliega 'Tarea Ordenamiento', el proyecto para modificar su estructura económica.

Según expertos, los efectos de la pandemia del COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EEUU desde 1962, han complicado la aplicación de las nuevas medidas, que incluyen una reforma salarial, modificación de precios y la esperada unificación monetaria.

"Este momento es bien difícil para aplicar la Tarea Ordenamiento, hubiera sido menos complicado en 2009 o en 2010, pero lo cierto es que ya no se podía esperar más, tenía que aplicarse ya", comentó a Sputnik el profesor e investigador Esteban Morales, doctor en Ciencias Económicas, y docente titular de la Universidad de la Habana.

Morales señaló que, tanto la pandemia del COVID-19 como la aplicación de más de 240 sanciones por parte de EEUU, complejizaron el escenario económico cubano, principalmente por la puesta en práctica del Título III de la ley estadounidense Helms-Burton.

Se trata de una medida que ningún Gobierno anterior había puesto en funcionamiento, ya que podía afectar seriamente las relaciones de EEUU con sus aliados, dificultando la inversión extranjera dentro de la isla.

Principales dificultades

En opinión del académico, a todas las dificultades se une el hecho de que la economía cubana crece de una manera muy débil, y a que se empezaron a aplicar las nuevas medidas con una insuficiencia de ofertas en el mercado.

"Para el primer trimestre del año 2021 vamos a tener una situación bien complicada y difícil, que no significa que no se pueda sobrepasar, pero va a afectar y crear dificultades", subrayó Morales.

Reconoció además que una medida importante dentro de la Tarea Ordenamiento fue tomar en cuenta el costo de la canasta básica para aplicar la reforma salarial y de esa forma intentar evitar un fenómeno inflacionario.

"El peligro que se enfrenta en este momento, (es que) al haber un desequilibrio entre oferta y demanda, y aumentarse los salarios, se produce inflación, se incentiva el mercado negro, se agudizan las colas en los mercados, se genera corrupción, aumentando además los delitos, entre ellos el robo", explica.

Morales aclaró que ese desequilibrio de oferta y demanda determina que la economía no se puede resolver con medidas administrativas que se aplican de manera inmediata buscando determinados resultados, pues la esta tiene que reaccionar e incrementar la oferta para que la demanda, a partir del aumento de salario, encuentre equivalencia en el mercado.

"Estamos en una circunstancia de ese tipo en este momento, lo que obliga a buscar formas de incremento de la eficiencia, la productividad y la oferta, porque todos los males que acechan están a la vuelta de la esquina", advirtió el economista.


Añadió que en Cuba se parte del principio de que "nadie puede quedar desamparado" y que cada ciudadano esté en capacidad de resolver sus necesidades mínimas, pero en este momento eso se resolverá a partir del presupuesto estatal que dará recursos subsidiados o ayudas financieras, pero también tiene que tener un respaldo en el incremento de la producción.

Entre las prioridades está echar a andar de una forma vigorosa la producción agropecuaria y dentro de este sector, incentivar las cooperativas, que tienen que acabar de funcionar.

Incentivo al sector privado

"Todas las formas de propiedad existentes, sean agropecuarias, industriales, pequeña y mediana producción, cooperativas, tienen que funcionar en sistema, al unísono, crecer e incrementar. No podemos dejar al margen a ninguna de ellas", dijo Morales.

También espera que se impulse aún más al sector privado, que ya absorbió a más de 600.000 trabajadores, a pesar de las limitaciones y las trabas administrativas, echar a andar a las pequeñas y medianas empresas (PYMES) y poner en sintonía a la economía interna con la inversión extranjera

"Todas las formas de producción tienen que funcionar, no pueden tener limitaciones de conexión ni de mecanismos por las que deben funcionar para crecer", puntualizó el académico.

En su opinión, las nuevas medidas de la Tarea Ordenamiento van "poco a poco" avanzando, pero no se ha llegado a la conclusión que la mejor forma de aplicar las PYMES está en la producción agropecuaria.

Para el economista, es allí donde están las mejores condiciones para aplicar de manera inmediata el funcionamiento de la pequeña y mediana empresa, que tiene un lugar formidable dentro de la producción agropecuaria, porque es donde está el mayor nivel de propiedad privada.


El especialista insistió en incentivar el trabajo en cooperativas, y al mismo tiempo hacer que la empresa estatal funcione de manera más amplia e independiente, que hasta ahora no termina de aplicar todas las prerrogativas de las que dispone para ser más eficiente.

"Eso es sumamente importante para hacer funcionar la economía y hacer crecer la oferta, el principal antídoto contra la inflación e incluso contra la corrupción", enfatizó.

Precios topados

Respecto a la política de aplicar precios topados en el mercado, Morales insiste que no tiene sentido.

"Muchas veces vemos acciones que atentan contra el mercado, y no son más que reacciones a medidas administrativas absurdas que al final no resuelven los problemas de la economía", afirmó.

Comentó que los precios topeados también han sido fuentes de conflictos y desaciertos, ya que han provocado la ausencia de productos de primera necesidad.

"No puedes decir que vas a poner precios a voluntad, porque los precios los forma el mercado, la correlación entre oferta y demanda es la que forma los precios, un mecanismo que nació con la economía mercantil y que la sociedad no ha podido superar. El mercado es un invento social que no es superable", explicó.

"Cuando hay escases de productos, el comprador está dispuesto a pagar lo que le pidan con tal de tenerlo, pero cuando hay supremacía de productos, el vendedor está dispuesto a rebajar los precios para poder vender, y eso es un mecanismo social, económico, que no es superable, y nosotros estamos ahora en una circunstancia de ese tipo", añadió.

Para Morales, en ocasiones no se trata de problemas económicos, sino ideológicos.

"No es problema de medidas económicas, sino de medidas administrativas absurdas que no resuelven los problemas de la economía", concluyó.

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