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miércoles, 3 de marzo de 2021

EMPRESA ESTATAL: Cambiar el guion de esta novela

 Con las nuevas medidas pudieran desaparecer las brechas dentro del universo empresarial. La distribución de utilidades y el acceso al comercio exterior suscitan reflexiones



Al aprobarse el nuevo esquema de financiamiento en divisas para Tabacuba quedó desprotegida la producción de tabacos y cigarrillos para el consumo interno.

Por DELIA REYES

Fotos y Videos: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA

El Grupo Empresarial Tabacuba tiene la característica de cerrar su ciclo productivo, es decir, desde la producción de la semilla hasta la realización de las exportaciones. Además, cuenta con un socio extranjero que financia por adelantado la industria tabacalera en el país y comparte la mitad de los dividendos del negocio. Esto le ha dado cierta holgura, que bien han sabido aprovechar sus 45 empresas, de las cuales tres son entidades mixtas.

Esta Organización Superior de Dirección Económica (OSDE) fue de las primeras en implantar el esquema de financiamiento cerrado en divisas. A este se le aprobó una liquidez que ascendió de 30 a 60 por ciento en cada dólar de exportación, explica Isis Diez Duardo, directora general de Economía. Para ilustrar la vitalidad de esta agrupación, comenta que ingresa al país más de 290 millones de divisas por concepto de exportaciones y, dentro del Ministerio de la Agricultura (Minag), está considerada como la de mayores aportes.



El sentido de pertenencia de los tabacaleros es una de las fortalezas de Tabacuba, afirma Isis Diez Duardo, directora de Economía de la OSDE.

Acerca de las medidas que perfeccionan y flexibilizan la gestión empresarial, asegura que ya forman parte del programa de desarrollo hasta 2030 del Grupo, el cual se encuentra en un proceso de evaluación y rectificación. “Tabacuba siempre financió toda la producción tabacalera del país, ya fuera para la exportación o el consumo nacional (tabacos y cigarros), y este último supera en unidades físicas la cantidad de tabaco que se exporta.

“Pero con el nuevo esquema que se le aprobó a la OSDE, solo se autoriza financiar lo que va para la exportación y queda desprotegida la producción para el consumo nacional, que depende ahora de una asignación de divisas, centralizada en el Ministerio de Economía y Planificación (MEP). Y como se sabe, el país establece prioridades, los medicamentos, la alimentación… ¿Entonces en qué prioridad queda el tabaco y el cigarro para el consumo interno?

“No podemos perder de vista que las ventas de estos productos generan un nivel importante de ingresos a la circulación mercantil minorista y por tanto al presupuesto del Estado”, valora la directora de Economía de Tabacuba.

Las 16 empresas de tabaco torcido que hacen producciones para la exportación, amplía Diez Duardo, sí resultan beneficiadas con el nuevo esquema porque pueden retener un cinco por ciento de los ingresos en divisas para satisfacer sus necesidades y ya no tienen que ir a la OSDE a pedir autorizaciones. Pero los más favorecidos son los productores campesinos, quienes reciben el 71 por ciento de las divisas que se genera por exportaciones.

En el caso del encadenamiento con el resto de las entidades nacionales, comenta, Tabacuba traspasa una liquidez de unos 25 millones de dólares a la industria nacional para que produzca algunos de los insumos necesarios. Pero, no todo lo que requieren se hace en Cuba y por tanto tienen que seguir importando un grupo considerable de esos recursos para garantizar las exportaciones.

Diez Duardo reconoce: “con la implantación del nuevo esquema hemos tenido muchos tropiezos con las propias instituciones, en particular con los bancos, porque no tenían la habilidad de trabajar las cartas de liquidez para pagos en el país. Y eso ha generado un grupo de trabas que hemos venido solucionando en el camino, pero todavía nos falta mucho”.

Por la “libreta”



Para Alfredo Rubio Lezcano, vicepresidente de Gelma, la descentralización de la asignación de divisas fue un paso imprescindible en la búsqueda de la autonomía empresarial.

