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martes, 16 de marzo de 2021

Cuba y Estados Unidos, a 25 años de la Ley Helms-Burton y la continuidad de una política fracasada.

Por: Tony López R

Hace 25 años que en un hecho sin precedente y con un importante ingrediente colonialista, el presidente demócrata William Clinton, firmó una genocida e infame ley contra el pueblo, gobierno y el Estado independiente libre y soberano de la República de Cuba.

Presentada en marzo de 1996 bajo el embustero e indigno título de “Ley de la Libertad y la Solidaridad Democrática Cubanas” quedaba clara la intención de provocar la caída del gobierno revolucionario, recobrar las propiedades nacionalizadas y volver al régimen de explotación, miseria, insalubridad, analfabetismo e instalar el poder paralelo, del gobierno criollo sometido y la embajada de Estados Unidos ejerciendo el poder real. O sea, un embajador con el papel de Virrey, algo similar a lo que hicieron en Irak con el nombramiento de un gobernador.

La ley presentada por los ultraconservadores congresistas republicanos de Carolina del Norte Jesse Helms y Dan Burton, de Indiana, fue concebida, financiada por la CIA y por la firma Ron Bacardí e impulsada por los sectores cubanos-americanos, de extrema derecha y la saga de los que fueron apoyos, cómplice y aliados de la sangrienta dictadura de Fulgencio Batista y de la mafia estadounidense de Meyer Lansky que imperaba en Cuba.

La Ley ya conocida como Helms-Burton, tenía el objetivo estratégico de globalizar el bloqueo económico impuesto desde 1962, aunque desde 1959 luego de la firma de la Ley de Reforma Agraria, se venían aplicando sanciones económicas a Cuba, por los sucesivos gobiernos estadounidenses.

La activación por parte del gobierno de Donald Trump de activar los títulos III y IV que sanciona financieramente a cualquier país o empresa que comercie con Cuba, negar la visa a empresarios, gerentes y familiares de los propietarios de grandes conglomerados económicos para visitar Estados Unidos, impedir el ingreso de buques que trasladen alimentos y otros productos a Cuba ha provocado no pocos conflictos con sus aliados europeos.

La finalidad era y siempre ha sido, provocar el derrocamiento del gobierno revolucionario, pero su alcance es tan grave que por su carácter extraterritorial afectan las relaciones comerciales y económicas con sus aliados. La prepotencia imperial desafía al mundo, desde hace 27 años en la ONU los gobiernos votan la resolución cubana que pide el levantamiento del bloqueo y explica muy bien el carácter violador e ilegitimo de su aplicación. En el 2019, 187 países de los 192 votaron a favor y solo tres votaron en contra Estados Unidos, Israel y Brasil y se abstuvo Colombia y Ucrania.

Frente al fracaso de diversas acciones, incluida la derrotada invasión militar en Playa Girón, en abril de 1961; más de 600 planes de asesinatos contra Fidel Castro, la organización de bandas criminales en varias provincias, todas derrotadas; actos terroristas y sabotajes contra la economía. Las pérdidas de más de 3478 vidas cubanas y 2099 impedidos físicos como consecuencia de esas acciones. 

Los diversos gobiernos que ocuparon la Casa Blanca, sintieron la resistencia de un pueblo que se negaba a volver a ser una colonia de Estados Unidos. Mientras que, desde el triunfo revolucionario, una minoritaria comunidad cubana, establecida en la Florida desde enero de 1959, vinculados a la CIA, desde la época de la dictadura de Batista y al sistema político de la Florida, emprendieron la carrera política y desde el Congreso, utilizaron y utilizan su influencia, para conspirar contra Cuba.

A 63 años del triunfo de la Revolución ese minoritario, desprestigiado y mendaz, pero poderoso grupúsculo persiste y continúan secuestrando la política de Estados Unidos hacia Cuba.

Un ejemplo lo tenemos en lo sucedido el pasado 9 de marzo, en la audiencia del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara a la cual fue convocado   el Secretario de Estado de la administración Joe Biden, Anthony Blinken , quien frente a la interpelación  de la senadora  cubana -americana María Elvira Salazar, acerca de la  política que la administración Biden asumiría frente a Cuba, este le respondió “que no implementaran ninguna acción con Cuba sin antes consultar con el Congreso”.

María Elvira, nefasto personaje vinculada a la mafia terrorista cubana de Miami, en su continua provocación, pidió   que Blinken, aclarara cual sería la política que se aplicaría a Cuba y sí se mantendría la aplicación de la ley Helms-Burton y los títulos III y IV de la ley. El Secretario de Estado le respondió que nada se hará sin consultar con los cubanos-americanos. Una respuesta, dirigida más al sector anticubano de La Florida y no entrar en un debate, y menos en un escenario electoral del 2022, o una respuesta para salir del paso.