A diferencia de Tabacuba, que desde hace años ha podido operar con cuentas en liquidez, el Grupo Empresarial de Logística (Gelma), también del Minag, no ha tenido suerte. Por eso, medio en broma, Alfredo Rubio Lezcano, vicepresidente de esta OSDE, sentencia: “Acaba de hablar el príncipe, ahora le toca al mendigo”.

Hasta el mes de septiembre del pasado año esta agrupación estuvo diseñada para comercializar insumos agropecuarios, equipamiento y prestar servicios técnicos especializados al sistema de la agricultura, pero todo lo hacía en moneda nacional. “Nada de divisas. A partir de ahí, cualquiera se percata de que nuestra realidad es diferente por completo a la de Tabacuba, pero es un desafío. Gelma se perfeccionó en 2018: de 46 empresas quedaron 24 y esto es importante porque hay mucha carga encima de las Unidades Empresariales de Base (UEB). Por eso, estamos tratando de innovar de forma permanente, de ampliar el perfil”.

Para buscar la eficiencia es necesario revisar las plantillas. “Hay una estructura grande arriba y pequeña abajo. A partir de las últimas medidas hemos trabajado mucho el tema de las UEB, pues son nuestro teatro de operaciones y tenemos 157 en todo el país. Además, contamos con una red de 229 puntos de venta para comercializar los insumos a los productores”, detalla Rubio Lezcano.

Con la decisión gubernamental de extender las ventas en Moneda Libremente Convertible (MLC) a las bases campesinas, el escenario de Gelma comenzó a cambiar. Asegura el vicepresidente de la OSDE que crearon condiciones en un grupo de esos establecimientos y ya están vendiendo en divisa en siete provincias, con un impacto positivo en las formas productivas. Se incrementa la cantidad de clientes y también las ventas.

Para abrir la nueva modalidad de ventas en MLC trabajan en consignación, es decir, con los inventarios de las empresas mayoristas de comercio exterior y los propios de la industria nacional. “El margen comercial (un 2,3 por ciento) que nos autorizaron es casi simbólico, pero eso no importa porque se trata de no encarecer los insumos al campesino”, explica Rubio Lezcano.



Gelma busca aumentar los surtidos en MLC para satisfacer las demandas de los clientes.

A partir de las facultades que se otorgan, elaboran las fichas de costo para cobrar una parte en MLC de los servicios técnicos y especializados para el sistema de la agricultura, que antes eran por la “libreta” en moneda nacional. “Estamos muy contentos con las medidas, porque eran muchas las trabas. Y si bien todavía no podemos hablar de esquemas cerrados, porque primero hay que generar la divisa, ya estamos haciendo camino y vamos a cambiar el guion de esta novela”.

En el borde del camino…



Una de las debilidades que aún persiste es la falta de materia prima de calidad, expresa Antonio García González, director general de Dujo.

La Empresa Industria Cubana del Mueble, Dujo, es de esas organizaciones que miran siempre con luz larga. Así lo reconoce su director general, Antonio García González, ante los presentes en la Mesa Redonda de BOHEMIA. “El verdadero éxito está en que los consejos de dirección sepan aprovechar al máximo las facultades que nos han otorgado y que pedimos a gritos por largo tiempo”.

Dujo, con sus 11 UEB, es la encargada de amueblar hoteles, instituciones hospitalarias y educacionales del país, entre otras importantes misiones. En tal sentido, también está encadenada con una buena cantidad de entidades nacionales. A partir de las medidas para gestionar los financiamientos que propician la producción y el desarrollo empresarial, aprovecha los desembolsos en liquidez del Turismo, las tiendas en MLC, las ventas online, la Zona Especial de Desarrollo Mariel y otros clientes.

Una medida significativa dentro de las aprobadas, para flexibilizar la gestión de la empresa, considera el director general, es la posibilidad de comercializar a precios por acuerdo. A partir de la recortería que se genera en la industria, pueden hacer diseños alternativos para la venta en los distintos sectores de la economía, lo cual incide favorablemente en el incremento de los niveles de actividad y por tanto en el salario de los trabajadores.

Al cierre de 2019, pagaron cinco salarios a partir de la distribución de utilidades, además, una parte de estas fueron destinadas al desarrollo, la investigación y la capacitación.



Los anticipos en liquidez le permiten a Dujo producir para distintos sectores de la economía.

Ni siquiera la covid-19 pudo detener el paso de la capitalina Empresa Productora de Alimentos Prodal, que en la recta final del pasado año ya tenía un sobrecumplimiento de sus planes, con impactos favorables en los ingresos de los trabajadores. Acralis Alfonso Hernández, directora de Producción de la capitalina Empresa Prodal, asegura que si en 2019 repartieron hasta cinco veces las utilidades, ahora terminarán con mejores dividendos porque podrán distribuir las utilidades sin límites. ¿Es así?

“Corchetes” a la utilidad

Dentro del último paquete de medidas aprobadas para perfeccionar y flexibilizar la gestión de la empresa estatal socialista está la relacionada con la distribución de utilidades, que resulta bien polémica. “Por un lado dice que se elimina el límite de hasta cinco salarios medios a distribuir, sin condicionarlo al cumplimiento o sobrecumplimiento de los indicadores directivos. Pero, por el otro, que esta remuneración no puede exceder la cuantía máxima de salarios medios aprobada en la legislación financiera vigente. Entonces, sí continúan poniendo restricciones al pago de las utilidades. Eso debería analizarse”, reflexiona la directiva de Tabacuba.



Sobrecumplir los planes es un imperativo para poder distribuir utilidades. Pero, ¿hasta qué límites?

Con esta apreciación coinciden Arturo Forteza Valdés, vicepresidente primero de la OSDE AgroForestal del Minag, y Alfredo Almeida Bazán, segundo jefe de la dirección general de Recursos Humanos del Ministerio de la Industria Alimentaria y la Pesca. “Cuando salen las normas se ponen trabas que amarran la autonomía. ‘Puede ser, pero hasta aquí’… es el corchete que te ponen a la hora de implementar las medidas”, subraya Almeida Bazán.

La Resolución 375 de 2020, del Ministerio de Finanzas y Precios, establece dentro de sus principios que “el monto a distribuir del pago a cuenta de utilidades creadas, se determina a partir del cierre de los estados financieros de cada trimestre y constituye hasta un 30 por ciento de la utilidad después de impuesto…”. Es decir, la normativa establece un por ciento en la distribución de utilidades a los trabajadores.

Hay experiencias, dentro de las cooperativas agropecuarias, de cómo esto se hace de manera efectiva, sin que medie límite, salvo lo que dicte la propia rentabilidad de la entidad, recuerda Diez Duardo. “En estas se paga un anticipo mensual y, cuando cierra el año, distribuyen el monto que considere la Junta Directiva de la cooperativa, a partir del coeficiente de participación que tenga cada socio”.

El ojo del amo…

La posibilidad de las entidades productoras de acceder directamente al comercio exterior les reporta múltiples beneficios, porque como dice el viejo refrán: “el ojo del amo engorda el caballo”.

“Hasta el 20 de abril del pasado año, dependíamos de las entidades autorizadas a importar y exportar. A partir de esa fecha se nos otorgó la facultad de hacerlo a través de una UEB nuestra que trabaja con una Asociación Económica Internacional (AEI) panameña. “El 9 de noviembre de 2020, el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera aprobó extender esa facultad a la totalidad de nuestras UEB”, comenta Jiménez Vargas, director general de la Eccam.

Las ventajas son muchas. En corto período lograron reducir los costos de importación en un 10 por ciento, exportaron más camarón, obtuvieron mejores precios y ampliaron la lista de compradores. “Ahí están los números. Estar de frente al cliente es una batalla diaria, que indudablemente mejora los ingresos de la empresa. La AEI ingresa el ciento por ciento de sus exportaciones, es decir, si exporta un dólar, va a su cuenta un dólar.



Para multiplicar los rubros exportables vale el refrán, el ojo del amo engorda el caballo.

“Atravesamos una gran crisis, y creo que todos hemos pasado por eso. Pero estamos saliendo más fortalecidos porque podemos retener nuestros ingresos por concepto de exportación y de ventas en MLC, y tenemos capacidad real de importación y exportación”, concluye el directivo.