Pidió se pronunciará de cuál sería la posición de EE: UU en relación a una información aparecida en la revista colombiana Semana, de un plan de Cuba para apoyar electoralmente al candidato Gustavo Petro. Blinken respondió que desconocía dicha información. La legisladora consideró “preocupante” que Blinken desconozca que lo publicado por Semana   está basado en un informe de la inteligencia colombiana.

La supuesta ignorancia de Blinken, puede estar más vinculada, a no prestarse a lo que él si debe saber, que el gobierno colombiano está desesperado en descalificar al candidato Petro del llamado Pacto Histórico y vincularlo a un plan de Cuba y ello le daría el reedito que lograron en el 2016 cuando Uribe ganó  el plebiscito, con la campaña de que si no votaban por el NO,  sería el castrochavismo el ganador y colocaría a la guerrilla en la  presidencia. El NO ganó y hoy ese pueblo colombiano está pagando muy caro ese error y allí tienen, incumplido los acuerdos de paz y las masacres diarias.   

El Pacto Histórico es una alianza electoral del centro izquierda colombiana para presidenciales del próximo año y Estados Unidos está más bien expectante a lo que sucede en Colombia y por el momento no parece que quieran caer en la trampa uribista de culpar a Cuba y más conociendo que la Revista Semana es un instrumento de la inteligencia militar colombiana.  

También queda clara la hábil y mal intencionada forma para vincular a Cuba en supuestas acciones injerencista y demostró como la mafia cubana-americana en el Congreso, sigue con su objetivo de buscar cualquier elemento que le sirva para atacar a Cuba y poner escollos para evitar que se produzca una política diferente de la nueva administración estadounidense con la isla.

Esa permanente insistencia de ese grupúsculo cubano americano en el Congreso, está asociada a que ellos están tomando en cuenta que cobra cada día más fuerza, la opinión de congresistas demócratas y un sector republicano de que el bloqueo los ha conducido al fracaso y dejar a Estados Unidos aislados mundialmente al aferrarse a una conducta, que política, diplomática y culturalmente, ha fortalecido a Cuba, en su digna y heroica resistencia.

Es evidente el secuestro, por ese minoritario grupo de legisladores cubanos americanos de la política de Estados Unidos hacia la isla. Pero contrariamente lejos de dañar y de aislar a Cuba, la ha fortalecido y se aprecia en la solidaridad internacional con su gobierno y pueblo. Pueblo que ha fortalecido su conciencia y tiene claro que es el gobierno de Estados Unidos, el máximo responsable de sus penurias y que lejos de ser un buen vecino ha procurado en 62 años destruir a Cuba.  

Lo real  de  ese grupúsculo mafioso, de origen cubano-americano,  es  que han hecho de su política anticubana, una fórmula de enriquecerse de los millones de dólares que reciben año por año del gobierno estadounidense, para mantener esa engañosa política de financiar a una supuesta oposición que no existe.

La realidad es otra, a Cuba solo llega un pequeño monto para pagar a sus llamados periodistas “independientes”, y a operadores de redes sociales convertidos en propagandistas en contra de su pueblo. El grueso de ese millonario aporte, va a los bolsillos de esos congresistas para financiar sus campañas electorales y auto titulados líderes de las organizaciones terroristas como Alfa 66, Directorio Democrático y financiar a los canales de televisión  y emisoras de Miami que se dedican a trasmitir falsas noticias y ambientar el odio y desprecio de los cubanos en la Florida por su país.

Ese pequeño monto de dinero, le sirve para, con migajas financiar a sus agentes y elementos contrarrevolucionarios en la isla, como los mercenarios de San Isidro, a los cuales les paga 100 o 200 dólares por acciones vandálicas, como lo han declarado los dos mercenarios que fueron detenidos y juzgados con todo el debido proceso y públicamente confesaron, que ese fue el dinero que le pagaron por enlodar con sangre de cerdo varios bustos del apóstol de la independencia José Martí. Y estos queridos lectores y amigos, son los supuestos “patriotas” que quieren liberar a Cuba.

Aquí tienen queridos lectores, la realidad de como ese grupo cubano-americano en el Congreso manipula y llevan varias décadas viviendo y enriqueciéndose, él  expresidente Barack Obama, expresó muy claramente,  cuando restableció las relación con Cuba,  que la política de bloqueo ha fracasado. Saquen ustedes sus propias conclusiones.

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(*) Periodista, politólogo y analista internacional.

La Habana, Cuba, 15 de maro de 2021.  18.30 hrs.

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