Aunque la modalidad de venta en MLC a las bases campesinas está avanzando, Rubio Lezcano, vicepresidente de Gelma, sostiene que existe una traba relacionada con los aseguramientos. “Nosotros seguimos trabajando con Gecome, es decir, la gestión es a través de comercio exterior, y eso trae el desencadenamiento natural que todos conocemos.

“Por suerte, a una entidad nuestra, a la Empresa Mayorista de Suministros Agropecuarios (EMSA), que tiene toda una trayectoria de preparación, se le aprobará el expediente para poder acceder al comercio exterior sin intermediarios. Eso va, entre otras cosas, a abaratar los costos al productor, que es lo importante. Porque al final, lo que se venda más caro al campesino es malanga más cara para la población. Pensar diferente es un error”.

 A favor y en contra

Diversas opiniones y experiencias tienen los empresarios sobre las medidas implementadas


Al cierre de la Mesa Redonda que pone el termómetro a las medidas que perfeccionan y flexibilizan la gestión de la empresa estatal, un ejercicio de evaluación arroja diversas consideraciones.

Los criterios de los invitados quedan divididos. En cuanto a las fortalezas, una parte reconoce al capital humano, su experiencia, vocación de sacrificio e identidad con la organización; mientras la otra apunta a la descentralización de las divisas y las facultades que se otorgan para administrar las finanzas.

Al referirse a las debilidades, primó el criterio de que es insuficiente la autonomía empresarial. Existen dificultades con los financiamientos para que lleguen de manera oportuna los insumos y materias primas. Otros, alegaron falta de competitividad de la empresa estatal socialista, descapitalización del sector, lentitud para implementar cambios, exceso de normativas, poco entrenamiento y acompañamiento a las entidades.



Ulando Jiménez Vargas, director general de Eccam, sostiene que su organización realizó un grupo de propuestas de medidas que siguen pendientes.

A juicio de algunos de los invitados, sugerencias hechas desde las organizaciones para ganar autonomía, todavía están en letargo. Ulando Jiménez Vargas, director general de la Empresa para el Cultivo del Camarón, cita algunos ejemplos. “Cuando la entidad compra recursos materiales para el proceso inversionista, como cemento u otros, no permiten que se destine a las reparaciones o mantenimientos.

“En el caso del combustible, si existe un imprevisto, no puedo decidir hoy mismo dárselo al transportista que pueda prestar el servicio, porque cometo una violación. Tengo que hacer esa transferencia de combustible ‘por la canalita’, primero al grupo empresarial, de este a Cupet, de este a Fincimex, y de ahí al prestador de servicio. En eso pueden perderse varios días. Y es el mismo combustible que compramos con las finanzas de la empresa y tiene una trazabilidad clara. Pero no permiten hacerlo”.

Algunos pendientes son igual de espinosos. Nilda E. López López, directora general de la Empresa de Bebidas y Refrescos (Ember) de La Habana: “¿qué director tiene facultades para aprobar los precios? Aunque las medidas dicen que podemos hacerlo, eso todavía lleva un largo trámite, de la empresa al Grupo, de este al Ministerio de Finanzas y Precios; del Grupo a la cadena de tiendas, al Turismo. Igual sucede con las facultades para lograr reducir índices de consumo o merma y eso convertirlo en productos a precios diferenciados, que incrementen las ventas y por tanto incidan en el salario de los trabajadores”.

Osmany Barreiro Consuegra, director general de la Empresa Productora de Alimentos (Prodal), señala que son insuficientes las facultades para adquirir los insumos y materias primas, destinar las producciones y a la hora de pagar e invertir. Por su parte, Benedicto Enrique Ríos García, director económico de la Empresa Inoxidable Varona, estima que “existe un exceso de normativas”.

El camino aún es largo. A pesar de la voluntad del Gobierno de cambiar todo lo que deba ser cambiado, adecuarse al nuevo escenario, abrir la mentalidad a las actuales urgencias, lleva su tiempo. En medio de las presentes transformaciones, y las que están por venir, en aras de lograr el socialismo sostenible anhelado, algo es tan claro como el agua: nada está escrito en piedra.

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